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MUSEO FOTOGRÁFICO DE QUILMES

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FECHAS HISTÓRICAS
En el año 1666, en una fecha que no se puede precisar con la certeza que dan los documentes, se creó la Reducción de la Santa Cruz de los Quilmes con el extrañamiento desde los Valles Calchaquíes de los pueblos quilmes y acalianos. 
El 14 de agosto de 1812, la antigua "Reducción", tras 140 años de existencia, queda extinguida y declarase a Quilmes pueblo libre por un decreto del Primer Triunvirato; Iniciándose de Inmediato un marcado proceso de evolución y un sostenido progreso. 
El 2 de abril de 1852, Quilmes comienza su desmembramiento separándose del Barracas al Sur (Avellaneda) El primer Juez de Paz fue don Andrés Baranda, con la dimensión de prócer para nuestra historia.
El 2 de agosto de 1916, el casco urbano del partido de Quilmes fue declarado Ciudad por la ley 3627 del gobierno de la Provincia. 
Gerónima I. Giles y Gaete de Mayol
INICIATIVA
En oportunidad que se realizó en el Club Social una exposición de innumerables fotografías sobre todas las épocas de Quilmes, de la colección del imperecedero don Alcibíades Rodríguez, el fotógrafo de mayor renombre local por su larga y fecunda labor en imágenes fotográficas que recorren toda nuestra historia. La inesperada afluencia de público fue tal que  inspiró a doña Gerónima Irma Giles y Gaete de Mayol (1) a donar la antigua vivienda familiar en 25 de Mayo 218, donde ella se había criado, para crear un museo fotográfico.[2] Su familia ya tenía más de 400 años de arraigo en el distrito, como descendiente de Pedro de Izarra, de su hija Polonia y el marido de esta Gaspar de Gaete; así como de la familia Giles emparentada con don Andrés Baranda fundadores de San Andrés de Giles. Transmitida su idea a don Alcibíades, este no cejó en dudar y la acompañó en la memorable empresa. 
NACIMIENTO DE UNA ESPERANZA 
El diario “El Sol” con fecha 5 de marzo de 1982, en su N° 18.874, planteaba la necesidad de crear un Museo Fotográfico; enumerando una serie de muestras fotográficas, incluyendo la de los reporteros gráficos de "El Sol” y la de Alcibíades Rodríguez. Culminaba diciendo “Quizás esta nota sea el nacimiento de una esperanza que algún día, no tan lejano se concrete. Esperamos sea una inminente realidad”. A solo siete días de esta publicación, se presenta otra, en el mismo diario, con el siguiente titulo alentador: “El Museo Fotográfico será realidad”, en la cual se transcribía una carta enviada a este medio por Doña Géronima Irma Giles y Gaete de Mayol, la cual daba como primicia que: "Después de leer la nota exhibida en su prestigioso medio, he decidido donar a la Subsecretaría de Cultura de la Municipalidad local un inmueble ubicado a escasos 800 metros de la estación ferroviaria, la propiedad tiene una antigüedad de 110 años y es voluntad de mis fallecidos padres, que no sea vendida; lo que me otorga la inmensa satisfacción de cumplir con sus deseos y darla en donación a la Municipalidad y al pueblo quilmeño para concretar el Museo Fotográfico a perpetuidad, no pudiendo dársele otro destino”. 
COMISIÓN PRO-MUSEO 
Inexplicablemente las autoridades municipales rechazaron la donación, lo que movilizó a los vecinos desconcertados e incrementó la decisión de los organizadores. La respuesta no tardó y se formó una comisión Pro-Museo presidida por el arquitecto Claudio Reinke. Entre los miembros se destacaron: Enrico Lanza, conocido industrial fotográfico quilmeño; el ingeniero civil Luis Antonio Casabona Aranda, el Prof. Ariel Bucich y su esposa Cora Otamendi y, por supuesto, doña Géronima y Alcibíades. Así se logró que el 11 de mayo de 1985, se realizara una reunión fundacional del Centro de Investigadores sobre la Fotografía Antigua en la Argentina, denominada “Dr. Julio F. Riobó” en la sede del Club Social de Quilmes. 
MÁS DIVERGENCIAS
 Como todas las buenas ideas con un fin del bien común siempre tienen sus detractores, algunos por el solo hecho de “estar en contra”. A poco de iniciados los trámites para concretar esta donación con su consecuente creación del museo, surgieron diferencias que el periódico “El Periodista” especifica en una nota del miércoles 29 de mayo de 1985
ENCONTRADAS OPINIONES SOBRE EL MUSEO FOTOGRÁFICO 
Varias contradicciones se siguen suscitando con respecto al caso de la do­nación por parte de la Se­ñora Gerónima Giles y Gaete de Mayol del inmue­ble (cito en la calle 25 de Mayo N° 218), para la creación de un museo fo­tográfico. El mismo sería el primero en Argentina y el segundo en Latinoamé­rica.
Con fecha 26 de octu­bre de 1983 en el despa­cho del señor intendente (G. Valenzuela) se firmó la escritura traslativa de dominio ante el escribano Ithuralde y varios testigos. 
Según documentos ela­borados en los meses subsi­guientes la señora Giles de Mayol y el señor Otto Reinke (presidente de la comisión pre-museo) mani­festaron “no haber recibi­do ningún tipo de notifi­cación oficial o extra-ofi­cial acerca de la habilita­ción del Museo en el tér­mino establecido”.
El sábado 11 de mayo se reunió la comisión pro­-museo a la cual asistieron historiadores fotográficos; en la que estuvo ausente el bloque radical. 
Según declaraciones del concejal E. Giménez del bloque justicialista renova­dor el 28 de diciembre pa­sado se votó la suma de $ 950.000 para reparacio­nes, y sólo faltaría la inauguración pero “la última palabra la tiene el Inten­dente”. Agregó al respecto “que los trámites legales ya se cumplieron”. Giménez atribuyó la tardanza de la apertura del museo a negligencia o celos políti­cos (por tratarse de un proyecto justicialista), aunque no cree que ésta sea una actitud tomada en conjunto por el bloque ra­dical.
Calificó también como dilatorio el trámite del nombramiento de un re­presentante por parte del intendente Lic. Eduardo Vides y otro de la señora de Mayol, para po­sibilitar el diálogo entre la donante y las autorida­des comunales. 
El concejal manifestó que el Museo posibilitará que la gente y en especial la juventud, puedan revi­vir el ser nacional a través de las fotos. Y que lo que más le duele a un país no es la pérdida de la eco­nomía, sino la de la cul­tura. Este proyecto tiende a recuperar lo perdido. Finalizó diciendo que “esto ya no lo para na­die” si la inauguración no es el 25 de mayo será el 9 de julio.
BLOQUE RADICAL 
Hebe Portos de Negri, concejala del Bloque Radi­cal dijo que hay que establecer un orden. El Museo “es importante pero no prioridad”. La concejala declaró que otro de los problemas es que no se donan los negativos. Aclarando que un museo sin los mismos, ca­rece de valor.
Al consultar al Secreta­rio de Gobierno, señor Ferrari, señaló después de que el Consejo sancionó la ordenanza aprobando la donación no se asignó una partida para las reparacio­nes de la casa. En conse­cuencia se produjo una de­mora, que sobrepasó el plazo de un año dado por la señora de Mayol. Por lo tanto la misma revocó la donación ordenando no in­novar en el inmueble. 
El funcionario añadió que el municipio pondrá toda su buena voluntad para solucionar el proble­ma pero necesita que la donante levante la revoca­ción.
Presentado el caso que­da planteado un interrogante: ¿cuál es la VERDA­DERA causa por la que, después de dos años, no se ha inaugurado aún el Mu­seo Histórico Fotográfico de Quilmes? Tal vez sea por negligencia, por celos políticos, o un proyecto para tratar en tiempos me­jores, pero la solución a este problema sería qui­zás, un diálogo más fluido entre las partes dejando de lado los intereses políticos.
Sin embargo, muchos más se sumaron a la causa y acompañaron a doña Gerónima y a don Alcibíades; caracterizados militantes de la historia, del arte y de la cultura quilmeña, como: Eduardo Vides, Claudio Schbib, Carlos Scott, Rodolfo Malaver, Jorge Raúl Calvo, Julio César Agnetti, Fernando San Martín, Rosa Massone, Salvador Masitto, Ely Fontana, Néstor Rotelo, Jorge Luis Rodríguez Lizza y donaciones de los familiares de don Alcibíades, sus hijos, de la familia de Santiago de La Fuente, de la Prof. Nora Mergasi, Ítalo Nonna, la Flía. Agnelli, el Foto Club Quilmes y muchos, muchos más. 
 INAUGURACIÓN
 El día 5 de julio de 1986, se inauguró oficialmente el Museo, el primero en su tipo en nuestro país; se encuentra a 17 Km. de la Capital Federal, en el mismo casco urbano.
Durante el recorrido de las salas, la señora Gerónima Irma expresó: “Agradezco enormemente la presencia de ustedes en este acto y les ofrezco en nombre de mis antepasados esta humilde vivienda enclavada en esta mi patria chica que es Quilmes, a la que tanto le debo y quiero, elegida para vivir y morir en ella, con la seguridad de que aquí y desde hoy, bregaremos todos para que comience a escribirse la verdadera historia de este pueblo que tanto se ha prodigado para el engrandecimiento de la Nación. Los abrazo a todos con sincero afecto".

DESCRIPCIÓN DE LA CASA 
El formato de distribución en galería, era común para todas las casas de 1840, que mantienen la lachada [3]de tipo colonial, con techo de chapa a dos aguas, ventanas enrejadas y farolas de la época. En la zona se podían hallar varias casas, que al igual que esta, superaron los 100 años hasta que la cruel piqueta acabó con ellas; ocupa una superficie de 180 metros cuadrados y en la fachada se destaca la placa de mármol con la descripción de su fundación.


DECRETO PROVINCIAL 
El decreto N° 2152 del año 1988, el gobierno de la provincia de Buenos Aires, reconoce la iniciativa y por gestiones del director Sr. Enrico Lanza se declara a Quilmes, Capital Provincial de la Fotografía. 
En las salas del museo, se exhiben exposiciones permanentes y rotativas de fotografías que hacen al patrimonio del mismo, muchas de ellas gracias al aporte, principal de don Alcibíades y de todas aquellas personas que se acercan constantemente al museo con el objetivo de donar sus antiguas fotografías familiares.
EL MUSEO Y LA COMUNIDAD - CONTENIDO DEL ARCHIVO 
Este archivo fotográfico cuenta con más de 8000 imágenes, las que
permiten recorrer visualmente los orígenes y progresos de nuestra ciudad; que a partir de la llegada del ferrocarril en 1872, asegura el medio de comunicación entre Buenos Aires y Quilmes, facilitando el establecimiento de fábricas a la vera de sus vías.
 En 1873, hace su aparición el primer periódico local "El Progreso de Quilmes”, fundado por el Dr. Wilde, y gracias a sus páginas y luego a las de “El Quilmero” de Pedro Giménez, sabemos hoy, que un fotógrafo francés, Monsiur Bonnevide, se instaló en nuestra ciudad por varios meses, dedicándose a la fotografía retratística.
Guarda el Museo  importantes imágenes, cuyos negativos fueron heredados, de indudable valor histórico: la estación del ferrocarril Buenos Aires Ensenada, luego Sud, tal como era en 1873; el tranvía a caballo: la Rambla de 1910 el primer centro turístico del país; el equipo de fútbol del Quilmes Atheltic Club en 1889; el primer cuarteto musical conformado por auténticos criollos, etc.
EL MUSEO HOY 
En los últimos años el edificio, sumamente pequeño para la grandeza histórica que representa, tuvo favorables modificaciones que permiten realzar su contenido.  El material existente en el museo es diverso: esta compuesto por miles de Imágenes del siglo XIX y XX; actualmente las imágenes del archivo se encuentran en proceso de limpieza, ensobrado, copiado y reproducción de originales.
Monumento al fotógrafo donado por quien fue su director don Enrico Lanza
El museo mantiene una constante convocatoria a los habitantes de Quilmes, solicitando la donación o el préstamo de fotografía familiares o que incluyan paisajes, rincones del pueblo, etc., para su reproducción y así acrecentar el patrimonio. Recientemente se recibió una importante colección de la profesora Nora Mergasi, de vieja familia quilmeña, vinculada al viejo cine 'La Paz' del barrio La Colonia y al café-confitería 'El Nacional' de la calle Rivadavia. 
Además el museo ofrece a toda persona que se interese en la historia fotográfica del partido de Quilmes, la biblioteca “Prof. Juan Carlos Lombán” donde se pueden consultar valiosos títulos que hacen al pasado local. Y sobre la historia de la fotografía en Quilmes hay abundantes publicaciones que dan información completa y precisa, la del Prof. Fernando San Martín y la de Jorge R. Calvo.

FUENTE
Diario "El Sol"
Periódico "El Periodista"
Folleto del Museo Fotográfico
Compilación Chalo Agnelli 
Fotos: Museo Fotográfico y Prof. Fernando San Marín
NOTA 

[1] Ver en EL QUILMERO del miércoles, 21 de septiembre de 2016, “Gerónima Irma Giles y Gaete de Mayol” (colaboración) 
[2] Ver EL QUILMERO del sábado, 1 de noviembre de 2014, “Los Gaete y los Izarra - a lo largo y más allá de la historia quilmeña” 
[3]lachada: Masa fina de cal, yeso o cemento mezclado con agua que se emplea para blanquear paredes o como argamasa para fijar ladrillos.

CENTENARIO DE LA “SOCIEDAD PRO HOSPITAL DE QUILMES” 1919-2019

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Por Chalo Agnelli
El 23 de setiembre de 1923, ante autoridades y numerosos vecinos de Quilmes se colocó la piedra fundamental del Hospital de Quilmes. El 15 de marzo de 1925, llegó el día de la inauguración, hicimos detallada referencia a estos acontecimientos en EL QUILMERO del martes 25 de noviembre de 2014. El lunes 16 de marzo de 2015, participé del festejo que se realizó en el Teatro Municipal por los 90 años desde que Hospital “Isidoro Iriarte” abrió sus puertas. 
En el Centenario de la creación de la Sociedad Pro Hospital de Quilmes se transcribe las 10 primeras actas con que se abre el Libro de Actas N° 1 al N° 92 Julio 31 de 1919 a Abril 26 de 1923”, mostrando cómo nació este proyecto y el desarrollo de los primeros pasos en procura de la salubridad de los quilmeños. [1]
En este Centenario mencionar los nombres de aquellos hombres que, quizá, no imaginaron la dimensión que cobraría su proyecto, es honrar su memoria. Estos que fueron los héroes anónimos que hicieron un pueblo, una ciudad, Quilmes, un país. Las biografías de varios de estos hombres están en EL QUILMERO, la de otros no, a estos, como a todos,  siempre habrá quienes los recuerden por parentesco, amistad o vecindad; recuperarlos en la memoria es hacerlos señeros en la historiografía quilmeña. 

ACTA N° 1

En la ciudad de Quilmes a los 31 días del mes de Julio del año mil novecientos diez y nueve, reunidos en el despacho del Señor Intendente Municipal invitación de los Doctores Pedro Elustondo e Isidoro Iriarte un número de vecinos después de cambiar ideas de declaró constituida definitivamente la Comisión Directiva Pro Hospital de Quilmes, distribuyéndose los cargos en la siguiente forma: Presidente Doctor Pedro Elustondo. [2] Vicepresidente Doctor Isidoro Iriarte. [3] Vicepresidente segundo, Señor Santiago Poso. Tesorero Señor W. Allison Bell. [4]Pro Tesorero Señor Ángel Levanti. Secretario Señor Luis C. Meincke. Pro Secretario Señor Sebastián V. Bagú, Vocales Doctor Eduardo Cichero y Señores Ernesto Otamendi, [5] Pedro Etcheverz, [6]Rodolfo Labourt, [7] Bernardino Laguillo, Arnoldo Broeders, Victoriano Imiscoz, Francisco Fresone, Francisco J. Tollo, Domingo Gastaldi, Lorenzo Dalla Vía, Atanasio Lanz [8] y Andrés Ramella. Constituida así la Comisión Directiva, ocupó su puesto el Señor Presidente titular Doctor Pedro Elustondo y declaró abierta esta primera sesión siendo las nueve pasado meridiano, dejando libre el debate a fin de armonizar idea sobre los rumbos a seguirse para llevar a feliz éxito la tan sentida como deseada obra de la construcción de un hospital en este localidad. Toma la palabra el Doctor Iriarte y manifiesta que existen ya confeccionados algunos planos que le había facilitado su amigo el Ingeniero Señor Emilio Itaú, lo que presenta en este momento y revisados por los presentes, felicitan al Doctor Iriarte por la obtención de tal trabajo manifestando este Señor que en la época que fueron confeccionados el mismo ingeniero había calculado la obra en ciento veinte mil pesos moneda nacional, esto es hace dos años más o menos. Se resolvió por unanimidad designar como miembros honorarios a los siguientes señores: Señora Adela Harilaos de Olmos, [9]Señor Leonardo Pereyra Iraola, [10]Marcelino Herrera Vega, Rafael Herrera Vega, Fernando Otamendi, [11]Patricio Smith, Alfonso Ayerza, José Augusto Otamendi, [12] Carlos Sepp, [13]Claudio Ruiz, Juan Ithuralde, Antonio Silva, Juan Beanninger, Domingo Cichero, Eduardo Otamendi, Emilio Traverso, M. Davies, Mariano Otamendi, Manuel Ramella, Enrique Meincke, Miguel Oneto, Doctores Juan Iturralde, Emilio Planes, Emilio Torre,[14]Miles Stuart Pennington,[15]Gaspar Sanguinetti, [16]Fernando Pozzo, [17] Adolfo Sala, Señores Pedro Lagazzio, Oreste Liberti, Miguel Canessa, Víctor Fornabaio, [18]Vicente Vaccaro, José Sotelo, José Sarriés, Basilio Amondarain y Belisario Otamendi. [19] Se resuelve por unanimidad que el hospital será particular y no municipal y administrado por una comisión de vecinos cuya organización, designación, atribuciones, etcétera, será establecida oportunamente en los Estatutos a confeccionarse. También se resolvió comunicar su elección a los miembros honorarios e invitar a los componentes de la Comisión Directiva para la reunión del día once de Agosto a las ocho y media pm en el Salón de la Intendencia Municipal. Se dio por terminado el acto siendo las once y cuarenta y cinco pm.

ACTA N° 2

En la ciudad de Quilmes a los once días del mes de Agosto de mil novecientos diez y nueve, reunidos en el salón de la Intendencia Municipal los miembros de la Comisión Directiva cuyos nombres figuran al margen, bajo la presidencia del titular Doctor Elustondo, se declaró abierta la sesión siendo las nueve horas y treinta minutos pasado meridiano. Después de un breve cambio de ideas se resuelve iniciar la recolección de fondos para construcción del hospital, cuya obra se estima en la suma de doscientos mil pesos moneda nacional. Con este objeto se nombra una comisión compuesta por los Doctores Elustondo, Iriarte y señores Allison Bell y Meincke para visitar los principales contribuyentes. También se comisiona al Doctor Elustondo para que se informe si la manzana de terreno donada por los Señores Fiorito Hermanos,[20]ha sido escriturada. El Dr. Iriarte manifiesta que esa manzana de tierra está muy bien ubicada para la construcción del hospital. Se resuelve comunicar a los periódicos locales y de la Capital la constitución de esta Comisión y sus fines. Se acuerda abrir una cuenta corriente en el Banco de la Provincia Sucursal Quilmes, a nombre de la Comisión Pro Hospital y que los fondos que se depositen solo podrán ser retirados con las formas del Presidente o Vice, conjuntamente con la del Tesorero ó Pro Tesorero. Se resuelve fijar los días lunes á las ocho horas y treinta minutos pasado meridiano para las reuniones de Comisión, acordándose que para sesionar con quórum legal se requiere la presencia de siete de sus miembros. Se autoriza al Tesorero para hacer confeccionar los libros de recibo para las donaciones, por triplicado y numerados del uno al mil. Se levantó la sesión siendo las doce pasadas.
Firman. Dr. Meincke y Dr. Pedro Elustondo 
Presentes que figuran al margen: Dr. P. Elustondo, Dr. I. Iriarte, Señores S. Poso, W. Allison Bell, P. L. A. Meincke, A. Levanti, R. Labourt, A. Broeders, F. J. Tollo y D. Gastaldi. 
 

ACTA N° 3

En la Ciudad de Quilmes a diez y ocho días del mes de Agosto de mil novecientos diez y nueve reunidos en el salón de costumbre los miembros de la Comisión Directiva cuyos nombres figuran al margen, bajo la presidencia del titular Dr. Elustondo, siendo las nueve y media pasado meridiano, se declaró abierta la sesión. Se da lectura de las actas del treinta y uno de julio último y once del corriente mes, las que fueron aprobadas sin observaciones. El Señor Presidente da cuenta de que se ha recibido una nota de la Empresa del Ferro Carril del Sud contestando a la dirigida por ésta Comisión, invitando a una conferencia con el Señor Gerente, el día veinte y uno del corriente mes a las once antemeridiano, designándose á los Doctores Elustondo e Iriarte y Señores Allison Bell y Meincke para concurrir á la cita. También manifiesta el Presidente, respondiendo á la misma que se le confiare, que la manzana de terreno donada por los Señores Fiorito para la obra que se proyecta, no ha sido escriturada, pero que lo harán tan pronto como le sea solicitado. El Doctor Iriarte da cuenta de que los Señores Claudio Ruiz y Patricio Smith aceptan su designación de miembros honorarios. El Señor Secretario manifiesta que ha tenido oportunidad de conversar con el Señor Babacchi representante de la Compañía General de Fósforos y declara que abriga esperanzas muy optimistas con respecto al monto de la donación que esa Compañía ha de hacer para el Hospital. El Señor Labourt hace indicación para que al escriturarse la manzana de terreno se gestione de los Señores Fiorito la autorización para poner una cláusula por la cual se deja en libertad a la Comisión Pro Hospital para que pudiera enajenarla y el producto destinarlo a costear la obra siempre que se obtuviere en donación otro terreno mejor situado, a lo que se opusieron los Señores Poso, Tollo y Bagú, fundándose en que la donación había sido hecha bajo la condición de construir en dicho terreno un Hospital y que según opinión de los médicos que forman parte de la comisión era inmejorable el sitio donde se encuentra ubicado, en virtud de lo cual se resolvió que el Hospital se construya en dicha manzana. Se designa a los Señores Broeders, Etchevertz, Dalla Vía para que hagan un estudio de los planos y calculen el costo aproximado de la obra. Se acuerda pasar nota al H. Senado de la Provincia solicitando una donación de cien mil pesos para la construcción del Hospital. También pasar nota del Jockey Club de la Capital Federal solicitando su concurso para la obra. Con lo que terminó el acto siendo las once y cuarenta p.m.
Firman: Dr. Meincke y Dr. Pedro Elustondo 
Presentes que figuran al margen: Dr. P. Elustondo, Dr. I. Iriarte, Señores S. Poso, W. Allison Bell, P. L. A. Meincke, R. Labourt, Sr. A. Broeders, F. Tollo, D. Gastaldi, S. V. Bagú.
 Dr. Isidoro Iriarte

ACTA N° 4

En la Ciudad de Quilmes a los veinticinco días del mes de Agosto de mil novecientos diez y nueve, reunidos en el Salón de la Municipalidad, los miembros de la Comisión Directiva cuyos nombres se consignan al margen. El Señor Presidente titular declara abierta la sesión siendo las nueve horas y veinte minutos pasado meridiano. El Señor Secretario da cuenta de haber recibido nota de los siguientes Señores que aceptan la designación e miembros honorarios. Don Mariano Otamendi, don Basilio Amondarain, Don Juan Beanninger, Don Domingo Cichero, Don Miguel Canessa, Don J. A. Otamendi, Doctor, Gaspar Sanguinetti, Don Emilio B. Traverso, Señor Vicente Vaccaro, Señor Víctor Félix Fornabaio. No aceptando la designación el Sr. José R. Sotelo y el Doctor Fernando Pozzo. El miembro honorario Señor Mariano Otamendi manifestó en su nota que contribuye a la obra con la suma de quinientos pesos que pone a disposición de la Comisión, resolviéndose pasar nota agradeciendo la donación que será recabada en oportunidad. El Señor Presidente informa a nombre de la Comisión nombrada para entrevistarse con mayores contribuyentes que han concurrido al llamado de la Compañía de Fósforos, Cristalería Rigolleau, Cervecería Quilmes, Ferro carril Sud; manifestando que los tres primeros nombrados han tomado en consideración la donación solicitada, las que han quedado a resolver por los respectivos directivos. Con este motivo manifestó el Señor Presidente que ha encontrado la mejor buena voluntad de parte de esas compañías, ante quienes expuso ampliamente el programa ya hecho y las miras de la Comisión para llevar a término la tarea emprendida pudiendo anticipar a esta Comisión que los pedidos se hayan bien encaminados, llevándolo su optimismo a asegurar que esas empresas contribuirán con importantes sumas. Manifiesta asimismo que el Ferro Carril Sud se excusó en principio de hacer donación alguna fundamentando en que contribuyendo con cualquier cantidad sentaría precedente para casos análogos, lo que significaría un futuro de fuertes desembolsos para el empresa, no obstante lo cual, terminada la obra seguramente contribuiría con una asignación periódica. A indicación del Señor Ramella se resuelve pasar nota al H.C.D., solicitando se escriture a nombre de la Comisión del Hospital la manzana de terreno donada por los Señores Fiorito. Se nombre a los Señores Ramella y Labourt para que estudien los estatutos de los Hospitales particulares que hay en el país y presenten el más conveniente para el de Quilmes. El Doctor Iriarte propone que el Día del Árbol, siete de Septiembre [21]se planten árboles en la calle Buenos Aires (Islas Malvinas) [22]desde Baranda hasta el Hospital, solicitando por nota al Distrito Escolar el concurso de algunos colegios, lo que es aprobado. El Señor Bagú propone que las listas de suscripción sean encabezadas por las donaciones que hicieron los miembros de la Comisión Directiva, a lo que se opone los Señores Meincke, Elustondo e Iriarte, resolviéndose que esto se hiciera una vez conocidas las donaciones de los principales establecimientos comerciales  y de la Comisión honoraria. Se levanta la Sesión siendo las once y cuarenta y cinco pasado meridiano.
Firman Meincke y Pedro Elustondo 
Presentes que figuran al margen: Dr. P. Elustondo, I. Iriarte, Sr. W. Allison Bell, A. Levanti, P.L.A. Meincke, S. V. Bagú, A. V. Ramella, P. Etchevertz, A. Broeders, L. Dalla Via.
 Plaza de Villa Armonía (Islas Malvinas, O' Higgins, Tucumán, Blas Parera), primer espacio urbano donde se pensó instalar el Hospital de Quilmes, donación de los hermanos Fiorito.

ACTA N° 5

En la Ciudad de Quilmes el día primero de septiembre de mil novecientos diez y nueve, reunidos en el Salón de la Municipalidad los miembros de la Comisión Directiva cuyos nombres se consignan al margen, el Señor Presidente declara abierta la sesión, siendo las nueve y veinte pasado meridiano. Leída y aprobada el acta de la sesión anterior con la observación de hacer constar que la plantación de árboles se efectuará en la calle 9 de Julio (Tucumán) en vez de la de Buenos Aires (Islas Malvinas) que por error se consignó. El Señor Presidente manifiesta que aun no hay contestación de los mayores contribuyentes respecto a las donaciones solicitadas. El mismo hace dar lectura a una nota dirigida al H. Senado de la Provincia con datos minuciosos respecto a la población, comercio, etc., a fin de hacer más eficaz el pedido de donación solicitado como consta en actas anteriores. También hacen saber que ha conseguido el concurso escolar para dar realce al acto de plantación de árboles en la Calle del Hospital [23]el día de esa fiesta, a la que concurrirán las autoridades escolares y los alumnos de tercero, cuarto y quinto grados con su personal docente, resolviéndose la concurrencia de esta comisión. Dada la falta de tiempo para gestionar de las autoridades de la Provincia la donación de los árboles se resuelve, a indicación del Señor Bagú, que estos sean adquiridos en la localidad y costeados con el peculio de los miembros de esta comisión. Se resuelve crear subcomisiones de damas y otra de caballeros en los siguientes pueblos del Partido: Quilmes, Bernal, Berazategui, Conchitas (Hudson) Ezpeleta, y Wilde. También se resolvió pasar nota a las sociedades extranjeras y demás entidades sociales y religiosas, haciéndoles saber los fines que persigue esta Comisión, solicitándoles su concurso y recordando su promesa a aquellas que ya han respondido al llamado de esta Comisión. Por unanimidad queda resulto que la construcción del Hospital se hará por administración. Siendo las once y cuarenta pasado meridiano se levanta la sesión.
Firman Meincke y Pedro Elustondo 
Presentes que figuran al margen: Dr. P. Elustondo, Dr. I. Iriarte, P.L.A. Meincke, P. Etchevertz, L. Dalla Via, S. Poso, F. Tollo Sr. W. Allison Bell, S. V. Bagú, A. Broeders

Busto en honor de W. Allison Bell en el Hospital de Quilmes (hoy destruido)

ACTA N° 6

En la Ciudad de Quilmes el día ocho de Septiembre de mil novecientos diez y nueve, reunidos en el Salón de la Municipalidad los miembros de la Comisión Directiva, cuyos nombres se consignan al margen, el Presidente declara abierta la Sesión siendo las nueve y veinte pasado meridiano. Manifiesta el mismo que aún no se ha recibido contestación de los mayores contribuyentes. Se da cuenta de haberse recibido nota del Jockey Club de la Capital Federal, contestando a la que esta Comisión le pasó, en la que manifiesta que en oportunidad será considerada la donación que se ha solicitado. Se resuelve agradecer la promesa. También se hace conocer por la presidencia que el Señor José Sarriés acepta pertenecer a la Comisión Honoraria. El Señor Presidente hace notar que no es necesario que la Comisión se cotice para abonar las plantas colocadas el día del árbol, por cuanto el Señor Roberto Clark tuvo la gentileza de donarlas, por lo que se resuelve agradecerle. A fin de que el pueblo esté prevenido de los fines que persigue esta Comisión y exhortándolo a la contribución se resuelve la impresión de circulares que se distribuirán a domicilio y de carteles que se fijarán en las calles y comercios quedando el señor Secretario y el Señor Tollo encargado de su redacción que someterán a la aprobación de Comisión en el próximo acuerdo. Queda resulto hacer un llamado especial a todos los miembros de la Comisión Directiva a fin de que no falten a las próximas reuniones por cuanto se está en vísperas de tomar resoluciones de importancia. Previa lectura y aprobación del acta anterior se levanta la sesión siendo las once y treinta cinco pasado meridiano.
Firman: Meincke y Pedro Elustondo 
Presentes que figuran al margen: Dr. P. Elustondo, Sres. F. Tollo, P.L.A. Meincke, S. Poso, W. Allison Bell, D. Gastaldi, S. V. Bagú.

ACTA N°7

En la Ciudad de Quilmes el día quince del mes de septiembre de mil novecientos diez y nueve, reunidos en el Salón de la Municipalidad, los miembros de la Comisión Directiva, cuyos nombres se consignan al margen, bajo la presidencia del Señor Elustondo, se declara abierta la sesión a las nueve y treinta pasado meridiano. El Presidente manifiesta que aún no se ha recibido comunicación de los mayores contribuyentes. El Señor Labourt se escuda de formar parte de la comisión que tiene a su cargo el estudio de los estatutos, por razones de salud, quedando esa tarea a cargo del Señor Ramella. Se levanta la sesión a las diez y media p.m.
Firman: Meincke y Pedro Elustondo 
Presentes que figuran al margen: Dr. P. Elustondo, P.L.A. Meincke, A. Ramella, R. Labourt, W. Allison Bell, F. Tollo, A. Broeders, L. Dalla Vía. 
Ex intendente (1910) Manuel Agustín Ramella 

ACTA N° 8

En la Ciudad de Quilmes, el día seis de Octubre de mil novecientos diez y nueve, reunidos en la Sala de la Municipalidad, los miembros de la Comisión Directiva, cuyos nombres figuran al margen, bajo la presidencia del Doctor Elustondo, se declara abierta la sesión a las nueve y veinte y cinco pasado meridiano. Leídas y aprobadas las actas números 6 y 7, el Señor Presidente da cuenta de que se está en vísperas de obtenerse una contestación favorable de parte de la Cervecería Quilmes, pues según declaraciones del Señor Allison Bell, el Director de esa Compañía Señor Sepp, ha manifestado deseos de invitar a su casa particular a varios de los miembros de la Comisión a fin de que le informaran de ciertas prevenciones que creía necesario conocer para resolver definitivamente el monto de la donación, En cuanto a los demás contribuyentes manifiesta el Presidente que todavía no hay contestación. Después de un cambio de ideas interviniendo los Señores Bell, Labourt, Bagú, Iriarte, Meincke y Tollo se resuelve nombrar una comisión ejecutiva compuesta por los Señores Iriarte, Bell, Elustondo, Meincke y Levanti, con amplias facultades para activar y resolver todos los asuntos que se ha tratado hasta la fecha, según consta en actas y que se encuentran pendientes de ejecución, incluyéndose en las atribuciones de la comisión la redacción y publicidad del manifiesto que se dirigirá al pueblo y nota al Honorable Concejo Deliberante. A indicación del Señor Bagú se resuelve pasar nota al H. Concejo pidiendo haga manifestación de que permitió a esta Comisión el levantamiento del Hospital en la manzana donada por los Sres. Fiorito y el usufructo de la misma y en su oportunidad gestionar de la Legislatura la competente autorización para hacer el traspaso por escritura pública. Se da cuenta de que el Sr. Ramella se  ha expedido en la confección de los Estatutos resolviéndose pasar copia a cada uno de los miembros de la Comisión para su estudio a fin de tratarlos en una reunión extraordinaria que oportunamente se convocará. Se levanta la sesión a las once pasados meridianos.
Firman: Meincke y Pedro Elustondo 
Presentes que figuran al margen: Dr. Pedro Elustondo, Dr. I. Iriarte, Sres: P.L.A. Meincke, F. Tollo, R. Labourt, W. Allison Bell, A. Levanti, A. Broeders, S. V. Bagú.

ACTA N° 9

En la Ciudad de Quilmes el día veinte y dos de Diciembre de mil novecientos diez y nueve, reunidos en la Sala de la Municipalidad los miembros de la Comisión Directiva al margen nombrados, bajo la presidencia del Doctor Iriarte, se declara abierta la sesión a las nueve y cincuenta minutos pasado meridiano. Leída y aprobada el acta anterior, los Señores Iriarte y Meincke dan cuenta de haberse entrevistado con el Señor Sepp. Quien se  manifestó resuelto a cooperar a la realización de la obra pro- Hospital, con una suma igual a la que arrojara el total de las suscripción popular, por lo que se resuelve iniciar las colectas correspondientes. Con este motivo el Señor Meincke recordó la proposición del Señor Bagú, hecha en acta […] a que la suscripción popular sea encabezada por la Comisión Directiva. Aceptando esta proposición y buscando el mayor éxito resuélvese dirigir una comunicación a los miembros de Comisión insistentes, a efectos de que manifiesten en adhesión pues de lo contrario serán reemplazados para integrar el número necesario de miembros componentes de esta Comisión. Los Señores Iriarte y Meincke declaran que en la próxima reunión quedará establecido si el Señor Sepp ha hecho el ofrecimiento en nombre propio como representante de la Cervecería Quilmes o si ello comprende algún convenio entre todos los Establecimientos fabriles del Partido. Resuélvese que la reunión de Comisión será citada por la Presidencia los días que juzgue conveniente. Se levanta la sesión a las once horas y treinta minutos p.m.
Firman: Meincke y Pedro Elustondo 
Presentes que figuran al margen: Dr. I. Iriarte, Sres. Meincke, Poso, Dalla Vía, Allison Bell, Bagú, Levanti.

