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CONSENSO ENTRE LAS AUTORIADES COMUNALES Y AGRUPACIONES HISTÓRICAS DE QUILMES

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LAS ESTACIONES Y LA ELECTRIFICACIÓN DEL FERROCARRIL GRAL. ROCA
 En el día de ayer por la tarde, miércoles 6 de mayo, integrantes de la Agrupación de Historiadores Los Quilmerosy de la Junta de Estudios Históricos de Quilmes, como voceros de gran parte de la comunidad quilmeña, concurrieron a una reunión con autoridades comunales, tras un pedido de audiencia previo con el Sr. Intendente Francisco Gutiérrez, quien compelido por obligaciones ineludibles de último momento delegó el encuentro en la persona de la Secretaria de Obras Publicas de la Municipalidad Arq. Roxana González. Asistieron a la misma el historiador Claudio Schbib, el profesor e historiador Chalo Agnelli, la presidenta de la Junta de Estudios Históricos de Quilmes Arq. Marta Oliva y la joven militante Carolina Paracampo.
El motivo de la reunión fue la preservación de los edificios históricos de las cuatro estaciones ferroviarias del partido de Quilmes: Don Bosco, Bernal, Quilmes y Ezpeleta, ante la cercana y favorable electrificación del Ferrocarril Gral. Roca, que todos los quilmeños aguardamos con suma ilusión.
La reunión se desarrolló en un positivo clima de acuerdos y se esbozaron proyectos de trabajo mancomunado. La Secretaria de Obras Públicas acompañó la inquietud de los representantes de las instituciones mencionadas y de la comunidad sobre la defensa y custodia de los edificios de las estaciones centenarias.
Se coincidió en la importancia de mantener una fluida comunicación e información a la población sobre las acciones de interés general por parte de las autoridades municipales. Y se comprendió que la gran avanzada de progreso que significa la electrificación del ferrocarril Gral. Roca es de interés vital para los usuarios locales, en la misma medida que la preservación del patrimonio histórico, compendio de identidad, de tradición y estímulo para generar y afianzar en las jóvenes generaciones conciencia ciudadana.
Satisfechas todas las inquietudes presentadas se abordaron otros temas relacionados a la cultura en general y se acordaron próximas reuniones de trabajo que contarán con la participará del Sr. Intendente y otros funcionarios comunales.


CELIAR RENÉ CELLA, OTRO ADIOS

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La muerte es una presencia artera que nos acorrala en los momentos menos pensados. Hoy, al mediodía nos dejó Celiar René Cella, "Quenito": educador, deportista, hombre de bien, quilmeño de añeja factura que deja a toda la comunidad un tanto más huérfana.Muchos no lo habrán conocido inevitablemente, y se perdieron algo magnífico pues su presencia era un regalo de la vida: entusiasta, positivo, alegre, divertido, sabio, generosa por demás, una personalidad vivificante si las hay.
Quienes fuimos sus amigos, quienes fuimos sus alumnos, quienes fuimos sus colegas despedimos a un hombre que fue verdadero ejemplo de cómo hay que encarar la vida si se desea vivirla en plenitud y sanamente.
Nació en la localidad de Rivadavia, vieja estación América, en la provincia de Buenos Aires y límite con La Pampa, un patrio 9 de julio de 1921, en el hogar de Silvia Elvira Cristy y Ángel Ernesto Cella. Sus padres tomaron su nombre de la leyenda americana romántica “Celiar” del poeta uruguayo Alejandro Magariños Cervantes. Egresó como maestro en al Escuela Normal a la que amaba con fiel sentimiento en 1938. Continuó sus estudios en la Universidad de La Plata para realizar el profesorado de Historia y Geografía, título con el que egresó en 1945. 
Surcó las aulas de varias instituciones: el Instituto Nazareth, desde 1958 hasta 1966 en que asumió como rector del mismo hasta 1971; el Instituto Mons. Esandi de Bernal (1971-1975); la Escuela de Enseñanza Media Nº 3 “Francisco J. Salustio” (1971-1986)
En la Escuela Normal, promoción 1938, junto con el director Juan Manuel Cotta, la vicedirectora Josefa Lombán de Casado.

La dedicación a la actividad docente no lo separó de su otra pasión el deporte. Desde 1941 a 1945 jugó hockey sobre patines en el Quilmes Atlético Club y en 1942 practicó hockey sobre césped en la 2º “B” y 2 “A”. En 1944, resultó campeón de 1ª división y sub campeón al año siguiente. Presidió la sub comisión del Club
Quilmes de este deporte (1957-1965) Y, con 54 años de edad, concluyó en 1967 con “los veteranos” en la 2º “B”, que eran que a la vez actuaban como árbitros en las otras categorías de la Asociación. Integró la 1ª división del Círculo Universitario de Quilmes en 1946 y 1947 y entre 1968 y 1975. Jugó tennis en cadetes menores en torneos internos del Club Quilmes, ganó medallas en singles y dobles en pareja con “Chacho” Labourt y en Colón en equipos de 1ª división durante toda su permanencia en esa ciudad (1947-1957)
También el basquetbol lo tuvo como componente, destacándose en los equipos del Club Quilmes y del Círculo Universitario de
90 AÑOS!!!!
Quilmes. 

La trayectoria cultural del profesor Cella siguió el sendero señalado y motivado por su familia. Acompañó a su hermano Orlando en la fundación de la Asociación Cultural Sanmartiniana de Quilmes, creada el 2 de julio de 1961. 
La Biblioteca Popular Pedro Goyena pierde a su Padrino y su Comisión Administradora a un consejero fiel y certero, quien esto suscribe ha perdido un Amigo.
Con su hermano el profesor Orlando Cella, Marta Ísola de Cella, sobrinos y sobrinos nietos en un festejo aniversario
 Con su esposa Angélica De Baldrich, la Prof. Nélida Sanchini de Montorfano y el Sr. Ingoloti
 Con su esposa Angélica De Baldrich en el festejo de los 100 años de la Escuela Normal
¡Siempre dispuesto a la diversión! 
 En la Biblioteca Goyena, su casa.

 

LUDOVICO PÉREZ, ENTRE MADERAS, PAPIROS Y LIENZOS.

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Se podría decir que su natalidad se la disputan la Patagonia, Río Negro, Quilmes (La Colonia) y Berazategui (Ranelagh), pero nació en Allen, Río Negro el 5 de octubre de 1929, hijo de Dominga Grassi y Juan Enrique. Su padre era un trabajador del ferrocarril del Sud. Por su cargo lo trasladaban de
pueblo en pueblo, de modo que en cada uno tuvo un hijo hasta sumar los seis que son los Pérez - Grassi: Carlos, José, Mirta, Nora, Blanca y Ludovico.
De muy pequeño con su familia se estableció en Quilmes, en una propiedad que aún está en pie, en la calle Carlos Pellegrini entre Bernardo de Irigoyen y Manuel Quintana del barrio La Colonia.  La enseñanza primaria la cursó en distintos pueblos de la provincia pro los viajes que les imponía a lafamilia el trabajo de su padre, pero la concluyó en Quilmes, en la Escuela Nº 17 "Leonardo Rosales". 
Tuvo el primer contacto con el arte aproximadamente a los 8 años, cuando descubrió la carbonilla. Él mismo cuenta: "Comparándola con el lápiz común y corriente, me deslumbró por la intensidad del negro que se obtenía ya desde el primer trazo". 
Estudió y egresó de la Escuela de Artes Plásticas “Pío Collivadino” que dirigía Juan Correa su maestros y el de tantos quilmeños seducidos por la imagen. También fue alumno de Antonio Sassone, el escultor que realizó el monumento al Gral. San
Martín que se halla en la plaza homónima de Quilmes, y de Leopoldo Füschshuber , autor de Ismos de la plástica contemporánea. Examen y vocabulario”. [1] 

[2] 
EL MAESTRO
Desde 1951 ejerció la docencia en varias instituciones entre las que se destaca la Escuela de Bellas Artes “Carlos Morel” de Quilmes, muy querida por él. Fue profesor fundador de la escuela de artes plásticos A. F. Sturla de Avellaneda y de la escuela de Bellas Artes “Oscar Alberto
Albertazzi” de Formosa, de la que fue director; como también lo fue de la escuela de Artes Plásticas de Junín, en la provincia de Buenos Aires. 
"Era un placer el aprendizaje en el taller de Ludovico artista y persona. Luego los años, estando ya dedicado a la labor artística y la docente, confirmaron con creces esas sensaciones y sentimientos experimentados en aquellos momentos. Ludovico artista notable, cálida persona, caballero de ley.” Así califica su calidad de maestro otro artista que fue su alumno, Julio Bravo.
VIAJES
Viajó becado con fines de estudio por el Noroeste Argentino, donde compartió experiencias con el antropólogo Alberto Rex González. En 1955, contrajo matrimonio con quien sería su primera esposa
María Pilar Arozena con quien tuvo un hijo, Enrique.
En 1970, viajó por Europa con su mujer y su hijo, para conoce loas principales escuelas de artes plásticas, estudiando en talleres de artistas y museos de Austria, Bélgica, España, Francia, Holanda e Inglaterra. También recorrió América.
 Realizó exposiciones en todo el país y en el exterior desde 1946. Fue invitado por el Museo de Arte Moderno en la representación argentina de grabadores al IV Festival Nacional de Arte, Cali, Colombia y al museo de Arte Moderno de Bogotá. Participó en el VII; IX; X y XI Salón de Grabado “Carmen Arozena”, de Madrid, España; en el II Festival Nacional de L´Aquarelle AU, Québec, Canadá, país donde realizó varias muestras individuales con una serie de acuarelas sobre el tango; así como en el Koubek Center de la Universidad de Miami, EEUU; además de muchas otras en la Capital Federal y en casi todas las
capitales y ciudades principales de la Argentina; son incontables las exposiciones individuales y colectivas realizadas en los partidos de Quilmes, Berazategui, Florencio Varela y casi todos los aledaños. 
Dice de su plástica la escritora Ana María De Mena: “El dibujo, la acuarela, el óleo, la témpera no tienen secretos para sus trazos elegantes y su coloración armónica. Sin embargo, donde ha
descollado y sobresale notablemente, es en el grabado. Aguafuertes, aguatintas y xilografías surgidas de su inspiración corroboran su calidad de maestro. De su prensa han surgido maravillas.[3]
Enlazó su arte con la literatura ilustrando libros como "El Ombú" y "Allá lejos y hace tiempo" de Guillermo Enrique Hudson; "Thems" de la poeta Gioconda Bertoia; el poemario "De la tierra prometida"de Alfredo Pérez Galimberti con 34 xilografías, "Con sabor a malta y río", libro de texto para la escuela primaria coordinado por la Prof. Julieta Firpo, "Añoro" y "Cómo quisiera" de Pancho Aquino, etc. 
RECONOCIMIENTOS
Recibió más de 120 premios en salones nacionales e internacionales. Durante varios años fue diseñador de la empresa
textil Bernalesa. Hace décadas que estableció su casa-taller en Ranelagh.
Hoy con su compañera la artista Norma Cistaro, juntos fraguan espacios y tiempos de cultura. La Sra. Cistaro diseñó la fuente “La Semana” que se construye con el auspicio del Rotary Club y la Sociedad de Amigos del parque de la estación de Ranelagh, el parque Eva Hajduk, un frondoso espacio verde que rodea la estación del ferrocarril de ese pueblo. La fuente se inauguró el 3 de noviembre de 2007 en un acontecimiento que fue una auténtica fiesta popular donde asistieron funcionarios municipales, el Int. Mussi, numerosos integrantes de la cultura de Berazategui y Quilmes y gran parte de la comunidad local.
Uno de sus últimos emprendimientos artísticos fue cultivar papiro en el fondo de su casa de Ranelagh para fabricar el papel sobre el cual volcó su arte; como los grandes genios de la plástica del pasado que fabricaban los elementos con los cuales desplegarían su creatividad.
Él y su esposa integran la cofradía de artistas plásticos del Grupo La Rueda, junto a Martín Castro, Mario Amisano, Luis Bianchi, Miguel Montalto [4] y Jorge Cassanello.
En 2008 fue nombrado para dirigir y recuperar el Museo de Artes Visuales de Quilmes que estaba en un grave estado de abandono. Con el patrimonio realizó exitosas muestras y exposiciones de artistas plásticos locales. Personalmente, él y su esposa Norma Cistaro, restauraron el marco del gigantesco cuadro de Víctor Roverano, parte del baluarte cultural de ese templo del arte local.
Luego asumió la responsabilidad de la dirección “del Roverano”, la señora Cistaro, con el consejo, el apoyo y la valiosa compañía de Ludovico.
El 29 de marzo de 2011, recibió de la Municipalidad de Quilmes la distinción de vecino ilustre reconocimiento que enorgullece a todos los quilmeños, berazateguenses y a sus vecinos de ese rincón de vida y creación  que es el pueblo de Ranelagh.
Desde el 24 de mayo al 24 de junio de ese mismo año, Ludo– como reducen su nombre sus amigos – celebró sus prolíficos 65 años con el arte con una sinfónicaexposición – como dice el crítico Claudio Mangifesta - en la Casa de la Cultura de Quilmes.
 Si una frase calificadora faltara para completar esta biografía de Ludovico Pérez es la de “laburante incansable del arte y la
docencia y por esto mismo, repitiendo a Mangifesta: “Cada obra nueva de Ludovico nos enfrenta a un nuevo amanecer”.
Su legado a la cultura quilmeña son imágenes de un pasado propio que nos dice quiénes fuimos. Así  persevera creciendo en una carrera que relumbra en el ámbito local, nacional e internacional. Todo con humildad y sin los vedettismosque algunos artistas padecen involuntaria o concientemente.
Gran cantidad de sus obras engrandecen las paredes de pinacotecas particulares, así como el patrimonio de importantes museos del país y del exterior.
El 5 de junio de 2015, presentará en la Sociedad Española de Quilmes el libro "Ludovico Pérez, 70 años con el arte", de Producciones Rol Art, realizado por el diseñador en comunicación visual Pablo Caamaño Cistaro, quien reside en Malloraca, España; el libro sintetisa su vida en el arte a través de sus producciones más características. 
por Prof. Chalo Agnelli 
de "La Colonia de Valerga", Cap. 15 "Por aquí pasaron"
Quilmes, 2010 
NOTAS



[1] Buenos Aires, Editorial La Mandrágora, 1958. 179p. Contiene 8 grabados Primera edición.
[2] Nació en 1921. Médico cirujano, doctor en Antropología de la Universidad de Columbia; fue Jefe de Arqueología del Museo y la Facultad
de Ciencias Naturales de La Plata, director nacional de Antropología en 1984 y del Museo Etnográfico de la UBA.
[3] Ver, “Quilmes generando cultura” Año I, N° 5; agosto de 1994. Pág. 12.-
[4] Amisano falleció en 2006 y Montalto falleció en su casa de Villa España (Berazategui)  los primeros meses de 2009.

NUEVA REVISTA "EL PROVOCADOR" (COLABORACIÓN)

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El Instituto Superior de Formación Docente Nº 104 (antigua Escuela Normal de Quilmes) ha dado a conocer el Nº 1 de su Revista "EL PROVOCADOR", en el marco del acto académico del Día del Trabajador, realizado ayer en su sede de Mitre 364, Quilmes. La publicación, idea de la profesora Nora Rotuno, está a cargo de las editoras Profesoras Leticia Álvarez y Nilda Sobrero, y su contenido es responsabilidad de docentes, ex-docentes, alumnos y ex-alumnos de esta casa de estudios.
 El propósito fundamental, como se lee en su nota editorial, es "insistir en el carácter provocativo de la enseñanza. Atreverse a mover lo instalado, atreverse a hacer preguntas, atreverse a una mirada distinta".
 
Además de las ponderaciones a las docentes responsables de que finalmente "El Provocador" haya visto la luz, es necesario hacer un justo y merecido reconocimiento a la Universidad Tecnológica Nacional, Regional Avellaneda, que financió la edición en papel. Los interesados en acceder a un ejemplar pueden dirigirse a la Biblioteca de nuestro establecimiento, en el primer piso.
 