ACTA N° 10

En la Casa Municipal de la Ciudad de Quilmes, reunidos el 5 de Enero de 1920, los miembros de la C.D. indicados al margen y previa apertura de la sesión presidida por el Dr. Elustondo, siendo las 9:10 p.m. es leída y aprobada el acta anterior, El Dr. Iriarte informa que tiene conocimiento que será rematada la casa-quinta “La Elisa” que la sucesión Cambaceres tiene en las calles Río Santa Cruz (hoy Allison Bell), Humberto Primo, Olavarría y Boulevard de Circunvalación (hoy Cevallos), de esta Ciudad y que tendría intención de adquirirla para su clínica particular siempre que la C. D. no tuviera interés en comprarla con destino al Hospital. Iniciado el debate se resuelve adquirirla nombrando al efecto una Comisión compuesta por el Dr. Iriarte y el Señor Meincke para que estudien la compra e informen a la brevedad posible a la Comisión Directiva. Se tacha en la nómina de los asistentes al Señor Sanz incluido en ella por error y al Señor Gabour por figurar en duplicado. Se levanta la sesión a las 11:15 p.m.
Firman: Meincke y Pedro Elustondo 
Presentes que figuran al margen: Dr. Pedro Elustondo, Dr. I. Iriarte, Señores: S. Poso, P.L.A. Meincke, A. Levanti, F. Tollo, L. Dalla Vía, R. Gabour, W. Allison Bell, A. Broeders, S. Bagú.
Quinta "La Elisa" de la familia Cambaceres-Casares; finca de tres manzanas con edificación en la esquina de Humberto Primo y Santa Cruz (hoy Allison Bell) El presidente José Evaristo Uriburu solía alquilarla para pasar en ella el verano. Primer local del Hospital de Quilmes, por iniciativa del Dr. Isidoro Iriarte.  
 Vista de la entrada a clínica médica, primera modificación que se le hizo a "La Elisa"; de un lado para hombres y del otro para mujeres
Si hoy olvidamos los cimientos y si se olvida a quienes hicieron los cimientos, el futuro nos lo reclamará. Mucho se habrán equivocado nuestros maestros, pero a ellos debemos que nos enseñaran a reconocer a nuestros fundadores. Un pueblo sin identidad, sin sentido de pertenencia es un pueblo sin conciencia ciudadana.
Compilación, tipeado, comentarios, compaginación y notas al final
Prof. Chalo Agnelli
BIBLIOGRAFÍA 
Goldar, José (1973) “Historia de la Sociedad Hospital de Quilmes, Isidoro G. Iriarte, desde 1919 hasta 1972 de José Goldar con aportes, según cuenta don José de los descendientes de Santiago J. Deambrosi
Ver EL QUILMERO del martes, 18 de noviembre de 2014, “Hospital de Quilmes, recuerdos de lo que fue... Santiago J. Deambrosi - por José Goldar” 
Ver EL QUILMERO del martes, 25 de noviembre de 2014, “Inauguración del Hospital de Quilmes, 15 de marzo de 1925”
NOTAS

[1] Este libro de actas fue proporcionado por el abogado y profesor Juan Domingo Pozzo en 1949 al Museo Histórico Alte. Brown. Al disolverse el Museo en 1952, su director el Prof. Rodolfo Merediz lo entregó al Sr. José Goldar para la investigación que estaba haciendo sobre la fundación del Hospital de Quilmes, obra que publicó la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Quilmes a través de la Biblioteca Municipal Sarmiento en la serie “Archivos y Fuentes de Documentación N° 9”, en 1979. Luego el Sr. Goldar, había pensado confiárselo a la Junta de Estudios Históricos ya que el Museo había pasado a la administración de la provincia de Buenos Aires, pero la Junta había entrado en un período de retraimiento y resolvió cedérselo a quien fue su último secretario el profesor, historiador y amigo don Juan Carlos Lombán, quien si bien su intención era que pasara al Hospital o Cooperadora del mismo, una sucesión de irregularidades que se fueron dando en esa Institución retrajo la entrega y lo conservó hasta su muerte el 27 de agosto de 2014. En febrero de 2015, los hijos del Prof. Lombán legaron para su custodia y arbitrio, al Prof. Agnelli, todo el archivo personal de su padre. Hoy este primer libro de Actas de la Sociedad Hospital de Quilmes, que reúne las actas N° 1 de julio 31 de 1919 a la N° 92 de abril 26 de 1923, se halla, a disposición de historiadores e investigadores, en el Museo Bibliográfico-Documental “Bibliotecario Carlos Córdoba” de la Biblioteca Popular Pedro Goyena. Ver en EL QUILMERO del lunes, 23 de febrero de 2015“EL ARCHIVO HISTÓRICO DEL PROF. JUAN CARLOS LOMBAN” 
[2] Ver en EL QUILMERO del lunes, 17 de noviembre de 2014, “Doctor Don Pedro Elustondo - Primer intendente de la ley Sáenz Peña” 
[3] Ver en EL QUILMERO del martes, 10 de marzo de 2015, “Isidoro G. Iriarte, médico, político y benefactor quilmeño a los 90 años del Hospital de Quilmes” 
[4] Ver en EL QUILMERO del martes, 22 de septiembre de 2009, “William Allison Bell - El nombre de tu calle” 
[5] Ver en EL QUILMERO del jueves, 19 de enero de 2012, “Los Otamendi de quilmes I - orígenes y primera rama familiar” 
[6] Ver en EL QUILMERO del miércoles, 24 de abril de 2013, “Don Pedro Faustino Etchevertz, constructor del segundo edificio de la Escuela N° 1” 
[7] Ver en EL QUILMERO DE LA INMIGRACIÓN del miércoles, 30 de enero de 2013, “La colectividad vasca en Quilmes - los Labourt 
[8] Ver en EL QUILMERO del sábado, 5 de mayo de 2012
“Atanasio Antonio Lanz y Zabala - Precursor de la Escuela Normal y de la declaración de Quilmes Ciudad" 
[9] Adelia María Harilaos de Olmos – Wikipedia, la enciclopedia libre. 
[10] Ver en EL QUILMERO del martes, 31 de julio de 2012, “Pereyra, un recurso con más valores que los visibles” (colaboración) 
[11] jueves, 19 de enero de 2012, Los Otamendi de Quilmes I - orígenes y primera rama familiar 
[12] Ver en EL QUILMERO del martes, 24 de enero de 2012, “Los Otamendi en quilmes II - segunda rama familiar” 
[13] Ver en EL QUILMERO del lunes, 28 de marzo de 2011 “El viejo Rincón, Los Sepp y un litigio cervecero” 
[14] Ver en EL QUILMERO del jueves, 28 de julio de 2011, “Dr. Emilio Torre - El nombre de tu calle” 
[15] Ver en EL QUILMERO del viernes, 12 de julio de 2019, “Samuel Stuart Pennington – Malvinas, Graf Spee y el Hospital de Quilmes” 
[16] Firpo, Jorge Felipe. (1992) “Recuerdos del viejo Bernal”. Ed. El Monje. Quilmes. “El primer médico de Bernal” Pp. 25 y 26 
[17] Ver en EL QUILMERO del miércoles, 10 de marzo de 2010, “Dr. Fernando Pozzo y la historia en Quilmes” 
[18] Eusebi, Carlos A. M. (5/5/2003) “Un nombre para la Historia de Quilmes” Ed. Tiempo Sur. Pp. 70 y 71, Quilmes. Ver en EL QUILMERO del miércoles, 29 de febrero de 2012, “Escuela de E. S. Técnica Nº 4 General Enrique Mosconi” 
[19] Ver en EL QUILMERO del jueves, 19 de enero de 2012, “Los Otamendi de quilmes I -orígenes y primera rama familiar” 
[20] Se refiere a la manzana que hoy ocupa la plaza “Villa Armonía” en el barrio homónimo de La Colonia circundada por las calles Islas Malvinas, Blas Parera, Tucumán y O’ Higgins. Ver en EL QUILMERO del jueves, 26 de noviembre de 2009, “Plaza de Villa Armonía (Colaboración)” 
[21] Desde el 29 de agosto de 1900 fue establecido el Día del Árbolen la República Argentina, por iniciativa del Dr. Estanislao Zeballos. El festejo se concretó a partir de 1901. El Dr. Iriarte confunde la fecha. 
[22] El nombre de las calles de uno y otro lado de las vías del Ferrocarril Roca se cambió el 19 de diciembre de 1928 por la ordenanza N° 391. 
[23] Siempre se refiera a la actual plaza de Villa Armonía del barrio homónimo de La Colonia. Una zona poco poblada con calles de tierra y zanjas. 

MICAELA ILLESCAS, LA LUCHA POR SUS DERECHOS - 16/10/1798

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El espíritu de lucha y el vigor genético del pueblo quilmes que enfrentó al conquistador del imperio español casi 80 años prosiguió en el penoso extrañamiento a que fueron vilmente sometidos para reducirlos en un punto ignoto para ellos, muy hacia el sur, frente al Río de La Plata. Recordamos frecuentemente la figura de la cacica Isabel Pallamay y su imperiosa decisión de recuperar lo que le correspondía por derecho sucesorio y ahora traemos la lucha de doña Micaela Illescas, en 1789, contra la discriminación que aún persiste.
Discriminación por ser mujer, india, morena y pobre. Su caso, desconocido por el común, tiene relevancia para entender la situación de la mujer del pueblo reducido que nos dio gentilicio y toponimia.
 Micaela, algún día, también, tendrá su placa junto a la de la cacica, en el monolito sobre el que se halla la runa de Teófilo Yapura, frente a lo que fue el viejo cementerio indio y hoy es el atrio de la Catedral, pues allí también fueron depositados sus restos.
Vaya esta historia, para no quedarnos siempre en la historia de las orillas de la Reducción de los Quilmes veamos que acontecía en el meollo de la misma siguiendo el documento más riguroso que hasta ahora se haya hecho sobre quilmes y acalianos desde sus luchas, derrota y extinción en las orillas del Plata, el libro “Quilmes Colonial” de la profesora Guillermina Sors, la primera historiadora aborigenista de nuestra historiografía, editado por el Archivo Histórico de la Prov. de Buenos Aires en 1937. [1] En dicho libro la historiadora da documentada información de los abusos que sufrieron y también los mestizos, negros, mulatos y zambaigos [2] libres que se incorporaron a la Reducción. 
CAJAS DE COMUNIDAD 
Los tributarios de la reducción no siempre fueron quilmes y acalianos, pues también pagaron tasa los indios de otras parcialidades que se fueron agregando al pueblo. En cambio, no la abonaron los españoles que se agregaron.”[3] 
Seguimos textualmente los párrafos referentes que se exponen en el “Quilmes Colonial”: 
La reducción de los quilmes, aparte de ofrecer un ejemplo de apli­cación del sistema de tributos y mitas, demuestra los vicios en que se incurrió al llevar a la práctica la reglamentación legal respectiva.
La legislación vigente al fundarse el pueblo disponía la imposición de tributos, o sea contribuciones anuales de los indígenas, y fundaba esta exacción en el hecho de ser ‘cosa justa y razonable, que los Indios que se pacificaren, y redujeren a… obediencia y vasallaje” dieran tributo al Rey (recordemos que la Reducción de los Quilmes era una encomienda real, el encomendero era el rey) ‘en reconocimiento del señorío y servicio que como … súbditos y vasallos deben, pues ellos también entre sí tenían costumbre de tributar á sus Jefes y Principales.’ Seguidamente, establecía, que ‘los Españoles á quien se encomendaren, lleven estos tributos porque cumplan con las cargas a que están obligados’, reservando pa­ra el Rey las contribuciones de los indios de las ‘Cabeceras y Puertos de Mar, y las demás Encomiendas y Pueblos incorporados, y que se incorporaren a la Corona. [4] Conforme a ello el pueblo de los quil­mes, incorporado a la Corona, debía tributar para el Rey. 
Enunciado este precepto fundamental, dicha legislación disponía que pagarían tasa o tributo todos los indios de 18 a 50 años, con ex­cepción de las mujeres, los caciques, sus hijos mayores y los alcal­des, agregando una serie de resoluciones referentes al valor de las tasas, a la suspensión de su cobro en ciertas oportunidades, y a su aplicación a otros fines que la predicha retribución de los encomenderos.[5][…] En un meditado estudio sobre el régimen de la tierra en la co­lonización española ha sido puesto de relieve, en clara síntesis, el carácter y finalidad de esta institución comunal. Afírmase en ese estudio que sus fondos debían emplearse a beneficio común de los indí­genas en sostén de hospitales; auxilios a viudas, huérfanos, enfermos e inválidos; ayudas para sufragar gastos de misiones, colegios y demás elementos de conversión; sostén de seminarios y colegios para hijos de caciques; para permitir a los indios realizar sin detrimento de sus bienes individuales el pago de tributos; y por fin «en ayuda, socorro y alivio en sus restantes necesidades. Agrégase que a estas Cajas pasaban ‘todos los bienes en oro, plata, reales, barras, joyas, especies o cantidades’ que ‘el cuerpo y colección de los indios de cada pueblo’ tenía, y que su caudal se alimentaba de tres distintas fuentes de ingreso, una agrícola, otra industrial y otra censal. 
En efecto, ingresaba al caudal de comunidad el producto de los frutos obtenidos mediante el cultivo de fracciones de terreno que los indígenas realizaban colectivamente, el de ciertas industrias practi­cadas en igual forma, y los censos a que entregaban sus tierras co­munes y el propio caudal de las Cajas.[6] 
Nos resulta imposible establecer en qué medida se observó la predicha organización entre los quilmes, pero podemos comprobar que en su Caja de Comunidad se hicieron efectivos fondos provenientes de trabajos agrícolas colectivos en tierras comunes, y que al finalizar el siglo XVIII únicamente se conservaban vestigios de la existencia de tal Caja. Esto último se desprende de la consulta de un expediente promovido a partir de 1798 por el Protector General de Naturales en favor de la india Micaela lllescas, constando la labranza colectiva de tierras del común en la citada carta del corregidor Cevallos.[…] La decadencia posterior del pueblo se reflejaría en la desaparición estas y otras instituciones económicas, según se advirtió al considerar los tributos y mitas, pero, como dijimos, algún vestigio demostraba, aún a fines del siglo XVIII, la anterior existencia de la Caja y de la última de las referidas fuentes de ingreso. 
MALVERSACIÓN DE FONDOS TRIBUTARIOS 
El Protector de NaturalesJosé Márquez de La Plata, [7]administrativo de la colonización española de América, responsable de atender el bienestar de las poblaciones nativas, inicia en 1798 un expediente, ante el Virrey Antonio de Olaguer Feliú,interino por la muerte de Pedro Melo de Portugal y Villena., un amparo promovido por la quilmes Micaela Illescas,viuda del regidor indio Javier Martínez, para que “gestionase la reparación de la destruida habitación en que vivía, con fondos provenientes del arriendo de terrenos del pueblo, según correspondía por ley y justicia; pues constabaque la labranza colectiva de tierras del común, el Virrey destinaba  a otros fines,  temporariamente el socorro de viudas pobres, las sumas recaudadas mediante el arriendo de las citadas tierras comunales del pueblo; según lo había ins­tituido por el Corregidor Zeballos, cuando en rigor, esos fondos deberían haber sido per­cibidos por el Cabildo Indígena y distribuidos por el mismo en obras de beneficio general, y en las retribuciones por los servi­cios prestados por sus propios funcionarios. Las gestiones de reparación, indicaba, al Virrey utilizar los fondos que redituaban el arriendo de los terrenos comunales del pueblo, como esta­ba establecido por ley y justicia. 
EL CASO MICAELA ILLESCAS [8] 
“En su primer escrito el Protector pidió que se diera orden al Cabildo de los quilmes a fin de que costease la reparación con los fondos expresados, o explicase los motivos que tuviere para no hacerlo. El Virrey accedió al requerimiento, y en consecuencia se expidió el Cabildo hacia agosto de 1798, expresando, en síntesis, que la reclamante podía remediar su situación trabajando y amparándose en sus familiares, y que los 9 pesos que cobraba por año de arrendamientos sólo alcanzaban para atender la sub­sistencia del alcalde o juez indio y los ‘demás gastos que ocurren’. A raíz de este in­forme, el Protector solicitó que se pidiese la opinión del cura del pueblo, quien la expresó en un escrito firmado el 10 de octubre de 1798, donde manifiesta que era justa la ayuda requerida por la india Micaela Illescas, que también debía prestarse análogo socorro a otras viudas pobres, que el alcalde indio debía ser pagado por los vecinos del pueblo y no con los arriendos, y que era conveniente la designación de otro recaudador y admi­nistrador de estos últimos. En poder de estos antecedentes, el Protector propuso entro otras cosas, que se pidiere al cabildo un informe sobre la inversión dada a los alqui­leres percibidos durante los diez últimos años, se nombrase recaudador al alcalde de hermandad del Partido, se le ordenase, diese cuenta de la suma reunida con la primer recaudación y las sucesivas hasta su reparación del cargo, y se procediese a la distribución según correspondía. El Virrey proveyó en conformidad el 16 de octubre de 1799 y en consecuencia el alcalde de hermandad Faustino Rodríguez Flores, cobró los al­quileres correspondientes al año 1799, los que sumaron 15 pesos que distribuyó entre Micaela Illescas, Tomasa Navarro y María Martínez. Las últimas actuaciones del ex­pediente demuestran que el 21 de octubre de 1801, conforme a una nueva petición del Protector, se restableció el antiguo estado de cosas, asignándose nuevamente al Cabildo el cobro e inversión de los arriendos por haber fallecido las favorecidas con la resolución de 1799.[9]
Compilación Prof. Chalo Agnelli

FUENTE
Sors, Guillermina (1937 “Quilmes Colonial” Publicación del Archivo Histórico de la Prov. de Buenos Aires “Dr. Ricardo Levene”. La Plata Pp. 68 a 70
NOTAS

[1]En la Biblioteca Popular Pedro Goyena hay CD con este libro para consultar y en venta.
[2]hijo de negro e india, o al contrario.
[3]Quilmes Colonial Pág. 61, tercer párrafo.
[4] En el original Guillermina Sors conservó la grafía y ortografía del siglo XVI y XVII que adecué a la actual para facilitar la lectura.
[5]Pp. 59 y 60 Recopilación de leyes de los reynos de las Indias Tomo II, folio 208 Ley i y Id. Folio 208 y 210 leyes N° XVIII, XIX y XX
[6]El régimen de la tierra en la colonización española” por Carmelo Viñas Mey, en la revista Humanidades de la Facultad de Humanidades de La Plata Tomo X Pág. 85
[7]José Márquez de La Plata fue nombrado protector de naturales por título de 12 de julio de 1783, asumió el 30 de junio de 1784. El 21 de enero de 1787 el cargo fue desdoblado. Luego asumió interinamente en espera del titular Francisco Manuel de Herrera y Duquesne el 29 de julio de 1788, dejándole el cargo el 29 de diciembre de 1789.
[8] Archivo Histórico de la Provincia, C. 13, A. 1, 14-1. El proceso seguido por Micaela Illescas está en el pie de página N° 137, página 70, del libro de Sors
[9]Quilmes Colonial” Pág. 70.

"QUILMES, MUJERES EN LA HISTORIA"" - CONFERENCIA

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El  viernes 13 de marzo a las 18 hs. en la Casa de La Cultura (Rivadavia y Sarmiento) se realizará la conferencia "QUILMES, MUJERES EN LA HISTORIA, AYER, HOY Y SIEMPRE", como parte de las actividades que se realizan en homenaje al Mes de la Mujer.

Organiza esta charla la Junta de Estudios Históricoen su 80° aniversario ; disertación con la que también se inicia el ciclo 2020 de presentaciones mensuales.
Auspician este evento la Secretaría de Educación y Cultura de la Municipalidad de Quilmes, la Asociación Historiadores Los Quilmeros y la Biblioteca Popular Pedro Goyena. La misma estará a cargo del Prof. Chalo Agnelli.
Las Instituciones antes mencionadas invitan a esta conferencia  homenaje a mujeres quilmeñas que, actuando en todos los estamentos de la comunidad, hicieron nuestra historia.
 
ENTRADA LIBRE Y GRATUITA
ENTRADA LIBRE Y GRATUITA

REGINA PACINI EN BERNAL (COLABORACIÓN)

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Como ya es habitual el historiador quilmero Alejandro Gibaut de “Bernal, su historia, su gente” nos brinda sabrosas notas novedosas y esclarecedoras que alguna vez “allá lejos y hace tiempo”, se arrumbaron en viejos diarios y confusos recuerdos. Es inagotable el acervo histórico y cultural que Quilmes, en toda su extensión actual y más vasta aún en siglos pasados, nos ofrece. Y los investigadores incansables como Gibaut o los demás integrantes de la Asociación Los Quilmeros y otros que recorremos nuestro pasado, no damos abasto, pero persistiremos en nuestro cometido pues estamos movidos por una pasión. (Chalo Agnelli)
REGINA PACINI EN BERNAL

Por Alejandro Gibaut *
La actual zona de Villa Cramer había sido parte de la estancia de don Juan Antonio de Santa Coloma. A su fallecimiento primero y el de su esposa Ana Lezica después, esa porción quedó en manos de cuatro hijas de don Juan Antonio: Irene, Rosa, Manuela y Juana Paula. Solteras las cuatro, legaron a su fallecimiento esa fracción a su sobrina preferida, Gerónima Lezica, hija de Gerónima Santa Coloma y Ciriaco Lezica (que, para agregar un chisme a la historia, era tío de su esposa), se casó con el abogado Julio Cramer; valga esta introducción familiar al menos para conocer el por qué del nombre del barrio y de su calle principal. Sea como sea, la vieja casona de don Juan Antonio pasó en 1899 a poder de su nieta.
ORATORIO FESTIVO 
Gerónima Lezica de Cramer pronto comenzó el loteo del importante terreno, pero no deseaba que la vieja casa familiar se perdiera. Por eso en 1908 la donó al Instituto de las Hijas de María Auxiliadora, instalado en Bernal desde fines del siglo anterior, para que las hermanas levantaran allí un colegio. El intento se hizo, pero la obra resultó demasiado grande para la congregación y la barriada por lo que en marzo de 1914 se inauguró un Oratorio Festivo instruido por las hermanas y también el Centro de ExAlumnas. Pero la casona, que ya estaba en muy malas condiciones, fue deteriorándose cada vez más hasta entrar en peligro de derrumbe. Surgió entonces la necesidad de preservarla e instalar en ella, aunque no fuera el colegio originalmente pensado, al menos un salón-aula para la instrucción de las niñas del Oratorio. Y allí comenzaron entonces los pedidos de donaciones para juntar la gran suma de $3800 que costarían las refacciones. En el listado de donantes aparecen empresas de la zona como la fábrica de hierros de José Thenée, la Cervecería Quilmes, la Cía. General de Fósforos (dueña por entonces de la Papelera), lógicamente la Municipalidad de Quilmes, y también importantes vecinos de Bernal como María Solari de Pedemonte, viuda de don Agustín, o la señora de Urquizú o doña Petrona Pira de Badaracco. Los ex alumnos del Colegio Salesiano también contribuyeron una más que importante suma. El proyecto finalmente pudo llevarse a cabo y la inauguración fue preparada para el 16 de noviembre de 1923.

LA PRIMERA DAMA 
Gobernaba el país en esos años don Marcelo Torcuato de Alvear, radical de rancia estirpe que había provocado un revuelo general en el patriciado criollo al casarse con la soprano portuguesa Regina Pacini: el mundo del teatro, así sea lírico, no era bien visto por la aristocracia de comienzos del siglo XX. A pesar de ese inicial rechazo "social", la pareja se consolidó y Regina abandonó el canto y se dedicó a la beneficencia, más aún cuando se convirtió en Primera Dama. Hete aquí que, a través de la presidenta del Centro de ExAlumnas de María Auxiliadora, doña Emilia Weber de Bó, se le cursó invitación para que concurriera a apadrinar la inauguración del salón-aula en la vieja Santa Coloma. Y la Primera Dama aceptó. Así, ese viernes 16 de noviembre de 1923 visitó por primera vez Bernal, en función oficial, la esposa de un presidente argentino. 
EMILIA WEBER DE BÓ 
¿Y cómo fue la visita? A eso de las 3 de la tarde doña Regina llegó al colegio, ubicado desde siempre en Avellaneda (entonces aún llamada Espora) y Belgrano, acompañada por la comisión de las Cooperadoras Salesianas. Fue allí recibida por doña Emilia Weber de Bó y por la Inspectora General de los Colegios de María Auxiliadora y la Directora del establecimiento, las Hermanas Magdalena Promis y Rosa Flanagan respectivamente. Luego de recorrer el colegio se le ofreció un "modesto lunch", durante el cual las Ex Alumnas le agradecieron su presencia a través de un discurso brindado por la secretaria de la institución. A las 4 y media la comitiva se trasladó, seguramente atravesando los campos bernalenses, hasta la "villa Santa Coloma" donde comenzaron los actos formales: formadas las alumnas del colegio y las escuadras gimnásticas, se le entregó a la Primera Dama un arreglo floral y, acto seguido, se dieron algunos discursos de rigor por representantes de las ex alumnas y de las alumnas de entonces. Este último, ofrecido por la niña Santina Bianchi, fue muy festejado por doña Regina. La banda del Colegio Salesiano interpretó el Himno del Instituto y tuvieron lugar entonces las demostraciones gimnásticas "con toda corrección y exactitud". Finalmente fueron bendecidas las nuevas instalaciones y la Primera Dama, luego de agradecer a las organizadoras "por la obra progresista y desinteresada a favor del pueblo", se retiró mientras sonaban "los acordes de una marcha triunfal". Y triunfal fue ese día para todo Bernal: un día como hoy, 16 de noviembre, de hace 95 años.
“Bernal, su historia, su gente”, noviembre de 2018
* Alejandro Gibaut, miembro de la Asociación de Historiadores Los Quilmeros y Coordinador Adjunto de la Junta de Estudios Históricos de Quilmes (período 2018/2019)

ESCUELA PRIMARIA N° 55 DE LOS COOPERARIOS

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por Chalo Agnelli
En la primavera de 1942 nació un nuevo barrio en Quilmes. Fue el primero que se formó a ambos lados de la avenida Calchaquí y en varios kilómetros a la redonda. Se podría afirmar que por su origen y desarrollo es uno de los más distintivos de entre los que se desarrollaron alrededor de la ciudad de Quilmes durante el siglo XX. 
Fue una iniciativa de la “Colonia de Cooperarios”, Sociedad Cooperativa de Crédito Ltda., constituida para crear un sistema cooperativo residencial. Los resultados son clara muestra de la importancia que el cooperativismo tuvo en nuestro país. 


La Villa Cooperaria la conformaban veinte manzanas limitadas por la Avda. Calchaquí, Constancio C. Vigil, Avda. Acha y Laprida. Luego se anexó el barrio San Martín de Tours. 
La creación de escuelas siempre fue de la mano con el desarrollo de las comunidades. Así, una Comisión de Damas Cooperarias formó en 1946 el primer Jardín de Infantes con 14 alumnos, pues no existía ninguna en una extensa zona. Esta es la primera particularidad de esta escuela: que fue generada por un Jardín de Infantes, lo cual siempre fue a la inversa en las demás instituciones quilmeñas y en muchas de la provincia. La segunda es que se repite el empeño de la iniciativa privada para promover la educación entre todos los ciudadanos. 
Dos años después se inició, siempre en dependencias de la Cooperativa, el primer grado y así sucesivamente hasta completar el sexto. 
En 1952 se inscribieron 29 alumnos de primero inferior y superior (como se graduaba entonces) Al año siguiente se donó el lote N° 5, Juan B. Justo 3402, frente a la rotonda, al Gobierno Provincial para la construcción del edificio escolar. 
En 1954 se consiguió que el Ministerio de Educación de la Provincia oficializara la escuela primaria privada, asignándole el nombre que la identifica desde 1956, propuesto por la entidad cooperativa, “Capitán de Marina Don Luis Piedrabuena”.
En mayo de 1959, se habilita el edificio, que es inaugurado oficialmente el 25 de agosto de 1963, con el padrinazgo del Ministerio de Marina. 
Fue su directora durante casi 25 años la educadora quilmeña Hilda Josefina Bryce,[1]seguida entre otras por: María del Carmen Di Martino, Edith Ballontini y Vd. Olga Lara de Ponce. Entre sus docentes se recuerda a Josefa Valenzuela, Dora Paz, Silvia Barreiro, Luciana De Lutiis, Nora Mergasi, profesora de música y ayudante de biblioteca y Alicia Baio, luchadora gremial que participó de la fundación de SUTEBA Quilmes.
La Escuela N° 55 conserva el prestigio y la distinción en el distrito que la caracterizó en las décadas del sesenta y posteriores.
FUENTE
Agnelli, Chalo. (2004) “Maestros y Escuelas de Quilmes”. Ed. Jarmat. Bernal.
NOTA

[1] Ver en EL QUILMERO del miércoles, 31 de julio de 2013Hilda Josefina Bryce, Maestra” (1925-2013)


SOLICITUD PARA LA CREACIÓN DE UNA ESCUELA NORMAL Y UN COLEGIO NACIONAL EN QUILMES - 1911

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Como decía en EL QUILMERO del viernes, 24 de enero de 2020, bajo el título, “Nueva Bibliografía para la Historia de Quilmes”, encontré (o me encontró) este opúsculo titulado, “Comunicación del Pueblo de Quilmes a la Honorable Cámara de Diputados de La Nación, solicitando la creación de una escuela Normal y un Colegio Nacional”. Publicado en los Talleres Tipográficos de “La Voz del Pueblo” (ubicado en la calle Mitre 712 de Quilmes) en el año 1911. Inmediatamente lo adquirí en la librería-anticuaria “Los Siete Pilares de Héctor Jorge Delgado, que se halla en el pasaje Tres Sargento 422 PB 1 CABA [1]y lo ingreso en la Internet para mayor divulgación y llegada a todos los que se arrimen a la historia de Quilmes, su trayectoria educativa y la Escuela Normal.

Quilmes, Septiembre-Octubre de 1911

HONORABLE CÁMARA DE DIPUTADOS DE LA NACIÓN [2] 
Los que firman, vecinos del pueblo de Quilmes, (pro­vincia de Buenos Aires) se dirigen á vuestra honorabilidad, amparados por el derecho de petición que la carta funda­mental de la república acuerda á todos sus habitantes, para exponer las razones que tienen á fin de solicitar de vuestra honorabilidad, se sancione en el próximo presu­puesto que regirá en 1912, la creación de una escuela Normal y un colegio Nacional, con residencia en esta localidad.
El partido de Quilmes posee una población mayor de treinta mil habitantes, condensada principalmente en los pueblo de Quilmes, con 16.000 habitantes; Bernal, unido al anterior, con 8.000; Berazategui, á seis minutos de dis­tancia del 1º por ferro-carril con 3.000 personas.
Tiene el distrito 26 escuelas primarias provinciales, con un total de tres mil doscientos once niños inscriptos, comprendidos entre 8 y 14 años de edad. Además cuenta con diez escuelas particulares á saber: San Jorge, San Luis Gonzaga, San José, La Merced, Salesianos, Inglés (High School de niñas), Vicen­te López, San Martín (La Colonia), Freyre, y María Auxiliadora (Bernal) con una suma de mil doscientos siete alumnos.
Quiere decir, que posee 36 escuelas primarias, con un total de cuatro mil cuatro ciento; siete niños distribuidos en los grados 1º a 6º.
Por lo que antecede, observará vuestra honorabilidad, que la enseñanza primaria está ampliamente desarrollada en nuestro pueblo y partido, haciendo que figure con ho­nor entre los pueblos de primera categoría de la provincia, equiparándose á los mejores barrios de la Metrópoli argen­tina.
Probablemente, ningún otro pueblo de la provincia, podría ofrecer una base tan sólida en cantidad y calidad de niños preparados, en instrucción primaria, para seguir con éxito la enseñanza normal y secundaria, lo que augu­raría la constitución de robustos organismos educacionales que serian gloria de la Nación.
Agréguese que los establecimientos de educación que solicitamos atenderían también, á núcleos poderosos de población diseminados entre Quilmes y la ciudad de Ave­llaneda, y los del sud de esta ciudad unidas por ferro-car­ril y tranvía eléctrico, así, como servirían al vecino pue­blo de Florencio Varela, ligado á esta por el circuito del ferro-carril del Sud.
Las características de nuestro pueblo son de las más favorables á los propósitos que tenemos en vista: su ubi­cación en terrenos altos, bañado por el gran estuario; su espléndida playa arbolada rodeado de montes y jardines, hacen que su salubridad sea excelente; tiene buenas vías férreas con los pueblitos inmediatos por las que corren nías de setenta trenes diarios, así como tranvías que ligan sus diversos lugares; sus calles son empedradas é ilumina­das á luz eléctrica; su población es en extremo moral y su cultura general bastante pronunciada.
Forman parto de su población, hermosos grupos de pe­queños propietarios, industriales, comerciantes y modestos empleados que tendrían á alta honra hacer cursar á sus hijos una profesión, como la Normalista, u otra á base del Bachillerato, con las cuales sostendrían un prestigio inte­lectual y social relativamente elevado, á la vez, que les serviría para prestar beneficios positivos á la República en sus diversas manifestaciones.
Tal vez se pretenda opinar en contra de nuestra peti­ción, por la proximidad de Quilmes á la Metrópoli, pero fácil seria destruir esta supuesta objeción, teniendo en cuenta los inconvenientes y peligros que ofrece el traslado diario de una niña ó un joven, durante cuatro ó cinco años, á la Capital Federal.
Los padres nos oponemos á la asistencia de nuestros hijos por las razones siguientes:
a)     Temores al viaje diario durante tantos años.
b)     Falta de recursos.
c)     Inseguridad de poder subvenir á, los gastos que de­manda el envió de niños, desde esta á Buenos Aires por contingencias económicas que puedan ocurrirles.
d)     Al ambiente poco favorable de una gran ciudad, para estudiar.
Pero, aun cuando existen algunos padres que sin mirar en inconvenientes han deseado enviar sus hijos, hay un factor que impide en absoluto su concurrencia y es la ca­rencia de asientos disponibles en los institutos respectivos de la capital.
Podríamos citar numerosos casos concretos en apoyo de esta afirmación lo que no hacemos por creerlo innece­sario desde que han sido puestos en evidencia en múlti­ples ocasiones por la prensa periódica.
Teniendo presente que nuestro pueblo es en el hecho un barrio sub-urbano de la Capital Federal y que existen ensu favor las mismas razones que las tenidas en cuenta para crear institutos semejantes en Flores, Belgrano, Ba­rracas al Norte etc., bastarían en nuestra opinión, esos mis­mos fundamentos para dejar perfectamente justificada esta petición.
Sin embargo, hay otras razones además de las prein­sertas: Nuestro pueblo envía anualmente á los exámenes libres de Maestros que se efectúan en la Dirección de Escuelas de La Plata, más de sesenta niñas, las que se preparan con todos los inconvenientes propios de la falta de recursos para costearse profesores y adquirir las obras necesarias para estudiar.
Esta cantidad de alumnas es consecuencia de la pre­disposición favorable, de la tendencia marcada y manifies­ta que se palpa en las familias pera hacer seguir á sus hijas la carrera del magisterio.
Por otra parte, creemos contribuir al progreso edu­cacional de la Nación, llevando á conocimiento de Vuestra honorabilidad, esa tendencia de los hogares quilmeños, des­de que, sabemos la necesidad evidente que tiene la República de poseer suficientes maestros preparados para formar y dirigir las legiones formidables de niños que pueblan las escuelas, necesidad de que se ha hecho eco el Honorable Consejo Nacional de educación y el Poder Ejecutivo al inter­calar en el proyecto de presupuesto para 1912 que está á estudio de Vuestra honorabilidad, un aumento de cinco escue­las normales con radicación en Lomas y San Fernando de ésta provincia, San Rafael, de Mendoza, Neuquén y Rawson (Chubut.)
Si vuestra honorabilidad no creyera oportuno aumentar con una escuela Normal más, los gastos del presupuesto en trámite, solicitaríamos de V. H. el cambio de radicación de una de las cinco escuelas normales á crearse.
En cuanto al Colegio Nacional y siempre que hubiera inconvenientes de orden económico para la creación de uno nuevo en nuestro pueblo, nos permitiríamos recabar de Vuestra honorabilidad fundándonos en razones de progreso físico é intelectual de los alumnos, el traslado á esta de uno de los que está instalado en esa Capital.
Los firmantes, poseídos de la más alta confianza en la sabiduría que preside las resoluciones de V. H. abrigan la firme convicción que V. H. acordará lo que solicitamos en razón de sus fundamentos justicieros y progresistas.
Dios guarde á Vuestra Honorabilidad. (textual)

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EL QUILMERO quiere destacar el compromiso comunitario que existía en aquel pueblo, el Capital Social que promovió el crecimiento vertiginoso que vivió Quilmes a partir de su Tercera Fundación (1852), merecido homenaje es mencionarlos: inmigrantes, criollos viejos y criollas, comerciantes, artesanos y artresanas, funcionarios, educadores y educadoras, campesinos y campesinas, labriegos y labriegas, cerveceros… todos,  quienes  pusieron las piedras basales sobre las que se levantó la Escuela Normal, ya centenaria, y el Colegio Nacional que dentro de pocos años también será centenario.

COMISIÓN EJECUTIVA [3]

Presidente, Doctor José M. Ungaro; Tesorero, Teniente Coronel Tristán Villarruel; Vocales: Rodolfo Labourt, Pablo Castro, Valerio Ponce de León, Dr. Severo Soria, Srs. Francisco J. Tollo, Juan V. Posadas, Drs. Juan Ithuralde, Lisandro Salas y Eduardo Sarmiento; Secretario, Atanasio A. Lanz.
Atanasio A. Lanz (n. 2-5-1877 / + 21-10-1935) promotor de la creación de una Escuela Normal y un Colegio Nacional en una agasajo que se le hiciera en el Club Social el 28 de febrero de 1911, por un grupo de amigos, colegas y personalidades de Quilmes, con motivo de su designación como Inspector provincial de Eduación (Ver su biografía en EL QUILMERO del sábado, 5 de mayo de 2012 Atanasio Antonio Lanz y Zabala - Precursor de la Escuela Normal y de la declaración de Quilmes "Ciudad")
PETICIONANTES:

Carlos Jaccometti, Carlos Fossatti, Luis E. Setti, Luis Galli, Julio Galli, José Galli, Cris­tóbal P. Galli, Nelson Buchler, Casimiro Arias, A. Sans, P. Mosteirin, Pedro F. Sorbes, José Eduardo López, José S. Escobar, Alejandro E. Pastor, Horacio A. Ithuralde, Enrique G. Flesca, F. Rodríguez, J P. Charray, José Carrillo, José L. Yart, Pedro Bertana, José Llense, Luis Navarro, Adam Ferettí, Atanasio Camporini, S. Biasso. Roberto Castellanelli, Venancio Dellaquila (hijo), Pedro Colli, Carlos Beobalo, Julio Ghermandi, José Arias, Juan Pérez. Florencio Carmelo, Spinelli, Antonio Pérez Francés, Alberto Spelzini, E. Forch, Luis Colari, Francisco Pérez, Pedro Sifredi, Ignacio Buceta, Juan Daubas, A. Mayoll, Manuel Almeida. José Succetti, S. Marini, Epifanio López, Celestino Nebbia, J. Molina, José Oraselli, Pedro Francarilla, Servi­no Regolini, Ejidio Mansi, agrimensor Peret, Luis Tadei, Luis Davate, Salvador Bianchi. Benjamín Simoi, Pedro Cretton, Noel Forcade, Marcos Islas (hijo), Ángel Conio, Francisco Alberto, M. Martínez, Carlos G. Guerrero, José Giudice. Do­mingo Camporotondo, Pedro Cairo, Esbutón Dadoico, Luis Pollarolo, Luis Smeletti, E. M. Bigot, Carlos De Pablo, Francisco Yurdo, Mauri­cio Silvestre, Carmelo Colantonio, Juan Filighera, Domingo Fuaria, Umberto Valenti, Mauro Corisi, Juan P. Poggi, J. Bossi, Tomas Otamendi, Aníbal Benguria, Eliseo Dohijó, Agustín Cavanna, O. Temis, Emilio Angeletti, Eduardo Ramini, D. Sánchez, Francisco Fosatti, José Bagma, Alberto Bagma, Antonio Cuesta, Carlos Cassan, Alberto Pesvero, Camilo Sarnei, Car­los Ghezzi, Alberto Madriana, Juan N. J. Munile, Julio Fosego, A. Boscato, Luis Santa Ma­tilde, J. Vila, P. Rouchero, Pedro Galli, Luis Isola, Santiago Brandinelli, Luis A. F. Carpena, Domingo Ventura, Isasé, Miguel Olivece, Juan Baglietto, José M. Iglesias, Ángel Saggiorati, Santiago Campana, Julio Pasott, Sebastián Duville, José M. Méndez, Miguel Grarote, An­tonio Bardelli. Manuel Isella, Emilio Maroh, Je­sús Nepote, Enriqne Perinini, Mariano Escacnufero, Santos Faruello, Luis Ferrari, Andrés V. Tisonne, Guido Bossignoli, C Marchan, Cirilo Corradini, Agustín Corti, I. T. Camporotondo, Amadeo Cairoli, Ángel M. Luchelli, Wenseslao Malfatto, Pascual Gr. Malfatto, Pedro Farive, Vicente Biazza, Román Rotelo, M. Spangerber, A. Gualtruzzi. Ángel P Galli, Umberto Camprini, R. Besio, C. Yianello, Felipe Santagostino, Dardo Cristy, Ricardo Salas, C. Della Valle, Juan Bertana, Ángel Laría, R. Malffato, Pedro S. Spelzini, Desiderio Cairo, Emilio Cairo, Pedro Crubelatti, Jacinto W. Viglietti, Manuel Frade, Antonio Della Valle, Pió Lareroni, Carlos Spelzi­ni, César Espina, L. Griffa, Francisco H. Maffioli, Santiago Goñi, Santiago Laurnaga, Lorenzo Yutarro, Santiago Castelli, Emilio Sturla, Enrique Jorlaschi, Mau­ro Posse, José Gasparetto, Antonio Muratore, Rosario Damo, Guillermo Pohue, Camilo A. Draque, J. Seredi, D. Fornaroli, José S. Gones, Pedro Biso, Andrés Carvallo, Alfredo F. Balasco, Carmelo Tomasini, Juan B. Iriarte, Carmelo Cos­ta, Erminio Briga, Ángel Defranchi, Ítalo Defranchi, Antonio Della Valle, Luis C. Carbone, José Rosa (h) Norberto Urrestarazu, J. Bazterrica, F. Cribone, José Ayarbide, Carlos A. Festa. Pío Carmona, Carlos Bruzza, José Mandile, Juan C. Mezzadra, Nicolás Bottari, Carlos F. Rosa, Tomás C. Escobar, José C. Durante, Francisco A. Bacigalupo, Julio Oliveri, Manuel de Lara, Pedro Spelzini, Luis B. Canepa, Raúl Loizaga, J. Salas, Conrado Deloyzaga, Rodolfo Goya, F. Benedetti, Roberto A. Girado, Luis M. Santiago, Pedro F. Rotelo, Venancio Dellaquila, Mariano Persichini, Juan Nobi, Erminio Álvarez, Faustino Hafssoli, Ernesto Fornaroli, Antonio L. J. Rollez, Juan Guillón, Clemente Gómez, Gualdo Fer­nández, Urbano Rodríguez, M. J. Prom, Artu­ro O. Duarraoino, E. Collet, Victorio Estévez, Alfredo Gaillad, Félix Generi, Enrique Durante, José De Diego, José Cerrin, Juan Banio, San­tiago Massa, Salvador Iriart, Miguel Elías, Fe­lipe Pascual, Pedro de la Puesta, Pablo Fraquelli, Luis M. Semeopale, H F. Ledesma, M. G. Martínez, José Manuel García, Santiago A. Pollini, Desiderio Garibotti, Tomas C. Borzi, Virginio Villani, Francisco Fortunato, Manuel Martínez Bey, Ángel Cavanna, Juan Oropesa, Juan Manuel Moqueira, Francisco P. Arguindegui, Felipe S. Lagouarde, M. Arrieta, A. Eloy, Sebastián Fragui, Bernardo Llerena, Arturo L. Ortiz, Luis Cabo, A. Gorostieta, Crescencio Berger, José Montero, Os­car de León, Pedro Criscuolo, Carlos J Cabrera, Francisco, Bossi, Emilio Capolotti, Pedro Lagazzio, Víctor Negrusi, Juan Perando, Francisco Lagazzio, Germán Flora, Emilio E. Orgi, Ernesto Prom, Garlos A. Cerutti, A. Venturini, Luis Carbone, C. A. Quarracino. M. Rocca, Arturo Rodríguez, Bonifacio L Legarre, S. Boats, A. Bernasconi, Juan B. Solari, Victorio Lanata, Luis García, Juan Ísola, Faustino Enríquez, Manuel T. Valdez, Francisco P. Alippe. Augusto C. López, Sebastián Semeopale, José Murillo, Marcelo Fornaroli (hijo), Adolfo Dellaquila, Eduardo M. Florencio, Manuel Lucero, A. Cincotta, José J. Amigo, Umberto Carbonetto, Vi­cente Bogs, Hilarión G. Wilde, Manuel Gamo, Martín M. Ourracarriet, D. Iparraguirre, Beltrán Etcheto, Ramón Rodríguez, Paulino Gaitán, Luis Foracchia, Pe­dro Viola, Juan Alion, Eduardo Palacios, Bar­tolo Gaggia, José G. de Vicente, Benito Fullana, Enrique Ferri, José Rago, Adolfo Lucetti, Ju­lio Lucetti, Mauricio Sangara, José Lupica, Fe­lipe Albonico, Miguel Canessa, C. Colombo, Aurelio Rositi, José B. Busio, I. S. Stupinengo, Pedro Setti, Francisco Mayoli, Juan Mezzadra, Pedro Luchechelli, Amadeo Comiberto, Mateo Savotti, Juan Álvarez, Pedro Pavese, Pedro Figueredo (hijo), Custodio Lertora, I. Rosendi, S. Spelzini, R. Marotias, Ciríaco Santamaría, Do­mingo Lertora, Luis Márquez, Manuel Conde, E. Gorostieta, A. Talón, Julián Latos, Pedro Castagnongo, José Traverso, J. P, Angeletti, José P. Apecechoa, Celestino Margni, Emilio P. Iturralde, Tomás D. Escobar, Ramón de Udaeta, Arturo Grasso, Santos Ferraro, Serafín Berbeni, Emilio C Iturralde, Ramón Dapena, Francisco Alborguetti, Juan Cesio, Benigno Iglesias, A. Ramos, Luis Pozoni, Julián Ochera, León Del Campo, Manuel S. Bacigalupo, Santos Vadellos, Luis F. Arata, Juan Carlos Godoy, Basilio Poso, E. Figueroa, Juan Daubas, Juan Champasenue, M. B. Corral, Ramón Dapena, Antonio Alonso, Jo­sé Mansi, Lorenzo Tirso, Juan Santoriun, Fernan­do Fortau, Enrique Cesa, Alfredo A. Bertoni, Pedro A. Bossi, Pedro Becario, J. M. Conde, S. Bardolli, Mariano R. Castellanos, Manuel Echavarría, Alberto F. Vega, David H. Sol, Domin­go F. Oddone, E. Vicini, Casimiro Firpo, R. Madrid, D. Doreste, Guillermo Tollo, J. R. Wilde, Jorge Godoy, E. Durante, José M. Ma­rino, Carlos Navarro, Juan C. Hasperué, Pablo A. Oberto, A. Rufini, Marcelo González, I. Musolini, Miguel Racciadone, R. Godoy, Juan Cutela, Juan Haran, Hipólito Oddone, Ignacio Od­done, L. Navarro, Juan  Alfredo Comin, S. Cutela, Pedro Basilio, Juan Ithuralde, M. Amaral, A. Sormani, F. J, Grecco, Juan Bonefout, Nazario Rebolé, Francisco Rebolé, Víctor F. Fornabaio, M. Rebagliati, A. J. Pío, J. A. Esco­bar, C. Korner, M. Gorostieta, Juan Dellaquila, J. Demarchi, Celestino Hasperué, I. Diaz, M. Daniel Angeletti. Luis Ricagno, Juan A. Méndez, Francisco Méndez, Victorio Cairoli, J. Bech, Silvio Scandola, Pedro Negrusi, Alberto Núñez, A. P. William, Giacomo Scaba, Ernesto Corbetto, Juan Varela, Santiago Fiorentini, Juan B. Gualtrussi, Teofilo Gualtrussi, Juan Bossi, A. P. Bernasconi, C. D. Castro, N. Parodi, Francisco Gami, Juan P. Marzoli, Fermín Vergara, Ma­riano Giaimo, Guillermo Laudrich, José Levi, Jo­sé Márquez, Luis Zanotti, Gustavo Rennes, P. Sansianibarrena, Domingo Sosa, Pablo Cristóforo, Manuel Huisi, Jorge Arado, V. Ponce de León, E. Guilini, Bernardo Doyenart, Aníbal Escobar, Juan A. Hasperué, Guillermo Zoppe; Rodolfo Lobartier, Florentino Dreifus, Hermenegildo Claps, Emilio Learre, Daniel Dellavia, Leopoldo Heron, Domingo Devincenci, Marcelo Fornaroli; Carlos G. Simonelli. J. Steed, Euge­nio Altube, Leonardo Iglesias, Guillermo Coleman, Justo Gáray, Mardano Faney. P. N. Vázquez; Serafín Cortés, C. Rannazzo, Francisco E. Chama, Santiago Bacciadone, S. Rolleri, R. Lobato, J. Dreich, J. Barda, D. Agati,J. Biaggio M. Cabola, S. Cabolo, A. Marazco, M. Maderna, A. Rinaldi, A. Messina, M. Márquez, P. Negruzzi, E. Mauri, P. Cairo, A. Fiotto, I. Fiotto, Juan Ricagno, A. Gabini, G. Miche, Siro Doglia, León Badoti, S. Seredi, Juan Novo, P. Ircani, A. Peña, F. Albonico, G: Sanovaggio, L. Ceroni, J. Ramini, M. Petrone, F. Spuchanio, J. Fortunati, J. Añol, L. Felipe, B. Gramini, Félix E. Fornabaio (hijo) Raúl J. Otamendi, A. Grigera, J. Giorgetti, L. Mariani; J. Fresone, J. Giaimo, J. Cavanna, O. Pescio, M. Sasso, J. Rajardi, José de la Giovanna, Juan Androli, Juan Francaque, Emilio Zanotti (hijo), J. Figari, Andrés A. Peláez, Do­mingo Piosel, Anselma Casini, Sebastián Furristi, Juan Rodríguez, H. Echelini, G. Spelzini, Máximo Real, Atilio E. Ramini, César Consoli, S. Armesto, Juan R. Sturla, Santos Angeletti, Cosme S. Scott, José Méndez, P. Basson, L. Leonardi, G. Marchi, Antonio de Benedetti, R. B. Varela, J. de Benedetti, Luis Santa María. G. Bucholi, E. Traverso, G. Mortola, A. D. Cole, M. Ferro, F. Musopapa, E. Cuadrio, Bruno de Mi­guel, Miguel Viñaqui, Ángel Santin, E. Barselo, Antonio Norbello, Juan Bucani, A. Salas, E. Gregori, Nicolás Lagruchin, Julio Valerga, D. Dapena, José Casatta, Jacinto Bighelli, Atanacio Molina, Umberto Zanotti, Abrahan Breard, Juan Salas, Valentin Nesato, E. Flesca, R. Smith; J. Castañeda, F. Altube, Juan Antonio Cabrera, B. Natto: H. Matozo, Juan J. Salas, Rodolfo Martí­nez, Venancio Gil, Fermín Jeanneret, S. Jeanneret, Jaime Modox; R Carriola, V. Bruzza, S. Arencibia. S. O. Molinari, C. Gigliani, J. Guardo, A. Leonardi, J. Cardini, J. Garbarini, J. F. Sosa, G. Vasallini, Juan Ferrotti, U. Vaggiotto, B. Pérez, A. Zenone, J. Pollidrotti, L. Caprinosa, F. Casiriotti, P. Vuzini, D. Dagatti; José Julio Borro, Nicola Lufrien, Juan Amigo, Rolando J. Cose, A. González, A. Albonico, M. Fanroso, L. Calumi, Q. Barbosa-, D. L. Ceronegh, A. Wilches, F. García, J. Valerga, Luis C. Cámera, J. Brown, F. Laplena, J. E. Rosello, F. Mezzadra, B. Bretti, G. Siolanso, E. M. Canova, L Chapuer, Carlos Dellagiovanne, R. F. Saas, A. Levanti, Saturnino Iriarte, Car­los Angeletti, Eloy Álvarez, J. V. Mich, J. A. Giménez, Carlos Morelli, C. A. Prom, José Bremo, C. R. Draque, Ra­fael Saulles, Carlos Quesada, Arturo Bernasconi, Ernesto Sarmiento, L. Jeanneret, Juan Elisart, L. Castasena, F. Draque, A. C. Alen, Cristalería Rigolleau (Berazategui F. C. S.), Pedro Magoia, Diego Mármol, Felipe Vaquena, Dimas Castro; Manuel Canal, Esteban Tuello, Amado Cereceda, Paulino Vega, Antonio García, Aníbal Angelo, Manuel Dosante, Juan Miranda, Ramón Silva, Santos Vanallo, Francisco Usategui, Juan Martín Hernández, José Lorenzo, José Breas, Baltazar Maqueda, Ernesto Vital, Fran­cisco Barón, Domingo Pucharelli, J. Lensina, Mariano Pietionave, Luis Benítez, Gregorio Bache, Isidoro Ampe, Luis Ceroni, Ricardo García, Emilio Díaz, José Torres, Francisco Romero, Severino Saigos, Ramón Pages, Luis Aders, Diego Bernengo, Enrique Olguín, José Barloto, Ángelo Fedele, José Gradaille. Santos Neri, Luis Rollusi, Adolfo Martin, Felipe Amorello. José María de la Fuen­te. Emma Segurola, Vicente Pazo, San­tiago Pereyra, Próspero Camerano, Ca­milo Pérez, Pascual Sandonate, José Ci­rilo, Antonio Verosi, Ignacio Pérez, Jo­sé María Fernández, José Lentini, Emi­lio Silva, Pío Iglesias, Ricardo García, Paulino Vicente MiguelGarcía, Manuel Cortez, Esteban Rodríguez, Luis Braceo, Albino Cortez, Domingo Parisi, Manuel Secco, Salvador Pamerano, Perfecto Piñeiro, José García Valindi, Juan Lucco, Arturo Taralo, Salvador Biandum, Fran­cisco Martínez, Gabriel Braña, Saturnino Andrés, Gregorio Valtunelli, Juan Blan­co, Juan Cistaro, Ángel Palimioso, An­tonio Bragríbez, Pablo Fernández. Jesús Launa Alpio, José Acerbo Castigliosi, Salvador Testa, Francisco Buya, Manuel Gómez, Pedro Buya, León Delsa, FranciscoSanelli, José Bartolo, Alfredo Bimi, José Berilo, Eugenio González, Car­los Leman, José Bionti, Domingo Laldonato, José Carlos Antonio Ceyarote, Pedro Munairo, Giacomo Campos, Enri­que Montes, Baldomero Arias, Alberto Cortez, Celestino García, Al­bino Manuchi, Pedro Martínez, Otaviano Baleriano, Germán Díaz, Domingo Benárdez, Luciano Lozano, Justo Sanz, Leopoldo Solís, Emilio García González, F. Fornaroli, Manuel Gambaldi, Enrique Talutti, Carlos Acerbo, Jules Batte, Luis Ceroni, Luis Aders, Leonardo Pantaleón, Piera Sosa, Salvador Rearte, Gabriele Bonchi, Adolfo Gonma, Andrés Rodríguez, Pe­dro Pamesana, Vicente Aditire, Joaquín Ufano, Alberto Tizar, Arcangelo Mina, Pablo Granada, Casimiro Olivares, Rosario Emanpato, llario Merlo, Juan Manuel Vicente D‘Aquila, Francisco D‘Aquila, José De Paye, Antonio Billar, Jesús Gar­cía, Agustín Vini, Cale Amepane, Héctor Marcherini, Bernardo Martino, Ricardo Lozano, Gregorio Lorenzo, Juan Alpini, Francisco Machado, Miguel Tirao, Antonia Prenechi, Mario Domenico, San­tiago García, Ángel Laguna, Bautista D. Pluma, Mariano Beller, Antonio Dellagiovanna, Andrés Crecencio, Rosolino Pruro, José Amón, Antolín Rodríguez, Francisco Lucio, José Meanenetti, Segun­do Soppe, Antonio González, Vicente Stagna, Felipe D'Aquila, Emiliano Marchum, Juan García, Demetrio García, Máximo Rodríguez, Rosario Cormujano, Marceli­no Menéndez, Vicente Scafaticio, Enrique Strowani, David Troviani, Molonguia Cheener, León Fourbel Rigolleau, G. Bonet, J. E. Deambrosi, M. Gauna, Roberto Cambonie, A. Fagnis, Luis Parma, Pedro Iglesias, Emile Pagnoul, José Sade, Zonis Bache, Jules Laffut, Juan Mallín, J. Martell, J. B. Collaso, Ernesto Conessell, Antonio Basbeso, Máximo Guevara, Juan Echer, Ju­lián Buffenano, Alberto Lemoin, A. Duar­te, A. Carmerano, Antonia Berardo, Farello Buatti, Fabio Fabris, Manuel A. Quiñónez, José García, Antonio Collazo, Nicola Danide, J. Bagot, Domingo Fogi, José Auviña, Luis Riva, Juan Leonye, José Gival, Félix Frenot, Gregorio Piñero, Felipe D’Aquila, Velvain Bondier, J. Oblignon, J. Mambert, Luisa Volpini, Augusto Muñoz, Amelia Fernández, Juana Caligari, Carmen Guillen, E. Geraz, Teresa Barrani, Delia Fernández, Carmen Vidal, Francisca Latouada, Asperoza Gómez, Josefa Melesi, Ana Colantoni, Pedro Bremer, Manuel Darrigó, María de Martínez, L. Monttoso, Manuel Moreno, Antonio González, Enrique Gui­nea, Francisca Vidal, Eugenio Massana, José Sánchez, Jesús Domínguez, Jesús Dononson, Horacio Roja, Manuel Castanyeta, Luis Cambusechini, Juan Cameira, Juan de La Fuente, Celia Vázquez, Anto­nia Ezpineta, Concepción Guena, J. A. Sevé, Pedro Forgang, Juan Reslarit, Jo­sé P. Montagna, Juan Broi, Vicenta Cortese, Epifanio Bosca, Daniel González, Máximo Pérez, Nicolás Bourman, Alfonso Movillo, Ramón Mongay (hijo), Eugenio Gericeira, Francisco Cortese, José Blanco, Vicente Vistuccini, Manuel Monte, Vicente Sastre, Alberta Viega, Pedro Rodríguez, Narcisa Parada, Calagera Camborini, Martín Teleofomo, Gumercinda Mosqueira, Bernardo Abelenda, Antonio Abelenda, José Himies, José J. Gercar, Pedro Pablo Poggi, An­tonio Krojzl, Gebert Faroslav, Jon Kalivoda, Josef Simeccek, Emilio Setriaro, Maricino Karproki, Asear Fielesse, Se­gundo Díez, Vicente Lija, Ricardo Einas, Joanes Sibels, Caetano Mangeri, Pedro Moncia, Ángel García, Julián Sonoquieta, Paulo López, J. Andrade, Ramón Ve­ga, Manuel Vituru, Antonia López, Julio Orbiso, Juan Rudini, Francisco Blanco, José Coimano, Adolfo Fernández, Toinai Flórez, Pedro S. Iturralde, Rocío Galati, Francisco Mare, Vicente Cascallares, Venancio Marinelli, Pedro Pisano, Rafael Golje, Vital Merlo, Jesús Hesia, Josepho Demaneckaly, Giuseppe Chillemi, An­selmo Cesare, Julio Constantin, Antonio Vituro, Giuseppe Catania, Arturo Castales, Secondo Casulo, Francisco Vidal, Salvador Previto, Romano Franiesen, Alejandro Vicente, Pedro Perlot, Alfonso Fantini, Lucas González, Francisco Baquette, Francisco Sambuco, Ramón Vázquez, Guillermo Shuy, Pedro Scafra, J. M. Videla, R. V. Lanz, Modesto H. Matozo. Lucas Rodríguez, Pedro Sampin, Antonio Gubillo, J. A Videla, Atanasio Lanz, Ignacia Lanz, Juan Pintos, Deljok Camino, Pedro S. Oyanarte, J. E. Frenk, José Castelaro, Julián Sánchez, P. García Conden, F. Zab, Aníbal Sermioli, Leonardo Lacava, Santiago Garbauna, Gaspar Sanguineti, Miguel Ferrazzuolo, Miguel Costa, José Caliriñe, An­tonia Díaz, Pedro Carlomagno, Héctor Zengostita, J. Valdettari, Eugenio Bagnarelli, Alejandro Cejas (hijo), Alberto Cortés Arteaga, Pedro Varlati, Juan Scandreoli, Pablo J. Argentino, Juan Mocagatto, Victoriano C. Vega, Francis­co Vesane, J. Schulton, Orteban Monon, Pedro López, Eduardo Fuentes, Juan E. Migliorini, Emilio Baglietti, Cirilo Beni­to, Jacinto Ortiz, Juan G. Ferro, Spiro Ungaro, M. Castro, Juan Rodríguez, F. C. Angeletti, Eduardo Scarmatin, Héc­tor Spadari, Pedro Echaire, Eugenio Seguín, Silverio Lacava, Carlos Lacava, Lorenzo Fullana, Miguel Forantino, En­rique Della Ciorecoli, Pacifico Valle, Bartolomé Dasso, J. B. Derraso, José Trinca, Varcico Martínez, José Polvillo, Salva­dor Lombardo, Miguel Sueze, Vicente Marconi, Miguel Botondo, Luis Joé Bacciadone, Juan Valdettaro, Francisco Traverso, Domingo Viaz Finca, Juan Valdettaro; Francisco P. Alegre, Andrés Benito, Gerónimo Olivari, P. Luchelli, L. Vidal, R. Miller, P. Sarries, Tomás Olcere, Faustino G. Ávarez, F. Heffer, Gustavo Menet, Luis Bernardino, Santiago G. Ginochin, Ricardo Genedi, Luis R. Costa, Pedro J. Vila, Antonio Viola, Luis Ulva, C. Campagnoni, Juan Rojja, Ernesto Angelosi, Valentina Emainiez, Domingo Frambuni, H. Lombardo, Francisco Mazzuco, Enrique Pectrazzini Chaparro, O. Cklalfen, Pedro Cabragia, Luis Vila, Zudail Gar­cía, O. Falombini, J. Renardi, Pedro Scotti, José González, Santiago Vezzulla, Victorio Garcia, Carlos Badarenoe, Juan Scola, Ernesto Pietro, Julio Gar­cía, Conrado López, Sebastián Tiscornia, José López, Rodolfo Duarte, Manuel Giménez, Domingo Falcone, Vicente Lonza, Alfonso Román Rey, Al­berto Pitré, Guillermo Pitré, Juan Martínez, Martin Vinet, José Boedo, An­tonio Ponce, Cristóbal Galli, Ramón Bai­lón, José Capalbo, Francisco González, Antonio Medina, Santiago Miguel, Gre­gorio Miguel, Ramón Suárez, Guillermo De Pablo, Juan Terba, Amalia Letamendi de Otamendi, Roberto Otamendi, Antonio Capelli, J. Videla, Dolores Carranza, Be­nito Duhalde, Carlos A. Oddone, Guiller­mo O, Roumeau, Máximo Juay, Pedro Chiodi, Bartolomé Garav, Constancio Pé­rez, Pascasio Olazazarre, Manuel Calumi, Ramón Calumi, Manuel Pastoriza, Carlos C. Lucco, Alejandro Olivero, Santia­go J. Deambrosi, Enrique E. Soneyra, Nicolás Helmer, Joan A. Volpini, Antonio Franchino, Martin F. Alberro, Aní­bal Berazategui, Juan Carmorano, Ma­nuel Barrabino, Rafael Danielli, Lorenzo A. Lena, Pedro Lena, Rafael de Castro, Julio Jeanneret, Máximo A. Cañete, San­tiago Etcharry, Emilio Buchailli, Fran­cisco Volpini, Segundo Irurtia, Ejisto Bagnasco, Santiago Badaracco, A. Le­na, M. L. de Peau, Ítalo Lena, Pedro Pean, Lázaro Scartazini, Joaquín Zaba­la, Umberto Bordone, José B. Escola, Clemente Lucco, Romualdo Trino, Car­melo Cocimano, Anselmo Cerzey. Juan A. Dellagiovanna, José Cocimano, Metón Corves, Francisco Bianchi, Ventura Ta­je, Manuel Fernández, Juan C. Volpi, Raúl Manolio, Martín Lucco.

Y otras trescientas firmas mas que no se han podido descifrar.
El 23 de octubre de 1912 se hizo realidad esta solicitud con la apertura de la Escuela Normal Mixta y el  11 de febrero de 1922 se funda el Colegio Secundario Quilmes, luego Colegio Nacional. (4)
Este ejemplar, para su consulta, se hallará en el Museo Bibliográfico Documental “Bibliotecario Carlos Córdoba” de la Biblioteca Popular Pedro Goyena, San Luis 948 e/Larrea y Azcuénaga.
Compilación, escaneo, tapeado Prof. Chalo Agnelli
Colaboración Alejandro Gibaut
NOTAS

[1] Tel.: 4516-0150 – L a V. de 11 a 20 hs. // lospilares@yahoo.com.ar // www.7pilares.com.ar/
[2] Se conserva la ortografía de la época.
[3] Los nombres y apellidos fueron tomados de firmas para la realización del opúsculo, de modo que varios son confusos o no han sido transcriptos correctamente. Quien compila, reconociendo algunos de estos apellidos por ser de familias contemporáneas aún, después de más de un siglo, ha corregido unos pocos.
(4) Ver en EL QUILMERO del miércoles, 7 de octubre de 2009 El Colegio Nacional de Quilmes - 90 AÑOS - Origen

EL TREN DE LA MUERTE PASÓ POR QUILMES POR GUSTAVO MOURE - 2011

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Termina la guerra de Malvinas y con ella la dictadura cívico–militar-eclesiástica autodenominada ‘el proceso’; una formación del Roca embiste, en Quilmes, a otra produciendo un accidente ferroviario de trágicas consecuencias, es el 17 de octubre de 1982. Este es el relato preciso de Gustavo Moure que ilustra aquel incidente introduciendo al lector desde una anécdota que se enlaza con la experiencia de un primer narrador. Se publicó por primera vez en una trascendente publicación, la revista “El Parque”, un emprendimiento gráfico de Jorge Contreras que nació en Ranelagh y se extendió por todo Berazategui y Quilmes. Luego la página de Facebook ‘Ciudad de Quilmes’ le reeditó el 26 de mayo de 2011 y, de esta recogemos, la ‘testimonios vivenciales’, esos que aportan quienes fueron testigos directos o indirectos, los que desde la pequeña historia, completan la otra, siempre parcial y perfectible. (Chalo Agnelli) 


De chico escuchaba junto a mis amigos la historia que nos contaba Carlos y no dejaba de sorprenderme. Una y otra vez le pedíamos que volviera a repetirla y él lo hacía sin problema. Cuando el piso temblaba y el relato se interrumpía por la bocina ensordecedora que anunciaba el paso de un nuevo convoy, la historia cobraba más impresión en aquellos días de potrero y pelota en el campito de Guido e Yrigoyen al lado de las vías, cuando nuestra corta edad aún nos permitía sorprendernos seguido.
Se trató de un choque de trenes que había tenido lugar “hace muchos años, cuando ustedes eran muy chicos. Un tren embistió a otro por detrás y murió un montón de gente”, decía Carlos, que si algo nos había enseñado, como buen ferroviario, era el respeto por los rieles, algo que quizás explica porqué nuestro equipo de fútbol se llamó La Locomotora...
Que si el tren va más rápido que un auto, que si chocan dos trenes de frente, etc., etc. El morbo juvenil hacía que no nos cansáramos de especular incluso de que manera podría descarrilar un tren. Recuerdo una anécdota, vaya a saber contada por quién, que aseguraba que el cuero de chancho era tan duro que podía sacar una de esas moles de hierro de la vía.
No es que planeáramos comprobarlo, pero el paredón lindero a las vías, partido en el medio a causa del choque a la altura de la calle Solís, y el vagón quemado que descansa volcado en el fondo del campo cerca de Triunvirato, fueron alimento constante de nuestra imaginación.
Cuando hacíamos nuestras expediciones hacia el tren quemado–por supuesto sin que nuestros padres supieran porque teníamos prohibido cruzar las vías- en varias oportunidades nos quedamos charlando dentro del vagón imaginando que alguna vez ese mismo coche había estado cubierto de cuerpos sin vida por el fatídico choque.
Tuve que esperar quince años para que Carlos, quince años más viejo, me contara que en realidad ese vagón no había pertenecido al accidente, sino que fue depositado allí por los militares en la época del mundial de 1978 para que los turistas no lo vieran debido a su escalofriante aspecto (por lo menos a nosotros siempre nos inspiró cierta apariencia tenebrosa)
Por suerte, para que el “encanto” de la historia no se perdiera del todo, Carlos me confirmó que el paredón sí estaba partido a causa del estampido de un vagón que fue a parar encima de los trenes de carga que paraban en la vía de maniobras detrás del paredón.
Había un tren que se dirigía a Constitución desde Ranelagh, justo acá frente a mi casa que esperaba la señal de paso. En esa época los trenes llevaban la locomotora en un extremo, y en el otro una especie de vagón con cabina de conductor similar al subte que se llamaba plus. El tren estaba parado con el plus mirando hacia Constitución y la máquina en el fondo. Un tren que venía de La Plata también con el plus adelante y la máquina detrás, dobló en la curva de Triunvirato pero la distancia entre la cola del tren y esa curva no le dio tiempo a frenar. El maquinista clavó los frenos y empezó a correr hacia atrás del tren gritando que chocaban. Escuché un estruendo tremendo. Cuando salí vi el desastre”. 
Tantos años y el relato de Carlos se mantenía inalterado. Cuando encontré frente a mí las tapas de diario El Sol y Diario Popular, no pude sino asombrarme de que el choque había sido en realidad una catástrofe, la más importante en la historia de Quilmes, y entre las 10 más fatales a escala nacional, encabezadas por la maldita y fresca tragedia de Once. 
“Más de 30 muertos en choque de trenes en Quilmes”, tituló El Sol. “Catástrofe en Quilmes. Al menos 37 muertos”, aseguró Popular.
Si los títulos me conmovieron las fotografías superaron todo lo que mi imaginación había elaborado, ya que en ese momento la historia contada por los periódicos superaba el relato dantesco que Carlos me había contado. Después de 23 años, volví a tener contacto visual con la trágica escena; la última y única vez había sido de la mano de mi abuela a los dos años, cuando el 18 de octubre de 1982 me llevó a ver lo que quedó del siniestro al día siguiente del choque.
En las imágenes de los diarios se alcanza a distinguir “El Campito”, el paredón roto, la fila de más de 20 ambulancias estacionadas una detrás de la otra sobre las vías esperando para partir al hospital con los sobrevivientes, y la apocalíptica imagen de un vagón doblado en forma de “L” reducido a pura chatarra.
Fue un domingo lluvioso en el que se festejó el día de la madre. El almanaque marcó 17 de octubre, el reloj las 18.43. El barro conspiró aún más con las tareas de rescate realizadas por los Bomberos Voluntarios de Quilmes e innumerable cantidad de vecinos que voluntariamente comenzaron a retirar heridos de los vagones.
La cifra de víctimas fatales nunca se determinó con exactitud. Los informes de la policía y autoridades sanitarias aseguraron cerca de la medianoche que los muertos fueron 32 y los heridos más de 60. A esa cifra los bomberos agregaron cinco personas más que aún estaban atrapadas en medio de los restos del vagón más dañado. Al día siguiente Defensa Civil informó que habían fallecido 19 personas y Ferrocarriles Argentinos 17. No sólo la variedad de informes sino la diferencia exagerada entre unos y otros contribuyeron a que el número de muertos quedara indeterminado, sobre todo porque se desconoce la suerte de los 63 heridos en los días subsiguientes al choque. “Para mí murieron como 40 personas, pero los diarios hablaron de la mitad. Vi tantos cuerpos. Gente sin piernas, gente aplastada...”, recordó Carlos.