 Prof. Raquel Gail
Coordinadora (ad-honorem)
Proyecto Recuperación Archivo Escolar
Escuela Normal de Quilmes
www.archivo104.blogspot.com

¡ LA ESCUELA NORMAL TIENE HISTORIA! (COLABORACIÓN)

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¡Nuestra escuela tiene Archivo!
Dedicado a todos los voluntarios que
han participado durante estos
ocho años en el rescate de
nuestra historia.
Capítulo uno: el comienzo de la historia 
La Escuela Normal de Quilmes cumplirá este año su 103º (centésimo tercer) aniversario. Hoy está fraccionada en distintos servicios educativos y – al mismo tiempo - fusionada bajo la denominación de Unidad Académica. El Jardín de Infantes Nº 949, la Escuela Primaria Nº 84, la Escuela Secundaria Nº 20 y el Instituto de Formación Docente Nº 104, nacieron cada uno a lo largo de este período como brotes primaverales, nuevas ramitas, de la antigua y original Escuela Normal que se fundó en 1912. 
A comienzos del siglo XX ya se habían creado unas 40 escuelas Normales en el país y los gobiernos de la época creían que era una buena idea la que había promovido Sarmiento en sus tiempos; consecuentemente, seguían fundando escuelas para que todos los chicos recibieran educación formal y Escuelas Normales para que tuvieran maestras y maestros con una sólida preparación. 
Quilmes entró en esa vorágine cuando un Inspector, que es ese momento estaba destinado en otro distrito de la Provincia pero que había actuado mucho en beneficio de la sociedad local, avaló la demanda de la población de crear una Escuela Normal, la primera entre Buenos Aires y La Plata, la primera para niñas y señoritas en la región, la primera que tendría los siete grados completos en este pueblo. Ni siquiera la antigua escuela Nº 1 tenía en ese momento todos los grados, situación muy frecuente por otra parte, sino sólo los que se llamaban “infantiles” y “elementales”. 
Así surgió este –nuestro- establecimiento. De acuerdo a la organización que se daban entonces las Escuelas Normales, al ordenarse su fundación se creaba una Escuela Primaria completa llamada Departamento de Aplicación, donde los niños recibirían la mejor instrucción que se pudiera ofrecer y en cuyas secciones las estudiantes de Magisterio presenciarían clases modelo y practicarían desde el 2º año para entrenarse adecuadamente para la misión profesional que las esperaba. ¿Por qué digo “las estudiantes”? Pues porque fue creada como escuela para Niñas y así funcionó los dos primeros años. En 1914, las autoridades determinaron convertirla en Escuela Mixta.
 Junto con el Curso de Aplicación se crearía en 1912 el primer año del Curso Normal, en 1913 el segundo año y así sucesivamente. Fue hermana de otras Normales: la de Lomas de Zamora (aunque allí se basó en una Normal Popular de la Provincia), la de San Fernando y la de San Francisco en la provincia de Córdoba. 
Una vez nombrado el personal, el siguiente paso sería que el Director Prof. José Domingo Sosa del Valle, catamarqueño que a la sazón revistaba en el territorio de La Pampa, encontrara un local adecuado para que funcionara.  Pues bien… ¡no lo encontró! Ninguna propiedad de las que podían alquilarse en el pequeño centro urbano servía a los propósitos de Escuela. Consecuencia inmediata: las autoridades ministeriales tomaron la decisión de que, ya que estaba creada, la escuela debía comenzar a funcionar… y la trasladaron a Belgrano, en la Capital Federal. 
La población quilmeña no permaneció indiferente ante lo que consideró un atropello, y menos aún el Inspector Atanasio A. Lanz, lugareño promotor del proyecto. Se reunieron los sectores más interesados en la concreción de la anhelada Escuela y elevaron a la superioridad sus protestas y sus propuestas. La Directora de la Escuela Nº 1 cedió parte de las instalaciones, y el acuerdo entre las autoridades provinciales y nacionales se formalizó, de manera que la Escuela Normal Nacional comenzó a funcionar el 23 de octubre de 1912 en las aulas de la Escuela provincial, emplazada entre la sede del gobierno municipal y la iglesia. La “Prensa” en su edición de 29 de septiembre registra la noticia así: “La Escuela Normal de Quilmes. Su instalación definitiva. Regocijo general.” “Por fin después de las tantas vicisitudes conocidas ha sido instalada en el local de la Escuela N° 1, frente a la plaza Carlos Pellegrini, la Escuela Normal de Maestras.”[1] 
Llevó tiempo que el Prof. Sosa del Valle encontrara un local apropiado para instalar la institución que regía. No fue sino hasta 1915, cuando ya dictaban clases todos los cursos necesarios, siete grados primarios y cuatro años secundarios, que se logró rentar la propiedad situada en la manzana de Mitre, Conesa, Colón y Sarmiento. Era una mansión propiamente dicha, que se había construido más de cincuenta años atrás, y que se rodeaba de un hermoso parque. En esa época pertenecía a la familia Ctibor, que por razones comerciales se había trasladado a La Plata. 
El Censo Nacional de Población levantado en 1914 nos informa que Quilmes tenía 38.449 habitantes[2] (no olvidemos que era mucho más extenso que hoy, pues el actual distrito de Berazategui estaba incluido hasta su autonomía en 1960). Contaba con 26 escuelas primarias públicas[3]distribuidas en todo su territorio, todas ellas bajo jurisdicción provincial, y ninguna escuela secundaria oficial, fuera de la Normal. Una oportunidad única y nada desdeñable para las niñas y señoritas que aspiraban a recibir una educación superior a la de la mayoría de sus vecinas, que deseaban ejercer una profesión digna y socialmente jerarquizada, y para los jóvenes muchachos que no tendrían que viajar hasta La Plata o la Capital Federal como hasta entonces, o bien matricularse en el Colegio secundario particular del pueblo. 
Tanta fue la expectativa depositada en la flamante institución, que aquel primer curso de 1912 recibió 42 damitas, algunas de las cuales superaban los veinte años de edad. En el Departamento de Aplicación se matricularon  151 alumnos.

Se podría continuar dando precisiones sobre la evolución de la Escuela hasta el día de hoy, pero sería muy extenso mencionar en este artículo los sucesivos avatares. El crecimiento rápido de la matrícula, la creación del Colegio Nacional por iniciativa de los profesores de la Normal, las innumerables actividades culturales gestadas desde la Escuela, la aparición del Jardín de Infantes (1949), las repercusiones de los acontecimientos de la política, los cambios en los planes de estudio a lo largo de un siglo, la expropiación del local de la calle Moreno (1945) y luego de la manzana de Mitre (1957), las actividades deportivas, la supresión del magisterio de Nivel Secundario (1968), la creación del Nivel Terciario (1971), la demolición de la antigua casona y la edificación de la sede actual, sin terminar desde 1985, los personajes que tuvieron renombre público –tanto del claustro docente como de los egresados-, la vida de la comunidad educativa, en fin, muchísimos asuntos para contar, mostrar y analizar. 
Pero ¿dónde encontrar esa información? ¿Dónde están las pruebas? 
Capítulo dos: el Archivo 
En el Archivo, indudablemente. La escuela, como cualquier otra organización, genera documentos producto de su quehacer cotidiano. Montañas y montañas de papeles que dan cuenta de lo actuado y que, según marca la ley, deben conservarse por determinado tiempo; algunos de ellos para siempre. 
Los alumnos se matriculan, presentan documentos que los identifican, cursan, asisten a clase, obtienen calificaciones, resultan promovidos o no, rinden exámenes, obtienen certificados. La escuela tiene personal docente y no docente que llegó designado por la autoridad competente; presenta sus credenciales, asiste, eventualmente tramita justificación de sus inasistencias, dicta clases o desempeña otras tareas; los docentes planifican sus cursos, evalúan; la comunidad participa a través de organismos colegiados como la Asociación Cooperadora; los alumnos constituyen nucleamientos de estudiantes; se realizan actos colectivos de naturaleza diversa, como la celebración de una fiesta patria o el cierre de un año de trabajo. Hay bienes patrimoniales: el edificio, el mobiliario, los libros de la biblioteca, los elementos didácticos, de todo lo cual hay personas responsables. El edificio se reforma, se repara o crece. Antes de la transferencia del establecimiento a la Provincia, se realizaba la liquidación de sueldos para todos los empleados. Hasta se concesionan espacios, verbigracia el kiosco. Todo ello se documenta; muchos, la mayoría, de esos documentos se conservan en alguna dependencia, por lo regular en forma ordenada, pero se van cubriendo del polvo del tiempo, del desorden que provoca la falta de un espacio adecuado y de personal especializado en la materia. 
Esa era nuestra realidad. Hasta que un día… quiero decir, una noche ¡hubo corte de energía eléctrica! Yo estaba dando clase en primer año del Profesorado de Historia, el año 2006. Mis alumnos estaban entusiasmados con el desarrollo del tema cuando nos quedamos a oscuras. Con todas las precauciones del caso, y a la débil luz de algunos teléfonos celulares, que no abundaban como hoy en día, bajamos las escaleras para desalojar el edificio. Un grupo de estudiantes prefirió quedarse para continuar conversando… ¿dónde? En la manzana vecina no había corte y un local estaba abierto. Allí continuamos reunidos una hora o más. Un tema llevó a otro y, finalmente, manifestaron su interés y su preocupación por el estado del “Archivo”[4] que habían conocido con otros docentes, en el subsuelo de la escuela. Confieso que nunca me había detenido a pensar en el “Archivo”. Me sorprendí con algunas de las cuestiones que plantearon, por ejemplo la falta de mobiliario, el estado de abandono y de suciedad, el riesgo implícito para los documentos y, por ende, para la historia de la escuela.
 Fue el paso inicial. A partir de aquella conversación, y casi sin darnos cuenta,  se puso en marcha el Proyecto de Recuperación y Puesta en Valor del Archivo Histórico de la Escuela Normal de Quilmes. Muchos sábados por la mañana estuvimos allí limpiando, levantando del suelo los papeles para evitar que se repitiera el problema de inundación que ya había ocurrido, combatiendo plagas. Éramos alumnos y docentes cooperando en el rescate. 
Pero había que pensar cómo se podrían prevenir posibles desastres, como se organizaría un archivo; necesitábamos de todo, capacitación, orientación, especialistas, muebles, sensibilizar a la comunidad educativa, recursos materiales y humanos. Una obra cuyas dimensiones realmente no alcanzamos a vislumbrar en ese momento. Sin embargo, el compromiso de todos los implicados tuvo la fuerza suficiente para llevar adelante un Proyecto que hoy enorgullece a la Escuela Normal de Quilmes. 
La Dirección de la Unidad Académica no vaciló en dar su pleno apoyo desde el primer momento. Inicialmente diseñamos acciones de sensibilización al interior de la institución. Luego golpeamos puertas hasta encontrar eco en la Escuela Normal Nº 1 de la Ciudad de Buenos Aires y en la Biblioteca Nacional de Maestros. A partir de setiembre de 2007, un año después de comenzada nuestra labor, dicha Biblioteca alumbró el Programa Nacional de Archivo Escolares del cual nuestro Proyecto constituye el caso Piloto Nº 1. En calidad de tal, recibimos la visita de especialistas que hicieron un diagnóstico de la situación, recibimos orientaciones y capacitación “in situ” y posteriormente en otras sedes. También recibimos subsidios para adquirir insumos elementales en tres ocasiones. Al mismo tiempo los grupos de voluntarios se iban renovando por lógicas razones que tienen que ver con el proyecto personal de cada uno.  
Acudimos a otras instancias. La Asociación de ex-alumnos de esta Escuela (EXANQUI) escuchó nuestra propuesta y brindó incondicional apoyo desde que la conoció. El Instituto de Formación Docente y Técnica Nº 8 de la Plata, único centro donde se dictaba la Tecnicatura en Archivística en la Provincia, atendió nuestras inquietudes y recibimos cuatro Pasantes en el año 2009. Generamos la creación de la Tecnicatura en la localidad, absorbida por el ISFDyT Nº 83 de San Francisco Solano, de donde vienen alumnos a hacer sus Prácticas Pre-profesionales desde el año pasado y sus Pasantías desde este año. 
En el año 2008 me atreví a saltar al `ciber´ espacio y nació el Blog “Archivo104”, que a la fecha tiene publicadas más de 1.400 notas y recibió cerca de 225.000 visitas de distintos lugares del mundo. El 2014 me encontró más atrevida aún y entré en las redes sociales a través de Facebook. Lo expreso en singular, sin ninguna modestia, porque aunque recibo y publico muchas colaboraciones, es un trabajo personal. El propósito de aprovechar las TICs no es otro más que difundir la labor realizada y compartir con otras instituciones y especialistas motivados por la recuperación de las historias escolares. También he tenido cabida en distintos encuentros académicos que abordan la temática.
El depósito fue trasladado en el año 2008 del subsuelo al escenario de la escuela, espacio cerrado pero compartido con el archivo administrativo y con otras actividades, dada la insuficiencia de infraestructura que padecemos. Este año, afortunadamente, se pudo resolver de manera casi ideal la cuestión del depósito para el Archivo Histórico, y en julio fue trasladado a una sala de planta baja que reúne mejores requisitos para su alojamiento. Además, se lo separó del archivo administrativo y, aunque por el momento se comparte el uso con el sector dedicado a la puesta en orden de las `netbook´ de los alumnos del Nivel Medio, nos da la grata sensación de que ¡al fin! estamos llegando a las condiciones deseadas.
El Archivo aún requerirá muchas horas de trabajo para terminar de organizarlo, acepta voluntarios aunque sean de tiempo parcial e invita a ser visitado, conocido y aprovechado por alumnos, profesores e investigadores. Habitualmente, nos encuentran allí los miércoles de 14:00 a 18:00. ¡Los esperamos!
  
Prof. Raquel Gail
Coordinadora (ad-honorem)
Proyecto Recuperación Archivo Escolar
Escuela Normal de Quilmes
www.archivo104.blogspot.com

NOTAS

[2] Revista El Monitor de la Educación Común, 1915, pág. 73.
[3] Agnelli, Héctor “Chalo” (2004). Maestros y escuelas de Quilmes 1666-2004. Buenos Aires, Jarmat.
[4] Hoy sabemos que lo que ellos llamaron Archivo no era más que un depósito totalmente inadecuado.

EL TRANVÍA A LA RIBERA

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Por otra parte a la propuesta de Robertson siguió la de Robert W. Bradley & Cïa., quien junto con el Dr. Carlos Pizarro Lastra, pidió en 1901 a la municipalidad de Quilmes se les permitiera instalar una empresa tranviaria de la estación hasta La Ribera donde levantarían un hotel en torno del cual se haría un parque recreativo. El capital se reuniría con la extracción de arena para uso de los constructores del Partido. Esta petición se aprobó, pero las obras no se concretaron.