Las responsabilidades recayeron en los señaleros. El tren 3818 proveniente de Ranelagh se detuvo justo en la señal que se encuentra frente a la casa de Carlos que indicaba peligro. En cambio, el tren 3822 que venía de La Plata encontró las señales con el paso permitido.
Carlos me comentó que los señaleros se turnaban en el puesto. “La garita sur que está luego del cruce de Guido estaba clausurada, y la de Ezpeleta por cuestión de presupuesto no funcionaba los fines de semana. Berazategui pidió vía a la central de la estación de Quilmes y los señaleros no tenían ni idea que había un tren parado antes del cruce de Guido y le dieron el visto bueno”. 
Los diarios explicaron que otro tren que partió desde Quilmes rumbo a La Plata estuvo a punto de producir un triple choque si no fuera por el instinto del maquinista que no pasó la curva de Guido al advertir peligro, ya que si bien le habían ordenado que avanzara, la señal indicaba lo contrario. El azar impidió que embistiera al vagón que quedó atravesado en ambas vías.
Fue tal la magnitud del accidente que junto a los bomberos quilmeños vinieron a trabajar en las tareas de socorro, bomberos de Florencio Varela, Bernal, Berazategui e incluso según el testimonio de Carlos, una dotación de La Boca.
Por momentos, los gritos de dolor de las víctimas se mezclaban con las instrucciones y pedidos de los bomberos. La oscura noche se veía iluminada por los destellos y las chispas de los equipos de soldadura, utilizados por los servidores públicos quiénes abrieron un boquete en el vagón UC 3780 para rescatar a las personas atrapadas. Con el transcurso de las horas la confusión se adueñó del lugar, que en los instantes posteriores al accidente fue dando paso a una nerviosa calma”. 
La crónica periodística da cuenta de las sensaciones que se vivieron en la trágica noche. Uno de los sobrevivientes declaró que “Eran impresionantes los gritos y gemidos de dolor de los heridos. Había algunos aprisionados por los hierros que clamaban auxilio, es algo que no olvidaré jamás”. 
El choque de Quilmes se inscribió en la historia como uno de los accidentes que contó mayor cantidad de víctimas fatales. En accidentes ferroviarios sólo fue superada por la tragedia de Benavides en 1970 y la de Santa Fe en 1978. En el primer caso chocaron un rápido que provenía de Tucumán, y otro servicio local repleto de pasajeros que causó la muerte de 142 personas y 368 heridos. El segundo accidente se produjo cuando el Tren Estrella del Norte chocó a un camión carguero provocando la muerte de 56 pasajeros. El resto de las tragedias ferroviarias son de similares o menores consecuencias que la de Quilmes.
Quise volver al lugar para contemplar la escena e imaginar cómo había sido esa noche lluviosa de octubre. El paredón destruido se conserva igual que las fotos de hace 23 años. Me paré en las vías y comprendí algo de la sensación de ese maquinista desesperado por salvar su vida al observar que el impacto era inevitable. La noche cayó sobre el campito, pero ya no se veían las luces de las ambulancias, ni se oían los gritos de dolor. Esta vez bajó la señal. El paso firme y tranquilo de un tren me permitió retirarme en paz.
Tapa: "Manos suplicantes" de Mirta Tachini  
 Por Gustavo Moure, en revista mensual “El Parque” de Jorge Contreras Año 1 N° 7 (2004), reeditado en la página de Facebook "Ciudad de Quilmes" el 26 de mayo de 2011

Ejemplares de la Revista ‘El Parque” en la hemeroteca de la Biblioteca Popular Pedro Goyena.
TESTIMONIOS VIVENCIALES
Ester Martínez En ese accidente falleció un chico del barrio que no le había dicho a su mamá que viajaba a La Plata a ver un partido de fútbol, la madre se enteró del accidente sin pensar que su hijo había fallecido en él...
Ariel Alejandro Wagnerrecuerdo ese accidente. De hecho, conocí más detalles años después porque mi ex esposa vivía a dos cuadras de allí. Tengo entendido que fue pasando la barrera de Triunvirato y Primera Junta. Más hacia la Cervecería que la cementera. Esa suerte de curva, siempre fue peligrosa. Muchos accidentes ocurrieron en esa barrera porque los automóviles que pasaban, no podían ver al tren venir hasta que pasaran casi la totalidad de la barrera, debido al paredón de la Cervecería, tanto en el depósito como en la fábrica cuadras después. Esto ocurría si se venía por Triunvirato o por Amoedo. La barrera de Guido y Amoedo, también siempre fue peligrosa y más aún porque los paredones en esa área son más cerrados a excepción de la Plaza actual que antes era un baldío que, generalmente, era utilizado por los Circos que visitaban la ciudad. Con el bajo nivel en Guido-Amoedo, se redujo el peligro.
Lucas Valledor Mi viejo se iba a laburar y escuchó una explosión y corrió, hasta llegar al lugar, estaba en la estación, fue unos de los primeros en llegar, se quedo ahí ayudando a sacar gente. Él era policía en ese entonces.
José Ignacio PastorinoLo recuerdo perfectamente, yo tenía por esa época 17 años y vivía en Ranelagh y esa tarde de domingo (Día de la Madre) con mi amigo Daniel nos dispusimos ir a Quilmes a tomar mate con unos amigos. Tomamos el tren y como solíamos viajar de colados nos sentamos en el último asiento del último vagón. Al llegar a Guido el tren se detiene, transcurre un largo periodo de tiempo y el tren seguía allí. Mi amigo me invita a que nos bajemos y tomemos el 324 ya que, según parecía el tren no se iba a mover de ahí por un largo rato; "me fumo un pucho y si no arranca vamos" le dije. Cuando estaba por terminarlo veo que un canillita, que se asoma por el estribo, tira todos los diarios y se tira del vagón. No llegué a entender por qué lo hacía, tampoco tuve tiempo, un sonido ensordecedor y una estampida me aturdió de sobremanera. Vi bebés expulsados de los brazos de sus madres como proyectiles, gente eyectada como muñecos y lo que me aterró es ver como el vagón en el que estábamos se aplastaba como si fuese de papel. Como solía viajar muy reclinado (casi acostado) en mi caso el techo quedó a 10 cm de mi cabeza y no llegó a tocarme. Mi amigo, en frente, sí había sido golpeado y estaba desmayado frente a mí. Pasado el colapso solo se escuchaban gritos y quejidos; pensé en quedarnos y esperar que nos rescaten pero un denso humo (proveniente de la máquina) me asustó; imaginé que moriríamos quemados en ese sarcófago de metal. Saqué fuerzas de donde no tenía, cargué a mi amigo y salimos tambaleando por lo que quedaba de puerta. Cuando llegamos a Guido él ya se había repuesto y pudimos seguir caminando, al principio sin rumbo fijo y más tarde a tomar el 324 según nuestros planes. No teníamos real dimensión de la catástrofe hasta llegar a la casa de nuestro amigo en donde por la TV pasaban la noticia. Yo esa noche volví a nacer.
Manuel Oviedo Yo vivía en Amoedo a 30 cuadras del lugar, y tal vez por ser domingo y lluvioso, había más silencio que un día laborable, desde allá se escuchó el estruendo que produjo el choque, casi llegando las 7 de la tarde...
Walter CaiEse día, me acuerdo perfectamente, ya que murió mi amigo Freddy que estuvo viajando en tren toda la tarde. A las 18 hs más o menos fue el accidente. A dos chicos que estaban con él que los sacó un hombre cuando vio venir el tren, pero Freddy no pudo escapar.
Mariana CenturiónEstos días me anda rondando este recuerdo espantoso. Era mi hermana la que viajaba después de visitar a su novio que era colimba. Su retraso a la hora de llegar, la incertidumbre hasta que tocó el timbre de casa. Unos muchachones la estaban molestando a ella y a su cuñada y debieron cambiarse de vagón. Ese lugar terminó siendo el de mayor impacto. Una suerte de "destino final" fue el que experimentaron.
Héctor Tassino Yo viajaba en el segundo tramo del primer vagón, Fanga Petrocchi de La Plata un amigo mío que también jugaba al hockey iba en el otro tren que estaba parado, falleció desnucado; era muy alto, el tren iba lleno. Había llovido y estaba lleno de barro ya que habían replanado el terreno. Venían cientos de personas que visitaron los colimbas del Bim 3. Yo rompí con la cabeza el separador de vagones y me cayeron todos los cuerpos del resto del vagón; el primer tramo, como se ve en la foto, desapareció. Cuando bajé del tren salté como un metro y medio de altura, ya que se había elevado al doblarse para abajo la primer parte, con una chica en brazos que le dolía la espada, me enterré hasta las rodillas. La gente se veía apilada por las ventanillas y mutilada. Lentamente llegué a la calle y ya estaban llegando ambulancias. Pase 10 días sin dormir, me despertaba el estruendo… y dos meses más soñando con el nene que pedía limosnas que durante varios días nadie reclamó el cuerpo. Yo le había abierto la puerta para pasar a la primer parte del tren, a él y a otros ya que era de esas puertas corredizas que nunca andan. Hasta hace poco tenía el boleto. Los milicos taparon todo. Jamás podía haber 37 muertos. Iban todos parados apretados y el tren chocó a más de 45 km/h. De los dos trenes sacaron fallecidos. Todavía recuerdo los gritos, los lamentos, la sangre y el estruendo del choque, un ruido parecido al de las cataratas en la Garganta del Diablo. Una tremenda experiencia…
Alfredo Ramón YanelliEste terrible accidente me marcó creo yo para todo la vida. Trabajaba en frente, justo en la pista de karting junto a mi amigo Cacho fui el primero en entrar, si ven la foto los bomberos me están ayudando a mí, que estoy en el interior justo en esa ventana asistiendo a los que quedaron atrapados entre los hierros, les cuento una anécdota: yo en ese momento para ayudar a un chico peruano que estaba atrapado desde las piernas y nivelarlo lo ato con mi campera, con el transcurso de las horas y ya lo único que quedaba eran los cuerpos de los fallecidos, salgo por recomendación de los bomberos y me retiro hacia el predio del karting, cuando paso el cordón policial me acuerdo de la campera y quiero regresar para recuperarla y termino preso por discutir con un policía. Luego con el transcurrir de los años estando en la casa de mi abuela en el barrio de Tolosa frente al predio de talleres ferroviarios veo las chatas con desaguase de trenes viejos y los voy a ver de cerca, recorriendo las chatas veo entre los hierros de un vagón mi campera todavía atada y créanme no tuve el valor para sacarla. Hoy día se lo cuento a mi esposa y no sé si me cree, pero yo siempre lo voy a recordar hasta el último de mis días.
Celeste Lorenzetti Yo iba en ese tren era chica, estábamos entre el vagón que se incrustó y el que quedó colgando tuvimos que saltar, vi una persona sin cabeza. No encontrábamos a mi papá. Alguien nos subió a un auto y nos llevó al hospital de Quilmes. Hasta la noche no supimos nada de él, por suerte estaba ahí herido, pero bien. En realidad fueron más de 100 muertos y muchísimos más heridos. El hospital estaba re lleno, gente herida en el patio una al lado de otra. Era el Día de la Madre así que imagínense un tren a full, entrabamos a presión, fue horrible. Un día que jamás olvidé, y a raíz de ese accidento ahora quedé con una epilepsia. Obvio el ferrocarril mintió desde el minuto cero sobre las victimas y los heridos. En Tucumán mi papá figuraba en la lista de los muertos, mi tía que estaba allá casi se infarta...
Beatriz Liliana Marcos Yo fui una accidentada del tren y también del choque con los bomberos, recuerdo que después del choque me subieron a una camioneta celeste con mucha gente, fue terrible.
Lucas Gabriel DíazHoy se cumple 35 años de esta terrible tragedia (2017)
Carlos Lapegna Yo trabajaba en Policía, Fui el primero llegar con mi compañero. Hoy todavía no puedo olvidar el terror y la tristeza de semejante tragedia. Que Dios guarde siempre a niños, mujeres y hombres que murieron en ese accidente.
Leonel SimonettoFaltó mencionar el accidente ferroviario de 1981, donde un tren de pasajeros embistió a un tren carguero, en Brandsen. Y el otro en 1964, cuando un tren de pasajeros embistió a un tren carguero cerca de la estación Altamirano. Es una casualidad que las locomotoras de dichos accidentes tenían de sobrenombre ‘luciérnaga’. Uno en 1964 y el otro en 1981
Uno el 1 de febrero y el otro el 8 de marzo, respectivamente.
Pam Ela Ese día falleció mi papá. Yo apenas tenía seis años. Tengo en la memoria la imagen de una portada de diario en la que aparecía una foto en donde dos personas estaban sacando el cuerpo de un hombre. A pesar de que estaba en blanco y negro logramos distinguir los diseños del suéter. Se trataba de él...
Facebook ‘Ciudad de Quilmes’ el 26 de mayo de 2011/2017
Compilación, cometarios y compaginación Chalo Agnelli
EL QUILMERO, 2017

CONGRESO DE HISTORIA SANMARTINANO – MORENIANO 24 A 31 DE JULIO DE 1978

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En medio de la sombra de la muerte, digitada por el Estado, que se venía esparciendo por el país desde 1976, en medio del miedo, el exilio, la crisis económica de una dictadura cívico-militar-eclesiástica que implantó un neoliberalismo macabro (el tercero) se realizó en Quilmes el Congreso de Historia Sanmartiniano – Moreniano. Era el año del Bicentenario del nacimiento del General Don José de San Martín y del Dr. Don Mariano Moreno. Las dos más preclaras mentes de lo que fue una Revolución auténtica y sin retrocesos(Chalo Agnelli)
En este Congreso se honró al Libertador quien dijo: 
* "Mi sable nunca saldrá de la vaina por opiniones políticas".
* “La patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crímenes, ni le da armas para que cometa la bajeza de abusar de estas ventajas ofendiendo a los ciudadanos con cuyos sacrificios se sostiene. La tropa debe ser tanto más virtuosa y honesta, cuanto es creada para conservar el orden, afianzar el poder de las leyes y dar fuerza al gobierno para ejecutarlas y hacerse respetar de los malvados que serían más insolentes con el mal ejemplo de los militares. La Patria no es abrigadora de crímenes”.



Y se honró al Pensador Revolucionario quien dijo:
* “Desde el descubrimiento empezó la malicia de perseguir a unos hombres que no tuvieron otro delito que haber nacido en unas tierras que la naturaleza enriqueció con opulencia y que prefieren dejar sus pueblos que sujetarse a las opresiones y servicios de sus amos, jueces y curas.”
* “Quiero más una libertad peligrosa que una servidumbre tranquila.”



Seguimos para esta reseña lo publicado en el folleto de la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Quilmes “QuilmesInformativo Cultural” (con algunas incursiones de términos y enfoques del compilador) correspondiente a los meses de setiembre y octubre de ese fatídico 1978; que reseña bajo el título:

REPERCUSIÓN NACIONAL TUVO EL CONGRESO DE HISTORIA SANMARTINIANO - MORENIANO
La foto muestra la cebecera de la sesión de clausura del día 31 de julio, mientras usa de la palabra el Dr. Barba, quien está acompañado por el intendente de facto comodoro (R) Osvaldo Gally, los presidentes de los Institutos Nacionales Sanmartiniano y Moreniano, general Joaquín Aguilar Pinedo y Dr. Jorge Feijóo.

Jornadas pletóricas de fervoroso espíritu de investigación histórica se cumplieron en la ciudad de Quilmes entre el 24 y el 31 de julio ppdo. con la realización del Congreso Nacional de Historia Sanmartiniano Moreniano, organizado por la Municipalidad y pres­tigiado por la participación del presidente de la Academia Nacional de la Historia, Dr. Enrique Barba y de 122 historiadores representantes de casi todas las provincias que inter­cambiaron conocimientos y compartieron una larga semana de fecunda camaradería. 
TRABAJOS Y PONENCIAS APROBADOS 
El Congreso Nacional de Historia Sanmartiniano-Moreniano se reunió entre los días 24 y 31 de julio, con 122 participantes divididos en dos comisiones de trabajo: la N° 1 estaba presidida por el Sr. Carlos A. Terbeck con el Sr. José Abel Goldar como secretario y la profesora Hebe García de Bargero co­mo relatora e incluía a los congresistas con apellidos de la ‘A’ a la ‘H’; la N° 2 tuvo como presidente al profesor A. J. Pérez Amuchástegui, como secretaria a la profesora Juana Celia Gemignani de Romani y como relator al Sr. Alejan­dro Molle, e incluía a los restantes congresistas. Ambas comisiones se reunieron en seis sesiones de trabajo cada una, incluyendo el plenario del jueves 27 por la tarde, presidido éste por el Dr. Barba. En total se presentaron 29 tra­bajos y 9 ponencias. Estas fueron aprobadas en su totalidad y, de los trabajos, lo fueron 19, con recomendación de publicación (tarea esta última que se encuentra en estudio y preparación actualmente)
La nómina de los trabajos y ponencias aprobados fue la siguiente: 
TÍTULOS Y AUTORES 
“Mariano Moreno”por el Prof. Francisco Míguez 
“El pensamiento político de Moreno y su incidencia en el com­promiso libertador sudamericano” por A. J. Pérez Amuchástegui 
“La Representación de los Hacendados y una fuente poco conocida” Por Carlos Alberto Suárez 
“A propósito de Mariano Moreno”por Ángel Castellán 
“La Mita de Potosí vista por Mariano Moreno a través de su disertación sobre el servicio personal de los indios” por María Marta Fasano y Marta Amalia Pavón. 
“Algunos aspectos del pensamiento político de Mariano Moreno” por Marta I. Verdenelli de van Gelder y Ana Teresa Zigón. 
“El pensamiento de Moreno y la acción política de San Martín. Participación de Monteagudo” por Carlos Augusto Terbeck 
“Mariano Moreno y la Revolución Francesa” por Eduardo O. Dürnohöfer 
“Mariano Moreno y su ideario”por Alcibíades Lappas. 
“La conciencia nacional a través de los hombres de Mayo” por Palmira Bollo Cabrios 
“Don Juan de San Martín, ejemplo del hombre público cristiano” por Alejando F. Molle 
“San Martín y el Perú”por Oreste C. Ales 
“La Posta de San Martín” por Norma V. Y. de de la Torre. 
“Repatriación de los restos del Libertador y su traslación por la Armada Argentina” por Juan L. Almedia 
“Personalidad agregia del Gral. José Francisco de San Martín, el Libertador” Por Francisco Míguez 
“Los regimientos en que revistó San Martín durante su perma­nencia en España” Por Margarita Gossi de Bottini y Atilio Bottini 
“Episodios de la Independencia del Perú a través de la correspon­dencia entre el Libertador y el Marqués de Torre Tagle” por Aníbal J. Luzuriaga 
“San Martín y la Universidad de San Marcos en Lima” por Luis A. Ledesma Medina 
“Vida y personalidad del Gral. José de San Martín” (Residencia del Libertador en el exilio) por Daniel López Barreto.
Se aprobaron además 9 ponencias: 2 del Gral. Oreste C. Ales, 2 del Sr. José María Prado y una de cada uno de los siguientes congresistas: Dr. Leopoldo A. Cuello y profesores Juana Celia Gemignani de Romani, Ernesto Del Gesso, F. Adolfo Maseiopinto y A. J. Pérez Amuchástegui. 
COMBATE DE QUILMES 
Entre las actividades que se cumplieron en los días en que transcurrió el Congreso de Historia Sanmartiniano Moreniano, uno de los actos de mayor trascendencia por las personalidades que reunió fue la inauguración por parte de la Municipalidad de Quilmes del Paseo Ribereño "Combate de Quilmes".
El 28 de julio, en vísperas del aniversario de ese hecho de armas, la Armada Nacional donó un monumento conmemorativo consistente en un ancla,[1]junto a la cual se descubrieron placas y se colocaron ofrendas florales. Estuvieron presentes el entonces(execrable figura que ensució con su presencia la figura de dos padres de la patria)comandante en jefe de la armada, almirante Emilio Massera, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, general Manuel Ibérico Saint Jean(otro individuo de oscura memoria que dijo: "Primero mataremos a todos los subversivos, luego mataremos a sus colaboradores, después a sus simpatizantes, enseguida a aquellos que permanecen indiferentes y, finalmente, mataremos a los tímidos");el comisionado muni­cipal de Quilmes, comodoro (R) Osvaldo Gally; el director del Departamento Histórico Naval, contraal­mirante Laurio H. Destefani, otras autoridades, los integrantes del Congreso e invitados especiales.
CRÓNICA DEL CONGRESO 
La afortunada circunstancia de que en 1978, se cumpliera el bicentenario del nacimiento de dos patriotas de tan significativa actuación en el destino de nuestro país como el Dr. Ma­riano Moreno y el General D. José de San Martín movió a la Municipalidad de Quilmes a organizar el Congreso Nacional de Historia Sanmartiniano Moreniano en memoria de esos ilustres prohombres, reuniendo a más de un centenar de historiadores, profesores e investi­gadores de todo el territorio argentino quienes entre el 24 y el 31 de julio cumplieron un interesante programa de trabajo y estudio y de conocimiento de lugares quilmeños y de camaradería que dejó gratos recuerdos entre quienes lo compartieron.
Haremos ahora una breve reseña de lo que fueron esos días verdaderamente históricos: 
EN LA CASA DE LA CULTURA 
El lunes 24 por la tarde en la Casa de la Cultura se realizó la primera reunión preparatoria durante la cual el Comodoro (R) D. Osvaldo Gally dio la bienve­nida a los congresistas. Previamente se les habían entregado en una carpeta la documenta­ción del Congreso (resúmenes y programas), así como recuerdos de nuestro medio. En esa sesión fue designado presidente del Congreso el titular de la Academia Nacional de la Histo­ria Dr. Enrique M. Barba. 
PLACA DEL CONGRESO 
Al día siguiente, martes 25, se rindió homenaje a los próceres que motivaron el evento: al Gral. San Martín ante su monumento en la plaza que lleva su nom­bre y del Dr. Moreno en la plaza Ramón Falcón (afortunadamente hoy llamada del Bicentenario), ante la placa que los recuerda. Más tarde con- tw$uó la sesión preparatoria y se designó como vicepresidentes del Congreso a los presiden­tes del Instituto Nacional Sanmartiniano y del Moreniano, Gral. Joaquín Aguilar Pinedo y Dr. Jorge Feijoo. Por la tarde se efectuó la sesión inaugural con la concurrencia de importan­tes autoridades, usando de la palabra el comodoro Gally y el Dr. Barba, quien en esa ocasión designó como secretarios a los profesores Palmira S. Bollo Cabrios y Aníbal J. Luzuriaga y como vocales a la Prof. Edith Debenedetti y al Sr. Luis E. Otamendi. 
EXPOSICIÓN NUMISMÁTICA 
Posteriormente la concurrencia se dirigió al Museo de Artes Visuales donde se inauguró la Exposición Numis­mática, Documental e Iconográfica, ocasión en que usó de la palabra el Director de Cultura de la Municipalidad, Prof. Armando B. González. Esta muestra contó con la activa participa­ción de los miembros del Instituto Bonaerense de Numismática y Antigüedades. El acto se cerró con un lunch. 
TALLER REGIONAL QUILMES 
El miércoles 26 se iniciaron las sesiones de trabajo en el Círculo Univer­sitario de Quilmes. A mediodía se efectuó la visita al Taller Regional Quilmes de la Fuerza Aérea Argentina, ocasión en que se agasajó a los congresistas que luego recorrieron la zona ribereña y por la tarde realizaron la segunda sesión de trabajo. 
PARQUE DE LA CERVECERÍA 
El jueves 27 los congresistas pasaron la mañana recorriendo la Cervecería Quilmes, empre­sa que a mediodía los agasajó en el Parque de su propiedad. Por la tarde continuaron consi­derándose trabajos, esta vez reunidas ambas comisiones en plenario presidido por el Dr. Barba. Por la noche, en la Casa de la Cultura, ofreció un concierto el Conjunto Vocal de Cámara de la Municipalidad, que dirige el maestro Néstor Andrenacci. 
MUSEO “ALTE. GUILLERMO BROWN" 
El viernes 28 por la mañana continuaron las sesiones de trabajo y a mediodía, pese a las inclemencias del tiempo se visitó la Papelera Massuh, recorriéndose las instalaciones y parti­cipando de un agasajo. Por la tarde hubo nuevamente un plenario en el Círculo Universita­rio. A las 18 se concurrió al Museo Histórico Regional “Alte. Brown" en Bernal, donde se exhibió un audiovisual sobre “La gesta de Patagones" y posteriormente, en la Casa de la Cultura, ofreció un recital la pianista Ana Schapiro.
La presencia de estos genocidas, asesinos seriales, ensució la memoria del Padre de la Patria, quien dijo:“La patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crímenes, ni le da armas para que cometa la bajeza de abusar de estas ventajas ofendiendo a los ciudadanos con cuyos sacrificios se sostiene.” Y la memoria del infatigable héroe Almirante Guillermo E. Brown
Momento de la inauguración del Paseo Ribereño "Combate de Quilmes", el 29 de julio, en vísperas del aniveersario de ese hecho de armas. La Armada Nacional donó un monumento conmemoriativo consistente en un ancla, junto a la cual se descubrieron placas. En la foto, los genocidas: E. Massera, quien era comandante en jefe de la Armada, el general M. I. Saint Jean, goberandor de facto de la Provincia, el contralmirante L. H. Destefani, director del departamento Histórico Naval, el intendente de facto O. Gally, otras autoriades, integantes del Congreso y escaso público. 
PASEO RIBEREÑO 
Por la mañana del sábado 29 se llevó a cabo la inauguración del Paseo Ribereño “Com­bate Naval de Quilmes”, acto en que se descubrieron un monumento donado por la Marina y varias placas, colocándose ofrendas florales en la víspera del 152° aniversario de ese glorioso hecho de armas.
Concurrieron al acto (los genocidas) Massera, Ibérico Saint Jean y autori­dades, usando de la palabra el contraalmirante Laurio H. Destefani y el comisionado Gally. Luego se efectuó un agasajo en el Pejerrey Club y por la tarde se realizó el llamado "Viaje de los tres siglos", a partir de la plaza principal de Quilmes, llegando hasta el Museo del Transporte y la histórica Casa de Santa Coloma. Por la no­che en la Casa de la Cultura se exhibió un audiovisual sobre el Campeonato Mundial de Fútbol.
Ancla que se colocó el 29 de julio de 1978, en oportunidadla inauguración del Paseo Ribereño “Com­bate Naval de Quilmes”(Ver en EL QUILMERO del jueves, 31 de diciembre de 2015“El ancla de la Ribera – un misterio para resolver”)

ACTO DE CLAUSURA 
El lunes 31, luego del descanso dominical, se realizaron por la mañana las últimas sesiones de trabajo y a mediodía se visitó el Batallón Depósito de Arsenales "Gral. Domingo Viejo Bueno", donde luego de mostrarse el material allí existente, se sirvió un sabroso locro y se entregó como recuerdo un banderín de la valiente unidad, a cada congresista. Por la tarde, en el salón de actos de la Casa de la Cultura se efectuó el acto de clausura: allí la profesora Gemignani de Romani leyó la nómina de los trabajos y ponencias aprobados; el profesor A. J. Pérez Amuchástegui habló en nombre de los congresistas, haciéndolo a continuación el Gral. Aguilar Pinedo, el Dr. Feijoo y el Dr. Barba; finalmente se entregó al comodoro Gally un pergamino con la firma de todos los congresistas, como expresivo reconoci­miento.
Última actividad del Congreso fue la cena servida en el local de la Cámara de Comerciantes en Artefactos para el Hogar, a la cual asistieron las autoridades y los congresis­tas. En esa ocasión el comodoro Gally agradeció la presencia de quienes actuaron en el Con­greso y el profesor Pérez Amuchástegui formuló la última ponencia: contra los historiadores extranjeros que deforman la verdad sobre la figura del Gral. San Martín. Antes de partir los congresistas recibieron diplomas y certificaciones y la hermosa medalla del Congreso diseña­da por el maestro Víctor E. Roverano.
Fue el Congreso un acontecimiento cultural de inusual importancia que hallará adecuada culminación con la no muy lejana publicación de los trabajos y ponencias aprobados y de una crónica más detallada para satisfacción de más de un centenar de participantes fer­vorosos.(Salvo los calificativos en negrita del compilador, el resto del texto es textual)
ADENDA
Para completar la historia es necesario agregar algunos sucesos previos a este congreso, durante su organización – quien esto escribe fue testigo de reuniones en las que se debatieron estas circunstancias - donde no todo fue armonía, pues algunos invitados característicos se negaron a participar, considerando la situación grave por la que estaba pasando nuestro país. Así lo hicieron el profesor Orlando Cella, fundador de la Asociación Cultural Sanmartiniana de Quilmes en 1961 y otros miembros de esta Institución, el profesor Celiar Cella, el profesor Juan Carlos Lombán, la señora Sara Sastre del Círculo de Intelectuales de la Provincia y su esposo don Cipriano Reyes, entre otros. 
Compilación, compaginación y argumentación Prof. Chalo Agnelli
FUENTES
“QUILMES Informativo Cultural” Año 1 N° 2 setiembre – octubre 1978 (Colaborador del Informativo José Abel Goldar)
Biblioteca Popular Pedro Goyena
NOTA

[1] Ver en EL QUILMERO del jueves, 31 de diciembre de 2015“El ancla de la Ribera – un misterio para resolver”


BARRIO LOS COOPERARIOS (COLABORACIÓN)

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En 1943, se fue conformando la Colonia de Cooperarios a la vera del camino a Mar del Plata, hoy Calchaquí, altura km 21. Una Sociedad Cooperativa de Crédito Inmobiliario Limitado. Se la ideó de estilo californiano y se la conocía también con el nombre de la Colonia de los Tejedores porque los que dispusieron su creación fueron una agrupación de talleres de los fasoniers que producían tejidos para la cooperativa “DefensaFasoniers”, quienes a raíz de los conflictos gremiales, deciden organizarse en forma de cooperativa a los efectos de obtener "… un beneficio común, con el menor costo de producción, vivienda propia, cultura intelectual, física y espiritual en un ambiente de fraternidad, comprensión y mutua colaboración." 
Fasón (que muchas veces aparece escrito façon) es un galicismo que proviene de la palabra francesa façon y es emplea, sobre todo, en Argentina y Uruguay ​ para indicar la manufactura por pedido de un tercero, quien es dueño de los insumos o los medios necesarios para la elaboración de un producto.
La reunión que dio forma y vida a "Los Cooperarios" se realizó el  6 de septiembre de 1942. La primera Comisión Directiva estuvo integrada por ocho visionarios: Mauro Alfonso, Eduardo Barni, Julio Barni, Santiago Crescenzo, Massimo Osti, David Rosental, Ramón Rosental y Adolfo Rossi. El terreno adquirido ocupaba una superficie de 64.000m2 con el fin de ser loteado entre los socios.
Al año de su creación las construcciones originales ascendían a un valor de $ 250.000m/n Se estableció un espacio para construcciones destinadas a la vida social.
Una vez aprobados los estatutos, se inscribe en el Registro de Cooperativas; siendo la primera colonia de cooperadores del país.
A fines de 1944, había 135 socios. Se resuelve adquirir 15.000 m2 más y se construyen nuevas casas para socios. Se crean: la despensa, la tienda y las Cuentas Personales de Ahorro, que financian las construcciones. Se inaugura la cancha de bochas. Se construye la torre de 14 metros de altura que proveía el agua corriente a la colonia. El tanque de dicha torre aún hoy suministra el agua utilizada por el club. Además se construye un local para buffet y dos enramadas.
 1946-1947 
Se crea el Jardín de Infantes y se compra un lote con edificio propio destinado a Casa de Estudio. Se amplía la despensa y la Cooperativa comienza a funcionar en forma más orgánica (un intendente y 9 secretarías)
1948-1949 
Se mejora y amplia la red de agua, agregándose 2.700 metros de cañerías. Se afincan las tres primeras familias en casas alquiladas por la Cooperativa. Comienza la construcción del salón confitería. 
1950-1951 
Se extiende el alumbrado público a la zona de influencia de la Cooperativa, realizándose el afirmado de la calle central de la villa: Juan B. Justo (hoy Andrade). Se modifica la denominación de “COLONIA DE COOPERARIOS” Sociedad Cooperativa de Crédito Inmobiliario Ltda. Por “LOS COOPERARIOS” Organización de Consumidores Ltda. Este cambio se realiza en una Asamblea Extraordinaria, debido a que el factor más importante de la actividad económica es el consumo y no el inmobiliario, porque la casi totalidad de lotes ya se han vendido. Comienzan a funcionar dos grados de escuela primaria como continuación del Jardín de Infantes, que sigue creciendo. 
1952-1953 
Se realiza un censo de niños de la zona, informándose a las autoridades escolares que hay 280 niños que necesitan que se construya una escuela oficial. Se ofrece el local de la casa de Estudios hasta que el estado edifique la escuela definitiva. A éste local concurren 90 niños (hasta cuarto grado). Comienza a funcionar la biblioteca en el segundo piso de la torre.
 1954-1955 
Se consigue el que Ministerio de Educación de la Provincia oficialice la Escuela Primaria N° 55. [1]Comienza a funcionar el Departamento Deportivo. Se concreta la pavimentación total de las calles correspondientes al ejido de la Cooperativa. Comienzan a producirse algunos problemas económicos debido al agotamiento de la principal fuente de ingresos (venta de lotes) por lo que se toman medidas drásticas para superar éstos inconvenientes. Así se reduce el personal en la Sección Consumo (ya que el 80% de los socios residen fuera de la zona de influencia de la Cooperativa y no compran sus productos) y se transfiere la Sección Producción a los propios façoniers que la componían. Estas y otras medidas de austeridad no son comprendidas por parte de los asociados que retiran sus ahorros agravándose aún más la situación financiera. Así como algunos solo critican y hostigan a las autoridades, otro grupo de gente forma la Comisión de Vecinos para dedicarse a la administración y prestación de servicios públicos (recolección de residuos, alumbrado, distribución de correspondencia) que hasta entonces estaban a cargo de la Cooperativa aliviando en parte la situación que se estaba viviendo. Comienza la práctica del vóley y se funda el atelier de pintura “Fernando Fader” en la torre. 
1956-1957 
Se bautiza “Capitán de Marina don Luis Piedrabuena" a la Escuela Primaria N° 55. Se transforma el local donde funciona la cancha de bochas en un Salón de Actos. Los gastos de esta construcción son cubiertos por bonos rescatables suscriptos por los socios. Empiezan a desarrollarse múltiples actividades deportivas y socio-culturales en forma permanente, gracias a la Comisión de Padres creada a tales efectos. 
1958-1959 
Se inaugura el flamante edificio de la Escuela Nº 55 en el terreno donado por la Cooperativa. Se logra reabrir el buffet, que comienza a funcionar casi todos los días. Con mucho esfuerzo logran equilibrar las finanzas, aunque las medidas de austeridad resienten el desarrollo de todas las actividades. 
1960-1961 
Se reanuda la actividad del Jardín de Infantes, que había estado cinco años sin funcionar. Se inaugura la pista al aire libre y el local nuevo del buffet. 
1962-1963 
Se inaugura la cancha de básquetbol (al aire libre) y la nueva cancha de bochas. 
1964-1965 
La Cooperativa cuenta con 1.661 socios. En éste período se estabiliza la situación económico-financiera y se lanza el proyecto de creación de una Caja de Crédito, con vistas a crear un Banco Cooperativo en el futuro. 
1966-1967 
Se construyen los vestuarios para ambos sexos. El número de socios llega a 1.700, funcionando cuatro comisiones: fútbol, básquetbol, bochas y femenina (de cultura y relaciones)
1968-1973 
Se construye la pileta de natación y las primeras canchas de tenis, profundizándose la tendencia a brindar cada vez más servicios deportivos: fútbol, básquetbol, bochas, natación, tenis y gimnasia además de cerámica y folklore. El Banco Central denegó el pedido para la creación de una Caja de Crédito, siete años después de haber sido solicitado. 
1974-1981 
Continúa sostenidamente el desarrollo de las actividades socio-culturales y deportivas que poco a poco van reemplazando a las tareas cooperativas, como producto de la evolución del barrio donde se van incorporando cada vez más familias provenientes de otros lugares. Dado que la Cooperativa no tiene como función principal este tipo de actividades, se decide crear una “ASOCIACIÓN MUTUAL” que haga uso de las instalaciones y que desarrolle aún más el deporte fundamentalmente en los niños y la juventud. La obra más importante de éste período es la construcción del gimnasio cubierto.
1982-1992 
Comienza a funcionar la Asociación Mutual “LOS COOPERARIOS” como continuación moderna de lo que habían soñado los pioneros de 1942. El barrio es considerado como uno de los más bellos de Quilmes y la Escuela Nº 55 cuenta con 1.000 alumnos. 
1992-2007 
Pese a las diferentes situaciones económicas planteadas a través de estos años, “LOS COOPERARIOS” como Asociación Mutual logró permanecer y afrontar nuevos desafíos, manteniendo las instalaciones y actividades como tenis, fútbol, básquet, patín, gimnasia artística, entre otras. Comienzan a producirse algunos problemas económicos debido al agotamiento de la principal fuente de ingresos (venta de lotes) por lo que se toman medidas drásticas para superar éstos inconvenientes. Así se reduce el personal en la Sección Consumo (ya que el 80% de los socios residen fuera de la zona de influencia de la Cooperativa y no compran sus productos) y se transfiere la Sección Producción a los propios façoniers que la componían.
El 2 de mayo de 2000, nació la Biblioteca del barrio con nada más de 700 libros, producto de donaciones de vecinos en mayor número y de algunas embajadas, editoriales y entidades en menor proporción. [2] 
2008-2009 
El 5 de mayo de 2008, se pudo cumplir con un anhelo largamente proyectado y para el que trabajó mucha gente a través de los años: la apertura del natatorio climatizado. Gracias a esta nueva actividad aumentó la masa societaria (en la actualidad más de mil socios) y la afluencia de niños, adolescentes y adultos se hizo permanente. Así, con un incremento de los ingresos pudo encararse una serie de mejoras en las instalaciones: baños en las canchas de tenis, iluminación del acceso y parque, embaldosado del camino de acceso, reformas en los vestuarios, reparación del techo del gimnasio, renovación de las luminarias de las canchas de tenis, cambio de redes y flejes de tenis.
Compilación Chalo Agnelli
FUENTE
Agnelli, Chalo (14/8/2004) “Maestros y Escuelas de Quilmes”, Ed. Jarmat, Bernal.
Club Los Cooperarios, http://www.clubloscooperarios.com
Facebook Ciudad de Quilmes.
NOTA

[1] Ver Maestro y Escuelas de Quilmes Pp. 189 y 190

[2] Ver en EL QUILMERO del martes, 28 de mayo de 2013 Biblioteca Popular “Los Cooperarios" (colaboración)


“LO DE LA PLAZA DE LA COLONIA” – NOTA DE “EL ARIETE”, 1926

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Por Chalo Agnelli
El domingo, 1 de febrero de 2015, se publico en EL QUILMEROS la nota La Plaza Aristóbulo Del Valle o placita de La Colonia que desarrolla los siguientes temas:La Leyenda”; “La Historia Oficial”; “Y Después...”; “Los Placeros”; “Vándalos”; “La Sangre Derramada…”; “Últimos Cambios” y comentarios aportados por Sonia Érica del Valle (descendiente del Aristóbulo del Valle) La nota que sigue está tomada de una colección de periódicos “El Ariete”, donde se desarrollan entretelones que se entrecruzaron arbitraria y desordenadamente en torno a la fundación de esta plaza desde el punto de vista de una tendencia política (Partido Socialista) opuesta al intendente de turno y al “lopizmo”[1](orientación del Partido Radical)  autoridades de la época. Conflictos que, en parte, se anuncian en la nota antes mencionada. 
del periódico socialista “El Ariete”(textual)
UN “MEETING[2]. VARIOS ORADORES CON DENUESTOS CONTRA LOS CONCEJALES Y UN PETITORIO FIRMADO EN SU MAYOR PARTE POR CRIATURAS
La plaza de La Colonia es un pretexto de explotación política, la Asociación de Fomento de Quilmes Oeste [3]no es otra cosa que un comité político, donde se abusa de la buena fe y la confianza de mucha gente. 
Cada día nos vamos aproximando más al descalabro definitivo de esta pobre Comuna, la que, a pesar del esfuerzo perseverante de los radica­les [4]de llevarla a la ruina (ironía), se man­tiene por su gran vitalidad. Pero de seguir así las cosas no po­drán resistir mucho tiempo, si la torpeza ciudadana no desaparece. 
 LO DE LA PLAZA 
Entre los hechos últimos que han despertado la atención de la gente, figura el de esta plaza. Bueno y muy conveniente es recordar de donde ha salido este entusiasmo por la adquisición de la famosa manzana. [5] 
Todos los vecinos saben, toda La Colonia ha concurrido a aquel famoso remate realizado por los rema­tadores Bravo Barros, [6]de esas tie­rras que en una enorme lonja es­tá separada por la vía del F. C. Sud. Tierras bajas, siempre llenas de agua, verdadera laguna. 
Este remate se realizó por orden del señor Pereyra Iraola [7]nuestro “progresista y generoso vecino” (ironía), adquirente por la obra de un plei­to largo, lleno de incidencias, en el cual se han usado toda clase de argucias y las poderosas influencias que otorga al hombre rico, su pro­pia riqueza, su “situación social y política” (sugerente), mucho más efectiva cuando se litiga contra gente pobre, sin recursos y sin influencias.
Todo Quilmes sabe, y especialmente los de La Colonia, que esas tie­rras han sido enajenadas sin que existiera un título perfecto y todos conocen a la familia que debiera ser la verdadera dueña. [8]Los que han comprado el día del remate lo han hecho impulsados por malos informes y por las culpas connivencias de la Municipalidad que apoyó la venta y se prestó a la triste misión del “gurupí”(sic),[9]como vamos a demostrarlo. 
Así se explica que esas tierras malas, bajas, llenas de barro, alcanzaran un precio de cerca de TREINTA PESOS MONEDA NACIONAL la vara cuadrada. [10] 
Recordamos que ese día del remante, para cuyo éxito se había contado con tantos aliados y con una propaganda escrita en la cual no hacía mención siquiera sobre la calidad de los títulos para no despertar sospechas. Recordamos, decíamos, que fue rica en incidentes pues algunos miembros de la familia que discute su derecho sobre la tierra a grandes voces para que todo el mundo oiga, que esas tierras no pertenecían a quien ordenó su venta. 
Muchos de La Colonia que saben lo dudosos de los títulos han salvado sus ahorros que no ser así pudieran haber adquirido una vara de tierra con títulos no muy claros y discutibles. 
COMPLICIDAD DE LA MUNICIPALIDAD 
La complicidad del intendente municipal en la elevación especula­tiva de los precios de la tierra es evidente. Permitió que ese día del remate, se fijara en la famosa manzana que ha dado en llamarse “Plaza de La Colonia”, contigua a la loteada para el remate, un enorme letrero que decía: “RESERVADA POR LA MUNICIPALIDAD PARA PLAZA".
Esta circunstancia hizo creer a los compradores que adquirían tierras con frente a una plaza o muy próximas a ella, lo que proclamaba como argumento fundamental, principalísimo, el rematador para salvar así la voluntaria omisión dehablar sobre el mérito de los títulos, a pesar del requerimiento de algunas personas del público. 
Así la Municipalidad hacía el triste papel de “grupí”, prestándose a las especulaciones de los presun­tos dueños y la casa vendedora y facilitaba al amigo político la forma de aumentar su ya enorme patrimonio.
Pero como se verá, habiéndose pagado un precio exorbitante por la primera manzana repercutirá forzosamente sobre el precio de la que ostentaba el cartel significativo. 
LA ACCIÓN DE LA ASOCIACIÓN DE FOMENTO QUILMES OESTE 
Alguien, nos ha informado que “destacados” elementos de esta fa­mosa “asociación de fomento” son los que han gestionado para que la in­tendencia municipal se interese por la manzana con destino a plaza y así se puso el cartel; vi­niendo ello a pedir por boca de los rematadores y del señor Pereyra Iraola, porque realizaban con la intervención de la asociación de “fomen­to” y de la intendencia, un pingüe negocio. Francamente llama la atención esta forma de actuar de la bullanguera “asociación de fomento”que quiere proteger a los vecinos de La Colonia. 
Por sus estatutos esta institución tiene marcado su funcionamiento. En la práctica es una mera aso­ciación regentada por personas que buscan exclusivamente posiciones políticas y les ha parecido bien escalarlas tomando como base la bue­na fe de muchos vecinos. El último acto realizado patentizó en forma indubitable lo que acabamos de de­cir; pero sabemos también que algunos asociados se van dando cuenta de qué son instrumentos de ins­piraciones que no responden a las finalidades de la asociación y hasta de que, como se dice, de que el asunto de la plaza, no es otra cosa que el hecho de que cierto per­sonaje es propietario de fincas a las que desea mejorar de valor. 
EL MEETING 
Realizóse (sic) el famoso acto públi­co. Hablaron concejales de la frac­ción lopizta, otros ciudadanos de la misma filiación y otros independientes.  Pero no dijeron nada sobre el origen de la adquisición, se guardaron muy bien de hacerlo y no faltó orador que pretendiera hacer creer al público que se trataba de un acto sin relación política, pero todos terminaban con la afirma­ción de que los lopiztas saldrían ganadores en las próximas eleccio­nes; “Ya verán en noviembre”, decían.
Posteriormente, hicieron firmar un petitorio, por algunos vecinos y por todas las criaturas que al rui­do concurrieron, lo que es muy fácil constatar así lo afirman todos los presentes. Veremos en qué termina este “affaire” de la plaza. Seguiremos en el próximo núme­ro. 
Prof. Chalo Agnelli
FUENTE
“El Ariete”, Quilmes, septiembre 4 de 1926 – Año XVII N° 62 (Textual) Colección que se halla en el Museo Bibliográfico Documental Bibliotecario Carlos Córdoba de la Biblioteca Popular Pedro Goyena. 
Agnelli, Ch. (2010) "La Colonia de Valerga - Historia social del segundo barrio de Quilmes". Ed. Tiempo Sur. Quilmes.
NOTAS

[1]Se refiere a partidarios del Dr. Rodolfo Adalberto López.
[2] Meeting es una palabra inglesa de uso muy generalizado en Argentina, Chile, Paraguay; tanto que la Real Academia española la incorporó a su diccionario como “mitín” m.: “Reunión donde el público escucha los discursos de algún personaje de relevancia política y social.” En periodismo de esas primeras décadas del siglo XX hallamos muchas palabras inglesas o francesas de uso común.
[3]Ver en EL QUILMERO del domingo, 29 de abril de 2018“Sociedad de Fomento de La Colonia o de Quilmes Oeste”

[4] Ejercía la intendencia ese año desde el 23 de julio de 1925, don Ángel L. Levanti hasta el 22 de septiembre de 1926, termina el período don Clemente Baggiani y en 1927 asume la intendencia el radical Dr. José Eduardo López, hijo de José Andrés López, ex intendente en 1904 y 1905, y hermano de Rodolfo A López, quien era el líder del “lopizmo”. Ver en EL QUILMERO del viernes, 12 de diciembre de 2014, “Rodolfo Alberto López - Una dinastía de políticos quilmeños”

[5]Entre las calles Carlos Pellegrini, Aristóbulo del Valle, Islas Malvinas y Vicente López
[6] Bravo Barrios & Cía. tenía oficinas en la calle San Martín 361 con sucursal en Cabildo 1978 de la CABA.
[7]Se refiere a Leonardo Pereyra Iraola (1867-1943) fue uno de los fundadores de la Unión Cívica y miembro del comité nacional de la Unión Cívica Radical. Era abogado egresado de la Universidad de Buenos Aires. Su descendencia contrajo matrimonios con miembros de las familias Anchorena y Álzaga, integraban el llamado clan Santamarina. Su padre fue el propietario de la estancia San Juan (hoy Berazategui) Las propiedades que tenían en Quilmes, en realidad eran de sus hermanas María Luisa casada con Marcelino Herrera Vega y María Antonia casada con Rafael Herrera Vega, estos hermanos venezolanos eran los administradores de esos bienes inmobiliarios y con ellos trata la Municipalidad para la compra de la manzana que hoy es plaza y la próxima circundada por las calles Malvinas V. López, Tucumán y A. del Valle, como se menciona en la nota publicada el 1 de febrero de 2015 en este blog.
[8] Según el desglose de mercedes hecho en 1818 por Francisco Mesura, que publica don Luis Otamendi en su libro “Historia de la Reducción” esa propiedad era parte de una chacra compuesta por 16 manzanas otorgada a doña Catalina Aguirre, supuestamente de origen quilme. La Chacra estaba circundada por las actuales avenidas Hipólito Yrigoyen, Carlos Pellegrini, Vicente López y Rodolfo López.
[9]Grupi: falso postor en un remate, en connivencia con el rematador
[10] Una vara cuadrada equivale a 0,7 m2. Si bien ya no se empleaba esa medida de longitud en la Argentina, como Quilmes, cuando fue trazado en 1818, por el agrimensor Francisco Mesura lo fue en varas, para algunas demarcaciones urbanas, durante las dos o tres primeras décadas del siglo XX,se siguió usando la medida en vara.

CONGRESO DE HISTORIA SANMARTINANO – MORENIANO 24 A 31 DE JULIO DE 1978

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En medio de la sombra de la muerte, digitada por el Estado, que se venía esparciendo por el país desde 1976, en medio del miedo, el exilio, la crisis económica de una dictadura cívico-militar-eclesiástica que implantó un neoliberalismo macabro (el tercero) se realizó en Quilmes el Congreso de Historia Sanmartiniano – Moreniano. Era el año del Bicentenario del nacimiento del General Don José de San Martín y del Dr. Don Mariano Moreno. Las dos más preclaras mentes de lo que fue una Revolución auténtica y sin retrocesos(Chalo Agnelli)
En este Congreso se honró al Libertador quien dijo: 
* "Mi sable nunca saldrá de la vaina por opiniones políticas".
* “La patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crímenes, ni le da armas para que cometa la bajeza de abusar de estas ventajas ofendiendo a los ciudadanos con cuyos sacrificios se sostiene. La tropa debe ser tanto más virtuosa y honesta, cuanto es creada para conservar el orden, afianzar el poder de las leyes y dar fuerza al gobierno para ejecutarlas y hacerse respetar de los malvados que serían más insolentes con el mal ejemplo de los militares. La Patria no es abrigadora de crímenes”.



Y se honró al Pensador Revolucionario quien dijo:
* “Desde el descubrimiento empezó la malicia de perseguir a unos hombres que no tuvieron otro delito que haber nacido en unas tierras que la naturaleza enriqueció con opulencia y que prefieren dejar sus pueblos que sujetarse a las opresiones y servicios de sus amos, jueces y curas.”
* “Quiero más una libertad peligrosa que una servidumbre tranquila.”



Seguimos para esta reseña lo publicado en el folleto de la Dirección de Cultura de la Municipalidad de Quilmes “QuilmesInformativo Cultural” (con algunas incursiones de términos y enfoques del compilador) correspondiente a los meses de setiembre y octubre de ese fatídico 1978; que reseña bajo el título:

REPERCUSIÓN NACIONAL TUVO EL CONGRESO DE HISTORIA SANMARTINIANO - MORENIANO
La foto muestra la cebecera de la sesión de clausura del día 31 de julio, mientras usa de la palabra el Dr. Barba, quien está acompañado por el intendente de facto comodoro (R) Osvaldo Gally, los presidentes de los Institutos Nacionales Sanmartiniano y Moreniano, general Joaquín Aguilar Pinedo y Dr. Jorge Feijóo.

Jornadas pletóricas de fervoroso espíritu de investigación histórica se cumplieron en la ciudad de Quilmes entre el 24 y el 31 de julio ppdo. con la realización del Congreso Nacional de Historia Sanmartiniano Moreniano, organizado por la Municipalidad y pres­tigiado por la participación del presidente de la Academia Nacional de la Historia, Dr. Enrique Barba y de 122 historiadores representantes de casi todas las provincias que inter­cambiaron conocimientos y compartieron una larga semana de fecunda camaradería. 
TRABAJOS Y PONENCIAS APROBADOS 
El Congreso Nacional de Historia Sanmartiniano-Moreniano se reunió entre los días 24 y 31 de julio, con 122 participantes divididos en dos comisiones de trabajo: la N° 1 estaba presidida por el Sr. Carlos A. Terbeck con el Sr. José Abel Goldar como secretario y la profesora Hebe García de Bargero co­mo relatora e incluía a los congresistas con apellidos de la ‘A’ a la ‘H’; la N° 2 tuvo como presidente al profesor A. J. Pérez Amuchástegui, como secretaria a la profesora Juana Celia Gemignani de Romani y como relator al Sr. Alejan­dro Molle, e incluía a los restantes congresistas. Ambas comisiones se reunieron en seis sesiones de trabajo cada una, incluyendo el plenario del jueves 27 por la tarde, presidido éste por el Dr. Barba. En total se presentaron 29 tra­bajos y 9 ponencias. Estas fueron aprobadas en su totalidad y, de los trabajos, lo fueron 19, con recomendación de publicación (tarea esta última que se encuentra en estudio y preparación actualmente)
La nómina de los trabajos y ponencias aprobados fue la siguiente: 
TÍTULOS Y AUTORES 
“Mariano Moreno”por el Prof. Francisco Míguez 
“El pensamiento político de Moreno y su incidencia en el com­promiso libertador sudamericano” por A. J. Pérez Amuchástegui 
“La Representación de los Hacendados y una fuente poco conocida” Por Carlos Alberto Suárez 
“A propósito de Mariano Moreno”por Ángel Castellán 
“La Mita de Potosí vista por Mariano Moreno a través de su disertación sobre el servicio personal de los indios” por María Marta Fasano y Marta Amalia Pavón. 
“Algunos aspectos del pensamiento político de Mariano Moreno” por Marta I. Verdenelli de van Gelder y Ana Teresa Zigón. 
“El pensamiento de Moreno y la acción política de San Martín. Participación de Monteagudo” por Carlos Augusto Terbeck 
“Mariano Moreno y la Revolución Francesa” por Eduardo O. Dürnohöfer 
“Mariano Moreno y su ideario”por Alcibíades Lappas. 
“La conciencia nacional a través de los hombres de Mayo” por Palmira Bollo Cabrios 
“Don Juan de San Martín, ejemplo del hombre público cristiano” por Alejando F. Molle 
“San Martín y el Perú”por Oreste C. Ales 
“La Posta de San Martín” por Norma V. Y. de de la Torre. 
“Repatriación de los restos del Libertador y su traslación por la Armada Argentina” por Juan L. Almedia 
“Personalidad agregia del Gral. José Francisco de San Martín, el Libertador” Por Francisco Míguez 
“Los regimientos en que revistó San Martín durante su perma­nencia en España” Por Margarita Gossi de Bottini y Atilio Bottini 
“Episodios de la Independencia del Perú a través de la correspon­dencia entre el Libertador y el Marqués de Torre Tagle” por Aníbal J. Luzuriaga 
“San Martín y la Universidad de San Marcos en Lima” por Luis A. Ledesma Medina 
“Vida y personalidad del Gral. José de San Martín” (Residencia del Libertador en el exilio) por Daniel López Barreto.
Se aprobaron además 9 ponencias: 2 del Gral. Oreste C. Ales, 2 del Sr. José María Prado y una de cada uno de los siguientes congresistas: Dr. Leopoldo A. Cuello y profesores Juana Celia Gemignani de Romani, Ernesto Del Gesso, F. Adolfo Maseiopinto y A. J. Pérez Amuchástegui. 
COMBATE DE QUILMES 
Entre las actividades que se cumplieron en los días en que transcurrió el Congreso de Historia Sanmartiniano Moreniano, uno de los actos de mayor trascendencia por las personalidades que reunió fue la inauguración por parte de la Municipalidad de Quilmes del Paseo Ribereño "Combate de Quilmes".
El 28 de julio, en vísperas del aniversario de ese hecho de armas, la Armada Nacional donó un monumento conmemorativo consistente en un ancla,[1]junto a la cual se descubrieron placas y se colocaron ofrendas florales. Estuvieron presentes el entonces(execrable figura que ensució con su presencia la figura de dos padres de la patria)comandante en jefe de la armada, almirante Emilio Massera, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, general Manuel Ibérico Saint Jean(otro individuo de oscura memoria que dijo: "Primero mataremos a todos los subversivos, luego mataremos a sus colaboradores, después a sus simpatizantes, enseguida a aquellos que permanecen indiferentes y, finalmente, mataremos a los tímidos");el comisionado muni­cipal de Quilmes, comodoro (R) Osvaldo Gally; el director del Departamento Histórico Naval, contraal­mirante Laurio H. Destefani, otras autoridades, los integrantes del Congreso e invitados especiales.
CRÓNICA DEL CONGRESO 
La afortunada circunstancia de que en 1978, se cumpliera el bicentenario del nacimiento de dos patriotas de tan significativa actuación en el destino de nuestro país como el Dr. Ma­riano Moreno y el General D. José de San Martín movió a la Municipalidad de Quilmes a organizar el Congreso Nacional de Historia Sanmartiniano Moreniano en memoria de esos ilustres prohombres, reuniendo a más de un centenar de historiadores, profesores e investi­gadores de todo el territorio argentino quienes entre el 24 y el 31 de julio cumplieron un interesante programa de trabajo y estudio y de conocimiento de lugares quilmeños y de camaradería que dejó gratos recuerdos entre quienes lo compartieron.
Haremos ahora una breve reseña de lo que fueron esos días verdaderamente históricos: 
EN LA CASA DE LA CULTURA 
El lunes 24 por la tarde en la Casa de la Cultura se realizó la primera reunión preparatoria durante la cual el Comodoro (R) D. Osvaldo Gally dio la bienve­nida a los congresistas. Previamente se les habían entregado en una carpeta la documenta­ción del Congreso (resúmenes y programas), así como recuerdos de nuestro medio. En esa sesión fue designado presidente del Congreso el titular de la Academia Nacional de la Histo­ria Dr. Enrique M. Barba. 
PLACA DEL CONGRESO 
Al día siguiente, martes 25, se rindió homenaje a los próceres que motivaron el evento: al Gral. San Martín ante su monumento en la plaza que lleva su nom­bre y del Dr. Moreno en la plaza Ramón Falcón (afortunadamente hoy llamada del Bicentenario), ante la placa que los recuerda. Más tarde con- tw$uó la sesión preparatoria y se designó como vicepresidentes del Congreso a los presiden­tes del Instituto Nacional Sanmartiniano y del Moreniano, Gral. Joaquín Aguilar Pinedo y Dr. Jorge Feijoo. Por la tarde se efectuó la sesión inaugural con la concurrencia de importan­tes autoridades, usando de la palabra el comodoro Gally y el Dr. Barba, quien en esa ocasión designó como secretarios a los profesores Palmira S. Bollo Cabrios y Aníbal J. Luzuriaga y como vocales a la Prof. Edith Debenedetti y al Sr. Luis E. Otamendi. 
EXPOSICIÓN NUMISMÁTICA 
Posteriormente la concurrencia se dirigió al Museo de Artes Visuales donde se inauguró la Exposición Numis­mática, Documental e Iconográfica, ocasión en que usó de la palabra el Director de Cultura de la Municipalidad, Prof. Armando B. González. Esta muestra contó con la activa participa­ción de los miembros del Instituto Bonaerense de Numismática y Antigüedades. El acto se cerró con un lunch. 
TALLER REGIONAL QUILMES 
El miércoles 26 se iniciaron las sesiones de trabajo en el Círculo Univer­sitario de Quilmes. A mediodía se efectuó la visita al Taller Regional Quilmes de la Fuerza Aérea Argentina, ocasión en que se agasajó a los congresistas que luego recorrieron la zona ribereña y por la tarde realizaron la segunda sesión de trabajo. 
PARQUE DE LA CERVECERÍA 
El jueves 27 los congresistas pasaron la mañana recorriendo la Cervecería Quilmes, empre­sa que a mediodía los agasajó en el Parque de su propiedad. Por la tarde continuaron consi­derándose trabajos, esta vez reunidas ambas comisiones en plenario presidido por el Dr. Barba. Por la noche, en la Casa de la Cultura, ofreció un concierto el Conjunto Vocal de Cámara de la Municipalidad, que dirige el maestro Néstor Andrenacci. 
MUSEO “ALTE. GUILLERMO BROWN" 
El viernes 28 por la mañana continuaron las sesiones de trabajo y a mediodía, pese a las inclemencias del tiempo se visitó la Papelera Massuh, recorriéndose las instalaciones y parti­cipando de un agasajo. Por la tarde hubo nuevamente un plenario en el Círculo Universita­rio. A las 18 se concurrió al Museo Histórico Regional “Alte. Brown" en Bernal, donde se exhibió un audiovisual sobre “La gesta de Patagones" y posteriormente, en la Casa de la Cultura, ofreció un recital la pianista Ana Schapiro.
La presencia de estos genocidas, asesinos seriales, ensució la memoria del Padre de la Patria, quien dijo:“La patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crímenes, ni le da armas para que cometa la bajeza de abusar de estas ventajas ofendiendo a los ciudadanos con cuyos sacrificios se sostiene.” Y la memoria del infatigable héroe Almirante Guillermo E. Brown

Momento de la inauguración del Paseo Ribereño "Combate de Quilmes", el 29 de julio, en vísperas del aniveersario de ese hecho de armas. La Armada Nacional donó un monumento conmemoriativo consistente en un ancla, junto a la cual se descubrieron placas. En la foto, los genocidas: E. Massera, quien era comandante en jefe de la Armada, el general M. I. Saint Jean, goberandor de facto de la Provincia, el contralmirante L. H. Destefani, director del departamento Histórico Naval, el intendente de facto O. Gally, otras autoriades, integantes del Congreso y escaso público. 
PASEO RIBEREÑO 
Por la mañana del sábado 29 se llevó a cabo la inauguración del Paseo Ribereño “Com­bate Naval de Quilmes”, acto en que se descubrieron un monumento donado por la Marina y varias placas, colocándose ofrendas florales en la víspera del 152° aniversario de ese glorioso hecho de armas.
Concurrieron al acto (los genocidas) Massera, Ibérico Saint Jean y autori­dades, usando de la palabra el contraalmirante Laurio H. Destefani y el comisionado Gally. Luego se efectuó un agasajo en el Pejerrey Club y por la tarde se realizó el llamado "Viaje de los tres siglos", a partir de la plaza principal de Quilmes, llegando hasta el Museo del Transporte y la histórica Casa de Santa Coloma. Por la no­che en la Casa de la Cultura se exhibió un audiovisual sobre el Campeonato Mundial de Fútbol.
Ancla que se colocó el 29 de julio de 1978, en oportunidadla inauguración del Paseo Ribereño “Com­bate Naval de Quilmes”(Ver en EL QUILMERO del jueves, 31 de diciembre de 2015“El ancla de la Ribera – un misterio para resolver”)

ACTO DE CLAUSURA 
El lunes 31, luego del descanso dominical, se realizaron por la mañana las últimas sesiones de trabajo y a mediodía se visitó el Batallón Depósito de Arsenales "Gral. Domingo Viejo Bueno", donde luego de mostrarse el material allí existente, se sirvió un sabroso locro y se entregó como recuerdo un banderín de la valiente unidad, a cada congresista. Por la tarde, en el salón de actos de la Casa de la Cultura se efectuó el acto de clausura: allí la profesora Gemignani de Romani leyó la nómina de los trabajos y ponencias aprobados; el profesor A. J. Pérez Amuchástegui habló en nombre de los congresistas, haciéndolo a continuación el Gral. Aguilar Pinedo, el Dr. Feijoo y el Dr. Barba; finalmente se entregó al comodoro Gally un pergamino con la firma de todos los congresistas, como expresivo reconoci­miento.
Última actividad del Congreso fue la cena servida en el local de la Cámara de Comerciantes en Artefactos para el Hogar, a la cual asistieron las autoridades y los congresis­tas. En esa ocasión el comodoro Gally agradeció la presencia de quienes actuaron en el Con­greso y el profesor Pérez Amuchástegui formuló la última ponencia: contra los historiadores extranjeros que deforman la verdad sobre la figura del Gral. San Martín. Antes de partir los congresistas recibieron diplomas y certificaciones y la hermosa medalla del Congreso diseña­da por el maestro Víctor E. Roverano.
Fue el Congreso un acontecimiento cultural de inusual importancia que hallará adecuada culminación con la no muy lejana publicación de los trabajos y ponencias aprobados y de una crónica más detallada para satisfacción de más de un centenar de participantes fer­vorosos.(Salvo los calificativos en negrita del compilador, el resto del texto es textual)
ADENDA

Medalla conmemorativa del Congreso según diseño del Maestro Víctor Roverano
En la segunda quincena de octubre de 1980 se editó un libro con los detalles del Congreso y la nómina de trabajos aprobados con recomendación de publicación; con una tirada de 1000 ejemplares que se repartieron entre los participantes, las Bibliotecas Populares, instituciones históricas, educativas y culturales del Partido de Quilmes y partidos vecinos. 
Para completar la historia es necesario agregar algunos sucesos previos a este congreso, durante su organización – quien esto escribe fue testigo de reuniones en las que se debatieron estas circunstancias - donde no todo fue armonía, pues algunos invitados característicos se negaron a participar, en primer lugar, pues ponencias de alto nivel académico no fueron aprobadas sin razones válidas, por la comisión de publicación, integrada por: la Prof. Palmira S. Bollo Cabrios, secretaria del Congreso; el Prof. Armando González, Director de Cultura de la Municipalidad de Quilmes; el señor José Abel Goldar, Director del Museo Histórico Municipal Alte. Brown y las colaboradoras señoras Elena Fontanari de Mesa y Beatriz Ronconi de Sdrubolini, personal de la Dirección de Cultura. Los contestatarios presentaron nota escrita al Secretario de Gobierno y Cultura Prof. Agustín L. J. Bottaro con las razones de su negativa, entre las que también se señaló la situación grave por la que estaba pasando nuestro país; nota firmada, entre otros,  por el profesor Juan Carlos Lombán, el artista plástico Aldo Severi, educadores y algunos miembros de la Asociación Cultural Sanmartiniana de Quilmes.
Compilación, compaginación y argumentación Prof. Chalo Agnelli
FUENTES
“QUILMES Informativo Cultural” Año 1 N° 2 setiembre – octubre 1978 (Colaborador del Informativo José Abel Goldar)
Biblioteca Popular Pedro Goyena
NOTA

[1] Ver en EL QUILMERO del jueves, 31 de diciembre de 2015“El ancla de la Ribera – un misterio para resolver”


MABEL BEATRIZ HARSICH, SU PARTIDA

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Por Ana María de Mena
Hija del autonomista Rodolfo Harsich, fue vecina de Bernal durante muchos años, y de Ranelagh hasta que el martes 17 de marzo se detuvo el corazón de Mabel Beatriz Harsich de Slingo. 
Se había graduado en Quilmes como Maestra Normal Nacional (promoción 1959) y solía recordar con una sonrisa el revoltoso conflicto por la educación de 1958 de “laicos y libres”.
Ejerció la docencia y luego ingresó a la Municipalidad de Berazategui donde desarrolló la carrera administrativa. Era Jefa de Despacho de la Secretaría de Bienestar Social, cuando fue nombrada Directora de Cultura en 1976.
Armó un equipo de trabajo rescatando empleados de otras áreas municipales y logró la incorporación del Prof. Pedro C. Costa. Con él y el maestro Gerónimo Narizzano, emprendió un itinerario novedoso e inolvidable para ella y para quienes entonces nos desempeñamos en Cultura.
Poco después empezó la historia del Centro Cultural “León F. Rigolleau”, cuya apertura la tuvo como una de las protagonistas.
Por la inconsciencia, por ignorancia de los horrores militares de esos años, cometimos muchas imprudencias de las que, por azar, no tuvimos que arrepentirnos. Y ella lidió con el viento en contra de quienes gobernaban.
Asistió a cursos y seminarios y obtuvo el Master en Cultura Argentina de Presidencia de la Nación, dictado por Sara Facio, Alicia Terzian y Oscar Barney Finn, entre otros. También fue Secretaria del Circuito Cultural del Gran Buenos Aires.
Esos primeros años de entusiasmo, buenos tratos, sin presupuesto ni nepotismo, pero apasionados y con imaginación, sentaron las bases de un crecimiento imparable. El tiempo fue dispersando el grupo inicial y fue sumando nuevos valores.
Mabel siguió afrontando desafíos. Se capacitó, creció, viajó y más de una vez las arbitrariedades le dieron ganas de dar un portazo. Pero la sostuvo la familia que siempre fue su prioridad, y no claudicó.
La había formado con Santiago Slingo, con quien tuvo tres hijos: Fernanda, Gabriela y Pablo.
A ellos y a los deudos, va el abrazo a la distancia, el propio, el que se sumará  a aquel equipo formado por ella y muchos otros, y a quienes desean acompañar su despedida.
Dino Pazzelli, Martín Castro, Ángel Palmero, Mabel Harsich, Ana María de Mena, Félix Berdyszak, y un Prefecto, funcionario municipal, escuchando al Maestro Gerónimo Narizzano, en una muestra (diciembre de 1976)
Ana María de Mena/Marzo 2020
Foto: Centro Informativo Berazategui

Ver en EL QUILMERO del jueves, 17 de mayo de 2018, El Centro Cultural “León Fourvel Rigolleau” 1978 - 24 de mayo - 2018 (Colaboración)



“HISTORIA DE LA INDUSTRIA QUILMEÑA 1810-1935” POR JORGE H. LEVORATTI

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 En 1987, la Junta de Estudios Históricos de Quilmes en su primera reconstitución, publica con la Secretaría de Gobierno y Cultura de la Municipalidad de Quilmes el Boletín N° 2 con 14 trabajos de investigación histórica inéditos. Dos del Prof. Jorge Héctor Levoratti: “Composición poblacional de Quilmes en época de Rosas (Dos censos poco conocidos 1836 y 1838)”y el que se transcribe a continuación.  
 Original tipeado por el Lic. Levoratti existente en la Biblioteca Popular Pedro Goyena

LOS ORÍGENES 
Coincidiendo con el surgimiento de la industria en el país nace en Quilmes la actividad saladeril, creciendo vigorosamente en los primeros años, incrementando su población y aumentando su riqueza; a mediados del siglo los saladeros se concentran en los partidos de Magdalena, Zarate, Ensenada y Barracas, Quilmes a su vez va cediendo tierras para el nacimiento de otros partidos, su crecimiento poblacional decrece, en tanto las actividades terciarias van tornándose insignificantes consolidándose preferentemente una estructura agro-ganadera.
La política instrumentada a partir de 1810 en relación al fomentó de las actividades pecuarias y conexas, destinadas a satisfa­cer las necesidades locales y la comercialización de carnes con mercados del exterior se concreta hacia octubre de 1810. El Correo de Comercio del día 13 del mismo mes ([1]) comunica a la población el funcionamiento de una fábrica de carne salada propiedad de Roberto (Ponsonby) Staples [2]en la Ensenada de Barragán, la misma posibilitará el aprovechamiento de carnes que en gran abundancia se desperdi­ciaban.
La legislación comercial española había imposibilitado los anteriores intentos de establecimiento de saladeros, mediante la imposición de reglamentaciones que impedían el consumo de la sal local (de Carmen de Patagones) e imponían el consumo de la sal proveniente de Cádiz.
El saladero de Staples y Mac Neil (John McNeile) [3]contaba con ocho toneleros, dos carpinteros, cuatro peones extranjeros y de cuarenta a sesenta peones criollos.
Hacia 1815 nace en Quilmes la industria saladeril.[4]La divi­sión del trabajo en distintas etapas y la participación de varios y diferentes operarios en las fases de elaboración, permiten encuadrar a la actividad saladeril como industrial.
Roberto Taylor,[5]en tierras que después pertenecieron a la fami­lia Clark - los establecimientos “La Materna” y “Bella Vista” - de me­dia legua cuadrada, instaló su establecimiento industrial destinado a la salazón de carnes. La imposibilidad de cercarlos algo más de diez kilómetros lineales con alambre (desconocido en la época) o con postes de ñandubay, llevó a Taylor a abrir una zanja de 1,50 m de ancho por 4 m de profundidad. Refiere Craviotto informaciones brindadas por un viajero de la época sobre las instalaciones y las características de los trabajos realizados: “junto al corral de la granja se hallaba instalada una fábrica para hervir o cocer las carnes de vacas; los tanques eran de hierro de procedencia in­glesa y tienen capacidad para cien bueyes”. En estos tanques se cocían ligeramente las carnes, dejándolas medio crudas, luego se salaba y colocaba en barricas con destino a la exportación.
Bajo las órdenes de Taylor trabajaban tres empleados, ocho criados y once personas con su capataz.
El 25 de noviembre de 1815 se constituyó la razón social Rosas, Terrero y Cía., entre Juan Manuel de Rosas, Juan Nepomuceno Terrero yLuis Dorrego. El establecimiento situado en “Las Higueritas”[6]ocupaba un punto estratégico sobre el “camino de las tropas” que comu­nicaba a la Capital con el puerto de La Ensenada - abierto el 9 de agosto de 1815 - cerca de la Tablada Vieja; en las proximidades de lo que hoy es la intersección del camino General Belgrano y Centenario Uruguayo (partidos de Avellaneda y Lanús) [7] 
La fábrica regenteada personalmente por Rosas con férrea administración, contó con un significativo capital y barcos de su pro­piedad, para traer la sal desde Carmen de Patagones y exportar carnes y cueros. El puerto utilizado fue el de Ensenada. 
Según Giberti, [8]los saladeros que proliferaron en número de catorce - desde Ensenada hasta el Riachuelo - mantuvieron estrechas relaciones con el establecimiento de “Las Higueritas” por la solidez económica del mismo, consolidada por la ventaja que le daba el manejo del puerto libre de Ensenada y el control de la sal, que la lancha de José María Roxas y Patrón [9]traía a las playas de Quilmes y Atalaya. “Las Higueritas” cesa en su funcionamiento el 23 de junio de 1817. Juan Manuel de Rosas continuará la actividad del saladero hasta 1835, año en que se liquida la sociedad.
A partir de 1825 se instalaron en Quilmes los siguientes sala­deros [10]- casi todos entre el arroyo Santo Domingo y el Riachuelo - región que a partir del 7 de abril de 1852 pasa a constituir el partido de Barracas al Sud: 
1825 Costa y Ezpeleta 
1826 Guillermo Miller
         Frías 
1836 Alejandro (Woodroffe) Mackinlay [11] 
1840 Guillermo Downess [12] 
         Anderson & Cía 
1840Tomas Amstrong
         Dowdall, George [13]& Lewis, Maurice [14] 
1845 Santa María & Cía. 
         Medrano & Soler
          Iraola & Pizarro 
1849 Francisco Landó 
1850 Patricio Brown
En informe de 1841 - citado por Craviotto - aparecen los saladeros de Mackinlay, Martín Perfun, Enrique Robles, Mariano Luvi, Victorio Aye, Santiago Pertile y Roberto Harto, todos ingleses y de dos franceses Juan Barate y Julio Luto. Evidentemente el autor del in-forme no sabía escribir los nombres extranjeros. Como saladeris­tas criollos figuran Francisco Sáenz Valiente, Manuel Pinto, Juan Lario, Mariano Baudriz y Eduardo Clark.
La etapa saladeril promueve en Quilmes un marcado crecimiento de la población que pasa de 800 habitantes para 1801 - según Fé­lix de Azara en su obra “Viajes en la América Meridional”-15° lugar entre los partidos de la provincia de Buenos Aires, a 1616 almas según los padrones de 1815; 12° lugar y a 4579 pobladores para 1836; 3° lugar, después de San Isidro y San Nicolás de los Arroyos.
Los registros de población hacia 1853 según Craviotto [15]indican una población de 7.141 habitantes, 2.014 en el pueblo y 5.126 en la campaña, con la siguiente composición: 4.700 porteños, 820 ar­gentinos (diferencia que se establece por la separación que existe entre el Estado de Buenos Aires y la Confederación Argentina) 719 ingleses, 470 españoles, 314 franceses, 84 italianos y 33 de otros países.
El 10 de septiembre de 1861 se crea el partido de Lomas de Zamora con tierras cedidas por el partido de Barracas al Sud y el noroeste de Quilmes.
La estadística de 1866 [16]indica 5.250 pobladores, 1.400 en el pueblo y 3.550 en la campaña, con la siguiente composición: 4.089 argentinos, 354 italianos, 346 españoles, 246 franceses, 96 ingleses, 46 alemanes y el resto de varias nacionalidades.
Entre los trece años - que median entre ambas estadísticas - la poblaciónurbana ha disminuido yvariado notablemente el origen de sus pobladores, los ingleses reducen su participación del 10,06% al 1,17% en tanto que los italianos del 1,86%pasan a representar el 6,74% de la población.
Hacia 1872, se estableció en tierras pertenecientes al Cuartel 2° de Quilmes la estación ferroviaria “Adrogué”, loteándose terrenos que dan origen al mencionado pueblo; el 5 de marzo de 1873, secrea el partido de Almirante Brown, Adrogué será su cabecera. En los primeros treinta años de la segunda mitad de siglo vastos territorios dejan de pertenecer a la jurisdicción de Quilmes.
En 1872, la actividad saladeril ha prácticamente desaparecido de Quilmes, el Registro Estedísticode la provincia de Buenos Airesde 1872 [17]incluye solamente dos graserías, uno propiedad de Pedro Alais que posee solamente un tacho, pudiendo beneficiarse diariamente con 100 lanares y el otro propiedad de Martín Elizalde con dos tachos instalados, pudiendo procesar diariamente 300 lanares.
Saladeros, cilindros y tinas no registra el partido de Quilmes, aunque 17 de los primeros hay en la provincia.
El impuesto que han producido en el año 1872 los saladeros y graserías en toda la Provincia de Buenos Aires es de $ 2.199.879, las graserías de Quilines $ 2.677m/c (0,12 % de la provincia) aportada totalmente en el mes de octubre. [18] 
Entre 1877 y 1879, Fernando A. Coni recorre todo el país, levantando un censo geográfico que recién habrá de publicarse en 1951; en el mismo, Quilmes aparece con 6.809 habitantes en total, 1585 en el pueblo. [19]Un reducido número de estancias con gran­des capitales invertidos en las mismas se destaca como aspecto saliente de su economía. Las existencias ganaderas son de 13.300 va­cunos, 8.000 yeguarizos, 50.000 ovinos y 2.000 porcinos. El número de cuadras cultivadas es de 6.000. No se menciona ninguna actividad industrial de relevancia.
La actividad vitivinícolaencontró su expansión a través de la acción de Domingo Cichero  y Pedro Andrés Rosso,[20]este ultimo inició sus plantaciones hacia 1875 con doce cuadras llegando a ocupar 45 hectáreas, el número de cepas por hectárea oscilaba entre las 3.500 y 3.800 cepas, en sus bodegas convenientemente equipadas podían producirse hasta 560.000 litros de vino. La producción del establecimiento de Rosso es de vino tinto, imitando al de origen francés y por su calidad logra competir exitosamente con los importados. La cercanía con el mercado consumidor de la Capital provoca bajos costos de flete, hecho que favorece su permanencia y expansión.
Con motivo de determinarse la futura capital de la provincia, se realiza el 9 de octubre de 1881 un Censo General de la Provincia de Buenos Aires, bajo la dirección del Dr. Dardo Rocha. En relación al estado de las industrias provinciales sostiene que en 1881, se distinguen por el capital que representan sus industrias, los pueblos y partidos de San Nicolás con $100.000.000 m/c, Ensenada con  $ 60.677.000m/c y Magdalena con $22.534.000m/c, siguiendo en orden de importancia los partidos de Azul, Belgrano, Barracas yTandil. El total de establecimientos es de 2.054 yel de personal empleado personas, [21]los partidos mencionados en primer lugar centran toda su actividad en la industria saladeril. En Quilmes se menciona la presencia de 60 establecimientos, con un capital invertido $2.078.700 m/c y 224 personas empeladas.
La población del partido pasa de 6.809 habitantes en 1869 a 8.431 en 1881,con un incremento del 23,82 % de poca significación ya que para el mismo período la provincia crece un 66%.
La estructura económica es predominantemente agro-ganadera; 19.182 ha Son destinadas a chacras. Los árboles frutales ocupan 286 ha Los árboles para construcción y leña 259 ha y los recreativos 51 ha La producción de trigo ocupa 6.445 ha y la de maíz 65.445 ha. Las viñas ocupan 423 ha y representan el 8,14% de la provincia. [22] 
LAS INDUSTRIAS REGISTRADAS PARA 1881 SON:

INDUSTRIAS
CANTIDAD
CAPITAL $m/c
EMPLEADOS
Atahonas
2
34.000
4
Alpargatería
1
7.000
3
Carpintería
6
41.6000
14
Chancherías
1
1.000
4
Cervecerías
1
30.000
5
Confiterías
3
41.000
11
Destilerías
1
150.000
1
Herrerías
11
823.000
40
Hornos de ladrillos
3
189.000
27
Imprentas
1
50.000
7
Mueblerías
1
15.000
4
Molinos de vapor
7
369.000
5
Panaderías
6
166.500
39
Platerías y relacionadas
1
36.000
7
Sastrerías
3
6.000
5
Zapaterías.
12
119.5000
50


EL GRAN IMPULSO (1880 - 1916) 
La etapa se caracteriza por el establecimiento de industrias fabriles en reemplazo de las artesanales; las primeras se orientaran hacia la producción química y las posteriores hacia las actividades manufactureras. Las empresas se constituyen como sociedades anónimas con la finalidad de absorber capitales del mercado financiero, de ese modo su conducción se despersonaliza, siendo ahora determina da por el grado de participación en el paquete accionario. La gran empresa reemplaza a la fábrica dirigida personalmente por el dueño y su familia sustentada básicamente por el esfuerzo personal.
Si bien las actividades industriales reconocen sus inicios en el partido en la segunda década del siglo, las mismas se deprimen a lo largo del mismo y será recién en las dos últimas décadas cuando el desarrollo de nuevas empresas - con fuertes aportes de capital - capultará a Quilmes como localidad definidamente industrial.
La destilería que registra el censo de 1881 pertenece a la firma Giussani & Cía - productora de vermouth, caña, anís y refrescos - [23]ubicada en la calle Brown N° 17 (25 de Mayo) propiedad de José Cortavarría, [24]donde funcionaba una cervecería según el padrón de alumbrado, barrido y limpieza de Quilmes de 1883. [25]En 1884 la misma propiedad aparece registrada como cervecería de José Giussani.
El 8 de agosto de 1886, la firma Otto Bemberg & Cía. [26]solicitan permiso para instalar una destilería, la cual se establecería en Las Conchitas (Hudson) con la denominación de Destilería Franco Argentina, luego Primera Maltería, el capital de la misma será de 2.00.000 de francos.
E1 21 de octubre de 1887, O. Bemberg & Cía. piden autorización pa­ra construir una cervecería (Ver apéndice gráfico) comprometiéndose a invertir 30 millones de francos oro y a emplear 200 obreros; [27]casi igual número del que empleaban todas las industrias de Quilmes.
El incremento de la actividad industrial a la vez que potencializa la economía y mejora las condiciones generales de la población, puede llegar a generar inconvenientes sobre la salud de la misma, por contaminación de las aguas o del medio ambiente las au­toridades municipales en previsión de ello; el 24 de abril de 1888, promulgan la ordenanza sobre establecimientos insalubres y peligrosos, la cual consta de cinco artículos, obligando a saladeros, graserías, chancherías, velerías, almidonerías, jabonerías, curtidurías, destilerías, fosforerías y establecimientos a vapor con fuerza de veinte caballos a instalarse a mas de mil quinientos metros de las calles de circunvalación del pueblo, en terrenos altos, espaciosos y ventilados. Las mismas deberán convertir sus residuos en inofensivos para la salud de la población y contar con aparatos necesarios para controlar las posibles explosiones. Las contravenciones serán multadas con doscientos pesos moneda nacional y no podrán funcionar los establecimientos sin antes ponerlos en las condiciones requeridas. Nicolás Videla firma la ordenanza. [28] 
La prensa de la época registra el establecimiento de nuevas industrias en el Kilómetro 14 del Ferrocarril de La Ensenada,[29]hoy estación Don Bosco, hacia junio de 1888 se radicarán una destilería a vapor y una fábrica de barnices, primeras industrias de la localidad de Bernal, que promoverán el crecimiento de la población y la consecuente edificación en terrenos cercanos a la estación ferroviaria.
En agosto de 1888 a 300 metros de la estación Quilmes se instala una fábrica de baldosas. La población toma conocimiento de la instalación de la fábrica de cerveza de Bemberg & Cía. el 28 de octubre de 1888, [30]la misma se establecerá en las cercanías de la estación ferroviaria.
La opinión pública quilmeña se vio sacudida el 16 de diciembre de 1888, [31]ya que la Comisión de Higiene se expidió desfavo­rablemente sobre el establecimiento de la fábrica de cerveza - en aplicación de la ordenanza de abril del mismo año - debiendo la misma ubicarse a por lo menos 20 cuadras del radio del pueblo y “ser estrictamente vigilada en materia de higiene”, la solicitud de la empresa requería autorización para el cierre de las calles 25 de Mayo y Brandsen.
La situación se vuelca prontamente en forma positiva hacia la solicitud de Bemberg, hecho que se pone de manifiesto por la valorización de los terrenos linderos a la próxima fabrica registrada en los primeros días de febrero de 1889. Un sindicato compra 3.000 varas de terreno al precio de $3 la vara, operación que suma nueve mil pesos, donde deberá formarse obligadamente el núcleo poblacional de los operarios de la fabrica (La Colonia). Luego de esta operación se calcula que la vara de tierra ha pasado a un valor de $ 4,5. [32] 
El 10de febrero de 1889,se notifica la aprobación de los planos presentados para el edificio de la fábrica de cerveza nominada “La Argentina”.[33] 
Las ventas de terrenos de la zona se incrementan ante la reso­lución adoptada, valorizándose los mismos. Hacia fines de febrero ya se habían iniciado las obras y los lotes continuaban elevando su cotización. El ferrocarril de la Ensenada concede un ramal para ligar las vías férreas con los depósitos de la fábrica. [34] 
La Municipalidad el 24 de marzo de 1889 autoriza a la empresa la utilización en forma precaria de las calles que cierran la propiedad al NE la vía del FF.CC de La Ensenada al NO calle por medio a Domingo Pérez; al SE la testamentaria del Dr. Don José Antonio Wilde y al SO José Goñi y Domingo Cichero; y obliga a la compañía a cons­truir un caño de desagüe conectado a la cloaca máxima. [35] 
La primera partida de cerveza se pone en venta al público el 12 de octubre de 1890. Cuatro años más tarde, respondiendo a la creciente demanda del mercado la cervecería se ve en la necesidad de reformar y ampliar sus instalaciones. El 3 de febrero de 1894 O. Bemberg solicita la correspondiente autorización, la misma es girada por el Intendente Nicolás Videla al ingeniero municipal Eduardo Otamendi, quien dado que las implicaban el uso de la vía pública (construcción de túneles y/o puentes uniendo distintos sectores de la fábrica) no puede conceder el permiso, delegando la resolución final en el Concejo Deli­berante, con opinión personal favorable dado el no entorpecimiento del tráfico de las calles.
El 22 de febrero el cuerpo deliberativo presidido por Felipe Amoedo autoriza las reformas con expresa condición de conservar en "perfecto estado de viabilidad y con la suficiente luz, los respec­tivos pasajes, cuando las necesidades del vecindario requieran la apertura de las calles cuyo uso y goce fue concedida a los peticio­nantes por resolución del Consejo de fecha 24 de marzo de 1889”. El mismo día el intendente pasa a vista a la parte interesada. (Las notas, planos y vistas se adjuntan en el apéndice grafico)
Durante 1889, vemos nacer una nueva industria, es la de don Alejandro Dant, quien el 5 de abril solicita permiso para instalar una fá­brica de licores y destilería de ginebra en la chacra de don Manuel Bacigalupo, “situada a doscientos metros de la cervecería en construcción”. La autorización municipal data del 24 de junio de 1889. [36] 
El vertiginoso crecimiento industrial no encontró desde sus inicios la infraestructura adecuada para su desenvolvimiento, el eje vertebrador de las comunicaciones fue el ferrocarril, eran necesarios también caminos firmes que ligaran los no muy lejanos puntos. Al respecto mencionamos la solicitud de don Carlos Harry, Director de la Franco-Argentina del 29 de Septiembre de 1890, requiriendo la unión del cambio de la empresa a su cargo con la vía principal del ferrocarril dado el estado   intransitable del camino llamado, “prolongación de la calle Mitre”.[37] 
De la lista de pagos de patente de 1891 surge la existencia de la fábrica de gaseosas y deposito de cerveza “El Pino”, derivada de la destilería de Giussani, ubicada en las calles San Martín y Buenos Aires (hoy N. Videla).
Rápidamente se registra el crecimiento de la población que para 1887 pasa a tener 12.487 habitantes para el partido y 8.000 para la villa. [38]Registrando un incremento absoluto del 48,1% y del 259% respectivamente, en relación a 1881. El 15 de septiembre de 1890 se crea el partido de Florencio Varela por la ley 2.397,promulgada el 30 de enero 1891, por el gobernador Julio Alejandro Costa,[39] con territorios y población per­tenecientes a Quilmes.
El Censo Nacional de 1895 da al partido de Quilmes 12.048 almas. Las industrias existentes son una fábrica de carnes conservadas por el frío y una gran cervecería. No se registra ningún saladero.
La variación de la estructura demográfica del país, con la incorporación de la masa inmigrante significó una modificación en el mercado consumidor, los agrios vinos de la industria nacional fueron desplazados por la cerveza buena y barata que en las fábricas del país - en numero de 61 - se producía, "y entre ellas una, la de Quilmes, que produce un artículo que no cede en nada a los mejores similares europeos". [40] 
Entre 1890 y 1892 funcionó en la margen del arroyo Giménez la fábrica de carnes congeladas “Highland Scot Canning Company”,1a cual no pasó de ser un saladero, ya que no tuvo instalaciones frigoríficas, perteneció a John Maddox, siendo cerrada por falta de salubridad.
El censo de 1895 pone en evidencia los progresos alcanzados en relación a los capitales invertidos y al personal ocupado. 
INDUSTRIAS QUE SE DESTACAN 
Dos fábricas de vino con 6.000 m², edificados y un capital total de $28.000c/l, en 1894 produjeron 260 hl de mosto y 240 hl de vino, representando un 30% de la elaboración vitivinícola de la provincia.
Una fábrica de cerveza la más importante del país constituida en Sociedad Anónima con un capital invertido de $4.200.000, produce anualmente 76.305 hl por un valor de $2.100.000, cuenta con 25 máquinas a vapor que brindan 476 caballos de fuerza, trabajan en la misma 350 extranjeros y 50 argentinos; representando el 1,76 de todo el personal industrial de Quilmes existente hacia 1881.
Dos destilerías de alcohol, la “Franco-Argentina”con un capital total de $3.000.000 y una producción de 31.345 hl por valor de $1.260.000, sus tres máquinas a vapor producen 125 caballos de fuerza, ocupando 157 obreros;
Y la de “Alejandro Dant” (extranjero); con $60.000 de capital y una producción por valor de $50.000 posee solo una máquina a vapor que entrega 10 caballos de fuerza, ocupando 12 obreros.
En junio de 1899, Adolfo y Augusto Lackmann notifican la instalación de una fábrica de aceite de pescado en el campo de Sebastián Casares, ubicado en Berazategui, sobre el río, en el Cuartel 4, solicitando auto­rización para su funcionamiento, la cual es concedida el 6 de julio, con expresa recomendación de respetar rigurosas condiciones de higiene.[41] 
Hacia 1903 la Compañía General de Fósforos que había destinado la fábrica ubicada en Barracas al Sur para la producción de cajas, decide instalar en Bernal una fábrica de papel y cartulina, que comenzó a funcionar en1904.
Según la estadística provincial de 1905 de industrias y comercios, [42]se encuentran en Quilmes 117 establecimientos con un capital en giro de $5.701.800, que representa el 3,6 % del capital de la Provincia. Se destacan la “Cervecería Argentina” con $4.860.000 de capital y ambas representan el 90,6% de la totalidad del capital industrial del Partido. Los datos fueron obtenidos de los registros de patentes.
“Cervecería Argentina” era indudablemente la principal fábrica, sobre los 767.000 hl anuales producidos en la Nación durante 1903, le pertenecían 400.000 hl. [43]Desde el 25 de enero de 1904 tranvías eléctricos de pasajeros y de cargas, unieron la localidad con la Metrópoli, lo que permitió remitir los productos directamente a la misma. En sus dos instalaciones completas trabajaban regularmente 900 obreros, llegando a 3.000 durante los meses de verano. Su potencia instalada es de 580 H.P. Hacia 1910 la producción alcanzó 989.561 hl.
En 1882 el fabricante de tintas neón Rigolleau y su sobrino Gas­tón, ante la carencia de envases para su próspera empresa, deciden establecer una fábrica de vidrio, en 1886 cuenta ya con 70 obreros y una producción diaria de 2 toneladas de artículos de vidrio, [44]seis años más tarde produce 8 toneladas de vidrio.
Las necesidades de expansión llevan a la firma a adquirir una extensión de 20 ha - ubicada entre los pueblitos de San Salvador y San Francisco - a Ignacio Aldasoro en 1907, el mismo año se inverti­rán $6.000.000 en la construcción e instalación de la nueva planta, alrededor de la misma se constituirá la localidad de Berazategui.
El diario “La Prensa” del 9 de septiembre de 1913 publica una nota según la cual la población urbana alcanzaba hacia 1910, 18.000 personas, representando el 56,2% de la del partido. El proceso de urbanización marca la transformación de la estructura productiva, orientada ahora a las actividades terciarias. En “Rigolleau” trabajan ya 1000 operario. Siendo la actividad financiera desarrollada por tres bancos, el local “Banco Popular”, el “Banco de la Prov. de Buenos Aires” (sucursal desde 1910) y la “Edificadora del Plata”. Ocho periódicos, 150 calles empedradas y dos líneas de tranvías completan el cuadro [45]Hacia 1918, la sociedad fundada el 26 de agosto de 1906 por Juan Orbea, adquiere 24 ha en el Kilómetro 23 del camino a Plata. Lasordenanzas municipales de la ciudad de Buenos Aires impedían a la empresa operar en esa jurisdicción; la fabricación de cartuchos y fulminantes se realizará en Quilmes. Hacia 1920 la firma produce 110.000 cartuchos diarios y ocupa a 60 operarios. En 1924 se constituye en sociedad anónima el 60% de las acciones pertenecerán a la “Nobel Industries Industries Ltda.” integrante de “Imperial Chemical Industries Ltda.”[46]Hasta 1936 fueron ampliándose las instalaciones.
La ardua competencia en la industria papelera, entre “La Argentina”y la fábrica de Bernal de la "Compañía General de Fósforos", concluye en 1925 cuando la primera adquiere la planta de Bernal y pasa a denominarse “La Papelera Argentina”. 
LA INDUSTRIALIZACIÓN PLENA(1916-1935) 
El estallido de la Primera Guerra Mundial ocupó a los estados europeos en sus preocupaciones bélicas, la producción se orientó hacia las mismas; nuestro país, tradicional comprador de las mercaderías europeas, se vio desprovisto de las mismas, debiendo forzosamente incrementar, cuando no iniciar, su producción industrial, se generó de este modo un proceso de industrialización denominado “por sustitución de importaciones”. Rubros hasta entonces irrelevantes de la industria nacional pasaron a cobrar significativo impulso e importancia, a lo largo del conflicto y en los primeros tiempos de las post-guerra. La paz trae nuevamente la prosperidad a Europa y sus naciones procuran recuperar sus ante­riores mercados, la industria nacional acusa el impacto y su actividad decae ante la fuerte competencia. Recién en la década ce 1930, con la sanción de medidas impositivas favorecedoras en el orden nacional y local, que permiten volcar a la industria capitales argentinos y extranjeros, se recuperara.
En el orden local a la estructura industrial existente incrementada a partir de 1916, coincidiendo con la declaración de ciudad, se suma la actividad textil y otras de altarelación capital-hombre.
La producción crece en forma geométrica como asimismo la mano de obra empleada. Uno de los primeros lugares de la economía industrial de la Nación pasa a ser ocupado por Quilmes. La política adoptada a partir de 1930 acentuó sustancialmente el mejoramiento de la industria.[47]La Unión Industrial Argentina a través de su presidente Luis Colombo, manifestó la esperanza que significaba la desaparición de las leyes 11.729 y 11.317. El 15 de enero de 1931 se creó la Comisión Nacional de Fomento de la Industria, con representantes de las diversas entidades interesadas. Entre 1931 y 1935 se crearon doce juntas reguladoras de la producción y se instalaron numerosas empresas extranjeras.
El 31 de julio de 1931 el Con­sejo Nacional de Educación establece el 2 de septiembre como “Día de la Industria Argentina”.
EXIMICIÓN IMPOSITIVA
En el orden local, en 1932, el Dr. Caset promulga la Ordenanza 652, otorgando franquicias impositivas para favorecer la radicación de industrias, a través de la eximición - a las nuevas - de toco gravamen por un período de cinco años y una quita del 50% sobre los impuestos aplicables en los tres años subsiguientes. [48] 
La Ordenanza 652 permitió la radicación de las siguientes empresas:

año 1933 Fabr. de productos Químicos de Metol y Benedetti
                Sección estampado en C.A.T.Y.A.
                Fabr. productos Alimenticios de Cabezón, Gazzolo & Cía.
                Fundición de Acero de Baudilio Compte
                Fabr. de Sulfuro de Carbono de Mijalovich y Romero 
año 1934 Fabr. de Tejidos de Seda "La Suiza Argentina" 
año 1935 Fabr. Tejidos de Lana "La Bernalesa" 
                Fabr. de seda Artificial de S.A. Rhodiaseta Argentina 
                Fabr. de Rayón de Ducilo S.A. (en construcción) 
PRINCIPALES EMPRESAS QUILMEÑAS PARA 1935

INDUSTRIA
CAPITAL EN GIRO
PERSONAL
FUNDACIÓN
Cervecería Arg.Quilmes
$16.821.865
2.800
1889
La Papelera Argentina
$3.761.198

1904
Cristalerías Rigolleau
$3.463.114
1.200
1882
Primera Maltena Argentina
$3.364.021

1886
Cía. Gral. Fabril Financiera
$2.066.939

1925
C.A.T.Y.A.
$1.074.517

1933
Cabezón, Gazzolo & Cía
$600.000

1933
Soc. Aux. Agrícola Comercial
$524.748


Textilia S.A.
$522.742

1931
La Bernalesa
$500.000

1935
Cartuchería Orbea S.A.
$500.000

1906
Borel & Cía.
$276.000


Caneparo Hnos.
$262.000
200
1931
Scabuzzo & Cía.
$183.000


Crist. La Estrella
$112.000
100
1924
La Suizo Argentina
$100.000

1934

La capacidad transformadora de una industria estriba centralmente en la disponibilidad de su fuerza motriz instalada, la cual denota asimismo el grado de industrialización y productividad alcanzado, en este sentido hacia 1935 nos encontramos con la siguiente situación:
Potencia instalada 27.821 kw, motores a vapor 5.728, turbinas a vapor 4.840, motores a combustión interna 1.203, motores eléctricos a corriente comprada 16.050 y a corriente propia5.277. Los generadores de electricidad tienen una capacidad de 4.867 kw.
De la lectura comparativa con los demás partidos de la provin­cia surge la ocupación del cuarto lugar en potencia instalada (9,5 % de la de toda la provincia), en motores eléctricos y en mo­tores primarios y el tercer lugar en generadores de electricidad, muy cerca de Avellaneda. Para dimensionar la importancia de estas cifras diremos que la potencia instalada en Quilmes es similar a la de todas las provincias mesopotámicas argentinas.
Los 252 establecimientos ocupan a 523 empleados y 7.264 obreros (con una relación de 30,9 operarios por fábrica); la industria ofrece 10 empleos sobre cada 107 habitantes.
El capital invertido alcanza a los m$n 71.609.349 y la producción para el ejercicio l/07/1934 al 30/06/1935 a m$n 50.240.470, superada solamente por los partidos de La Plata y Avellaneda.
Los salarios percibidos por las 7.787 personas ocupadas alcan­zan a m$n 11.428.279, lo que indica una retribución media por obrero/año de m$n 1.467, escasamente superada por La Plata y Lomas de Zamora, la producción de este ultimo llega solamente al 58 % de la de Quilmes.
La densidad capital-fábrica es dem$n/fabr. 284.162, la más alta de toda la provincia, dato elocuente que refleja la existencia de unidades de producción de significativo volumen y no de pequeños talleres.
La relación capital/hombre es de m$n 9.195 por obrero, ocupan­do el segundo lugar en la provincia de Buenos Aires. 
Elcapital invertido en máquinas y herramientas es de m$n24.957.786, solo Avellaneda supera esta cifra.
Por último señalamos que el promedio de utilidad bruta de la provincia de Buenos Aires es de 20,5 %y la del partido de Quil­ines de 43%. [49] 
CONLCUSIÓN
De los datos anteriormente señalados resulta indudable la ca­racterística definidamente industrial del partido, surgida de factores geográficos: cercanía al principal mercado de consumo del país, rápida y fluida comunicación y transportes con el mismoy de factores humanos: laboriosidad de su población y capacidad de ahorro e iniciativa, conjunción que atrajo capitales y hombres, posibilitando a Quilmes ubicarse, hacia 1935, en el tercer lugar de la industria provincial y en el quinto de la industria nacional.
Lic. Jorge Héctor Levoratti UNTREF-UNAJ
APÉNDICE GRÁFICO
PETITORIO DE OTTO BEMBERG AL INTENDENTE DR. NICOLÁS E. VIDELA
Buenos Aires Febrero 3/94 (1894)
Señor Intendente Municipal de Quilmes
O. Bemberg a Ud. Respetuosamente acudimos exponiéndole que teniendo necesidad absoluta e hacer algunas reformas y nuevas obras en la Cervecería Argentina situada en Quilmes, como lo demuestran y especifican los adjuntos planos a Ud. rogamos que previo(s) los trámites correspondientes se sirva co0ncernos la correspondiente autorización permitiéndonos encarecerle la urgencia en la resolución pues los trabajos deben ser empezados cuanto antes.
Es gracias que esperamos merecer de V.S. a quien tenemos el honor de saludar atentamente
(Firma) O. Bemberg - Quil
RESPUESTA DEL INGENIERO MUNICIPAL EDUARDO OTAMENDI
Quilmes – Febr. 9 de 1894
No puede concederse el permiso de edificación de acuerdo a los planos presentados, en virtud de la autorización del Concejo Deliberante de fecha 24 de Marzo de 1889 respecto a la comunicación por medio de puentes o túneles para cruzar las calles ente los diversos departamentos de la Fábrica, y la cual no autoriza otra clase de construcciones sobre la vía pública.
Sin embargo, como el proyectado edificio no entorpecería el tráfico de la calle, allá cuando la necesidad obligue su apertura, soy de opinión, dada la importancia del Establecimiento y los beneficios que reporta a la localidad, que por una resolución del Concejo Deliberante se conceda lo solicitad.
En razón de lo indicado más arriba creo que el Sr. Intendente deberá pasar esta solicitud al H. C. Deliberante
(Firma) Eduardo Otamendi – Ing. Mpal
EL INTENDENTE DA CURSO A LA RESPUESTA
Quilmes, Febrero 24 de 1894
En vista del informe que antecede pase al H. Concejo Deliberante para su resolución [¿…?](Firma) N. Videla Intendente
CONCESIÓN MUNICIPAL

Quilmes, Febrero de 1894
De conformidad a lo resuelto por el H. Concejo en sesión de la fecha concédese a los Señores O. Bemberg y Cía. el permiso que solicitan para construir sobre la vía pública, descansando sobre arcadas y de acuerdo con los planos presentados el cuerpo de edificio a que los mismos se refiere quedando obligados los solicitantes a conservar en perfecto estado de visibilidad y con la suficiente luz los respectivos pasajes, cuando las necesidades del vecindario requieran la apertura de las calles cuya [¿…?] y goce fue concedido a los peticionantes por resolución del Concejo fechado el 24 de Marzo de 1889.
A sus efectos pase a la Intendencia. Repongan las fojas.
(Firmas) Felipe M. Amoedo y Antonio Barrera.

Plano del ingreso de las vías del F.C.Sud (hoy Roca) a la fábrica

 Vista desde el NE, aún no se habían levantado los edificios que actualmente están frente a la Av. 12 de Octubre
  Vista aérea de los edificios completos que forman la fábrica; los actuales estacionamientos y playas de carga ocupan las manzanas que en la foto se ven habitadas. En la esquina de las avenidas 12 de Octubre y Vicente López la fonda-almacén "La Colonia" de don Santiago Valerga.

Compilación e investigación Prof. Chalo Agnelli
BIBLIOGRAFÍA
Ibarguren, Carlos, Juan Manuel de Rosas, su vida, su drama, su tiempo, Buenos Aires, Ediciones Frontispicio, 1948.
NOTAS

[1]Craviotto, José A. (1969) “Quilmes a través de los años” Ed. Municipalidad de Quilmes. Pág. 171.
[2]Cutolo, Vicente. (1985) “Nuevo Diccionario Biográfico Argentino” (1750-1930) Tomo VII Pp. 208/209. Editorial ELCHE Buenos Aires. – Hanon, Maxine. (2005) “Diccionario de Británicos en Buenos Aires”. Ed. de autor. Pp. 770 a 771
[3] Ibídem ant. Pág. 586
[4] Craviotto, José A. Op. Cit. Pág. 172
[5] Hanon, Maxine. Op. Cit. Pág. 793
[6]Según Carlos Ibarguren esta sociedad “… fue próspera y se benefició explotando diversas faenas: ganadería, acopio de frutos del país, saladero de pescados y de carne en Las Higueritas, próximo a la reducción de los Quilmes, y exportación de esos productos a Río de Janeiro y a La Habana. Las ganancias se multiplicaron enriqueciendo a la razón social y convirtiéndola en un peligroso competidor del gremio de abastecedores de Buenos Aires. Se inició, entonces, una recia lucha económica contra los saladeros, acusados de haber provocado la escasez de la carne”. Ver Blog de Historia Argentina e Hispanoamericana delsábado, 21 de diciembre de 2019 - Sábado, 14 de marzo de 2009 El Saladero de Las Higueritas por Sandro Olaza Pallero http://solazapallero.blogspot.com/
[7]Craviotto, José A. “Historia de la Ganadería Argentina” en Ricardo Levene (director), Historia Argentina Contemporánea. Buenos Aires, Vol. III, Pág. 382
[8]Giberti, Horacio. (1971) “Historia económica de la ganadería argentina”. Ediciones Solar//Hachette. Buenos Aires. Pág. 85
[9]Nació en Buenos Aires en 1792 y murió en la misma ciudad en 1882. Era hijo de don Miguel Roxas y de doña Petrona Patrón.
En el ejército alcanzó el grado de sargento mayor. Durante el período en que gravitó Rivadavia integró la comisión encargada de redactar el reglamento de la Sociedad de Beneficencia; fue accionista de la Sociedad del Mineral de Famatina, junto con don Braulio Costa y Nicolás y Juan José Anchorena; y en 1826 fue designado director del Banco Nacional, funciones en las que se destacó como economista. Posteriormente se desempeñó como ministro de Hacienda de los gobernadores Dorrego, Balcarce y Rosas. De este último lo fue en 1835 y 1837. Años antes, en 1831, representó a la provincia de Buenos Aires en los tratados con las provincias del litoral, y en calidad de tal figura entre los firmantes del Pacto Federal del 4 de enero de este año.
[10] Craviotto, José A. Op. Cit., Pág.174
[11] Hanon, Maxine. Op. Cit. Pág.541
[12] Hanon, Maxine. Op. Cit. Pág.285 y 286
[13] Hanon, Maxine. Op. Cit. Pág.282
[14] Hanon, Maxine. Op. Cit. Pág.511
[15] Craviotto, José A. Op. Cit. Pág. 196
[16] Craviotto, José A. Op. Cit. Pág. 215
[17]Registro Estadístico de la Prov. de Bs. As. 1872. Buenos Aires, Coni, 1874, Pág. 217.
[18]Registro Estadístico de la Prov. de Bs. As Op. Cit. Pág. 252
[19]Ardissone, Romualdo Director (1951) Anales de la Sociedad de estudios Geográficos. Buenos Aires, Comi.

[20] Ver en EL QUILMERO del viernes, 3 de julio de 2009“Las Bodegas Andrés Rosso de Ezpeleta”

[21]Censo General de la Prov. de Buenos Aires. Demográfica, agrícola, industrial y comercial. Verificado el 9 de octubre de 1881. Pág. LXIV
[22]Censo General de la Prov. de Bs. As. 1881. Op. Cit. Pág. 307.
[23]Craviotto, José A. Op. Cit. Pág. 243
[24]José Cortavarría, vasco, nacido en 1838, hijo de José María y de Rafaela Aranés. Casó en Quilmes el 16 de agosto de 1866 con María Juana Jaureguiverri, natural del Iparralde, hija de Beltrán y de Juana María Aguirre. Fueron padrinos Juan Chourrout y María Socorro Bejere. El 8 de julio de 1867 tuvieron una hija Juana Isabel (FamilySearch)
[25]Archivo Histórico Municipal de Quilmes. Libros de alumbrado, barrido y limpieza 1883-1884. Libro 8 Pág. 2 y 9.
[26]Ver en EL QUILMERO del sábado, 18 de mayo de 2019La Cervecería y Maltería Argentina Quilmes” – “Historia”
[27]Ales, Manuel (1966) “Síntesis histórica de Quilmes (1856-1966)” Quilmes. Pág. 65.
[28]“EL Quilmero”, 26 de abril de 1888 Pág. 2
[29]“El Quilmero”, 3 de junio de 1888. Pág. 2
[30]“El Quilmero”, 28 de octubre de 1888, Pág. 2
[31]“El Quilmero”, 16 de noviembre de 1888, Pág. 2 Col. 3
[32]“El Quilmero”,10 de enero de 1889, Pág. 2
[33]“El Quilmero”,10 de enero de 1889 ,Pág. 3 Col. 3
[34]“El Quilmero”, 28 de enero de 1889, Pág. 2 Col. 1
[35]Ales, Manuel, Op. Cit. Pág. 65.
[36]Archivo Histórico Municipal de Quilmes. Legajo 16, Expediente 2D, año 1890
[37]Ibídem ant. Legajo 22, Expediente 2D año 1890.
[38]Latzina, Francisco. (1891) “Diccionario Geográfico Argentino” Compañía Sudamericana de Billetes de banco. Pág. 619.

[39] Ver en EL QUILMERO del martes, 28 de septiembre de 2010“Julio, Pedro y Carlos Costa en la historia local de la Tercera Fundación”.

[40]Latzina, Francisco. Op. Cit. Pág. 478
[41]Arch. H. de la M. de Quilmes. Leg. 16 Exp. 1F, año 1899.
[42]Dir. Gral. De Estadística de la Prov. de bs. As. (1907) Comercio e Industria 1905. Director Carlos Salas. La Plata Pág. 55 y 56.
[43]Fraboschi, Roberto O. “Industria y Comercio”. Academia Nacional de la Historia. Vol. III, Pág. 179 y 180.
[44]Dorfman, Adolfo (1970) “Historia de la Industria Argentina”. Ed. Solar/Hachette. Bs. As. Pág. 56
[45]“La Prensa”, 9 de septiembre de 1913, Pág. 7
[46]“El Sol”. Anuario 1966, Págs. 98 y 99.
[47]Fraboschi, Roberto O. P. Cit. Pág. 221
[48]“La Verdad”, 9 de julio de 1935, Pág. 113.
[49]Censo Industrial de 1935.