El 28 de noviembre de 1914 a las 15 hs. según cuenta el diario la Nación del día siguiente, quedó inaugurado el tranvía eléctrico a La Ribera: “A la hora señalada un convoy de cuatro coches salía de la estación del ferrocarril con los invitados, a los que se agregaron las autoridades municipales presididas por el intendente (Dr. Castro) Una vez llegados al punto extremo de la línea, en cuyo paraje avanza rápidamente la construcción del balneario, que como la empresa del tranvía pertenece a los señores Fiorito Hnos., se procedió a la inauguración de las obras. [...] Terminada la ceremonia los concurrentes pasaron a los salones del hotel establecido en La Ribera, donde fueron obsequiados con un lunch”[1]

En noviembre de 1920 por ordenanza municipal se autoriza la transferencia del contrato de concesión acordado a los señores Pedro y Antonio Fiorito por escritura de 22 de mayo de 1911 para la explotación del tranvía y balneario, a favor de la S.A. “Tranvías Eléctricos y Balneario de Quilmes”.[2] 
En 1948, empeñados en el proyecto nacional de estatización de todos los servicios públicos la Municipalidad de Quilmes pidió la cuenta de lo que debía desembolsar por los mismos, resultando la suma para adquirir las vías terrestres y aéreas con todas las instalaciones propiedad de la Asociación Tranvías Eléctricos y balneario de Quilmes era de $ 555.522,25 de aquellos años. [3]Antes del cruce hacia la calle Alsina por sobre las vías del FFCC había una parada y cambio sobre la actual plaza Soberanía Nacional y en la calle Canal de Beagle (cerrada por aquel entonces) había una casilla de madera pintada de gris que hacía las veces de oficina de tránsito y descanso para los “motormen”. Luego, entre 1979 y 1980, sobre esa parada se construyó la pequeña plaza en reivindicación por las disputas limítrofes con la hermana República de Chile. Conflicto solucionado con la firma del Tratado de Paz y Amistad del 29 de noviembre del 1984. 
Terminal en la estación, del lado de La Colonia, Pellegrini entre Gran Canaria y Canal de Beagley, hoy allí está la plazoleta Soberanía Nacional. Al fondo se ven las torres de la Crisoldinie, donde hoy se halla un supermercado.

UN DECESO FORTUITO 
Intereses ocultos, negociados, falsas visiones de progreso, inoperancia de políticos y funcionarios hizo que después de 60 años un decreto del presidente Arturo Frondizi determinara que el servicio de tranvías era obsoleto y lo reemplazó por colectivos con el mismo número, 22.

A fines de febrero de 1962, el ministro Mazar Barnett entregó los automotores que reemplazarían los tranvías N° 22 al presidente de la UTA, Héctor Pérez. Era intendente de Quilmes don Rodolfo Adalberto López (h) y presidente de la República el Dr. Illia. Recién había muerto el candidato de la UCRP a gobernador de la Provincia, Crisólogo Larralde. Comenzaba en Quilmes a diluirse el pueblo y a asomarse violenta la ciudad. Prevalecía aún la pujanza industrial y la cultura rumbosa, pero en esa violencia estaba la destrucción de lo lento, pero seguro, de lo calmo, del silencio elocuente y los sonidos inteligentes, de la amenidad de los clubes, las sociedades de fomento, la buena vecindad, los atardeceres en la vereda, el fulbito en el potrero, la libreta de almacén...  y el tranvía.
¡Aún no se usaba la palabra ecología y la contaminación no arreciaba! Al tranvía lo acusaban de lento y ruidoso. ¡Quién sabe! Los argumentos de los responsables de este fracaso suenan tan convincentes como los de quienes lo consideran un error extirparlos del tránsito urbano, considerando que, aún hoy, en grandes ciudades del mundo existen líneas de tranvías exitosas.

Se argumenta que fue una forma de favorecer a las empresas de colectivos que se habían extendido notablemente después de 1930; que fue por un lobby de las estaciones de servicio; que con la supresión del tranvía se favorecía a una industria brasileña fabricante de carrocería y auto partes de colectivos, a la que se compraron los primeros vehículos de la línea 22...

En su despedida de Quilmes, el último tranvía 22 cruzó la avenida Vicente López el 22 de febrero de 1962.

PARTICULARIDADES TRANVIARIAS 
Por una ordenanza municipal del 25 de enero de 1913 se estableció la velocidad a que debían ir los tranvías eléctricos dentro del radio comprendido por las calles Alsina, desde Mitre hasta Andrés Baranda; Rivadavia desde Belgrano a Gaboto; Centenario (H. Yrigoyen) desde Rivadavia a Brandsen y esta última, de Centenario a Libertad, en Quilmes a razón de 10 km/h. Fuera de este perímetro podía ampliarse a 25 km/h.
El 29 de agosto de ese mismo año se promulgó una ordenanza prohibiendo fumar en los coches de tranvía. Dice textualmente dicho documento: “...queda prohibido fumar o llevar cigarrillos encendidos en los coches y plataformas de los mismo, sean éstos cerrados o abiertos, haya o no señoras. Esta disposición se
consignará en lugar visible del coche y el conductor hará descender inmediatamente al pasajero. El que la resista, incurrirá en la multa de diez pesos moneda nacional. Exceptúase a los coches abiertos destinados para obreros.” 
Una ordenanza del 23 de abril de 1921 promulgó que los coches de tranvía debían tener en sus plataformas, en la parte del frente, resguardos de cristal “... que puedan abrirse y cerrarse; y en las partes laterales se colocarán cortinas de lona suficientemente fuertes al fin de impedir la entrada de agua en los días lluviosos y las corrientes de aire.” Se ratifica la prohibición de fumar. Se obligaba a la empresa a desinfectar los coches y a proveer al personal fijo de conductores y guardas de uniformes. En el artículo 11° establecía que los guardas debían hacer descender a los ebrios requiriendo para ello, de ser necesario, el auxilio de la fuerza pública.
El Sol, 1964
CONCLUYENDO:
En  Pellegrini y Del Valle, 
Vicente López, Malvinas,
el grito de Alsina, Alsina,
se oía por esas calles;
el pintoresco detalle
del tanvía que pasaba
mientras la zorra esperaba
hasta el tope de cerveza,
y al dar vuelta con pereza
el Anglo ya se alejaba[4] 
Estábamos parados en la esquina de San Luis y Andrés Baranda. Era el día de Noche Buena. Lo vimos venir lento en su agobio. Su color se había agrisado. Yo tenía 16 años y había pasado gran parte de mi vida adentro de ese vagón. Lo conducía don Pancho Marrull, un catalán bastante puteador, con uniforme maltrecho. Nos miró previendo alguna jugarreta de las que solíamos hacer a su paso; también le vi una despedida, un reflejo de pena. Intuí que algo se iba con ese vehículo ruidoso avanzando hacia Pellegrini. Se fue lo único que nos había quedado de pueblo. Quilmes que, si bien era ciudad desde 1916, conservaba lo pueblerino en su esencia, en los hábitos, costumbres y formas de relacionarse de
sus pobladores.
Cuando sacaron el tranvía y perdimos la ética de esa bonhomía, progresista y abundosa, que nos caracterizaba, la Ribera perdió esa mezcla de juerga y sudestada que imantaba al común de los quilmeros.
Los menos afortunados, los trabajadores sin medios suficientes para costear viajes de ida y vuelta para los cinco integrantes de la familia a picniquear en el Balneario y los estudiantes el día de la primavera, se sentaron en sus casas frente al televisor o dentro de una pelopincho casera o comprada en cuotas. Nos esquilmaron duro. Luego a Solano le sacaron el tren y lo arrinconaron; las dictaduras prohibieron los corsos, las murgas y las comparsas barriales; los clubes vieron emigrar a sus socios. Se fue don Gino el barquillero y el organito con Pepón, el loro adivino. Cerraron las grandes fábricas, flaquearon las pequeñas y las industrias artesanales; los comerciantes fueron aplastados por el gigantismo supermercadista que colaboró en estropear el paisaje. Muchos jóvenes se quedaron en el camino y a muchos otros el neoliberalismo salvaje los expulsó hacia paisajes foráneos.
Nos decían que así debía ser para entrar en el primer mundo, porque el espejo estaba puesto hacia afuera no se quería ver la propia imagen. 
Investigación Prof. Chalo Agnelli / 1989 - 2011
Fotos: Alcibíades Rodríguez, Fernando San Martín, Alberto Schwarz, A.G.N., archivo personal.  
   FUENTE
Agnelli, Chalo. "La Colonia de Valerga - Historia social dell segundo barrio de Quilmes - 1874/1974". Editorial Tiempo Sur. Quilmes, 2012.
NOTAS

[1] V. de Salustio, Matilde. “El balneario de Quilmes” E. Piro. Marzo 2009. Pág. 57 en adelante. 
[2] Ordenanza (Concesión Fiorito) del 10 de noviembre de 1920. 
[3]El Sol”, 24 de noviembre de 1948 
[4] Ver Bibl. Arrestía J. Pág. 88

EL TRANVÍA 22

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Se presentaron anteriormente dos notas sobre el tranvía en Quilmes, [1] un transporte que hizo y hace nuestro perfil quilmeño, aún para los que no lo conocieron o eran muy chicos cuando nos lo arrebataron o no vivían en Quilmes. Ahí quedan, por ahora, algunos pocos rieles que nos lo recuerdan. Pero como nunca es suficiente agregamos el capítulo 4 del libro “La Colonia de Valerga – El segundo barrio de Quilmes” que quien suscribe publicó en 2011.(Chalo Agnelli)
Terminal de Cevallos y Otamendi.

El que oyó el traqueteo de un tranvía en la noche...
como el que oyó el paso de un tren en una ciudad dormida
de provincia, sabe lo bella que pude ser la tristeza.” 
Abelardo Castillo
Agitado y bamboleante deja atrás el Cambio Intermedio[2] y entra en La Colonia. Enrique Ulibarry, el motorman, de impecable gris, severo, con la vista fija en los riesgos ajenos, avanza en un moderado vértigo de velocidad sobre el terraplén por la calle Andrés Baranda vestida de boulevard...

En las casas vecinas las familias lo escuchan y saben que el mundo marcha; desde la radio, el ‘top’ deja entrar el mediodía... y al anochecer una abuela sube el volumen para escuchar el último capítulo de los Pérez García... Desde una ventana, el tango “Adios muchachos” de Julio Sanders vuela desde un combinado
comprado en Cavanna y Passalen. Y mientras el tranvía avanza lo acarician “Las 40” de Francisco Gorrido y más allá “Vieja Serenata” de Sandalio Gómez... En el potrero frente a los Bottaro los chicos detienen el partido para echarle una reojeada cómplice y  escuchar el crujido de las tapitas de cerveza entre las vías... Pasa por el taller de automotores de Giaimo, donde hasta hace poco estaba la laguna preñada de ranas y en las siestas de verano cuando el sol rajaba la tierra el piberío iba a darse un chapuzón... Cerca del almacén de los Gaita García el organito de don Gino
ofrece la fortuna con Pepón, un loro de plumas ajadas... Se escucha el bullicio deportivo que sale del Club Tucumán... Llega a la curva de Lemos con olor a pan crocante... Avanza por las plazoletas de la calle Pellegrini engorrosa de esos adoquines que en las calles quilmeñas  entorpecen más que lo que pueden fastidiar los caminos costrosos de barro al Chevrolet 35 de don Armando, con techo de acero y parabrisa en “V”, que le compró hace poquito a Alaimo... las devanadoras de los Zacarías acompañan el rodar de
las ruedas de acero... En la placita los chicos saltan en “la cachurra montó la burra” que los más nuevitos llaman el rango y algunas pibas que sobre un banco juegan al dinenti,  imitan a coro su trácate, trúcate, trácate y saludan a todos y a nadie vigilados por sus madres que charlan en la esquina sobre esa moda de la banana en los peinados; otros más caraduras acechan la distracción del barquillero a cinco centavos la tirada... Cristino, el barrendero municipal, con su escobillón bigotudo barre los cordones entorchado con el crespón negro y la foto de Evita que siempre llevó en su pecho después de la muerte de la “Abanderada de los humildes”. Lo cruza Virola, el diariero
voceando Crítica y La Razón y a la altura de Sáenz Peña dos señoronas de bustos altos y sombreros de las Daubas van a la parroquia... Pasa por el corralón de Bossi y hace sonar la campanilla para que no se le cruce uno de esos carros cargados de materiales y empujados por morrudos matungos... A duras penas sube la pendiente para cruzar el paso a nivel hacia el otro lado. Los pocos pasajeros espían las tapas de “El Hogar”, “Para Ti”, “Paturuzú” y “Billiken” del quiosco de Nenucho, que charla con el Dr Di Bartolo... Sigue derrengado el 22, sigue por Alsina a la Ribera, amarillo y rampante, a cargarse de río y de sauces.

LOSTRAM-WAYS 


Los tranvías, tram-ways, de tracción a sangre fueron instalados en Buenos Aires el 14 de julio de 1863, [3] extendiéndose generosamente en la década de 1870 en que llegó a Quilmes de la mano de un grupo de anglosajones.