LOS "PERDUELLIS", HOY COMO AYER

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En el año 1942, el periodista José Luis Torres, [1]que había acuñado la expresión "la década infame", para descalificar al aciago período que se inicia con la sedición del 6 de septiembre de 1930, se presentó ante el juez de instrucción Ramón F. Vázquez con un escrito de querella contra la sucesión de los cónyuges Otto Sebastián Bemberg y Josefina Elortondo de Bemberg por defraudación al Consejo Nacional de Educación en el impuesto hereditario (sucesorio)
 En su escrito, José Luis Torres hacía renuncia a lo que le pudiera corresponder como participación por la denuncia de evasión de dicho impuesto por parte de los herederos de los Bemberg. De igual manera, renunciaban a sus honorarios los abogados patrocinantes Gilberto A. Zavala, Colón Quiroga y Juan Jacobo Zavala.
Por su actualidad, merece recordarse lo expresado en el Capítulo Primero de esa querella bajo el acápite:
"EL ENEMIGO INTERNO DE LA PATRIA EN EL ANTIGUO DERECHO ROMANO":

En la antigua Roma, se llamaba "perduellis" al enemigo interno de la Patria, y "hostis" al enemigo exterior. El crimen de "perduellio" (contra la Patria) y el de peculado (apoderamiento ilegítimo de cosas del Estado) eran castigados con la pena de muerte. Como principio general, la muerte liberaba de la pena y de la acción penal al delincuente; pero, como dice Mommsen, "en lo tocante a los delitos públicos de la época antigua, o sea, los que iban inmediatamente dirigidos contra el Estado, la regla dicha no valía; la maldición obraba más allá de la tumba y aún después de la muerte podían aplicarse las penas de privación de sepultura, de remoción de la tumba y, sobre todo, "de execración de la memoria del difunto" (ver Derecho Penal Romano, tomo I, página 74) Y cuando después, en el correr de los años, sobrevenían épocas nefastas de peculados y de crímenes, las generaciones coetáneas volvían sus ojos hacia atrás para admirar e inspirarse en aquella inmensa civilización latina, cuya excelsitud moral fue capaz de maldecir, de negar sepultura y de execrar la memoria de esos difuntos cuyas vidas depravadas se dedicaron a comprar conciencias, envileciendo a gobernantes y a gobernados.

El juez Vázquez dio traslado de la querella al fiscal Leopoldo E. Silva, para que éste se pronunciara sobre la personalidad pretendida por Torres. El fiscal, de acuerdo con el prejuzgamiento del juez, se expidió negándole a Torres el carácter de particular ofendido o damnificado. Basándose en el dictamen del fiscal, el juez resolvió "no hacer lugar al rol del querellante pretendido en esta causa por José Luis Torres".
La querella en contra de Bemberg, destinada a recuperar para el Estado cifras millonarias indispensables para el fomento de la instrucción primaria, con absoluto desinterés de parte del denunciante, introducía, según la vista del fiscal, "un verdadero desorden jurídico". El orden jurídico consistía, pues, en mantener por siempre la impunidad de los delitos denunciados (José Luis Torrear “Los perduellis, los enemigos internos de la patria”.
Lamentablemente (y no podríamos establecer una fecha precisa en que comenzó esta endemia) la clase política y empresaria dirigente no se ha inspirado precisamente en esa paradigmática civilización latina: Maquiavelo y Stavisky son los modelos de los "perduellis” de antes y de ahora, como anatematizara Discépolo en ‘Cambalache’.
Compilación Chalo Agnelli
FUENTE
Carlos A. Manus - Mayo 2001 www.terapiatanguera.com.ar/
NOTAS

[1]José Luis Torres, un auténtico “periodista independiente”, nacido en San Miguel de Tucumán (21/1/1901 – f. 2/5/1965) Conocido por haber bautizado como “Década infame” al lapso transcurrido en Argentina entre 1930 y 1943, sacando a la luz los actos de corrupción realizados durante el mismo. Período que el periodismo aliado caratuló con el eufemismo "restauración neoconservadora". Luego del derrocamiento del gobierno de Perón en 1955, sufrió persecuciones y acuñó otra frase perdurable cuando llamó a la dictadura cívico-militar-eclesiástica surgida el 16 de septiembre “Revolución Fusiladora” En 1956 se exilió en Chile, retornando al país en 1960.

SOLICITADA DE OTTO E. Y FEDERICO O. BEMBERG 13/7/1944

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La creación de la “Brasserie Argentine Quilmes” en 1888, en París, fue providencial para el pequeño pueblo del “gransurboranerense”, donde por el nombre de la empresa ya se tenía pensando el punto donde se instalaría. Pocas referencias hace el historiador José A. Craviotto en su “Quilmes a través de los años”, pero investigaciones posteriores, como “Evolución Industrial de Quilmes” del Lic. Jorge Héctor Levoratti, que en el Boletín N° 2, de 1987, de la Junta de Estudios Históricos, se titula “Historia de la Industria Quilmeña” (ver en este Blog), se revela el indiscutible alcance que la Cervecería tuvo para el crecimiento, el progreso, la evolución social y el alto relieve nacional que esta Partido y su zona de influencia adquirió a lo largo de poco más de 120 años.
Según el periódico el Quilmero, la población toma conciencia de la instalación de la fábrica el 28 de o0ctubre de 1888. Esto incrementa la venta de los terrenos de los alrededores, valorizándose de manera interesante y cuando se iniciaron las obras fabriles los loteos elevaron su cotización. En 1869 los habitantes del Partido eran 8431 y según el censo nacional del partido de 1895 la población había ascendido a 3617 personas más, o sea, 12.048 habitantes en 26 años. Un incremento del 23,82%. Pero la variación de la estructura demográfica con el ingreso de la inmigración “significó una modificación en el mercado consumidor”. Además de obreros cerveceros, artesanos, comerciantes de todos los ramos, vendedores ambulantes, albañiles, carpinteros, pedreros, carreros, etc., etc. Y luego con el impulso de vecinos como don Santiago Valerga, que tenía su fonda-posta-almacén “La Colonia” junto a la fábrica, crearon una mutual, la Sociedad de Artesanos de la Colonia. Todo a la sombra extensa, floreciente, a veces, implacable otros de la Cervecería Argentina Quilmes. Y con su riqueza también se enriquecieron sus fundadores y los descendientes de estos, lo que con los años produjo serios desencuentros entre el empresario y la renta pública.    
 Del libro "Los Perduellis" del periodista José Luis Torres, quien destapó la estafa de la sucesión Bemberg al Ministerio de Educación de la Nación.
EL JUICIO SUCESORIO DE LOS ESPOSOS BEMBERG[1]
El juicio sucesorio de los esposos Bemberg fue promovido en esta capital, por Otto Eduardo Bemberg, el 12 de noviembre de 1937, ante el señor juez doctor Míguez, secretaría Torrá. Este acto del heredero no ha sido una determinación suya espontánea; al contrario, tuvo por causa una denuncia de vacancia de heren­cia, formulada el 27 de febrero de 1937, ante el Juzgado en lo Civil a cargo del doctor Dobranich, secretaría Rodríguez Larreta.
Al iniciar la sucesión de sus padres, el heredero nombrado declaró como único haber hereditario la suma de SEISCIENTOS CINCUENTA Y OCHO MIL TRESCIENTOS TRECE PESOS, TREINTA Y CUATRO CENTAVOS moneda nacional de curso le­gal ($ 658.313.34), depositada en dinero efectivo en la sociedad anónima “Crédito Industrial y Comercial Argentino”. Esta entidad era una de las principales casas de banca del causante en nuestro país. Frente a esa manifestación de bienes, tan insignificante con relación a los cuantiosos caudales manejados por Bemberg, cabe toda clase de interrogantes y conjeturas:“¿Solamente a $ 658.313.34 se habían reducido las va­liosas inversiones de Bemberg en las múltiples empresas de todo linaje de las cuales fue alma, nervio y exclusivo capitalista?”. La verdad la develó el periodista José Luis Torres, el fiscal de la “década infame”, ante la justicia y ante la opinión pública con el libro “Los Perduellis” de 1943, donde revela que los Bemberg llegaron a deber al Estado por el impuesto a la herencia $181 millones en 1941. Esta defraudación fue tolerada y legitimada por los sucesivos gobiernos de la "década infame".
En respuesta los hermanos Otto Eduardo Bemberg y Federico Otto Bemberg, en nombre de su familia y la corporación presentaron a la difusión pública, en medios de prensa del país y El Sol de Quilmes, esta SOLICITADA.
"PARA DISIPAR ERRORES"
Posteriormente, ingresaron al haber personal de nuestro padre acciones de algunas de esas socie­dades que antes formaban parte del activo de aquélla y que la Brasserie repartió entre sus accionistas (títulos de la Sociedad Auxiliar Fabril Agrícola y Comercial, de la Cervecería Palermo y de la Cervecería Schlau)
Nuestro padre fue además accionista desde su fundación de la sociedad anónima Argentina San­ta Rosa Estancias y socio de la sociedad francesa colectiva, O. Bemberg & Cía. de París.
En cuanto a la sociedad anónima, francesa Brasserie Argentine Quilmes, madre de las demás, pues era poseedora de acciones de otro número importante de so­ciedades Argentinas, entre ellas, el Crédito Industrial y Comercial Argentino, la Primera MalteríaArgentina, la Compañía Argentina de Inmuebles, etc., nuestro padre nunca, llegó a poseer más del 40 % de sus acciones encontrándose el 60% restante diseminado entre numerosos accionis­tas en nuestro país y en el extran­jero.
De la Sociedad Anónima Santa Rosa Estancias Limitada, en cambio, nuestro padre poseía desde su fundación 625 acciones sobre un total de 800.
En el año 1925, don Otto S. Bemberg se retiró de la sociedad O. Bemberg & Cía., recibiendo su parte y esa Sociedad fue liquidada por nosotros alrededor del años 1934. Pero ya desde varios años an­tes de su fallecimiento, nuestro padre empezó a preparar su retiro definitivo de los negocios y a repartir sus bienes entren sus hijos, lo que quedó consumado alrededor de los años 1929-1930, para cuya fecha se había desprendido de la totalidad de sus bienes, los que, como hemos dicho antes, se encontraban todos en Europa.
Ningún impuesto correspondía pagar en la República Argentina desde que la transmisión se había efectuado en Europa, donde se en­contraban las acciones. Ninguna ley argentina gravaba ese acto, en primer lugar, por tratarse de una donación realizada fuera de la jurisdicción nacional.
En segundo lugar, por ser esos bienes acciones al portador (bienes muebles) situados en el extranjero y en tercer lugar, por no existir acto alguno de exteriorización de la transmisión ante los jueces o ante escribano de regis­tro del país como 1o exige la ley de impuestos a las herencias.
En cuanto a varios inmuebles de pertenencia de nuestros pa­dres, existentes en el país, fueron transferidos en 1930 a una sociedad anónima argentina pagando el impuesto a la transmisión gra­tuita en el acto de esa transferencia.          
Al ocurrir en Europa el fallecimiento de nuestra señora madre el día 21 de diciembre de 1931 y el de nuestro señor padre el día 29 de febrero de 1932, estos, aparte de algunas sumas de dinero en efectivo, no tenían ya, sino uno que otro usufructo que se extinguió con su fallecimiento y un depósito en la República Argentina de algo más de $ 600.000 m/n.
La existencia de ese depósito dio lugar a que tuviéramos que iniciar el juicio sucesorio en nuestro país, donde el mismo fue denunciado como único bien sujeto a impuesto. No podíamos proceder en otra forma.   
Huelga decir que se entraría francamente en el absurdo si se pretendiese insinuar que al fundar la Brasserie Argentina Quilmes en Francia, en el año 1888, se hubiera podido prever que en el año 1904 se dictaría en la República Argentina una ley que gravara la transmisión gratuita de bienes de padres a hijos y que, por lo tanto, la constitución de esa sociedad francesa hubiera te­nido por objeto preparar la eva­sión de los impuestos creados por esa ley argentina.
Por lo demás, aparece evidente, que por la naturaleza de las in­dustrias fundadas por nuestro padre, en las cuales participaron nu­merosas otras personas en propor­ción preponderante, no era posible adoptar otra forma que la anónima.
Ahora bien, como la ley 8.890 no gravaba sino los actos de trans­misión gratuita de bienes situados en el país, y exteriorizados ante escribanos o ante los jueces de la República y nada disponía en el sentido de gravar los títulos de sociedades anónimas situados y transmitidos en el extranjero por la sola circunstancia de que las sociedades emisoras tuvieran bienes en el país, motivo por el cual ciertas transmisiones a título gra­tuito llevadas a efecto en la República no estaban gravadas por dicha ley, como no lo estaban las transmisiones de acciones situadas en el extranjero, aunque esas so­ciedades poseyeran todo su activo en la República, el actual gobierno, por decreto ley N° 6.755 de 26 de agosto de 1943, declarado aclaratorio de la ley 8.890 y sus complementarios, dispuso que en lo sucesivo el impuesto se apli­caría a toda transmisión produci­da o exteriorizada a partir de la fecha, como así también a las ya exteriorizadas en los diez años an­teriores, y dispuso, asimismo, que en toda transmisión a título gra­tuito cuya exteriorización esté sujeta a impuesto, conforme a la Ley Nacional número 8.890 y sus com­plementarias, se considerará que forma parte del activo transmiti­do, la parte proporcional al valor del activo neto de las corporacio­nes, sociedades, asociaciones o cualquier entidad constituida en el país o en el extranjero, representada por acciones partes, certifi­cados u otros títulos en poder de los sucesores, que den a éstos o que representen, el derecho a una parte proporcional del activo o a una parte, proporcional de los be­neficios o una parte proporcional del remanente de los bienes en caso de liquidación.
A pesare de ser muy discutible que ese decreto nos comprendiera, ya no alcazaba a ninguna donación o sucesión que hubieran te­nido lugar antes de los diez años de su fecha, y las donaciones a que anteriormente hiciéramos referen­cia tuvieron lugar antes del año 1930 y, por lo tanto, la última de ellas trece años antes del mismo, decidimos no plantear esa cuestión jurídica y someternos al pago del impuesto.
No queríamos aparecer como tratando, de evitar el pago de un impuesto que el Gobierno, al dictar ese decreto, parecía considerar procedente. No discutimos pues la aplicabilidad a nuestro caso del decreto ley referido, renunciamos por nuestra parte a alegar su inconstitucionalidad y nos presenta­mos ante el Juez de la Sucesión, depositando la suma de nueve mi­llones de pesos con arreglo a una liquidación provisoria, sujeta a la definitiva que debía practicar el Consejo Nacional de Educación cuando pudieran traerse de Euro­pa, al concluir la guerra, ciertas pruebas necesarias para llegar a ella.
No nos amparamos tampoco en el hecho de que la mayor parte de los bienes pertenecientes a las distintas sociedades se encontraban en jurisdicción provincial. Para hacer el depósito de los nueve mi­llones de pesos, tomamos en consi­deración el valor íntegro a la fecha del fallecimiento de nuestros padres, de todos los títulos de so­ciedades que poseían bienes en la Argentina, recibidos de ellos an­teriormente y declaramos con la mayor exactitud posible el número de acciones de cada sociedad reci­bidas directa o indirectamente por nosotros, haciendo una justa valuación de las mismas en base a cotizaciones de bolsa y a balan­ces publicados y aprobados largos años atrás, cuando nada podía permitir suponer que iba a dictar­se el decreto de 20 de agosto de 1943.           
Posteriormente esas cifras fue­ron ratificadas en una nota dirigida al Señor Interventor del Consejo Nacional de Educación, en la que descomponiendo tam­bién el balance de la Brasserie Argentine Quilmes y los de todas las sociedades cuyas acciones ella po­see, establecimos una suma algo menor de 250.000.000, como va­lor total del activo existente en el país en el año 1932, y perte­neciente a todas las sociedades que constituyen el grupo de la Brasserie Argentine Quilmes, co­múnmente conocido por el “Grupo Bemberg”, pero aclarando que el máximo de participación que ha­bía alcanzado a tener nuestro pa­dre en ese conjunto de operacio­nes no llegó jamás a sobrepasar el cuarenta por ciento, de modo que el valor de los títulos grava­dos por el decreto de agosto de 1943, de que este se había desprendido en vida a favor de sus hijos no alcanzaba a los cien mi­llones de pesos moneda nacional.
Esperábamos después de ello confiadamente los resultados de la investigación, pero las manifesta­ciones del Señor Presidente de la Comisión Investigadora nos obli­gan a hacer otras aclaraciones.
Ante la, manifestación que con­sideramos extemporánea e injusta de que “el resultado de la inves­tigación permitirá levantar el pe­sado velo que ocultaba el secreto manejo de la economía del país”, sería inútil afirmar que nunca hemos manejado secreta ni pública­mente la economía del país ni po­dríamos haberlo hecho aunque lo hubiéramos pretendido.
Afortunadamente, la pujanza, económica de la República Ar­gentina y la solidez de su riqueza productora, así como su potencia­lidad financiera, están fuera del alcance de toda órbita privada y escapan a la influencia de toda combinación por grandes que fue­ran los capitales de que ésta dis­pusiera.
Pero es realmente injusto e in­aceptable calificar de manejos, lo que constituyen las actividades que venimos ejerciendo en el afán tesonero de todos los días, duran­te el transcurso de varias décadas en el sentido de estructurar gran­des industrias modelos de produc­ción, hijas de todos los progresos técnicos y que cumplen un amplio programa de política social a fa­vor del bienestar y dignidad de gran número de obreros con altos salarios y asistencia social en to­dos sus aspectos.
Como argentinos, nos sentimos orgullosos de que se nos dé la oportunidad de sindicarnos como “pioneers” de innumerables ini­ciativas que han acelerado el rit­mo progresista de nuestra patria, que es la de nuestros padres y la de nuestros hijos, y consideramos que la obra de nuestros antecesores:y la propia en favor del desenvolvimiento comercial, económi­co y financiero del país, es mere­cedora de toda consideración y respeto.
Nunca hemos hecho gala de nuestro esfuerzo y sólo las cir­cunstancias actuales pueden emplazarnos a hacerlo conocer. Pe­ro ante la campaña de que se nos hace objeto, asumimos ante las autoridades y el pueblo, el compromiso de divulgarlo para que no se confunda lo que ha constituido siempre una política de juicio­sa reserva, propia de los negocios en general, con una conducta secreta de dudosos ocultamientos.
Entendemos que la propiedad privada es la base de la riqueza pública y no puede ser motivo, de condena ni de críticas, y que el esfuerzo lícito y continuado de tres generaciones, que no han ofendido a la moral ni a las bue­nas costumbres ni perjudicado derechos de terceros ni el interés general, no pueden constituir delito alguno ni siquiera simples infrac­ciones a la ley.
Tenemos fe en el patriotismo de las personas que ejercen el gobierno argentino y que han jurado cumplir y hacer cumplir la Constitución Nacional. Y confiamos plenamente en ese juramento que asegura para todos los argen­tinos la vida, la tranquilidad, el respeto de la propiedad y el de todos sus derechos.
OTTO EDUARDO BEMBERG – FEDERICO OTTO BEMBERG Diario “El Sol”, jueves 13 de julio de 1944
Otto Peter Friedrich Bemberg Drügg, Otto Sebastián Bemberg Ocampo y Federico Otto Bemberg Elortondo
El Sol 1951 (circa). Por Ley 14.122 de 1952 se dispuso la liquidación del grupo Bemberg.
Compilación, investigación y argumentación Prof. Chalo Agnelli


FUENTE
"El Sol", Quilmes jueves 13 de julio de 1944.
Ver en EL QUILMERO del sábado, 18 de mayo de 2019“La Cervecería y Maltería Argentina Quilmes”
NOTAS

[1]Capítulo Tercero de “Los Perduellis” de José Luis Torres- 1. Por los senderos del delito 2. El juicio sucesorio de los esposos Bemberg. 3. Los herederos Bemberg y el Consejo Nacional De Educación. 4. Defraudación de la renta fiscal.

IMPORTANCIA DEL ACEITE DE HÍGADO DE BACALAO TESIS DEL DR. WILDE - 1858

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Wilde tenía 44 años cuando en 1858, presentó esta tesis. En esos años era inusual que un médico registrara su tesis doctoral tan tarde en su carrera, pero los conflictos políticos, sociales, económicos que estaba atravesando Buenos Aires, desde hacía varios años atrás, le habrán sido desfavorables, si bien su familia no estaba enfrentada al rosismo (se la consideraba una familia federal) De todos modos, esta demora, para el Quilmes de aquellos años lo benefició sobremanera, a pesar de la irregularidad.
El 1851, había formado parte del Servicio Sanitario del Ejército Argentino a las órdenes del general Justo José de Urquiza. A fines del años siguiente llegó a la precaria aldehuela que era la ex Reducción de los Quilmes, después de haber participado, el 3 de febrero, en la batalla de Monte Caseros, donde actuó como cirujano y, quizá, la visión del horror de la guerra, y en este caso superior por ser un enfrentamiento entre hermanos (si alguna vez los argentinos de las distintas provincias nos sentimos realmente hermanados), fue lo que afirmó su decisión de ejercer la medicina. Y trajo su propio botiquín; aún no había farmacia ni farmacéutico en la vasta extensión del Pago.
El 14 de julio de ese mismo año había muerto su madre Leonora Marie Simonet Lefebvre. Al año siguiente de su llegada, quizá alojado con alguna familia de su amistad o en la casa de altos de los González Espeche, [1] lo invitan a integrar la Comisión Directiva de las Escuelas con Tomás Flores y el párroco Ramos Otero; de modo que ya se habían vislumbrado sus dotes de intelectual humanista; por supuesto que se debía conocer que en 1845 había publicado “El Silabario Argentino” para las escuelas de primeras letras.
Actúa como médico hasta que en 1855, en que el Dr. Cueli,[2] lo denuncia por no haber rendido la tesis habilitante. Indudablemente que, previamente, se lo habrá advertido, pues nunca existió entre ellos enemistad manifiesta, pero el tiempo pasaba y otras actividades lo distraen. El 27 de enero de 1856, forma parte de la primera corporación municipal, en 1857 está ocupado en la 5 edición del “Silabario Argentino”; y en todo este tiempo debe haber trabajado en la tesis, pues a mediados de 1858, llega este documento a la facultad de Medicina de Buenos Aires.
Eran Catedráticos: presidente, el Dr. Francisco J. Muñiz, especialista de mugeres (sic) y niños; vicepresidente 1° el Dr. Juan J. Montes de Oca, especialista en clínica quirúrgica y operaciones (pariente de Ciríaca Montes de Oca, esposa de don Andrés Baranda); 2° Dr. Martín García, especialista en nosografía[3] médica (su padrino de tesis); 3° Dr. Teodoro Álvarez, especialista en nosografía quirúrgica; tesoreros: Luis Gómez, especialista en materia médica, terapéutica, higiene y arte de formular; el Dr. Nicolás Albarellos, especialista en medicina legal, patología general y anatomía patológica; y el Dr. José M. Bosch, especialista en clínica médica: secretario el Dr. José P. Lucena y sostitutos (sic): Ventura Bosch, especialista en partos; Dr. Manuel A. Montes de Oca, especialista en clínica quirúrgica y el Dr. Leopoldo Montes de Oca especialista en nosografía quirúrgica (estos dos últimos hijos del anterior) Detallamos las especialidades para destacar el amplio espectro médico que abarcaba la Facultad de Medicina de Buenos Aires.
PADRINAZGO
Como se menciona en la biografía de esta prócer quilmeño realizada por quien suscribe y presentada en 2008, [4] a pesar de lo que han afirmado algunos historiadores Domingo Faustino Sarmiento no fue padrino de la tesis del Dr. Wilde, quizá le habrá dado un espaldarazo político, pero las tesis médicas las apadrinaba un profesional de la medina. En este caso fue padrino de la tesis de José Antonio Wilde don Martín García. Este profesional era doctor en medicina y cirugía de la Universidad de Buenos Aires, ex catedrático de nosografía quirúrgica, clínica quirúrgica y clínica médica. Médico de la Facultad de Medicina, miembro de la Sociedad de Anticuarios de Conpenhague, etc, etc. Hay una aclaración al pie de la post-portada “El padrino de Tesis no podrá tomar la palabra en la discusión y su presencia se considera únicamente como un acto de honor para el ahijado (Reglamento de la Facultad)”
DICE EN LA DEDICATORIA:
A los que guiaron mis pasos en la carrera de las Ciencias, reconocimiento eterno.
Al estudioso joven D. Emilio García Wich,[5]estimación y aprecio. Aceptad el respeto que profeso a vuestra reconocida capacidad y talento.
Esta es la introducción (un texto laudatorio, casi apologético, a la profesión médica)
SEÑORES
Venciendo dificultades casi insuperables debidas a mi posición exepcional (sic); llenando con la constancia el va­cío de inteligencia, y alentado con la indulgencia que me habéis dispensado en las diversas asignaturas, he alcan­zado al día en que deba someteros mi humilde trabajo, para optar el honroso título de Doctor en la carrera más azarosa, mas difícil, y a la vez mas ingrata entre todas las profesiones liberales.
En efecto, la vida del Médico, desde el día en que empuña el escalpelo, para esplorar (sic) con él el misterioso arcano que encierra el cuerpo humano, hasta que descien­de al sepulcro, no es sino una larga serie de sufrimientos, de privaciones, de peligros y sinsabores.... Gastados sus mejores años en la adquisición de vastos y profundos co­nocimientos, tiene que sufrir no solo la crítica severa de los peritos, sino que todo el mundo se considera capaz de juzgar sobre el desempeño de su profesión.
Todos sabemos que Montaigne y Rousseau, filósofos, pero agenos (sic) de todo conocimiento en Medicina, ataca­ron acremente a los Médicos. Todos conocemos las sátiras prodigadas por Moliére a la Facultad. Voltaire ha dicho: “es cierto que el régimen vale más que la medici­na; es cierto que Moliére tuvo razón para burlarse de los Médicos etc.”Aunque parece haberse arrepentido y correjido (sic) su falta cuando después se ha expresado así: “Los hombres que se ocupan en dar la salud a los demás hombres por los solos principios de la humanidad y la beneficencia, son más que los grandes de la tierra, tocan en la di­vinidad: conservar y reparar es tan bello como construir.”
No hablamos del charlatán que cautivando con solo apariencias burla al fin las esperanzas que la lijereza (sic) hi­zo abrigar, ni de aquel que sin una educación competen­te, llego a obtener un título que jamás mereció alcanzar, y con el que arroja una mancha indeleble sobre la más noble profesión. No, hablamos de los verdaderos Médi­cos, de aquellos que consagran todo su tiempo, todas sus vigilias, cuanto Dios les ha concedido de fuerza, de inteli­gencia, de voluntad, para atesorar conocimientos; esos son los hombres realmente útiles y que nadie puede reem­plazar en su alta é importante misión.
El Médico, Señores, no es solo útil para curar las enfermedades; lo es también para prevenirlas por sus oportunos consejos, lo es para suavizar los tormentos del infeliz a quien un mal incurable arrastra a la tumba, a pesar de los esfuerzos del arte y los poderosos recursos de la naturaleza, juiciosamente segundados por él, su ministro.
Oigamos a Cabanis demostrando la utilidad de la profesión con relación a la conservación de los indivi­duos. “Una familia desolada, amigos heridos de una consternación profunda, os piden el objeto de sus afec­ciones; vosotros se lo volvéis ¿no eréis (sic) a sus ojos un ángel de salvación? Cuando reanudáis el lazo de felici­dad entre dos seres necesarios el uno para el otro, pró­ximos a separarse para siempre, no es solamente la vi­da de aquel que vuestros desvelos han salvado; son dos coronas cívicas que merecéis a la vez. ¿Y, qué digo? ¿No hacéis en cierto modo más que la mano nos llama de la más a la vida? ¿Conservar a la patria sus útiles servidores, prolongar los actos de beneficencia, las inspiraciones del genio y el ejemplo de la virtud, no es la acción más noble y la más meritoria ante las naciones y el género humano?”
¿Quién no ha presenciado por, ejemplo un, accidente imprevisto de los que suceden con tanta frecuencia? Un hombre es atropellado por un carruaje o arrojado por sucaballo, cae de un andamio ó dentro de un pozo. ¡Cuánta confusión y desorden; todos se atropellan y hablan juntos, todos disponen y al fin nadie sabe qué hacer. Aparece un Médico, la escena cambia, cesa la confusión, su autori­dad impone, a su voz, del caos brota el orden, el traba­jo se organiza, sus determinaciones son oportunas, sus auxilios eficaces, y se arranca una víctima más una víctima más a la muerte!
Pero la Medicina no consta solo de la terapéutica; la higiene con que se previenen y evitan las enfermeda­des no es menos que el poderlas curar.
Por otra parte, si dejando de estudiar al hombre como individuoy como especie, lo consideramos como miembro del cuerpo social, le vemos precisar a cada paso do socorros médicos. La sociedad exije (sic) cada día, tanto en su esfera administrativa, como en su esfera judicial y lejislativa (sic), trabajos cuya realización hace indispensable el concurso del Médico ilustrado.
Si volvemos hacia la administración de justicia civil, hallamos de nuevo al Médico estrechamente ligado a los más caros intereses del ciudadano. Como, en efecto, sin su concurso y con conocimiento de causa, determinar el momento de la concepción o de la muerte en materias de supervivencia, constatar un error de sexo, pronun­ciar sobre el estado mental de un individuo, estatuir sobre su interdicción o sobre anulación por demencia de alguno de sus actos.
El rol que el Médico es llamado a jugar en la jurisprudencia criminal no es menos esencial y conspicuo; sea que auxilie al Juez en sus pesquisas para del descubrimiento de un culpable o que le ayude a desvanecer injustas prevenciones que pesen sobre la frente de un inocente. Con sus investigaciones ilustradas, infatigables, es que la justicia ha podido, centenares de veces, poner de manifiesto el cuerpo del delito, cuando el asesino se lisonjeaba que la tierra habría ocultado para siem­pre su crimen.
¿Habrá que indicar su utilidad ocupando un puesto en las Corporaciones Municipales, proponiendo precau­ciones y medidas de salubridad pública? ¿Habrá que señalar la importancia de la intervención del Médico en la confección de las leyes? ¿Las leyes y las costumbres no se hermanan? ¿No es de su unión que emana la fe­licidad de los pueblos?
He dicho que la carrera a que me honro pertenecer, era de las más difíciles y a la verdad, inmensas son las dificultades que acercan a la profesión, mayores que en ninguna otra ciencia de observación. Si el arte se aprovecha de los descubrimientos que hace la ciencia, ésta a su vez se enriquece por las aplicaciones que hace el arte. La ciencia marcha siempre, no decimos por eso que siempre avanza, pero, sean cuales fueran sus evoluciones,forzoso es seguirla y no abandonarla un solo instante, pues por poco que uno se desvíe, los lazos que a ella nos unen se rompen y sus cabos son demasiado cortos pura reanudarse fácilmente… ¿No se concibe pues, cuan difíciles seguir el paso de una maquina cuyos movi­mientosson tan continuos, tan rápidos y tan variados?
No hay una teoría en medicina, por insostenible que sea en su conjunto, que no tenga algo de verdadera y por lo tanto de útil. Al Médico toca profundizarlas todas para poder apropiarse lo bueno y desechar lo inútil ¡Qué trabajo largo y difícil de realizar!
De todos los problemas que pueden presentarse al espíritu humano, ninguno hay mas compexo (sic) que una enfermedad, ninguno cuyos elementos sean más diversos, más variados, cambiando, no solo según cada caso individual, sino en un caso dado, cada día, cada hora, cada minuto, sin que el más leve de sus elementos, pueda dejarse de valorar ¡Qué fuerza de atención, qué po­der de inducción, qué ardor de penetración, qué sagaci­dad de análisis no presuponen esa multitud de datos pa­ra arribar a una solución completa de la cuestión que con­curren a formar! ¿Hay una sola profesión liberal que exija esfuerzos del ánimo, más constantes, mas soste­nidos?
Sigamos al Médico en la prácticay veamos cuantas dificultades le rodean allí. Arbitro supremo de la vida de sus enfermos, omnipotente al lado del lecho del Soberano, como en la choza del proletario, es de un golpe de vista justo o falso, de un juicio verdadero o erróneo, de una prescripción oportuna o intempestiva, que puede depender la existencia de un hombre, el porvenir de una familia, la suerte de una nación! ¡Qué misión difícil, qué inmensa responsabilidad!
¿Pintaré su actitud en esas épocas nefandas en que epidemias mortíferas invaden un país, trayendo con la muerte, el espanto y la desmoralización?... ¡Cuánta fuer­za de voluntad y dominio propio no se precisa para salvar­se del terror genera; para estudiar con calma el origen, la naturaleza, la marcha del mal y determinar los me­dios de detener su progreso, atenuar su violencia, conju­rar sus efectos! ¡Qué amor a la ciencia y a la humanidad para permanecer imperturbable en medio de los peli­gros que lo rodean: cuanta abnegación para olvidarse de sí mismo, para consagrarse solo a la salvación de sus conciudadanos! Pues bien. En esos flagelos horrendos en que el espanto reina; en que todo el que puede huir, huye; solo el Médico, sin desconocer el poder inmenso de este nuevo enemigo, se precipita a su encuentro, im­paciente de verse de cerca y de medir con él sus fuerzas; y en esta notable arena, no han sido los Médicos Argen­tinos, ni los menos intrépidos en enrostrar, ni los me­nos felices en combatir.
Veámoslo siguiendo los Ejércitos, tomando parte en los sucesos de la guerra: luchando contra obstáculos in­finitos, la apatía de los unos, el mal querer ó la ignoran­cia de los otros, la falta de los objetos más indispensa­bles y venciendo solo a fuerza de genio, de zelo (sic) y perse­verancia, desafiando a par del soldado los peligros del campo de batalla, asociado a las privaciones, a las fati­gas, de las miserias, a los peligros de la carrera de las ar­mas participando de todo… menos de las recompensas y las glorias!
En nuestros ejércitos improvisados las más veces a la lijera (sic) y en medio de la confusión de circunstancias apremiantes, lo último en que se piensa es en el Médico y en lo necesario para el desempeño de sus importantes atribuciones. Su posición ha mejorado últimamente es verdad, pero está lejos aún de lo que debería ser.
Nuevas dificultades le aguardan en la práctica civil. En el ejercicio de su profesión, el Médico tiene relación y contado con personas de diferentes edades, condicio­nes, conocimientos y civilización. Para tener suceso es preciso agradar, o si no, ¿cómo poder satisfacer a la vez tantas opiniones encontradas, tantas voluntades diversas; conciliar tantas exijencias (sic) opuestas y uniformar tantos gustos contrarios?
Pero réstanos ver que es también de todas las profesiones la más ingrata. En cambio de las fuertes garantías de saber, de probidad, que la sociedad exije del que ejerce la Medicina ¿cuál es la retribución que lo ofrece; las ventajas que le concede, los testimonios públicos que le acuerda? ¿Cuál la perspectiva que le brinda para cuando prematuramente envejecido por las fa­tigas, agoviado (sic) de enfermedades adquiridas en su servicio no puede ejercer ya su profesión? Nada, absoluta­mente nada; y mientras se colman de honores y rique­zas a las artes frívolas, para los trabajos del Médico solo hay una mezquina retribución acordada muchas veces do mala gana.
¿Cuáles son los premios, las pensiones que los Gobiernos acuerdan a los antiguos servidores, a los vetera­nos de la ciencia, encanecidos en servicio de la Patria y de la humanidad? Si a pesar de sus conocimientos y asi­duidad no han sido afortunados en su penosa carrera; si no han hecho una fortuna, los hijos de esos hombres eminentes quedan en la horfandad (sic) y la miseria… Tiempo es que los gobiernos piensen en acordar estas remunera­ciones, no como una gracia, sino como un deber imprescindible.
Eso en cuanto a lo material; en cuanto a lo moral, resalta aun más lo ingrato de la profesión; hablo de la profesión colectivamente, pues no desconozco la alta y bien merecida distinción que se hace de las cualidades personales de muchos de sus miembros.
A pesar de haber tan pocas, tan sumamente pocas personas capaces de pronunciar con conocimiento de causa, en materias de medicina, todo el mundo se considera apto para juzgar.  Desde el más alto hasta el más humilde censurado con aplomo el proceder del Médico.  
Cabanis, a esto respecto so expresa así: “Las gentes quieren estar en todo lo que da asunto para conversaciones. Se habla de enfermedades y Médicos pretender conocer en aquellos y juzgar a estos: Esta fiebre ha sido mal tratada; se ha hecho esto, debería de haberse hecho lo otro; si se hubiere empleado tal medicamento se habría salvado la enfermo”. Este es el lenguaje que so emplea a cada paso; aun mas allá se llevan las injustas ofensas. Vosotros mismos, Señores, que hoy sois mis jueces, cuanto habréis sufrido en el flagelo que acaba de desaparecer! ¡Cuántas invenciones insen­satas deasesinatos y envenenamientos, llegando a pro­nunciarse, por el vulgo, esa blasfemia, hasta sobre la tumba recién abierta, de la víctima a quien el cumpli­miento de sus deberes y el amor a la ciencia arrancó de entre vosotros dejando un vacío no fácil de llenar!... Por temerario, por injurioso que sea a la razón, pues es ultrajar a la razón juzgar sobre lo que se ignora, ved ahí la justicia de la sociedad para con los Médicos.
Fuerza es confesarlo, todos los Médicos no son irre­prochables, se encuentran algunos indignos del título que llevan. Pero son pocos, muy pocos en el día, y lo serán cada vez menos gracias a vuestras luces, a vues­tro empeño, a las mejoras, al perfeccionamiento entre nosotros en todos los ramos de la educación médica.
Tampoco hay suficiente unión en el Cuerpo Médico. Los zelos (sic), esa miserable pasión que no debería llegar hasta los hombres de talento, se filtra entre sus elementos y le cor­roe. ¿A qué sordas intrigas, a qué ineptas críticas, a qué bajas denigraciones, no se ha visto descender, algunas para empañar una gloria que los ofusca, o abatir un renombre que les causa envidia?Al inculcar sobre las afecciones, las dificultades y la utilidad de la profesión, no me ha guiado ningún senti­miento de aquellos que nos inducen a exajerar (sic) la im­portancia de los trabajos a que consagramos nuestra vi­da, el cuadro trazado es muy imperfecto y muy lejos es la de abrasar (sic) todas las penas que envuelve… Pero no se crea, sin embargo, que todo es espinas y dolores, no; la profesión tiene sus goces nobles y elevados, dignos de ella, en fin.  Preocupado de una sola idea, la humanidad, el verdadero Médico no conoce esa sed de vanas distinciones y tristes ambiciones que atormentan en l sociedad y cuanto más dignos se crean del reconocimiento público, tanto mejor pueden pasarse sin él. La conciencia del bien que hacen, los goces que han espar­cido, las heridas que han cicatrizado, los dolores que han calmado, los consuelos que han prodigado al infeliz para quien los recursos del arte eran ya impotentes, indem­nizan con usura, el desprecio del ignorante, los ultrages (sic) de la calumnia, las sátiras del necio, la indiferencia del poder, el olvido y abandono del ingrato. La gratitud del padre cuyo hijo se ha salvado, las bendiciones de una ma­dre que estrecha contra su seno el fruto de su amor que creía perdido, llena al corazón del más dulce deleite.
Terminaremos con las palabras de Fallot: “Un no­ble orgullo fundado en que ninguna profesión puede riva­lizar con la suya; un valor indomable, pronto a desafiar todos los odios, todos los peligros que el deber le exije (sic); una libertad de principios y de pensamientos que no re­trocede ante ninguna otra autoridad que la de la razón; una independencia de carácter basada en el valor del es­píritu que no abdica, ni ante las caricias ni ante los rigo­res de la opinión; un ardiente amor a la ciencia; una devoción sin límites a la humanidad, que no retrocede ante ningún sacrificio; una probidad e insensibilidad a todos los atractivos reunidos a su alrededor para corrom­perle.” Tales son en efecto las fuentes de donde el Médico bebe su felicidad, ellas corren puras y abundantes, al abrigo de los embates de la suerte, de las vicisitudes y caprichos de la multitud.
 Y así comienza la tesis:
IMPORTANCIA DEL ACEITE DE HÍGADO DE BACALAO, ESPECIAL­MENTE EN LA TISIS PULMONAR
I
El aceite de hígado de bacalaoha sido preconizado suce­sivamente en el tratamiento de casi todas las enfermedades que afligen al género humano. Pero el escepticismo no es un cri­men en Medicina, y sin que esto importe revelarnos contra au­toridades en la ciencia, no podemos empero aceptar sin examen sus doctrinas.
Nosotros rechazando todo medicamento universal,con que se pretende curar las afecciones mas opuestas, no acordamos semejante latitud al agente que recomendamos; peto reconocemos su benéfica influencia y su inmenso poder en casos determi­nados.
Recordaremos solamente que los partidarios de las sangrías veían morir anémicos a sus enfermos y en medio de su entusias­mo ciego, decían que habían sucumbido porque no se les había sangrado lo bastante. La medicina curativa de Le-Roy,se pro­pinaba en cantidades fabulosas y sus adeptos esclamaban (sic) satisfe­chos que el paciente habría sanado si hubiera alcanzado a tomar siquiera doscientas tomas más. Ambos medios eran buenos, pe­ro llenando sus indicaciones especiales, y no aplicados a todos los casos indistintamente.
Esta generalización pues, que ha querido hacerse del aceite de hígado de bacalao, ha perjudicado su crédito, por haber fra­casado en enfermedades en que jamás podía dar resultados y esto mismo habrá contribuido a restringir sin duda su uso en aque­llos casos en que administrándose con mayor constancia habría probado su inmensa utilidad.
… … …
Compilación, tipeado e investigación Prof. Chalo Agnelli
Ver en EL QUILMERO del viernes, 24 de enero de 2020“Nueva Bibliografía para la Historia de Quilmes”
NOTAS