El 1º de enero de 1873, además del año se inauguró la línea de
tranvías a caballo de la estación a la Ribera, acercando el río al pueblo y a los porteños a estas costas. Melville Sewell Bagley, [4]vecino de Bernal, creador de la Hesperidina, George T. Bate, [5] Frank Livingston, y Francisco Younger, terrateniente próspero del lugar, se asociaron para concretar el emprendimiento.
Los tres primeros socios se apartaron ante el flagrante fracaso de la empresa, quedando al frente, tan sólo Younger, sosteniéndolo férrea y graciosamente, esto último por la cantidad y variedad de anécdotas que suscitó hasta 1889.
Las vías estaban elevadas por sobre las calles, dificultando el tránsito de los vehículos y de los peatones, con los consabidos daños; lo que evidenció “El Progreso” el 8 de junio de 1873.
En 1896, un 20 de enero, Evaristo Uriburu, promulgó la ley 3358 otorgando la concesión a la firma Quesada Hnos. para la instalación Pueblo del sur donde varias familias porteñas poseen casas de fin de semana y quintas de veraneo desde hace varios años: los Peuser, los Argerich, los Pitré, los Cáceres, los Estrada, los Álvarez de Toledo. El mismo José Evaristo Uriburu es  dueño de una suntuosa quinta en la barranca.[6] Pero recién en 1897, aparecieron los primeros tranvías eléctricos instalados por el ingeniero estadounidense Charles Bright de la compañía Tranvías Eléctricos de Buenos Aires. Los vehículos contaba con asientos para 34 pasajeros, funcionaban sobre rieles y se impulsaban por energía eléctrica que recibían de tendidos aéreos
de una línea de tranvías eléctricos, desde la Capital Federal hasta Quilmes: “El 26 de noviembre de 1898, Arturo Robertson pide permiso a la municipalidad para instalar un tranvía eléctrico de la estación al río y un depósito de arena para proveer a los constructores del pueblo a $ 1 m/n el m3. El H.C.D. negó esta solicitud."[7]
En la sesión del H.C.D. del 20 de enero de 1900 se autorizó al intendente a contratar  la empresa Quesada Hnos. para instalar el tranvía de la Capital Federal a Quilmes, según lo aprobaba la ley nacional N° 3358. [8]
Sin embargo, se presentaron varias dificultades que obligaron a transferir los derechos a la firma Otto S. Bemberg & Cía., propietaria de la Cervecería Argentina de Quilmes que ya perfilaba
ser la empresa más pujante de este pueblo ribereño.
Además del servicio de pasajeros la Cervecería utilizaría el trazado vial para enviar a la Capital Federal su producción de cerveza y malta, en unos vagones de madera pintados de gris plomo, todos cerrados que la imaginería popular dio en llamar las zorras. 
El nuevo proyecto tranviario se aprobó el 19 de julio de 1901 y al siguiente año se autorizó el tendido de rieles por las calles de Quilmes. Sobre la avenida Mitre, desde Avellaneda, se hicieron terraplenes para asentar las vías porque era muy anegadizo y sobre el arroyo Sarandi se construyó un viaducto.
Las vías no estaban en el centro de la calle sino junto a las veredas NO. Para proteger al peatón y al resto de los transportes, en el espacio urbano las separaba de la calle un riel apoyado sobre postes de 40 cm de altura. En las esquinas había como guarda ganados, que perturbaba bastante el tránsito. Cada 8; 10 o 15 cuadras estaban los tramos de vías dobles para realizar los cambios.
En La Colonia el “Cambio intermedio estaba en la calle Andrés Baranda entre Rep. del Líbano y Catamarca y el otro en la curva que hacía la vía en A. Baranda para tomar Carlos Pellegrini. Ambos desaparecen cuando se extienden las vías de ida en Vicente López. 
Con un recorrido de 22 Km. la línea se habilitó el 22 de enero de 1905. Finalmente el anhelado tranway llegó a extenderse en un entramado de vías que atravesaban Buenos Aires y tras 16 Km. llegaban a Quilmes.
Vinieron a la inauguración el Ministro de Obras Públicas de la Nación Dr. Adolfo Horma, el Secretario de Obras Públicas de la Provincia, los Inspectores Generales de Puentes y Caminos y el de Ferrocarriles de la Pcia. de Buenos Aires, etc. El 11 de febrero de ese mismo año la línea se denominó “Tranvías de Buenos Aires & Quilmes”. Habían pasado nueve años. El tramo hasta Hudson – en
ese entonces llamado Conchitas – nunca se realizó porque la maltería se hallaba frente a la estación del Ferrocarril del Sud y el transporte de mercadería se realizaba por ese medio. 
El servicio tenía una frecuencia de un coche cada 40 minutos. Había 12 desvíos para el cruce de los tranvías que iban con los que venían, llevándole 45 minutos realizar todo el trayecto, a un costo de $ 0,40. De tramo en tramo, había refugios de madera con bancos para los viajeros. 
Pronto fue el transporte favorito de los trabajadores, obreros y empleados, que concurrían a las fábricas, talleres y comercios que se extendían a lo largo del recorrido de esa línea tranviaria y también para los maestros, profesores y estudiantes de las escuelassecundarias, por ser cómodo y económico. 
En 1913 hacía 60 viajes por día en cada sentido. Fue el primer tranvía eléctrico de América del Sud. Grupos de trabajadores de distintas fábricas, vecinos, socios de clubes del barrio, familias y grupos de amigos en días festivos, solían alquilar tranvías para emprender un jocoso  viaje al Balneario.
La Cervecería Argentina de Quilmes le daba a esa extensión de vías una utilidad propia que era el transporte de cerveza – durante el verano se transportaban 1600 toneladas al día - y cargas generales en la “zorra”. Para ello tenía dos depósitos: uno en Pedro de Mendoza y Herrera, en la Capital, llamado Barraca Ocampo y otro en Libertador y Esmeralda. A su vez la Cervecería daba flete a otras empresas del pujante Quilmes de aquel entonces, que venía creciendo en forma vertiginosa: “La Papelera” de Bernal, la“Cía. Gral. de Fósforos”, “La Sulfúrica”, etc. Además, con estos coches realizaba todo el movimiento interno del gigantesco predio que ocupaba la planta cervecera.
LA ANGLO
En 1914, La Compañía Anglo Argentina que perfilaba a monopolio del transporte compró el tranvía y se le asignó el número 22. Tenía cabecera en Crucecita. La zorra siguió utilizando la red vial pues la Cervecería así lo acordó con la nueva concesionaria, de modo que la Compañía de Transportes Anglo Argentina (C.T.A.A.) pagaba peaje por el uso de las vías, mientras que tendió su propio cableado aéreo paralelo al existente y cada uno llevaba su trole en el hilo correspondiente. 
También en 1915, en la ciudad de Buenos Aires se sustituía el tranvía a caballo por el eléctrico y una comisión de comerciantes de [9]
La Plata propuso extenderlo hacia esa capital provincial.
El recorrido de la Cía. de Tranway Buenos Aires-Quilmes dentro del Partido en 1940 era: Avda. Dardo Rocha, Cerrito, Belgrano, Avellaneda, Avda. San Martín, Vicente López, Carlos Pellegrini, Alsina, Mitre, Alem, Tte. Gral. José Félix Uriburu (hoy H. Yrigoyen), Olavarría - 12 de Octubre (paso a nivel), CerveceríaArgentina (hoy Gran Canaria), Córdoba (hoy Pte. Perón), A. del Valle, Carlos Pellegrini, Andrés Baranda-Belgrano, 9 de Julio y retomaba la Avda San Martín de regreso a la Capital Federal. 
La Compañía tomaba a su cargo el servicio de alumbrado eléctrico con lámparas incandescentes de 500 watts, de esas calles. 
La Compañía de Tranways de Buenos Aires & Quilmes S.A. brindaba, según la leyenda de sus avisos en los medios gráficos,  “Servicio rápido y económico para el transporte de cargas y encomiendas generales entre Buenos y Quilmes y las estaciones intermedias”. Tenía oficinas en la calle Cervecería Argentina (hoy Gran Canaria) y Córdoba (hoy Perón) en un edificio de tres pisos rectangular que aún persiste. Los conductores y guardas de los tranvías tuvieron en la esquina de Zapiola y Dardo Rocha un campo de esparcimiento para uso propio y de sus familias. 
A partir de 1930, por impulso del Ministro López Abuín, se agregaron nuevos coches de color marfil, con 40 asientos que a veces llevaban remolques. A partir de 1957 se renovó toda la línea a lo largo de las avenidas Mitre y Dardo Rocha. La Anglo compró a la Cía. Eléctrica de Los Ángeles coches de doble comando más veloces. Esto determinó también la renovación de las avenidas en cuestión pues las empresas de colectivos y corporaciones de colectiveros veían perjudicado su negocio. La presión fue grande y el gobierno de la provincia determinó levantar las vías para remodelar las avenidas. López Albuín fue destituido y el Ministro Acevedo en octubre de 1961 asesinó un transporte, barato para las clases populares, sin riesgos de contaminación ni accidentes.

Investigación Prof. Chalo Agnelli / 1989 - 2011
Fotos: Alcibíades Rodríguez, Fernando San Martín, Alberto Schwarz, Alfredo San José, A.G.N., Facebook, archivo personal.  

   FUENTE 
Agnelli, Chalo. "La Colonia de Valerga - Historia social dell segundo
barrio de Quilmes - 1874/1974". Editorial Tiempo Sur. Quilmes, 2012.
NOTAS

[1]Ver EL QUILMEROdel viernes, 3 de julio de 2009EL TREN Y EL TRANVÍA - DESVENTURAS DEL PROGRESO (COLABORACIÓN) y del martes, 17de septiembre de 2013, HABÍA UNA VEZ… UN TRANVÍA (COLABORACIÓN)IV JORNADAS DEL MERCOSUR SOBRE PATRIMONIO INTANGIBLE. http://elquilmero.blogspot.com.ar/2013/09/habia una-vez-un-tranvía-colaboración.html/ http://elquilmero.blogspot.com.ar/2009/07/el-tren-y-el-tranvía-desventuras-del.html/

 [2]Aproximadamente donde hoy se halla el Sanatorio Modelo.

Ver “La fotografía en la Historia Argentina” Tomo I. Pág. 38 
[3] Como este nombre debió resultar complejo y hasta hereje, para la época, en algunos documentos aparece como “Miguel Santiago”. 
[4] George Thomas Bate, irlandés, estaba casado en segundas nupcias con Emily Temperley Knigh, hija del fundador de Temperley 
[5] Donde hoy se halla el Hospital Isidoro Iriarte. 
[6] Libro de Actas del H.C.D. N° 3 folio 178. 
[7] L. de Actas N° 3 folio 318. 
[8] En parte extraído del artículo de “El Sol” del viernes 25 de abril de 1997, escrito por alumnos de los talleres barriales que coordinaba la Prof. Susana Lagger. 
[9] V. de Salustio, Matilde. “El balneario de Quilmes” E. Piro. Marzo 2009. Pág. 57 en adelante.


4ª JORNADA DEL CURSO HISTORIA DE QUILMES "LAS TRES FUNDACIONES"

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SOC. DE FOMENTO BARRIO 12 DE OCTUBRE Y BIBLIOTECA POPULAR 
DR. JUAN MARTÍN VILASECA
BIBLIOTECA POPULAR PEDRO GOYENA
AGRUPACIÓN DE HISTORIADORES LOS QUILMEROS  
SEGUNDO CURSO: HISTORIA DE QUILMES
“LAS TRES FUNDACIONES
  Cuarta Jornada del Curso de Historia de Quilmes el sábado 23 de mayo de 10 a 11:30 horas en la Biblioteca Dr. Juan Martín Vilaseca, Condarco 1415 e/Pte. Perón y Corrientes. 
Temas a desarrollar en este cuarto encuentro: LA SEGUNDA FUNDACIÓN. Desde Pago de la Magdalena hasta el pueblo de los Kilmes. Las vaquerías y los saladeros. Quilmes en la Revolución de mayo. La nueva expoliación a los Quilmes. Conflicto por la extinción de la Reducción. Pbro. Santiago Rivas. Nueva división política. La primera inmigración. Período Federal. Alcaldes de Hermandad, Jueces de Paz e Intendentes. Paulino Barreiro. Por el Prof. Ch. Agnelli.
ENTRADA LIBRE GATUITA


ADIÓS A LA IMPA, UNA GRAN APUESTA AERONÁUTICA ARGENTINA DE LA PRIMERA MITAD DEL SIGLO XX (COLABORACIÓN)

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Ya repasamos el tiempo de esplendor de la emblemática empresa IMPA que se instaló en Quilmes con el visionario propósito de fabricar aviones livianos. Aquí, sus últimos trabajos.
Por Juan C. Benavente e Italo Nonna
Acorde con la dinámica expansionista de IMPA ((Industria Metalúrgica y Plástica Argentina) sus autoridades decidieron ampliar los talleres de Quilmes y encararon la construcción de una ambiciosa planta.
Sin intervención estatal, la empresa invierte una suma millonaria. En diciembre de 1944 el Cnel. Juan Perón preside la inauguración de los edificios, que hoy forman parte del Área de Material Quilmes de la Fuerza Aérea.
Lamentablemente, en 1945 IMPA Quilmes comienza un declive que la llevará a dejar de fabricar aviones y sólo se ocupará del mantenimiento de aeronaves, pasando luego a la órbita militar.

IMPA Y SU TRANSFORMACIÓN
¿Qué causas motivaron el agotamiento de esta magnífica iniciativa? ¿Fueron sólo las "discrepancias técnicas" entre los niveles jerárquicos y de desarrollo que entorpecieron y dificultaron los proyectos? ¿Fueron los cambios que se fueron dando en el país a partir de 1946 con el fortalecimiento del Estado nacional? ¿Fueron las débiles prestaciones de sus proyectos iniciales?
Según testimonios, la empresa tuvo "diferencias" con el gobierno peronista. A la par de lo registrado, el hijo de un ex operario afirma en una carta que su padre ingresó a IMPA como aprendiz y explica que "en 1946, cuando fue nacionalizada por el gobierno -por considerársela de capitales enemigos- mi padre no quiso nacionalizarse ni afiliarse al Partido Justicialista y fue echado, junto con cientos que no aceptaron".
También, fue evidente que el prematuro alejamiento del ingeniero español Davins Ferrer, de algún modo signó su destino. Pazmany, uno de los responsables del Impita, un prototipo de buenas prestaciones de vuelo, lo siguió después. IMPA tenía sus proyectos iniciales, pero los vaivenes impedían profundizar en los diseños, a la vez que necesitaba mejorar los mecanismos de ensayos.

NO MÁS AVIONES
En 1945, la Secretaría de Industria y Comercio de la Nación intervino el establecimiento. Asambleas de obreros y empleados no fueron suficientes para detener la caída. No se fabricaron más aviones, sólo planeadores; y se realizaron tareas de mantenimiento y reparación de aeronaves. Dos años después, las instalaciones pasaron a depender de la Secretaría de Aeronáutica. Aquí la historia se bifurca: por un lado, la sede capital y la sucursal de San Martín, de las cuales hoy funciona sólo la primera; por otro, la planta de Quilmes se anexa al Estado, como parte de la aeronáutica militar.
Sin embargo, al margen de los prototipos y de los 25 Tu-Sa fabricados por IMPA en su vida privada, entre 1944 y 1951 se construyeron cincuenta planeadores primarios SG-38, cincuenta veleros Grunau Baby IIa y cincuenta conjuntos para Grunau Baby III.
Desde aquellos lejanos tiempos de esplendor, IMPA selló con su nombre al lugar.
A la distancia y considerando las restricciones que sufría la aviación argentina en general como consecuencia de la II GM, intentar el desarrollo de una industria aérea propia, era una empresa costosa y arriesgada pero no descabellada. Nuestro país se encontraba en un proceso de industrialización por sustitución de importaciones, al que entonces, parecía sumarse tibiamente la industria aeronáutica privada.
La empresa necesitaba un tiempo prudencial para consolidar sus diseños y trabajos y no tuvo el suficiente para asentarse en el mercado. A pesar de ello, IMPA quedará como uno de los más intrigantes emprendimientos privados de fabricación de aviones.

ANTES, UNA DE ITALIA
Mucho más tibios que los alemanes y franceses, los italianos también incursionaron en América del Sur para extender sus servicios aéreos.
En diciembre de 1939, un avión Savoia-Marchetti SM-75 une Roma con Río Gallegos; en 1940 llega a nuestro país el embajador italiano desembarcando en el aeródromo de Quilmes.
En el mismo año la compañía LATI (Línea Aérea Transcontinental Italiana) utilizó a Quilmes para operar sus aviones "a titulo de ensayo", según reflejaron periódicos locales. Así es que se vieron en el aeródromo del conurbano a los citados trimotores SM-75.
El Savoia-Marchetti SM-75 Marsupiale efectuó su primer vuelo en 1937, incorporándose a LATI dos años después. Era un robusto trimotor para uso civil de pasajeros y transporte militar de gran alcance, que podía operar en pistas cortas (unos 340 m para despegue) en aeródromos secundarios; capaces de transportar a 25 pasajeros en vuelos de gran autonomía.
Sin embargo, los servicios aéreos no durarán mucho y correrán la misma suerte que la empresa alemana Sindicato Cóndor Ltda.
En diciembre de 1941 Italia declara la guerra a EE.UU. y como consecuencia de ello la compañía tiene dificultades para continuar la operación de sus líneas en América del Sur, a instancias de los norteamericanos.

 Por Juan C. Benavente e Italo Nonna

"LUDOVICO PÉREZ, 70 AÑOS CON EL ARTE", PRESENTACIÓN

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Pintor de soledades que logra transmitir vitalidad a través de sus telas. Colores magistrales. Amirador tanto del arte precolombino como de Goya, Velázquez, Victorica y Spilimbergo. Ludovico pinta especialmente el valle de noroeste: Angosturas, Gaiman, las bardas del desierto. Viene a decirnos: esto es hermoso, cuídenlo. Porque es parte de ustedes mismos. El Arte es un perfume que roza la realidad de las cosas, 
a través de los dedos de un hombre lleno de amor.  
Anderson, 1984. Provincia de Chubut.
Este epígrafe da una pequeña idea de la magnitud de la obra artística que desarrolló el Maestro Ludovico Pérez a los largo de sus "70 AÑOS EN EL ARTE", como se denomina el libro que se presentará el próximo viernes 5 de junio en la Sociedad Española a las 20 hs.
Un libro más que elocuente realizado en España por Pablo Caamaño Cistaro de producciones Rol Art, nacido en Quilmes en 1980; diseñador en comunicación visual (UNLP/Nueva Escuela de Arte y Diseño de Buenos Aires) Su primer libro publicado fue "Cuando Comencé a Volar", el cual narra las experiencias que tuvo al emigrar a España en el año 2013, y que fue incluido en la Asignatura "Cultura Española I"del grado en Mediación Lingüística y Cultural de la Universidad de Milán.
Este libro comenzó a tomar formas el verano de 2013, en medio de un ameno almuerzo entre el autor y Ludovico Pérez en Ranelagh, y que gracias al aporte de muchas y valerosas personas, hoy es una realidad.
La presentación estará a cargo del periodista, escritor y librero Miguel Ángel Morelli y del profesor Chalo Agnelli. Se proyectará un video de la Directora y Productora de Mandioca Cine Alicia Agnone.
Organiza la Asociación Española de Socorros Mutuos de Quilmes. Teatro Cervantes, Rivadavia 129, 1º piso, Quilmes.

LA BANDERA DE QUILMES PARA LAS ESCUELAS (COLABORACIÓN DE PERSPECTIVA SUR)

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Llegó la Fiesta Patria del 25 de Mayo y nuevamente las escuelas del distrito esperaron ansiosas izar en los actos bajo el Pabellón Nacional la Nueva Bandera de Quilmes. Perspectiva Sur entrevistó a la concejal Nancy Espósito para conocer el estado de situación de este excelente proyecto tan postergado por el Municipio. EL QUILMERO, también involucrado en el tema, ante la inquisitoria recibida de parte numerosos docentes y alumnos de escuelas públicas y privadas de los tres niveles, cumple en difundir esta noticia por este medio.  
De Perspectiva Sur
25.05.2015
LA COMUNIDAD ESTÁ ANSIOSA POR LA PRESENTACIÓN OFICIAL DE LA BANDERA DE QUILMES, QUE SERÍA EN JUNIO PRÓXIMO.
Confirman la continuidad de la confección de las banderas de Quilmes para escuelas
La comunidad está ansiosa por la presentación oficial de la bandera de Quilmes, que sería en junio próximo.
Luego de cumplir un año tras el concurso público para la elección de la bandera quilmeña, la Comuna continúa el proceso de elaboración de las mismas y estiman una presentación oficial para junio.
Nancy Espósito, concejal promotora del proyecto, explicó que: “La ordenanza ya fue promulgada por lo que los avances en las acciones ya están realizándose. Hay que entender que ellos evaluaron un proceso que lleva tiempo y que es un momento no oportuno debido al proceso de elecciones en la comunidad. Hubo una compulsa de precios y evaluación de los presupuestos presentados por los proveedores. Las banderas se mandaron a confeccionar, es decir, el proyecto está en proceso. Lo que queda es plasmar junto con la subsecretaria de educación, Cecilia Tanoni, una fecha para la presentación de las mismas. Las banderas son estampadas y bordadas, estimo que a máquina porque a mano sería mucho trabajo. Teniendo en cuenta la cantidad de escuelas, se requerirán unas 600 banderas. Todavía no las han entregado pero entiendo que pronto estarán finalizadas.” Señaló la concejal Espósito.

PRESENTACIÓN
En un principio se había estimado que iba a ser en junio. Espósito dijo: “Se realizará un acto en donde se tratarían de reunir a las 315 escuelas públicas y 200 escuelas privadas, junto a sus respectivos referentes y a las instituciones como guarderías de la Municipalidad y demás dependencias municipales. La idea es realizar el acto antes de las PASO. Esto se debe a que pretendemos que tenga vinculación a alguna otra fecha especial en donde se realice otro acto patrio como el 9 de Julio. Eso lo determinará decidiendo el ejecutivo.”
Perspectiva Sur
Lunes 25 de Mayo de 2015.

AVIACIÓN EN QUILMES (COLABORACIÓN)

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1915-2015, CENTENARIO DE LA AVIACIÓN EN QUILMES (PARTE XVI)
Continuamos reproduciendo de Perspectiva Sur las apasionantes notas  sobre la histórica de la aviación en Quilmes realizadas por el profesor Juan Carlos Benavente y el amigoÍtalo Nonna, generoso colaborador de EL QUILMERO y de la Biblioteca Popular Pedro Goyena.



BASTARÁ QUE SE JUNTEN UNOS MUCHACHOS...
Tras el ocaso de IMPA en el aeródromo de Quilmes, a finales de la década del `40, años después reaparece la actividad civil con el Club de Planeadores Quilmes. En esta entrega, los inicios en el vuelo de la agrupación.
El "Club de Planeadores Quilmes" (CPQ) se constituyó formalmente en 1953; pero el inicio de la actividad aérea en las instalaciones del aeródromo del Taller Regional Quilmes, se dio recién a comienzos de los 60.
Antes de volar, comenzaron los trabajos en el taller, ubicado en la ciudad de Quilmes. Dada la postergación de los vuelos, los miembros del CPQ formaron dos brigadas para hacer el curso de piloto de planeador: una se dirige a Elizalde, en La Plata, y la otra a Merlo, donde operaba el Club de Planeadores Cóndor. Entre los miembros de ésta última estuvieron Ítalo Nonna y Ernesto Daino, técnico de la FAA hasta su retiro.
Los brigadistas de Merlo tuvieron la oportunidad de volar con Enrique Hoerhammer, que entonces se desempeñaba como instructor. Hoerhammer era un veterano piloto alemán de los trimotores Junkers JU-52, y que tuvo una gran participación en las actividades aéreas de Quilmes durante la década del ´30, cuando en este aeródromo operaba la compañía Sindicato Cóndor y fue uno de los primeros aeródromos internacionales del país, efectuándose vuelos a Chile, y a Europa vía Brasil.
RECUERDOS DEL ALEMÁN 
Emilio Alonso, veterano piloto de avión e instructor en el CPQ, recuerda así al mítico alemán: "Martillo torcido - el significado de su apellido en alemán, según dichos del propio Hoerhammer - era un verdadero ´duro´; solía contarnos historias conmovedoras. Cierta vez, nos relató, volando un JU-52 sobre la cordillera de los Andes, el avión entró en una ´descendente´, perdió potencia y altura y ya no pudo subir. Recitando un poema, Hoerhammer posó lentamente al avión sobre una loma. Los motores se desprendieron y quedaron a unos 80 metros de la máquina. Hoerhammer, herido en el abdomen, utilizando cordones del tapizado del avión y un alambre, realizó una intervención quirúrgica de campaña: él mismo se cosió."
Iber Damaso, laureado piloto de planeador del CPQ, también se sumó a la reconstrucción de esta historia. Damaso obtuvo varias marcas de vuelo, entre ellas, fue el único piloto del CPQ que ganó un Cóndor de Plata, una importante distinción en el ambiente del vuelo a vela. Él también voló con Hoerhammer, y recordó que "cuando el piloto alemán, ya entrado en edad, volaba como instructor en Merlo, por sus problemas de próstata llevaba unas bolsas de las utilizadas para agua caliente: en pleno vuelo, quitaba el tapón y orinaba en ellas". 
EN EL AIRE DE QUILMES 
La actividad aérea regular -instrucción y entrenamiento- del CPQ, con material de vuelo propio, comenzó en Quilmes en la década del ´60, aunque desde la década anterior el club realizó importantes festivales aéreos en las instalaciones de la ex - IMPA.
Por entonces, el CPQ era el único grupo deportivo que existía, aunque esos jóvenes retomaban una febril actividad que hubo en Quilmes en la década del ´30, cuando varias agrupaciones civiles y deportivas convivían en el aeródromo junto a la compañía Cóndor.
Paulatinamente el club fue adquiriendo, o recibiendo material aéreo por donaciones o en calidad de préstamo por el Estado. En la dotación del club se contaban: un automóvil Buick 28, destinado al remolque de planeadores primarios, y utilizado para llevar las aeronaves a la pista. Entre los planeadores, el CPQ contó con un Schweizer 2-22, biplaza de instrucción; un Scheibe MÜ-13E Bergfalke, biplaza de instrucción adquirido por el CPQ con el dinero recaudado en los festivales; un Cóndor IV biplaza de instrucción y entrenamiento, también del club; tres Grunau Baby IIb, fabricados por IMPA en Quilmes. Los remolcadores fueron el avión Morane Saulnier 502 "Cigüeña", el mismo que actualmente está en el Museo Nacional de Aeronáutica, y un Ranquel, reemplazado por otro tras un accidente en 1965. De todo este material, el Estado les había cedido los remolcadores, los Baby II y el Schweiser.
Según refieren los pilotos, Quilmes presenta un inconveniente para el vuelo a vela. Alonso explica: "En Quilmes teníamos el problema de la falta de térmicas. La cabecera norte de la pista está casi metida en el río. Teníamos una cómoda y accesible escuela de vuelo y tal vez deberíamos haber dividido la instrucción: los cursos teóricos en Quilmes y las prácticas de vuelo en Florencio Varela, en un campo que utilizábamos". 
El lugar que se menciona era un campo propiedad del Dr. Isidoro Iriarte, quien cedió el lugar (detrás del cementerio de Varela) tras las gestiones que hicieraJosé Parodi, mecánico en el TRQ, miembro del club, y mecánico de los vehículos de Iriarte. En tanto, en las instalaciones que le cedió la Fuerza Aérea Argentina en el aeródromo quilmeño, el CPQ utilizó el Hangar 1 para guardar aviones y planeadores, y un pañol para sogas y otros materiales.

 Juan C. Benavente e Ítalo Nonna
Perspectiva Sur
25.5.2015

SAMUEL STUART PENNINGTON – MALVINAS, GRAF SPEE Y EL HOSPITAL DE QUILMES

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“El principal capital de una Nación es el capital humano:  
los cerebros que hacen, que crean, que diseñan, que proyectan; 
la fuerza del trabajo y los deseos de realizarnos en comunidad; 
y, fundamentalmente, las ganas de ser 
todos juntos una sociedad que puede cuidar y
educar a sus niños, proteger a sus ancianos y
a los más vulnerables, crear, desarrollar,
hacer posible un futuro mejor.” Facundo Manes [1]
Muchos fueron los facultativos que encumbraron el servicio del Hospital de Quilmes. Algunas de sus semblanzas las trató EL QUILMERO, como la de su precursor el Dr. Isidoro Iriarte y recientemente la del Dr. Salvati. En 1962, se creó el Servicio de Oncología Modelo donde en un mismo lugar se reunía la Sala de Operaciones, el Laboratorio de Patología, Radioterapia y Radioisóto­pos, logro alcanzado por el Dr. Samuel Stuart Pennington, la que consideró su mayor obra. [2] El 14 de mayo de 1966 se inauguró el Servicio de Oncología. Durante todo ese tiempo, el Dr. Pennington fue el Jefe de dicho Servicio que dejó de funcionar por falta de recursos en 1967. 
INMIGRACIÓN BRITÁNICA EN QUILMES 
La colectividad británica se asentó en el vasto Pago de la Magdalena, en Quilmes desde fines del siglo XVIII, cuando comenzó la explotación de los saladeros. Luego en 1858, con el descubrimiento del francés Charles Tellier para producir frío artificialmente los descendientes de aquel primer contingente británico se pasaron a la industria agropecuaria como Juan Clark, Roberto Nalder Clark y Carlos Clark. [3] Algunos llegaron a Quilmes para convivir con sus “paisanos” como el Dr. José Antonio Wilde, hijo de James Wild un inglés multifacético que pisó el puerto de Buenos Aires en 1809; lo mismo sucedió con Wilfred Lathan, Francis Yonguer, William Davidson, los Nicholson, los Staples, los Hutchison, la familia de Daniel Hudson, anglosajones estadounidenses cuyo hijo menor fue el más completo conocedor de nuestra región rioplatense y patagónica. Mucho después llegó el Canon Joseph Thomas Stevenson, pero todos concluyeron por ser tan o más argentinos que algunos nativos de varias generaciones; como también lo fueron Robert Bontine Cunninghame Graham y Aimé Félix Tschiffely, suizo de nacimiento, inglés por adopción y argentino por amor.
Cuando la empresa del Ferrocarril del Sud adquirió la línea Buenos Aires – Ensenada ("The Buenos Ayres and Ensenada Port Railway Company Limited") en julio de 1898, un nuevo y breve grupo de británicos se afincó en Quilmes, entre ellos algunos dejaron ingentes obras de humanidad como William Charles Kirkby Torre y su esposa, Alicia Woodman fundadores del “Quilmes Orphanage” el 10 de noviembre de 1894, conocido hoy por “Hogar e Instituto Cristiano Evangélico Dios Suplirá”. [4]
Durante el siglo XX, otros facultativos de origen británico prosiguieron la huella del Dr. Wilde y dieron lustre a la medicina local, nacional y del resto del mundo, en algunos casos en situaciones difíciles de la historia humana, entre ellos descolló el Dr. Samuel Stuart Pennington.

UN ADELANTADO EN SU TIEMPO [5] 
El Dr. Pennington (tercero de este apellido en la Argentina) nació en Quilmes el 4 de marzo de 1910, el año del Centenario. Año que
Samuel, bebé con sus padres
fue una variable coyuntural de progreso social y humano en nuestro país.
Fue su madre Jacinta (Janet) Kay y su padre Miles Stuart Pennington [6]Era el mayor de 5 hermanos. 
LOS ORÍGENES 
La familia Stuart Pennington vivía en Bolton[7] cerca de la ciudad de Manchester, donde comenzó la Revolución Industrial. Entre miembros de esta familia se encontraban maestros, biólogos, entomólogos, naturalistas, astrónomos y médicos. Dos miembros de la familia fueron alcaldes de su ciudad. Arthur Stuart Pennington (G.B. 1857- Q. 1916) con su esposa Ann Gregson (G.B. 1867 – Q. 1942) y sus tres hijos emigraron a la Argentina en 1886. En San Fernando fundó, dirigió y enseñó en el “Queen Victoria College”. Además,
Bolton, Inglaterra.
fue entomólogo y periodista, editó la revista ilustrada en lengua inglesa "The Arrow" y formó parte del staff editorial del diario "Buenos Aires Herald”. Adquirió renombre cuando publicó su libro "The Argentine Republic, its Physical Features, Fauna, Literature, Commerce, etc". Su primogénito, MilesStuart Pennington, también nacido en Bolton, llegó a Argentina con sus padres a los 2 años de edad, estudió medicina en la Universidad de Buenos Aires y fue uno de los organizadores del Servicio de

Arthur y Miles Stuart Pennington
Radiología del Hospital Británico. Fue autor del libro"Medicina popular en las islas del delta del río Paraná". Igual que su padre, Miles era entomólogo, y describió muchos insectos desconocidos hasta entonces. Fue asistente del Perito Francisco Pascacio Moreno cuando realizó las excursiones al sur de la Patagonia. Varios pastos y/o yuyos llevan [8] su nombre. Integró la sociedad ad hoc para la administración del cementerio de la “Protestant Community of Quilmes” creada el 14 de agosto de 1888, que se reunía en la iglesia anglicana “All Saints” en Quilmes (San Martín y Alsina)
Vino a Quilmes como médico de la empresa Ferrocarril del Sud.
Instaló su consultorio de médico general y cirujano, aparte de radiólogo en dicha ciudad.
El 31 de julio de 1919, firmó el acta fundacional de la Comisión Directiva "Por-Hospital de Quilmes", conjuntamente al Dr Isidoro Iriarte y el Dr. Pedro Elustondo. Fue parte del servicio interno de dicho Hospital y subdirector. Luego se mudó a una propiedad en Bernal, más tarde regresó a Quilmes, y finamente a raíz de la enfermedad de su esposa, se trasladó a la casa de su hijo Samuel en la esquina SE de Colón y Moreno. Debido a un problema circulatorio, le fueron amputadas las piernas. Falleció en 1960, en el Hospital de Quilmes se le hizo un merecido homenaje. 
SAMUEL STUART PENNINGTO 
Samuel egresó en 1936, de la Facultad de Ciencias Medicas de la Universidad de La Plata y se matriculó en el Distrito II. Además de su afán por la investigación médica fue entusiasta deportista, practicó esgrima y en especial se inclinó por la navegación, fue socio del Club Náutico e incluso participó de regatas con su velero "Bicha".
Durante la década del `40 y con una tecnología avanzada, de­sarrolló una intensa actividad innovadora para su tiempo, creando numerosas técnicas intervencionistas. Como su padre se especializó en Radiología y Fisioterapia, nombres que se daba a la especialidad en ese tiempo, donde el radiólogo se dedi­caba también a la radioterapia, onda corta, horno de Bier, etc.
Incursionó en todos los terrenos de la radiología, realizando las
primeras aortografías y flebografías, técnicas osadas en aquella época en que casi nadie se atrevía a estudiar las arterias por punción directa y considerando también los primitivos medios de con­traste con sus severas reacciones, dada su composi­ción química.
En esos años, el tratamiento oncológico por elección era el quirúrgico, seguido de radiaciones externas. En casos inoperables o terminales sólo se usaban las radiaciones externas que hacían operables lo que antes era inoperable. De esta manera, el Dr. Pennington se inclinó cada vez más hacia la radioterapia oncológica que en aquella época era paliativa.
En la década del `50 incursionó en la Medicina Nu­clear solo en la faz de tratamiento; asimismo comenzó a usar la primitiva quimioterapia, ya que este era un campo inexplorado. Teniendo ante sí este inmenso potencial, comien­za a efectuar tratamientos combinados radioquirúrgicos con isótopos, radium, cobalto, tántalo, oro, etc., que, asociados con terapias convencionales, lograron mejorar casos no quirúrgicos y convertirlos en operables. 
Todos estos trabajos representaban largas noches y madrugadas en incesantes investigaciones y experimentos, pero nunca descuidó su vida familiar ni social. 
CIRUGÍA 
El Dr. Pennington además de radiólogo fue un cirujano nato. Fue iniciador de las hipofisectomías radioquirúrgicas, los implantes de semillas de oro radioactivo como tratamiento paliativo de los tumores hormono-dependientes, con muy buen resultado paliativo, por lo cual el Organismo Internacional de Energía Atómi­ca con sede en Viena publicó en su anuario su traba­jo relativo a esta investigación, siendo el único radiólogo argentino a quien ese Organismo le había dedicado un artículo.
También hizo un aporte al relato oficial argentino por la C.N.E.A. en la Conferencia Internacional sobre Utilización de la Energía Atómica con Fines Pacíficos de las Naciones Unidas en Ginebra, Suiza, en 1956. Mismo año en el que formó parte de la Comisión Especial de Reglamentación del uso de isótopos radioactivos en la Rep. Arg. Nombrado por la C.N.E.A. [9] 
En 1966, obtuvo el título de Especialista en Oncología; actividad que venía practicando desde mucho antes y en la que se destacó en igual medida que en la radiología. [10]