[1] Ver en EL QUILMERO del miércoles, 15 de mayo de 2019 “Los Echagüe – Cuitiño”. Y en el del lunes, 8 de julio de 2019, “Lupercia María Córdova – El Hotel La Amistad”
[2] Ve en EL QUILMERO del lunes, 19 de diciembre de 2016, “Dr. Fabián Cueli (1817-1882) Primer Médico De Quilmes - Apuntes Biográficos” (colaboración)
[3] Descripción y clasificación de las enfermedades.
[4] Agnelli, Héctor Chalo (2008) Dr. José Antonio Wilde – Médico, periodista y educador quilmeño (Biografía) 1814-1885 Ed. Jarmar. Quilmes.
[5] Emilio García Wich (1832-1868) Se recibió de médico con la tesis La fiebre amarilla es una enfermedad local” presentada en la Universidad de Buenos Aires en 1851 y publicada en 1860



 


LA PESTE EN QUILMES, 1883

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Por Chalo Agnelli
Las siguientes notas son de “El Quilmero”, periódico de Pedro Giménez. [1] El medio de prensa que, después del reducido período de existencia de “El Progreso” del Dr. Wilde fundador del periodismo local, brindo la más importante colaboración para la promoción de la aldehuela en pueblo, durante las primeras décadas de la Tercera Fundación.
Ya el cólera (1858) y la fiebre amarilla (1871) habían atacado a Quilmes, no con la gravedad que en la ciudad de Buenos Aires, pero esas epidemias se cobró vidas. [2]
Estos informes periodísticos muestran el accionar de las autoridades y las actitudes de la población, así como el uso de los poquísimos recursos con que se contaba; se siente en su lectura que, después de casi 140 años, mucho se ha progresado, pero también existía y existe, aún hoy, la misma desidia e irresponsabilidad de unos pocos, la que hoy es más graves, pues en aquel entonces la ignorancia y las supersticiones con respecto a las enfermedades y las pestes era inmensa.
CONTEXTUALIZACIÓN 
En 1883 se instala la Municipalidad como institución independiente del juzgado de paz. El primer presidente de la Muni­cipalidad don Eduardo Casares.
El 18 de febrero, se dicta la ordenanza Nº 1, del nuevo registro; se designan con nombres y números las calles compren­didas entre las actuales calles Conesa hasta Brandsen y entre W. A. Bell y Av. Uriburu; incluida la avenida Mitre hasta Berazategui; la propuesta de los nombres la realizó el concejal Fermín Rodríguez, dueño en 1880 del periódico "La Verdad". Subsisten todos los nombres, a excepción de la calle Nicolás Videla, que reemplazó así su nombre de Buenos Aires; la calle Tres de Febrero por L. N. Alem; la calle Progreso por Humberto Primo; Río Santa Cruz por W. A. Bell y Once de Setiembre (ex Real) por Centenario, luego Uriburu y en la ac­tualidad avenida Hipólito Yrigoyen.
En la esquina de las calles Brown y Garibaldi, la empresa deJuan Giussani & Cía. instala la primera destilería de alcohol, precursora en este rubro. Elaboraba anís, caña de durazno, vino blanco, vermouth y refrescos de varios.
Se funda la Escuela Primaria N° 3 como común-rural, ubicada a 24 cuadras del pueblo, en la esquina de las actuales calles Gral. Acha y Amoedo, hacia el oeste, en la chacra de Antonio Novais con 78 alumnos a cargo de doña Florinda Fernández de Catalá y como ayudante su hija Florinda Catalá, precursoras e la educación en Quilmes.
El 26 de agostoJorge L. Barton (pariente del Dr. Wilde), vicepresidente de la comisión de fomento del pueblo San Juan, y Alejandro Villabrille, secretario, dirigen a la municipalidad una nota solicitando el cambio del nombre del pueblo por Florencio Varela. 
NOTICIAS E INFORMES PERIODÍSTICOS DE “EL QUILMERO” SOBRE LA VIRUELA DURANTE 1883
Nota” del domingo 25 de marzo de 1883, seguramente de la pluma de Pedro Giménez, su director.
VACUNA Y VIRUELA
¿Qué medidas ha adoptado la Municipalidad para precaver al vecindario de la terrible peste de la viruela que hace estragos en la Capital yha repercutido ya en muchos partidos de la campaña? 
Nada hemos oído decir y sin embargo es urjente (sic) que se trate de organizar el servicio de vacunación de los niños en la campaña donde la mayoría de ellos carece de ella.
Lo hemos dicho y lo repetimos: del modo que se ofrece la vacunación en Quilmes, no está al alcance de la mayoría de las gentes de la campaña del partido cuya ignorancia ó apatía las hace mirar con indiferencia esa operación.
La vacunación de los niños debe llevarse á domicilio y hacerse obligatoria, aunque para ello sea necesario afrontar algunas erogaciones pecuniarias de la Caja Munici­pal que seguramente no carecerá de recursos para ello.
Es urjente (sic) que se adopten medidas preventivaspara la tranquilidad del vecindario alarmado con justicia, y para no cargar con la responsabilidad de la incuria como culpa de que en Quilmes se desarrolle esa peste.
Nota del mismo periódico “El Quilmero” del domingo 1 de julio de 1883, también de la pluma de Pedro Giménez.
VIRUELA
Se dice que existen algunos atacados de viruela en este pueblo. No lo sabemos con seguridad; pero si ello es verdad, cómo es posible, la Municipalidad ha debido adoptar algunas medidas tendientes a prevenir las consecuencias del desarrollo de esta terrible peste.
No es esto incitarla a hacer lo que sus recursos y las condiciones del Municipio no le permiten; pero siendo notorio que las condiciones hijíenicas (sic) ylos recursos influyen mucho a favor del paciente, creemos que no se debería esperar más para promover los medios de arbitrar recursos con que asistir debidamente á las persones de la viruela.
Si la Corporaciónpiensa dejarse estar mano sobre mano, hasta que se le autorice para gastar el dinero necesario en ese objeto, el vecindario puede ser diezmado por la peste, si desgraciadamente se desarrollara antes que los recursos lleguen.
Hágase venir un Médico siquiera, que pueda atender a los enfermos con la actividad requerida, para que no tengamos que oír lamentos de padres desgraciado que sobre perder sus hijos se les agrega el dolor de no haberles podido asistir a tiempo por falta de Médico, como dicen que sucedió con Ventura Marrero.
Sin el ánimo de hacer cargo, que no haremos, a los Médicos de Quilmes que no les es posible acudir, á la vez, a cuantas partes se les llama, repetimos que es urjente (sic) que la Municipalidad traiga a Quilmes uno activo y que a cualquier hora pueda acudir al lecho del paciente, cosa que no siempre le es posible al que paga con las rentas del Municipio. 
“El Quilmero” jueves 5 de julio de 1883
LA VIRUELA
Solamente en Quilmes vemos que se piensa ahuyentar esa terrible peste por medio de notas para clausurar las Escuelas. Indudablemente que la tranquilidad de este Municipio no será alterada por tan poca cosa.
Mientras tanto en el colega de Bahía Blanca, que tenemos a la vista, encontramos el relato del primer caso de viruela ocurrido allí y las medidas tomadas para evitar su propagación.
En un Hotel se enfermó un pasajero de esa enfermedad terrible y el dueño no dio cuenta á las autoridades.
El enfermo fué trasladado, y el dueño del Hotel alojó en la misma habitación a otras tres personas que ignoraban este antecedente, cayendo enfermas las tres.
Recién entonces la Municipalidad tuvo noticias del hecho e inmediatamente tomó las siguientes medidas.
Aislar a los enfermos en una casa alejada del centro de la población, costeándoles esmerada asistencia.
Hacer desalojar el Hotel donde se alojaron aquellos.
Invitar al vecindario a blanquear por dentro las habitaciones y ejecutar otras medidas de higiene privada.
Aplicar una mulla de cinco mil pesos al dueño del Hotel desalojado por haber ocultado los casos de viruela, siendo la causa de su propagación en aquel vecindario.
Se dirá que tales medidas son Más fuertes que eso de pasar notas y dejar que cada vecino convierta su casa en un foco de infección.
¿¡Pero es que hay notas capaces de detener la propagación de la viruela!? 
Viernes 6 de julio de 1883
LA VIRUELA
Según noticias que tenemos, ha vuelto a recrudecer la viruela, siendo varios los atacados de esa terrible enfermedad. Como lo hemos dicho antes, la Municipa­lidad local debe arbitrar medidas preventi­vas para que los atacados de viruela no cai­gan víctimas de ella, como ha sucedido en la mayoría de los casos.
Acúdase en socorro de las familias donde hay enfermos de esa peste, proporcionándoles asistencia y recursos, si carecen de ellos, como es en general, pues son gen­tes de las más pobres las que forman la mayoría de los atacados.
Las circunstancias exijen (sic) que la Corporación (Municipal) dedique su atención preferente á aliviar las condiciones de los enfermos de viruela, lo que puede influir mucho para combatir el mal. 
Jueves 12 de julio de 1883
VACUNACIÓN OBLIGATORIA
La mayoría de losperiódicos serios de la Provincia levantó y havenido sosteniendo la propaganda de Hacerobligatoria la vacunación de las gentes.
El Gobierno, inspirado en esa propaganda ó en las necesidades sentidas de decre­tarla, ha posado a la Legislatura el mensaje que se verá en seguida y que publicamos con gusto porque el Quilmero también le cabe el honor de la propaganda: 
El Senada y Cámara de Diputados, etc.
Art 1°. Desde cuatro meses después de la promulgación después de la promulgación de la ley es obligatoria en toda la Provincia la práctica de la vacunación, de acuerdo con las siguientes dispo­siciones y con los reglamentos que a consecuencia de esta ley, formule el Poder Ejecutivo.  
Art. 2°. Todo niño nacido en la Provincia, debe ser vacunado antes de alcanzar la edad de doce meses de quedar sin efecto esa vacunación será renovada hasta conseguirlo o hasta que el niño sea declarado refractario a la acción del virus vacuno.
Art. 3°. Todo niño que haya sido vacunado en los términos del artículo anterior, luego que llegue a los diez años de edad deberá ser sometido a la revacunación y en caso de no tener éxito en la segunda operación, se procederá como en ese artículo se dispone.
[...]
En caso de omisión, será penado con mul­ta de doscientos pesos a beneficio de las es­cuelas comunes del distrito.
Art. 6°. Los médicos municipales ó de Policía de cada partido, estarán obligados á vacunar los niños del partido en las épocas que cada Municipalidad determine:
En caso necesario, las Municipalidades nombraran médicos vacunadores para el cumplimiento de las disposiciones de esta ley.
Los emolumentos, gratificaciones de los médicos y gastos de la vacunación, serán determinados por las Municipalidades con aprobación del P. E. y pagados de las rentas del municipio.
Art. 7°. La vacunación y revacunación será hecha gratuitamente. Los médicos encargados oficialmente de practicaría, que cobren algún honorario para hacerlo, serán considerados como estafadores y juagados como tales.
Art. 8°. En las escuelas públicas o particulares será obligatoria la vacunación o revacunación, debiendo el médico de la localidad practicarla en la misma escuela, á todos los niños que según esta ley daban ser sugetados (sic) a ella.
Art. 9°. El P. E. dispondrá qua sean vacunados los individuos que no los estén: en los gendarmes de la Provincia; en los guardias ­de cárceles; en los detenidos, en los condenados, en los que asisten en los hospitales de la Provincia, así que su estado lo permita.
Art. 10°. El P. E. reglamentará especialmente esta ley, fundará un servicio especial de vacunación en la Provincia y tratará en cuanto sea posible que el servicio se haga en e! domicilio de los que han de ser vacunados; yen donde esto no sea posible, procurará que, á lo menos, se haga en cada cuartel, dos veces cada año.
Art. 11. El P. E. tratará que la vacuna­ción sea hecha con virus directamente sa­cado del animal vacuno, á cuyo efecto fundará un conservatorio de vacuna animal en el establecimiento de Santa Catalina.[3]
Art. 12. Los gastos que demande esta ley mientras no sean incorporados en el presu­puesto, se imputarán á ella misma y serán pagados de rentas generales,
Art. 13. Comuníquese, etc. - D’Amico. 
Domingo 12 de agosto de 1883
VIRUELA (se agrava la situación)
Es sumamente alarmante el desarrollo que ha tomado en Quilmes esta terrible peste. Son numerosos los atacados que hay por distintos barrios y en general es en los hogares de gentes pobres de recursos donde ataca. 
Domingo 19 de agosto de 1883
VACUNACIÓN
La viruela continúa causando víctimas en Quilmes, a pesar de que el vecindario podría preocuparse si quisiera prevenirse contra la peste por medio de la vacu­na que, si bien no está probada como eficaz antídoto para evitarla, la hace tan benigna como es cruel actualmente que pocos son los atacados que salvan de la muerte.
Conocemos la opinión autorizada del Dr. Fierro [4]respecto de que no existe el peligro que algunas gentes creen para vacunarse habiendo peste, y de esa opinión nos ocu­paremos en el numero próximo con demostraciones prácticas.
Toca á las Sociedades de Beneficencia,Cosmopolita é Italiana promover la vacunaciónentre las familias de sus asociados, tratando de destruir el pueril temor que abrigan algunas gentes de vacunarse du­rante la peste.
El Dr. Fierro no tendrá inconveniente de administrar vacuna gratuitamente en su casa siempre que se acuerden días y horas fijas para el efecto.
Nos estenderemos (sic) sobre este tema en el número próximo, pues su importancia merece llamar la atención del público á quien se le ofrece un beneficio.
EVOLUCIÓN
El 7 de octubre de 1884 el Dr. José Antonio Wilde presentó a la Municipalidad, que a su vez remitió a la Dirección Nacional de Salubridad un informe sobre las “Condiciones higiénicas del partido, enfermedades esporádicas, endémicas y epidémicas reinantes”.[5] 
Compilación, tipiado e investigación en notas Prof. Chalo Agnelli
NOTAS

 [1] Ver en EL QUILMERO del lunes, 8 de junio de 2009 Pedro Giménez , primer periodista profesional de Quilmes - "El Quilmero"
 [2]Ver en EL QUILMERO del lunes, 6 de julio de 2009“Epidemias que castigaron a Quilmes en 1867, 1868 Y 1871
 [3] El Instituto Agrícola Santa Catalina, también conocido por estancia de Zamora o Del Rey, creado en 1872 en Llavallol POR Eduardo Olivera, considerado el primer ingeniero agrónomo argentino. El Instituto fue la primera escuela de formación especializada en agronomía en la Argentina, fue ampliando su formación en estudios superiores hasta que desde 1883, por un tiempo funcionó también allí la primera formación universitaria en ingeniería agrónoma, antes de que esta última fuera trasladada a La Plata. La finca de Santa Catalina había pasado a manos del Estado luego de la quiebra del dueño a fines de 1860. En 1873, comenzó a funcionar la “Escuela Práctica de Agricultura”. El establecimiento sirvió, a la vez, de asilo para los niños que habían quedado huérfanos, producto de los estragos producidos por la epidemia de fiebre amarilla. La escuela funcionó casi una década, hasta que en 1879 el senador provincial José Hernández, sugirió elevar el establecimiento al nivel de escuela superior de agronomía, denominada “Escuela Científica de Ganadería”. En 1881, el gobernador Dardo Rocha autorizó la creación del “Instituto Agronómico-Veterinario” en el predio de Santa Catalina. El instituto contaba con una cabaña, iniciada con animales puros traídos de Europa y un “Conservatorio de vacuna animal”, el primero de su tipo en Sudamérica.
 [4]Ver en EL QUILMERO del jueves, 18 de febrero de 2010Edmundo Florentino Fierro, Médico aventajado, filántropo convencido"
 [5]Ver en EL QUILMERO del martes, 23 de agosto de 2016 “Salud e Higiene en Quilmes entre 1868 y 1888 – Informe Sanitario del Dr. Wilde”.

 



OLGA VERA STANKAITIS, BAILARINA

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Por Chalo Agnelli/2019
CON EL DUENDE DE LA DANZA EN LOS PIES

INMIGRACIÓN 
El conglomerado de pueblos que se derramó sobre el país al comenzar el siglo XX fue de una heterogeneidad generosa. En 1910 llegaron de Ucrania don Casiano Jamenuchco y Ágata Dubenski que, a su vez, vino con dos hermanas Alejandra y Tecla.
José y Ágata se instalaron en una casa en Pueyrredón y Lavalle en la Capital donde, en 1914, nació Olga, pero poco después se afincan definitivamente en Quilmes, en la Colonia, calle Córdoba 522; y en torno a este barrio y a la Cervecería, donde todos trabajaron, trascurrió la vida de esta familia y sus descendientes. 
JOSÉ STANKAITIS 
De Lituania, país eslavo, que hace pocos años la “Perestroika” le devolvió la autonomía de la ex URSS, vino en 1917, José Stankaitis.
En la Primera Guerra Mundial, Lituania había sido invadida por Alemania. El ejército alemán tomó el mando del país. En Rusia se había producido la Revolución de Octubre cambiando el rumbo de la historia. Con la experiencia pasada, de poco más de un siglo de ocupación rusa, fuerte era el desánimo por recuperar la patria y la nacionalidad. Muchos jóvenes escaparon de las insidiosas consecuencias de la guerra y la ocupación y emigraron hacia distintos puntos del mundo, hacia América y José a la Argentina.
José se afinca con su familia en Quilmes para trabajar en la Cervecería, se casa con Olga Jamenuchco y de este matrimonio nace Olga Vera, en Bernal, el 30 de septiembre de 1939, con el duende de la danza en los pies. Encantos que su padre había traído de su tierra natal, donde había estudiado danzas regionales eslavas. 
QUILMES BALLET 
José Stankaitis funda el “Quilmes Ballet” con bailarines de nota, entre ellos Ofelia de Temperley. Luego el grupo original se disgrega, pero en ocasión que un grupo de niñas como Gladys Cintioni y la misma Olga Vera, entre otras, realizan una coreografía en la escuela Nº 83, un grupo de madres piden a José Sankaitis que diera clases de ballet a sus hijas. Así nació la escuela de danzas, que en un primer momento estuve en Marcelo T. de Alvear 657, luego pasó a La Colonia, Azcuénaga y Entre Ríos, donde en un pequeño espacio se representó “Las Sílfides”, completa. Más tarde ya a cargo de Olga Vera, la escuela se instaló en Azcuénaga y 12 de Octubre, de donde pasó a Vicente López, una vieja casona que fuera propiedad de la familia Azpiolea.
El “Quilmes Ballet” adquirió notoriedad pues no existía en todo el partido de Quilmes otra institución similar con sus objetivos ni con su nivel. Muchos de los jóvenes que se reflejaron en los espejos de sus salones hoy residen en Europa donde son nombres significativos en los grandes escenarios. 
OLGA VERA 
Olga transcurre su escuela primaria en la actual Nº 83, cuando aún era la 36 Láinez, donde también habían concurrido su madre y sus tíos. En la “Pedro de Mendoza” tuvo inolvidables maestras como la Srta. Pascuali, Elba Piccioti, Dora de Cascino, la directora Luisa Fitón de Montalti y la Sra. Zurita. Se inició en la danza a los 5 años con su padre y luego con Pilar Ferrer profesora de danza clásica española.
A los 8 años, y notablemente dotada, comienza a estudiar con Estela Deporte, profesora y primera bailarina solista del Teatro Colón y al año siguiente ingresa a la escuela de ballet del Colón donde completa su preparación.
Simultáneamente en 1953, entra en la Escuela Nacional de Danzas dando en tan sólo dos, seis años libres. Y en 1955 comienza a cursar el primer año del Profesora Nacional de Danzas, recibiéndose en 1957. Olga Vera tuvo entre sus compañeros a notables bailarines como: a Eliseo Pinto, Roberto Monicat,[1]Raúl Franco, Gabriel Alberti, etc. 
EL TEATRO COLÓN 
Con el bagaje de sus estudios en el Colón y su título de profesora, concursa por el puesto estable en el cuerpo de baile de nuestro Máximo Coliseo y lo gana. Durante toda esta etapa de formación, además de su padre, y las nombradas maestras, fueron sus formadores: Gema González Castillo, Aída Mastrazzi, María Ruanova, Michel Vorotsky, Jorge Tomín, Ekaterina De Galanta, Amalia Lozano y en danzas españolas. Pedro Mendoza Alvarado y Paco Pérez Fernández.
A partir de 1966 comienza a concursar por el puesto de bailarina solista reemplazante de primera bailarina, cada dos años, ganándolo siempre hasta su retiro. La Sra. Stankaitis entre escuela y cuerpo de baile transcurre en el Teatro Colón 35 años.
Desde la posición de primera bailarina actuó con figuras internacionales de la talla de Rudolf Nureyev, Margot Fontein, Igor Yusquevith, Ekaterina Maximova, Maia Plisetskaya, Wadimir Vassiliev, Mijail Barysnikov, Tamara Toumanova, Eva Eudokinova, Olga Ferri, Wasil Tupin. También integró el cuerpo de baile durante los comienzos de los dos grandes genios de la danza argentina Julio Bocca y Maximiliano Guerra. Intervino en el ballet de grupo de Jorge Tomín.
Al casarse, para estar cerca del Colón se instala en la Capital Federal, donde en 1970 nace su hijo Pablo. 
ACCIDENTE FATAL 
El 10 de octubre de 1971 un avión bimotor Cesna a poco de despegar se precipitó a las aguas del Río de la Plata. El accidente cobró diez víctimas, todas ellas miembros del cuerpo de baile del Teatro Colón y compañeros de Olga Vera Stankaitis. Los bailarines principales, Norma Fontela y José Neglia murieron aquella noche, junto a los otros bailarines: Rubén Satanga, Sara Bockowsky Margarita Fernández, Marta Raspanti, Carlos Santamarina, Carlos Schiafino y Héctor Zambrana. Se dirigían a la ciudad de Trelew, allí se presentarían en el Teatro Español. Olga dedicada a la atención de su hijo aún muy pequeño no estuvo incluida en ese viaje fatal.
La noticia conmocionó especialmente al ambiente artístico; el trágico accidente había truncado la vida de dos de los mejores bailarines argentinos; cercenando brillantes carreras. Y también conmocionó el ánimo de Olga que perdió, de esa trágica manera, no sólo compañeros del arte, sino amigos de la vida. Luego realizó una extensa gira por Europa con el ballet cubano de Alicia Alonso.  
GIRAS 
En 1968 intervino en el Festival de Danzas de Paris y 1974 realizó una gira por Latinoamérica. En sus trabajos más destacados tuvo importantes coreógrafos como Leonid Massine, “Choreartun” y “Fedra”; Vassili Lambrinos, “Daphnes y Chloe”; Alicia Alonso, “Giselle” y “Coopelia”; Jak Carter en “El Lago de los Cisnes” y “El Niño Brujo”; Rudolf Nureyev en “Cascanueces”; Vitorio Biagi en “Pulsaciones” y “La Séptima Sinfonía”; Los hermanos Pericet en “El sombrero de tres picos” y “Doña Francisquita”; Oscar Arais en “Sueño de una noche de verano” y “Consagración de la Primavera”; Antonio Truyol: “Pavana Real”, “Medea”, etc. Plisetky en “Carmen”; Jorge Skivin en “Pájaro de Fuego” y “La Cenicienta”; Sergio Plebill en “Don Quijote”. Para los neófitos en las danzas clásicas muchos de sus coreógrafos nos son extraños, pero no tanto las obras en la que se destacó por su resonancia en los medios populares.
Junto al maestro Néstor Roy y coreografía propia realizó giras por todo el país, con grupos integrados entre otros, por Olga Ferri, Enrique Lommi, Liliana Belfiore. Hizo apariciones en televisión bajo la dirección del maestro Otto Weber y en “Veladas de Gala” (canal 9) junto con el maestro Ricardo Novich. 
DISTINCIONES 
En 1990 le otorgaron por su trayectoria el Kilmes de Honor. Con su escuela participa en 1994 en los Torneos Bonaerenses recibiendo una mención especial. Reiterando esta participación en 1998, pero esta vez obtiene el Primer Premio que consistía en un viaje a Italia. Por su calidad como maestra de bailarines fue contratada por la escuela de Ballet de Tandil en 1997. Aunque sólo tenía que ir dos veces por mes para los ensayos, Olga Vera iba cuatro días antes de la clase que le correspondía.
En 1999 con grupos de su escuela pone en escena la obra “La Bella Durmiente” con la participación como invitados de bailarines del Colón como la que fuera su alumna Miriam Barroso y Martín Miranda.
En el 2001 pone en escena la obra “Estancia” de Roberto Ginastera. Pero para toda esta tarea contó con la participación de maestros y profesores de distintas disciplinas y jerarquía como actriz Beatriz Eleta, profesora de teatro; María Ponce, profesora de danzas del Teatro Colón; Héctor Mhor, ex bailarín de nivel internacional y Gustavo García profesor de danzas folklóricas.
El 12 de septiembre de este mismo año concurre al Salón Dorado del Teatro Colón, donde, por primera vez en su historia de 76 años, se festejó el cumpleaños del Ballet Estable Al menos cuatro generaciones de bailarines colmaron el recinto. Asistieron directores de distintas épocas; bailarines, quienes, luego de dejar el escenario, prosiguieron en la carrera como maestros y creadores; tal el caso de Vera.
En el 2002, con el mismo grupo de talentosos maestros y alumnos con quienes hizo la puesta “Estancia”, se presentó con “Gaite parisiense” en Tandil, el 17 de agosto, repitiéndose la presentación en el Teatro Podestá de la Capital Federal y en La Plata. 
JUBILEO 
De su hijo Pablo, Olga Vera tiene dos nietos Iván y Martina. Don José Stankaitis se jubiló como cervecera en 1960, falleció en 1994 a los 84 años, en Atlántida, Uruguay, donde se había establecido.
La docencia en el arte del ballet, presente en ella desde que su padre, aquel inmigrante lituano que se le ocurrió crear en un barrio de arrabal de una ciudad reciente, el “Quilmes Ballet”, perdura en Olga Vera Stankaitis y hoy le dedica todo su tiempo y su vida en su amplia casa-estudio de la calle 12 de octubre donde se instaló hace 14 años, 82 formando una camada de jóvenes bailarines de notable prestigio como Myriam Barroso.[2] 
El 30 de septiembre 2019, Vera cumplió lucidos 80 años con el duende de la danza en los pies.
Vera Stankaitis con la señora María Elena Barragán de Pechora y el autor de esta nota Chalo Agnelli en la presentación del libro "La Colonia la Valerga", del mismo, que contiene la biografía de esta prestigiosa bailarina de nuestro Quilmes. Esta presentación se realizó en el Club Alsina, el más viejo de La Colonia. Sábado 19 de noviembre de 2011.
FUENTE
Agnelli Chalo (2010) “La Colonia de Valerga – Historia social del segundo barrio de Quilmes” Ed. Tiempo Sur. Quilmes. Pp. 187 a 189.
NOTA

[1]Ver en EL QUILMERO del martes, 16 de junio de 2015- Retratos en la Ciudad – “Roberto Monicat, Bailarín clásico, Maestro de danza” - Julio 2003 
[2] Myriam Barroso nació en Buenos Aires Argentina. Comenzó sus estudios de danza clásica y española con las maestras Vera Stankaitis y Lucia Silva quienes le otorgan los títulos de profesora de danza.Pasando por la etapa de refuerzo del BalletEstable del Teatro Colón en 1990, ingresa como contratada hasta 1992. Integrante y ex codirectora de dicho Ballet junto a Maximiliano Guerra.

GOLDAR, JOSÉ ABEL – MISCELÁNEA – DÍA DEL HISTORIADOR

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Como parte de los festejos por Tricentenario del nacimiento de Quilmes y las fiestas Patronales de Nuestra Señora de la Guardia, el sábado 27 de agosto de 1966, la Biblioteca Popular José Manuel Estrada organizó, en su local social sito (en aquellos años) en la esquina de las calles 25 de Mayo y Belgrano de Bernal, un acto en el que disertó el Sr. José Abel Goldar[1] sobe “Quilmes de ayer, en el Quilmes de hoy”, donde se explayó sobre los residuos de pasado que aún se preservaban en aquel Quilmes de los ’60, a poco que “se acabara el pueblo”, [2] vestigios de un ayer que se escapó entre los vericuetos de la modernidad y el “progreso”. Provechosos los más, lamentables los menos, pero dolorosa la pérdida de mucho patrimonio; pérdida que nunca se detuvo a lo largo de las décadas siguientes y hasta hoy sigue diluyéndose desde el olvido algún patrimonio, tradición, costumbre.
La charla se vio rodeada de una muestra de fotos de Alcibíades Rodríguez “Historia de Quilmes a través de la fotografía” y una muestra de obras del historiador José Craviotto y otros historiadores quilmeños.
El presentador decía en la ocasión:
Juan Agustín Isetto[3]
“Solíamos reunimos para comer en la Cantina del Griego o en El Moderno.[4]Comer era la excusa. Otra necesidad, no precisamente gastronómica, nos llevaba allí: la de estar juntos para conversar de historia, de nuestra historia. Entre los puntuales concurrentes estaban Craviotto, Antonio Igle­sias, don Ricardo Piccirilli, Kelsey — a quien, por una ocu­rrencia de Craviotto, apodábamos el General Paz —, Rosa Bucich y (su marido) Von Schoultz, (Mario) Scigliano, Mirita Bollo, (el juez) Tomás y Luis Otamendi, Lomban, (José Abel) Goldar y tantos otros amigos que en este momento se me escapan de la memoria. Por supuesto — y este "por supuesto" lo subrayo — también estaba firme don Pancho Romay. Sí, don Pancho, como le decimos respetuosamente al distinguido historiador don Francisco Luis Romay, nosotros, los que tanto lo queremos. En aquellas noches para la historia de la historia, Craviotto, Piccirilli, Antonio Iglesias y don Pancho ejercían la enorme fuerza centrípeta de su personalidad. Los más pollos callábamos discretamente. Goldar no es de los de mucho hablar, tiene la virtud de los que saben escuchar. Pero por allí, un dato retenido en algún vericueto de la memoria o la existencia de un hecho desconocido, reclamaba la urgente interven­ción de un atento asistente, portador de la información precisa. Entonces, nuestras miradas convergían hacia Goldar, porque todos estábamos seguros que este extraordinario sabedor de cosas, conocía hasta el más insignificante detalle de cuanto se hablaba. Y él, con esa modestia que es lujo de pocos y la sonrisa que le brota espontánea a flor de labios, no se hacía esperar con su comentario ponderado y riguroso.
Antonio Iglesias marchó antes que ninguno y seguro que andará por el cielo enseñando historia argentina a los bien­aventurados. Kelsey y Craviotto le siguieron después y casi al mismo tiempo. ¡Ay, el profesor de química que sabía más historia, no pensó cuán solos nos quedábamos! Y dejamos de reunimos, acaso para no sentirnos aplastados por la presencia de tantas sillas vacías. Pero hoy, algo, algo que viene de más allá y de más arriba, me dice que volvemos a estar juntos todos, otra vez, para escuchar a este consa­grado periodista, a este maestro, enjundioso y vital, que es Goldar, quien nos va a hablar de un Quilmes que vive albo­rozado el jubileo de su tercera centuria.
¡Cuánto bueno, Goldar! Volver a reunirnos como en aquellas noches, cuando el pretexto de comer, nos encon­trábamos en la Cantina del Griego o en El Moderno.Juan Agustín Isetto
Goldar como presidente de la Soc. de Bomberos Voluntarios de Quilmes entregando condecoraciones a bomberos destacados.
 Algunas obras históricas del José Abel Goldar
Compilación Prof. Chalo Agnelli
FUENTE EN EL
Museo Bibliográfico Documental “Bibliotecario Carlos Córdoba” de la Biblioteca Popular Pedro Goyena.
NOTAS
[1] Ver en EL QUILMERO del lunes, 31 de agosto de 2015, “José Abel Goldar, albacea de la memoria”.
[2] Ver en EL QUILMERO del sábado, 14 de enero de 2012, “Cuando se acabó el pueblo” - Miscelánea quilmeña - 1963[1]
[3] Presidente de la Comisión de Cultura.
[4] El Moderno era un hotel en la esquina NO de San Martín y Alem. Tenía un restaurante donde se brindaban comidas tanto a los huéspedes como a cualquier vecino que lo deseara. Se solían reunir en él grupos para festejos y reuniones sociales y fue sede original de varias instituciones que iniciaron allí sus trayectorias.
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