INVESTIGACIONES E INVENCIONES 
Muchas fueron las investigaciones e invenciones que Stuart Pennington no asentó, pues estaba impulsado por una incesante disposición para crear elementos que diera calidad al desarrollo de la salud.
Inventó, aproximadamente durante la década del `60 un tornillo para los placientes con cáncer de tráquea, laringe y faringe. Una vez operado el paciente le colocaba este “tubo-tornillo” para que cicatrizarla tráquea y conservarla con su abertura normal. Una vez colocado, a medida que cicatrizaba se atornillaba este tubo; unas vueltas por vez hasta completar el trayecto. Lo hizo de tres dimensiones diferentes tanto de largo como de diámetro. En una conferencia donde lo presentó junto con los resultados obtenidos de sus pacientes - cuenta su hija Julieta Stuart Pennington - los tubos fueron distribuidos entre el público que los valoró mucho, ya que nunca fueron devueltos al inventor.
Entre 1955 y 1965, diez años, estuvo realzando estudios para el implante de médula ósea. En la primera etapa utilizaba médula de oveja nonata que conservaba en hielo seco dentro de una especie de recipientes tipo tachos de lechero. La depuraba por centrifugación y llegó a implantarlos en pacientes terminales en los que tuvo un 10% de mejoría corta. Luego utilizó médula que extraía del hueso de la cadera del mismo paciente. Esta experiencia, que dio notables resultados, la realizó con dos colegas, uno de Australia y otro de los EEUU.
Se vio imposibilitado de continuar sus investigaciones pues la Sociedad Médica Argentina no las apoyó y no contaba con otros medios.
Fue el primer médico en Argentina en realizar implantes radioactivos para el tratamiento del cáncer. En el caso del implante de oro radiactivo en el cáncer de pulmón tuvo un 80% de curación en casos inoperables. Lo mismo sucedió con casos de cáncer de útero.
Ideó un tipo de cirugía mamaria para evitar la total ablación del pecho en cánceres no invasivos, por medio de un corte en el pliegue inferior, vaciado ganglionar y de parte de la glándula mamaria y vuelta a cubrir.
Muchas de estas experiencia fueron publicada en la la Revista Médica del Hospital Británico, como antes lo había hecho su padre. 
TRAYECTORIA MÉDICA 
Fue Médico Radiólogo del Hospital Julio Méndez de Bernal (1936-1944); Médico Radiólogo de la Flota Mercante del Estado (1945-1952); Médico Radiólogo del Hospital Británico (1936-1952); Jefe de Radioterapia del Hospital Británico (1949-1965); Médico Radiólogo del Ministerio de Relaciones Exteriores (1955-1958); Jefe del Servicio de Tumores del Hospital de Quilmes. En 1962, se creó el Servicio de Oncología Modelo donde en un mismo lugar se reunía la Sala de Operaciones, el Laboratorio de Patología, Radioterapia y Radioisóto­pos, logro alcanzado por el Dr. Samuel Stuart Pennington, la que consideró su mayor obra. El 14 de mayo de 1966 se inauguró el Servicio de Oncología. Durante todo ese tiempo, el Dr. Pennington fue el Jefe de dicho Servicio hasta que se clausuró al año siguiente por falta de suministros.
Además fue Jefe de Curieterapia del Instituto del Diagnóstico (1967), Jefe Radioterapia del Hospital Rawson (1969-1971), Profesor Honorífico de la Fundación Mainetti de Gonnet (1973), Coordinador de Radioterapia de la Clínica Di Rienzo (1981) 
ACTUACIÓN EN LA SEGUNDA GUERRA [11]
El 13 de diciembre de 1939, tuvo lugar la batalla del Río de la Plata, primera victoria naval británica de la Segunda Guerra Mundial en el océano Atlántico, cerca de la desembocadura del Río de la Plata, entre los barcos británicos: Exeter, Ajax, y Achilles
El Graf Spee
contra el "acorazados de bolsillo" Graf Spee, orgullo de la flota naval de Hitler.
Inicialmente, el Graf Spee dejó al Exeter fuera de batalla, pero luego los barcos aliados provocaron graves daño al acorazado alemán, y el capitán Langsdorf se refugió en Uruguay, país neutral, como lo era la Argentina que aún no había roto relaciones diplomáticas con el Eje. Luego de arduas negociaciones, se dispuso que el Graf Spee debía abandonar Montevideo en un plazo de 72 horas. Entonces Langsdorf decidió echar a pique su barco a cuatro millas de la costa. Los 1100 tripulantes del Graf Spee fueron conducidos al puerto de Buenos Aires y Langsdorf se suicidó en un hotel porteño. Los barcos británicos que habían sufrido importantes daños, con muchos heridos se dirigieron a las Islas Malvinas; la Argentina se
había declarado neutral ante los avatares de la Segunda Guerra y mantenía relaciones diplomáticas con Alemania. Así y todo, las fueras del Reino Unido pidieron ayuda médica al Hospital Británico de Buenos Aires, que envió médicos y enfermeras. Se puso al frente de contingente al Dr. Samuel Stuart Pennington, llevando con él un equipo completo para radiología. Partieron de Montevideo en el vapor Lafonia. [12]Pennington hacía tan sólo tres años que había egresado de la Facultad de Ciencias Médicas de La Plata, pero su trayectoria en esos pocos años le había dado notorio prestigio. Las enfermeras que integraban la misión sanitaria que permaneció un mes en las islas fueron: R. Vickin, Mary Pobt, Lilian Elder, Elisa Ulis, B. Nordy, Margaret Schaw, M. Reed, Elisie P. Watson, Ángela Ladler y R. Smith. Se atendieron 81 heridos: 75 del Exeter, cuatro del Ajax y tres del Achilles[13]

Durante su estada en Malvinas, eran muchos los heridos por esquirlas, ya que se arrojaron gran cantidad de granadas, y no había forma de extraer las esquirlas cuando eran muchas y en un mismo lugar que las amputaciones. Gracias al equipo de Rx que llevó a las Islas, utilizando las radiografías, marcaba el lugar donde estaban las esquirlas, y mediante agujas de punción, lograba ubicar los restos, al hacer tope en ellos y así las retiraba quirúrgicamente evitando un sinnúmero de amputaciones.
Las enfermeras del equipo del Dr. Pennington que curaron a los soldados británicos en Malvinas de regreso al puerto de Buenos Aires
Los ingleses no permitieron que él firmara las historias clínicas. Estas eran visada y firmadas por el médico cirujano local el Dr. Weenard, director del hospital de Puerto Argentino (en aquel entonces Port Stanley) También tuvo prohibido hacer cualquier tipo de comentario acerca de lo acaecido. [14]
Concluida la ardua tarea médica, volvió a Buenos Aires el 2 de febrero de 1940, y fue acogido como un héroe. Recibió cartas de elogio y agradecimiento de muchas personalidades, y su nombre se reiteró en diarios y publicaciones de la época. En 1947, el rey Jorge VI le otorgó la Orden del Imperio Británico.[15]
La Embajada Británica informa al Dr. Pennington que el rey Jorge IV lo distinguía con la Orden del Imperio Británico por los servicios prestados a los soldados del Reino Unido heridos en la batalla del Río de la Plata.

GUERRA DE MALVINAS
 Cuarenta y tres años más tarde de la batalla del Río de la Plata, la Argentina se encontraba bajo una dictadura cívico-militar desacreditada por una crisis económica producida por medias liberales y demandas internacionales de violaciones a los derechos humanos. Apremiadas por el fracaso, el gobierno de las Fuerzas Armadas en 1982, invadió las Islas Malvinas. Samuel Stuart Pennington, que entonces tenía 72 años, envió una carta al almirante Isaac Anaya ofreciendo sus servicios como médico en las islas, pero no fue aceptado; un ofrecimiento similar había hecho durante la crisis militar con Chile en el año 1978.[16] 
Ante el enfrentamiento y fiel a su argentinidad, devolvió la Orden del Imperio Británico a la Reina Isabel II, y escribió los motivos en el diploma: "A causa de la guerra entre Inglaterra y Argentina (mi Patria) la insignia correspondiente fue enviado de nuevo a la Reina Isabel II, el 28 de abril de 1982 a través de la Embajada de Suiza en Buenos Aires". Dijo a la prensa local: la Inglaterra de Churchill no era la Inglaterra de Tatcher”. Sin embargo, tanto Pennington como su familia y muchos otros argentinos de apellido inglés, recibieron maltratos por el típico exitismo que caracteriza a algunos connacionales. 
PRECURSOR DE VIDA 
Cuando se inició la era de la quimioterapia, inno­vó métodos de aplicación. Todo lo mencionado, en el contexto de la época hasta la década del `60, con muy escasa tecnología, requirió de coraje y capacidad científica para enfrentar la ceguera y la soberbia de ciertos colegas. Tuvo el valor de romper muchos ta­búes por incursionar donde nadie se atrevía.
Es considerado como uno de los precur­sores del Intervencionismo Radiológico que hoy ha puesto a la vanguardia a la especialidad y a la par de las otras especialidades. El Prof. Dr. José María Mainetti, genio de la oncología e investigador, nombró al Dr. Pennington, Profesor Emérito de su “Fundación para el Progreso de la Medicina”.

De entre la numerosa documentación recorrida se puede descifrar que además de incansable de excelente formación, fue un hombre de extraordinario coraje, un innovador ingénito, inquisitivo, que ponía pasión en cuanto decidía alcanzar; generoso, con un gran sentimiento de humanidad y amplitud de criterio. En 1938 se casó con Julieta PrianiChavarri con quien tuvo cuatro hijos: Susana "Susy", casada con el Dr. Daniel Salas, odontólogo, vive en Quilmes Oeste, tiene 5 hijos; Samuel (Sam o Sammy) tuvo 5 hijos, 3 del primer matrimonio, 2 del segundo, de estos el mayor es médico, Sam falleció el 17 de marzo de 2012, dejó 2 nietos, la menor estudiante de medicina; Gloria Paulina tiene 5 hijos y Julieta Adela. Con su familia residió en Quilmes, en un importante residencia ubicado en la esquina SE de las calles Colón y Moreno frente a la plaza del Bicentenario; hoy ocupa el lugar una torre, que incrementaría su valor sosteniendo en sus muros una placa con el nombre de este insigne argentino. 
TIEMPO DE DESCUENTO
 El 1° de diciembre de 1984, cuando iba a tomar su guardia en la
Clínica Dr. Di Rienzo, cayó al pozo del subterráneo, por cortarse el suministro eléctrico de los andenes. Falleció el 27 de mayo de 1985, a los 75 años de edad, víctima de un cáncer de próstata, que él mismo se diagnosticó tras una biopsia que se había realizado a pedido de su hija Julieta en 1982. La muerte lo sorprendió en plena acti­vidad y con el entusiasmo de los años jóvenes.

El Dr. Samuel Stuart Pennington aún tiene numerosos descendientes en Quilmes, entre ellos su hija Julieta, gran colaboradora de esta página, así como un nieto Lucas Samuel Stuart Pennington, periodista deportivo en la emisora FM 106.5 Radio Quilmes.
La incalculable biblioteca del Dr Pennington fue donada por su familia y forma parte del núcleo principal de la biblioteca de la S.A.R. Su figura ocupa un lugar encumbrado en la historia de la Radiología Ar­gentina. 
Carta que el Dr. Pennington envió al diario La Nación agradeciendo el trato que se le brindó tras el fortuito accidente sufrido en el subterráneo de Buenos Aires.
20 de diciembre, de 1984
Carta a los lectores. Diario LA NACIÓN
Sr. Director:
El 1o de diciembre de 1984, yo Samuel Stuart Pennington médico, para asumir mi guardia en la Clínica Dr. Rienzo, acudí como siempre a tomar el subterráneo a Retiro y desde la estación Diagonal bajar a tomar en la estación 9 Julio el subte a Palermo. Grande fue mi sorpresa al encontrarme en la estación en total oscuridad, no se veía nada, ni siquiera había un farol de kerosene. Para desdicha mía, al intentar ganar la plataforma respectiva del tren a Palermo, caí en el vacío y me arrolló el tren.
Por fortuna mis quejidos, en plena inconciencia, fueron oídos a tiempo por un policía quien con otros pasajeros me rescató.
Había sufrido el trituramiento del brazo izquierdo, politraumatismos, varias fracturas de costillas, etc.
El objeto de esta carta, es agradecer la intervención inmediata del policía y pasajeros, cuyos nombres ignoro, ya que estaba en shock traumático por desangramiento, y la inmediata y efectiva intervención médico asistencial del servicio de Guardia del Hospital Argerich, al cual fui llevado. Cubierta la pérdida de sangre (9 y 1/2 litros de T.S.) se me operó en el servicio de guardia; intervención practicada por el Dr. Julio Chiapparra y como ayudante el Dr. Ricardo Maitland Harriot, quienes me salvaron la vida. Posteriormente el Dr. García cirujano del Servicio de Tórax me intervino por un neumotórax traumático. Estos no sólo brillaron por su capacidad técnica sino su inusual alto sentido humanitario.
Mientras duró mi estadía, fui atendido con el mayor celo profesional y humanitario. Quiero en estas líneas expresar (aunque en manera muy pobre) mi reconocimiento y admiración por la alta eficiencia del Servicio de Guardia del Hospital Argerich, quienes dispusieron de todo lo necesario para salvar una vida.
Ojalá para bien de la República Argentina tengamos muchos servicios de guardia hospitalaria del tipo y eficiencia del Hospital Argerich, que entiendo es "modelo".
A todos los que me salvaron, mi sincero agradecimiento por su gran obra humanitaria. A ellos y a Dios que los guía y guiará gracias, muchas gracias.
“Un Argentino" Dr. Samuel Stuart Pennington L.E. 1107172 –
Colón 155 - Quilmes – 253-0554
SU ARGENTINIDAD
La verdadera aristocracia no proviene del origen, ni de un apellido, ni del dinero, esas engañifas son alimentos de la vanidad de las personas, futilidades que necesitan algunos para sostener lo que no son. Samuel Stuart Pennington tenía esa distinción ganada por sus obras humanitarias y su fiel argentinidad de la que siempre estuvo orgulloso y dio extremas pruebas de ello, como muchos descendientes de tantos inmigrantes que hicieron este híbrido país nuestro diseñado de misturas nobles. Condición que nos hace resposables de todo lo que somos de todo lo que hacemos cada uno en su pequeño o grande fuero. 
Efectivamente la argentinidad de este científico y su hombría de bien se conmovieron cuando tembló el suelo de su Patria, arrastrada por una caterva de civiles y militares que arrojaron al pueblo a una batalla perdida antes de empezarla. Y lo supo expresar en un poema.
                                       UN ARGENTINO

¿Concíbese al hombre que

al elevar su vista

al cielo blanco-celeste

no piense en

su Patria, la Argentina…?

¿Concíbese al hombre que
al ver imponentes cimas andinas,
blancos colosos que al cielo se yerguen
cuan preces fervientes de almas divinas,
remontando las nubes dónde ellas se pierden,
no piense en
el Libertador de América
el Gran Capitán de la Argentina…?

¿Concíbese al hombre que
surcando su barco las aguas del río,
partiendo las olas,
nubes de espuma volante
sacudiendo su proa en elemental desafío,
no piense en
la audacia marina, los combates navales,
los triunfos y la gloria
del Gran Almirante…?

¿Concíbese al hombre que
al ver tumbas de héroes en las islas Malvinas
no piense en
estas sí que son nuestras
ahora regadas por sangre Argentina…?

¿Concíbese al hombre que
con su mujer, calor hogareño pristino,
no piense en
los hijos dilectos
de esa cuna de machos,
forjadores de la nueva Argentina…?
 

Investigación y Compilación Prof. Chalo Agnelli
 Se agradece el generoso aporte de la señora 
Julieta Stuart Pennington, sin el cual 
no hubiera sido posible esta semblanza
FUENTES
Agnelli, Ch. “Migraciones – Cuatro colectividades quilmeñas – Cinco familias para una historia social” Ed. Jarmat. Quilmes, 2006.
El Sol: “Samuel Pennington, el inglés que devolvió la condecoración”. Domingo 1 de Abril de 2012 http://www.elsolquilmes.com.ar/ 
Goldar, José. "Historia de la Sociedad Hospital de Quilmes "Dr. Isidoro G. Iriarte"- Desde 1919 hasta 1972". Serie Archivos y Fuentes de Documentación Nº 9. Ed Municipalidad de Quilmes Secret. de Gog. y Cultura. Dirección de Cultura. Quilmes, 1979.
Jornadas Históricas Fotográficas En Quilmes 7º Jornada – 2008, “Samuel Stuart Pennington y la batalla del Río de la Plata”. César Gotta y Alfredo Buzzi. http://elquilmero.blogspot.com.ar/2012-01-07_archive.html
Revista Argentina de Radiología. Vol.72 Nº 1 ene./mar. 2008 de la Sociedad Argentina de Radiología Arenales 1985 Ciudad Autónoma de Buenos Aires - versión On-line ISSN 1852-9992 - HISTORIA: Samuel
Stuart Pennington y la Batalla del Río de la Plata. Segunda parte. Por César Gotta y Alfredo E. Buzzi Subcomisión de Historia RAR
NOTAS

[1]Facundo Manes es un neurocientífico argentino creador del Instituto de Neurología Cognitiva y del Instituto de Neurociencias de la Universidad Favaloro 
[2] Diario El Sol (fecha 18/06/1962) se anunció la creación del Servicio de Tumores. En 1965 (Diario El Sol 01/07/1965) salió una nota informando que faltaba un mes para la inauguración. 
 [3] Ver “Migraciones”. Ed Jarmat, Quilmes, 2006.
 [4]Ver en EL QUILMERO del lunes, 3 de mayo de 2010ORFANATO EVANGÉLICO DE QUILMES http://elquilmero.blogspot.com.ar/2010/05/orfanato-evangelico-de-quilmes.html/ 
[5]Recordatorio Dr. Samuel Stuart Pennington” Dr. José R Tarzian.
[6] El apellido original de Arthur, Miles y Samuel era PENNINGTON.  En los países anglosajones se estila que el primogénito lleve un nombre/apellido común, en este caso STUART. Los tres fueron primogénitos. Los otros hermanos no son STUART. Los hijos de Samuel, por error de este, llevan el STUART como primer apellido. En la libreta de enrolamiento de quien trazamos la semblanza dice: Nombre: SAMUEL STUART – Apellido/os: PENNINGTON. La familia lo advirtió cuando este falleció y hubo que hacer la sucesión. Miles tampoco fue su nombre de nacimiento, se llamaba Herbert Arthur, nombre del socio de Arthur en Bolton, antes que lo estafara y tuviera que irse de Inglaterra por falta de trabajo. Seis meses después, se cambió el nombre a Miles. El apellido Pennington en Bolton, es como los Pérez o García en los países de lengua hispana.
[7] Bolton es una ciudad británica situada en el noroeste del país, en el área urbana del Gran Mánchester, aunque tradicionalmente pertenecía a Lancashire. 
[8] Datos obtenidos en el Museo de Ciencias Naturales de La Plata.  
[9] En los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial, después de los `50, se quiso dejar en claro mundialmente que se podía utilizar la Energía Atómica con fines pacíficos y especialmente en medicina. 
[10] Su trayectoria en este punto fue óbice para que fuera llamado, como médico consultor, sobre la enfermedad de cáncer terminal que padecía la Sra. Eva Duarte de Perón. Esto se hizo bajo estricta firma de confidencialidad y secreto de estado. 
[11] C. Gotta y A. E. Buzzi “Samuel Stuart Pennington y la Batalla del Río de la Plata”. Segunda parte Rev. Argent. Radiol. Vol.72 Nº 1 CABA Ene./Mar. 2008. http://www.scielo.org.ar/ 
[12] Durante la segunda guerra mundial, a pedido del “British Community Council” (Concejo de la Comunidad Británica) fue quien daba la aptitud médica a los voluntarios argentinos que iban a integrar las filas inglesas en Europa, sacándoles las radiografías de aptitud en el Hospital Británico. Es por ello que le solicitan ir a Malvinas, cuando fue la batalla de Punta del Este. 
[13] Diario “Crítica”. Viernes 2 de febrero de 1940.
[14] Como no había ningún registro de lo que él había realizado en Malvinas, ya que no podía firmar nada, los medios de comunicación como el diario “The Standard” fueron los encargados de publicar telegramas que se intercambiaban los médicos y el gobierno británico. 
[15] El Dr. Pennington contaba que en Malvinas, a pesar de su porte y apellido inglés, no fue bien recibido por ser argentino. A la tardecita, después de la cena, cuando los isleños iban a los Pubs, si él entraba en uno hacían silencio, lo miraban con desconfianza y no dejaban que confraternizara con nadie. Con el correr del tiempo el trato fue mejorando un poco. 
[16] Se presentó como voluntario en 1982, para ir a Malvinas, porque lo sintió su deber, conocía las Islas, el Hospital y la desconfianza hostil de los “kelpers”.

LA CAPILLA DE LOS INGLESES Y LOS COLONOS DE MONTE GRANDE

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Los que el Dr. Pozzo menciona como ingleses en realidad, eran en su mayoría, escoceses (aunque entre los colonos titulares varones se registran por lo menos 21 ingleses sin contar a sus familias) y el artículo se refiere a Monte Grande cuando esta localidad era parte del vasto partido de Quilmes (El Partido de La Paz, hoy Lomas de Zamora donde está incluida la localidad de Monte Grande se separa del partido de Quilmes en 1852, junto con Barracas al Sur, Avellaneda), así como la capilla lo integró hasta 1891, en que pasó a formar parte del nuevo partido de Florencio Varela. Este documento nos fue facilitado por la señora Julieta Stuart Pennington cuyo bisabuelo fue uno de los benefactores de dicho templo de culto cristiano presbiteriano. Las referencias a varios de estos inmigrantes escoceses se puden completar en el extraordinario “Diccionario de británicos en Buenos Aires” de la abogada e historiadora Maxine Hanon que usamos para ampliar al pie la
Dr. Fernando Pozzo
semblanza de esta porción de historia de un territorio que alguna vez fue Quilmes.

El Dr. Fernando Pozzo fue una personalidad rutilante en la cultura quilmeña, tanto él como su esposa Cecilia Rodríguez dejaron un legado hudsoniano incalculable e invalorable. [1]Con solo recorrer a los bibliógrafos hudsonianos se puede sondear en la vida de este entrerriano de origen genovés que fue modelo “quilmero” de hombre público, médico y militante de la cultura.



LA CAPILLA DE LOS INGLESES Y LOS COLONIA DE MONTE GRANDE
Dedico este trabajo a
doña Merecedes Ayala de Hutchison, “Mamavieja”
y a Graciela Linari, periodista e historiadora 
Por Dr. Fernando Pozzo Para LA NACION) - QUILMES, abril de 1942
LA CAPILLA
 En el antiguo camino de tierra que va desde Florencio Varela a Mar
del Plata, casi a mi­tad del recorrido entre aquel pueblo y Brandsen, se encuentra un viejo edificio al cual, desde tiempos pasados, llaman en ese pago La Capi­lla de los Ingleses. [2]
Se trata de una construcción todavía en buen es­tado y que comprende una casa de dos pisos, delante de la cual y unida a ella se ve un salón en saliente hacia el frente que ostenta un gran portón de ma­dera. Rodéalo un enmarañado monte con superficie de 13 hectáreas, formado por árboles casi centena­rios muchos de ellos. Frente a la entrada de la capi­lla un enorme ciprés luce su gallarda figura circun­dado por un pequeño jardinillo redondeado, en el que crecen plantas en su mayoría silvestres.
No está el edificio al borde del camino, sino unas dos cuadras hacia adentro; pero el curioso que se interese por conocerlo, con preguntar al primer tran­seúnte que halle tendrá noticia exacta del sitio en que se encuentra. Vale la pena llegar hasta allí. Al frente, sobre la entrada de la capilla, campea una inscripción que dice:
 "Saint John’s Church
founded in 1853
opened in 1856" 
BIBLIAS 
Al abrirse las grandes puertas de la iglesia se en­cuentra el visitante con una doble fila de bancos y un púlpito que conserva aún sus adornos de tercio­pelo rojo. Sobre uno de los extremos de cada banco descansan cuatro libros, Biblias que pertenecieron a los cuatro asistentes al oficio que se sentaban allí.
En un estante hay más libros, más o menos 150, y todos tienen en la primera página el nombre de sus dueños: Brown,[3]McNeil, Guthie, [4]Davidson, [5]etc. Bi­blias viejas, algunas manuscritas, un poco carcomi­das todas ellas por la polilla.
La honda emoción que se siente al penetrar en ese lugar nos deja pensativos y nos lleva a los años de Caseros, cuando toda esa comarca era una parte de la gran pampa, y nos hace imaginar a los feli­greses dotados de una fe tal que los hacia arrostrar las penurias de los caminos de la época y las largas distancias por cumplir con su religión, desafiando las lluvias prolongadas del invierno o los soles arre­batadores del verano; porque esa capilla fue fundada allí, justamente, para “comodidad” de los británicos residentes en Quilmes, San Vicente, Monte Grande, Monte Chingolo y hasta Chascomús. 
NUESTRA CAMPAÑA 
Acuciado por el interés del asunto, púseme a buscar antecedentes, difíciles, por cierto, de conseguir; pero tuve la suerte de visitar a la Srta. McNeil, hija de quien fue pastor de esa iglesia y que con su padre vivió algunos años en ella. La Srta. McNeil me pro­porcionó un libro: "Records of the Scottish Settlers in the River Plate and their Churches”,[6]por James Dodds, con una introducción del Rev. J. W. Fleming y editado por Grant and Silvester en 1897, después de haberlo buscado durante años. Es sumamente ra­ro e interesante, pues contiene datos de gran valor histórico no sólo para los británicos y los argentinos, sino también para los que queremos rehacer la historia de nuestra campaña. 
COLONOS 
En 1824 los hermanos John y William Parish Ro­bertson se dirigieron al gobernador y capitán general de la provincia [7]proponiéndole un contrato por él cual se comprometían a traer cierto número de familias europeas, no menos de 200, y que en su
total com­pusieron un núcleo de 600 personas. En compensa­ción solicitaban del Gobierno tierras aptas al sur de la provincia, así como dinero y útiles de trabajo en préstamo. Esta colonia deberla tener sus propios ma­gistrados elegidos entre los más honorables miem­bros de la colana, su milicia propia y la libre práctica de la religión protestante. 
Por decreto firmado por Rivadavia el 11 de mayo de 1824, fueron aceptados los nueve puntos propuestos por Robertson y en ellos se incluía el permiso para practicar la religión protestante. Este permiso implicaba el reconocimiento, por primera vez en nuestro país, de la libertad de cultos. 
Los colonos escoceses llegaran a Buenos Aires en el buque Symmetry el 11 de agosto de 1825, [8]siendo todos los gastos atendidos por los hermanos Robert­son (en realidad el buque británico llegó el 2 de agosto y el 11 desembarcaron la mayoría de los colonos). La nueva colonia debía constituirse lejos de la ciudad, junto a las fronteras de la provincia. Difi­cultades insospechadas e insuperables impidieron que así se hiciera, determinándose al fin que ella se es­tableciera cerca de la ciudad, conviniéndose que formarían un establecimiento exclusivamente dedicado a la agricultura, y como el Gobierno no poseía tie­rras en lugares cercanos, los Robertson compraron las tres chacras que habían de ocupar, por las que pagaron 60.000 pesos fuertes. El sitio elegido fue Monte Grande, y la colonia comprendía, además de las tres chacras, la residencia de los Robertson, San­ta Catalina, [9]que aun existe y que más tarde fue escuela de Agricultura y hoy constituye el Instituto Fitotécnico de la Universidad Nacional de La Plata. 
Los Robertson pusieron en la empresa toda su fortuna y la colonia [10]funcionó durante tres años con extraordinario éxito. En 1828, la guerra con el Brasil, y sobre todo la revolución de Lavalle, terminaron con ella, arruinándose los Robertson. En cambio los industriosos agricultores consiguieron ganar dinero llegando muchos de ellos, años más tarde a hacer grandes fortunas. 
MARTIN RODRÍGUEZ 
Los gobiernos del general Martín Rodríguez y de Rivadavia - desde 1820 a 1827 - transformaron a Bue­nos Aires en todos los órdenes. Tolerancia religiosa, fomento de la educación pública, organización del Crédito Público y la promulgación de leyes rurales convirtieron la ciudad en modelo de cultura y de libertad política y civil. Durante el gobierno de Rodríguez llegó el primer ministro de los Estados Unidos y Portugal reconoció nuestra independencia. Gran Bretaña acreditó ante nuestro gobierno un cónsul general con grandes poderes. Chile envió un minis­tro plenipotenciario y el Rey de España destacó emisarios para negociar la paz. Se hizo un tratado del comercio y de amistad con Colombia. El Reino. Unido, bajo la inspiración de Canning, celebró un tratado de amistad y comercio con las Provincias Unidas del Río de la Plata. [11]Fue durante el gobierno de Martín Rodríguez cuando se ratificaron las buenas ideas económicas y políticas que, con respecto a los extran­jeros, había ya proclamado la Revolución: mutua libertad de comercio, ejercicio de los derechos civi­les, abolición de la esclavitud, perfecta libertad y construcción de iglesias para todos los credo á cristianos. 
SANTA CATALINA 
En medio de esta armadura de seguridad se fundó en 1825 la colonia de Santa Catalina, que en tres años decayó, arruinando a sus fundadores. 
Rosas y López, de Santa Fe, al constituir el Par­tido Federal, se trabaron en lucha con Lavalle, Paz y otros, que formaban el Unitario. Después de gran­des desastres para la campaña, Rosas venció en 1829 a Lavalle en Puente Márquez. El Partido Unitario quedó entonces y para siempre vencido, ya que nunca más habría de volver al Gobierno. 
* * * 
Al disolverse la colonia después de muchas pe­ripecias y trastornos, se dispersaron sus componentes, yéndose a la ciudad sus integrantes, donde trabajaron como albañiles, carpinteros, herreros, etc. lle­gando muchos de ellos a tener éxito, como James y William White, [12]Thomas Bell [13] y William Grierson,[14] que fabricaron gran cantidad de carros de modelo nuevo y especialmente aptos para transportar mercaderías. Otros se establecieron en Chacras como los Robson, [15]Brown y Young en el distrito de Quilmes; los Barclay y otros es San Vicente y los Graham en Chascomús. 
En el lugar ocupado por la colonia quedaron algunas familias que vivieron allí hasta 1858. La señora Grierson en Los Paraísos; su hijo William Grierson en El Ombú, la Sra. de Enrecalde, [16]hija de la señora Grierson y Turnbull Clark en la quinta llamada La Chacra; Mr. Thomas Bell en unas tierras vecinas pertenecientes a la familia Ortega. 
En 1858, además de esas propiedades, la casa de Santa Catalina, las ruinas del molino y una tapera en las orilla del arroyo, eran lo único que quedaba de la colonia. 
MONTE GRANDE 
Entre las innovaciones interesantes introducidas en la colonia, a decir del “British Packet” del 23 de agosto de 1828, aparece el uso del tala para cercos. Anteriormente se usaba el foso, que además de caro era inseguro para los agricultores. El tala, que es espinoso, no es destruido por animal alguno, y en tres años forma un cerco cerrado que resulta permanente, barato y hermoso. 
La dispersión de los ex colonos de Monte Grande a través de la vasta Pampa que comprendía el anti­guo partido de Quilmes y Chascomús determinó que los pastores de la iglesia protestante
hicieran giras para que aquéllos pudieran cumplir los preceptos de su religión y que más tarde fundaran una capilla en sitio de acceso más o menos fácil. 
Muchos fueron los ex colonos que se hicieron pro­pietarios y se establecieron en los alrededores de Quilmes, entre ellos James Brown y William Young, cerca del nacimiento del arroyo Las Piedras; Tomás Robson, sobre el arroyo de Conchitas (lindando con la propiedad de Daniel Hudson. donde nació Guiller­mo Enrique), todo en el distrito de Quilmes. Cerca de ellos: James Rodgers [17] y Robert y James Barclay y en el de San Vicente; James Cathcart, James Pettigrew, los M’Reavies, Scotts, Blacks y otros acampa­ron en las vecindades de Monte Chingolo. De tiem­po en tiempo el Rev. William Brown efectuaba servicios religiosos en la residencia de James Brown (hoy partido de Florencio Varela), hasta 1849, continuando después estos servicios el Rev. Dr. Smith. Fundóse así una congregación que culminó con la construcción de la St. John’s Church(iglesia de San Juan), abierta al público en 1855. El animador de esta fundación fue el Rev. Dr. James Smith. 
PIEDRA FUNDAMENTAL 
El 27 de marzo de 1854, al colocarse la piedra fundamental de la capilla, ante público numeroso, Mr. Gilbert Ramsay pronunció el discurso de circuns­tancias, diciendo: “Este edificio sagrado, que se erigirá en la pla­nicie de Buenos Aires, representa un sencillo monumento a los primeros colonos escoceses, a la vez que un testimonio y un incentivo para sus descendientes, un legado que no habrá de perderse, un punto de reunión para los futuros inmigrantes que lleguen a estas hospitalarias costas y un vínculo de bienaventuranza y unión sagrada en que el rodar del tiempo se ha de fortificar y acrecentar”. 
Los concurrentes firmaron luego un documentoque fue encerrado en una botella y depositado en una caja de plomo y que contenía además ejempla­res del "British Packert”, “La Tribuna" y el “Ilustrated London News”. Agregaron algunas mo­nedas y se depositó todo ello sobre la piedra que los guardaría para siempre. 
Dice así el documento: “La piedra fundamental de la Capilla de San Juan, construida por subscripción voluntaria para co­modidad de los miembros de la Congregación Presbi­teriana Escocesa residente en los distritos de Quil­mes y San Vicente, fue colocada por el Rev. James Smith, capellán de dicha congregación, en presencia de los testigos abajo firmantes, el 27 de marzo del año de Nuestro Señor 1854; año 17 del Reinado de S. M. la Reina Victoria la Reina del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda; siendo Presidente de la Asamblea General de la Iglesia de Escocia él Rev. Dr. Barr. de Glasgow; su excelencia el Dr. Don Pastor Obligado Gobernador y Capitán General de la Provincia de Buenos Aires; Dn. Laurentino González,[18] Juez de Paz de Quilmes, en cuyo distrito está situada la Capilla, y Dn. José Vidal, Juez de Paz de San Vi­cente, distrito colindante. El lugar ocupado por la Capilla, al que se agre­gan dos cuadras (aproximadamente ocho acres ingle­ses) de tierra, fue cedida generosamente por el pro­pietario de la Estancia Santo Domingo, Don Juan Davidson. El plano de la Capilla aceptado fue hecho por el arquitecto don Eduardo Taylor y los contratistas son los Sres. Alejandro M´Phail y Roque Petruchi. Quiera el Dios de la Verdad y Padre misericordioso bendecir y hacer prosperar la obra, para ala­banza y gloria de su gran nombre por intermedio de Jesucristo Nuestro Señor. Amén.”

LOS PARISH ROBERTSON 
Juan y Guillermo Parish Robertson, que habían ganado grandes sumas en negocios en el Río de la Plata y en las costas del Pacífico y que conocieron, trataron y admiraron al general San Martín, queda­ron en la mayor pobreza, ausentáronse definitivamen­te a Inglaterra, donde publicaron en 1838, sus famoso “Letters of Paraguay”, traducidas en 1918, por el Dr. Carlos Aldao y publicadas en la Biblioteca de La Nación.
También “Francia’s Reing of terror" en 1839, y “Letters on South America” en 1843. 
Juan Parish Robertson fue realmente uno de los británicos más extraordinarios que vinieron al Río de la Plata. Fue el iniciador del comercio con el Paraguay, el primero que envió un barco a vapor al Río de la Plata, el primero que estableció extensas relaciones con la costa del Este y el primero que intentó la agricultura en gran escala en Buenos Aires.
Dr. Fernando Pozzo [19] 
Gentileza de Julieta Stuart Pennington
TRISTE FINAL 
Se percibe poco respeto y consideración hacia el patrimonio que da
testimonio de nuestros pasado, para algunos por intereses monetarios para otros convencidos que “no hay que atarse al pasado” o “quedarse atado al pasado”. Los primeros seguramente son los que prefieren que se olviden de algunos sucesos personales o públicos. Los segundos están acertados; las ataduras siempre son malas, pero no se debe desconocer que si en el presente olvidamos el pasado podremos repetir los mismos errores
en el futuro; y si en el presente recordamos los buenos momentos pasados tenemos más oportunidad de reditarlos en el futuro y hasta de mejorarlos. Pero todas estas ideas son muy subjetivas. La memoria es subjetiva.
Algo de lo predicho aconteció con esta Capilla que con tanto afecto describe el Dr. Fernando Pozzo. Nos contaba la historiadora Graciela Linari, bajo el título ‘Hoy la memoria varelense está de duelo’ (http://www.varelaenred.com.ar), que “en el atardecer del 25 de noviembre se inició un incendio que puso fin a la vida de la antigua Capilla de Saint John, pequeño templo presbiteriano
declarado Monumento Histórico Provincial en 1998 (proyecto presentado por el senador provincial doctor Luis Esteban Genoud) y abandonado a su suerte sin que, desde los distintos estamentos del estado municipal, provincial o nacional, se arbitraran los recursos para su preservación.” 
Esta nota se publicó en EL QUILMERO del jueves, 26 de noviembre de 2009 - LA MEMORIA ESTA DE DUELO - SE INCENDIÓ LA CAPILLA PRESBITERIANA SAINT JOHN http://elquilmero.blogspot.com.ar/2009/11/la-memoria-esta-de-duelo.html/y el domingo, 29 de noviembre de 2009. AIRADAS VOCES REPUDIAN EL INCENDIO DE LA CAPILLA (COLABORACIÓN)http://elquilmero.blogspot.com.ar/2009/11/airadas-voces-repudian-el-incendio-de.html/

Compilación y transcripción Chalo Agnelli
Director del Blog
Integrante de la Comisión Administradora
de la Biblioteca Popular Pedro Goyena

FUENTE

Diario La Nación del domingo 10 de mayo de 1942.
Hanon Maxine. “Diccionario de Británicos en Buenos Aires” Ed. de autor Buenos Aires. 2005.
Linari Graciela. “Florencio Varela, Pueblo mío…” Ed. de autor. Florencio Varela, 1999.
Documentación personal de la Sra. Julieta Stuart Pennington.
NOTAS




[1] Ver EL QUILMERO del lunes, 29 de julio de 2013 CELIA RODRÍGUEZ DE POZZO, TRADUCTORA DE HUDSON http://elquilmero.blogspot.com.ar/2013/07/celia-rodriguez-de-pozzo-traductora-de.html/ 

[2] En realidad era un Templo de la colectividad escocesa. 

[3] Se refiere a James Brown (n.1800-8.9.1850), escocés que llegó con su esposa Mary Hope a Buenos Aires en 1825 en el buque británico Symmetry. El 14 de agosto de 1837 adquirió 945 hectáreas en los pagos de Quilmes (hoy Florencio Varela) cerca del arroyo Las Piedras. Fue el abuelo de John James Brown, uno de los “siete Brown” futbolistas del equipo “Alumni”. (Ver “Diccionario de Británicos en Buenos Aires Pp. 175/176)

[4] Se refiere a Thomas Guthrie (19.11.1843-3.11.1900), de Edimburgo, según Graciela Linari en su libro “Florencio Varela, Pueblo mío…” Pág. 35 Estaba casado con Mary Brown hija de James Brown. 

[5] Ver “Diccionario de Británicos en la Argentina” Pp. 256/257. 

[6]“Los registros de los colonos escoceses en el Río de la Plata y sus Iglesias”. Se halla en la web http://www.cyclopaedia.es 

[7] Martín Rodríguez (1771 – 1845) gobernador desde 20 de setiembre 1820 hasta 2 de abril de 1824. 

[8] Los escoceses embarcan en Leith, y tras poco más de 2 meses de navegación, el 2 de agosto de 1825 (algunos autores mencionan como fecha el 11 de agosto, pero este fue el día en que desembarcaron) llegan a Buenos Aires. El contingente estaba formado por 43 matrimonios, 42 hombres solteros, 14 mujeres solteras, y 78 niños. En total 220 personas, todas escocesas. 

[9] El registro documental del establecimiento tiene su inicio a mediados del año 1588, cuando don Juan Torres de Vera y Aragón, Capitán General y Justicia Mayor de las Provincias Unidas del Río de la Plata, extiende el título de propiedad de tierras y solares urbanos a don Pedro López de Tarifa para el establecimiento de su estancia. El nombre Santa Catalina aparece por primera vez como mención documental en una escritura del año 1819, en carácter de “Estanzuela de Santa Catalina”. En 1820, don Juan Manuel Arrotea adquiere la propiedad, la cual contaba para entonces con una superficie de 2.364 hectáreas, que representaban el 78% de la estancia original. La Estanzuela fue adquirida por los hermanos Robertson a Gibson en 1825. 

[10] La colonia tenía 6.500 hectáreas y llegaba desde la actual ciudad de Lavallol hasta el Riachuelo. Además de los 220 escoceses, vivían allí 158 nativos. 

[11] También durante este gobierno comenzó el drama de al deuda externa Argentina. Los hermanos Robertson propiciaron un empréstito que el gobierno de Rivadavia negoció con la firma Baring Brothers & Co. de Londres en 1824. Y esto fue posible gracias a que un consorcio representó al gobierno de Buenos Aires para la colocación del empréstito. Consorcio encabezado por Braulio Costa, Félix Castro, Miguel Riglos, Juan Pablo Sáenz Valiente y los hermanos Parish Robertson, quienes en virtud del poder conferido celebraron el acuerdo en Londres con la firma Baring Brothers & Co. El gobierno argentino deseaba una colocación del 70%. Como la Baring pudo colocarlos al 85%, el 15% de diferencia resultante se repartió entre los integrantes del consorcio, incluidos los hermanos Robertson. Como el empréstito se contrató por 1.000.000 de libras esterlinas, el 15% de diferencia se repartió de la siguiente manera: 120.000 libras en carácter de comisión para el consorcio, y 30.000 para la Baring. Como en el contrato no se especificaba cómo llegaría el dinero a la Argentina, la firma Baring sugirió enviarlo en letras giradas contra casas comerciales de prestigio de Buenos Aires. No por casualidad, una de esas casas comerciales era la de Robertson y Costas, dos miembros del consorcio. Al final, del millón de libras que totalizaba el mismo, sólo llegaron a Buenos Aires unas 570.000 libras, en su mayoría en letras de cambio y una parte minoritaria en metálico. Finalmente, el préstamo no se usó - como estaba planificado - para la construcción del puerto de Buenos Aires, el establecimiento de pueblos en la nueva frontera y la fundación de tres ciudades sobre la costa entre Buenos Aires y el pueblo de Patagones, la dotación de agua corriente a la ciudad de Buenos Aires. El dinero se diluyó en créditos a los clientes del Banco de Descuento, otorgados a tasas más bajas que las del pago del empréstito. Ochenta años tardó el país en pagar la deuda. 

[12] Ver “Diccionario de Británicos en Buenos Aires”.  Pp. 842, 843, 844 y 845. 

[13] Ver “Diccionario de Británicos…” En agosto de 1829 formo una sociedad con William Grierson de “caballerizas y carros de tráfico”, rubro con el que también hicieron fortuna los hermanos White” Pág. 139.

[14] Abuelo de la primera médica argentina Cecilia Grierson. Ver “Diccionario de Británicos…” Pp. 377/378.

[15] Hugh Robson (dic. 1780, escocés. Su apellido original habría sido Robinson. Casado con Jane Ferrish. Llegó a la Argentina en el Symmetry como otros escoceses establecidos en Monte Grande. Tuvo siete hijos, Thomas, estanciero en Quilmes; Mary, Jane, Hugh casó con Jane Munroe Rodgers, Eduard, Peter y William Parish. Ver “Diccionario de Británicos en Buenos Aires” Pp. 711 a 713.

[16] Margaret Grierson (1823-1888) casada con el francés Miguel Enrecalde. Ver “Diccionario de Británicos…” Pp 378.

[17] James Rodgers, (1797 – 1857) Escocés. Ver “Diccionario de Británicos en Buenos Aires” Pp. 715/716.

[18] Laurentino González sucedió a don Tomás Flores. Aún no se había establecido el Juzgado de Paz y Municipalidad electiva que se instalará en 1856 con don Tomás Flores como primer juez de paz, presidente de la municipalidad, comisario de policía y comandante de frontero, electo, todos los cargos en una sola persona y “ad honorem”. Laurentino
González pertenecía a una familia de comerciantes criollos. Eran sus hermanos: Justino, Faustino, Remigio quienes con su hermano político José Domingo Córdoba monopolizaban el comercio de Quilmes en la campaña, menos Remigio establecido en la zona urbana. Así lo cuenta don José Andrés López en su “Quilmes de antaño” en el Cap. “Su comercio”. (única edición Pp. 248 a 253) 

[19] Ver en EL QUILMERO del miércoles, 10 de marzo de 2010. DR. FERNANDO POZZO Y LA HISTORIA EN QUILMES - MÉDICO, FUNCIONARIO Y LITERATO, PRECURSOR DEL ACERVO HISTÓRICO http://elquilmero.blogspot.com.ar/2010/03/el-dr-fernando-pozzo-y-la-historia-en.html/

Ver en EL QUILMERO del miércoles, 4 de diciembre de 2013 FERNANDO POZZO Y EL "DESCUBRIMIENTO" DE HUDSON POR JUAN CARLOS LOMBÁN http://bibliogoyena.blogspot.com.ar/2013/12/fernando-pozzo-y-el-descubrimiento-de.html/



APOGEO Y OCASO DEL CLUB DE PLANEADORES QUILMES (COLABORACIÓN)

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Por Juan C. Benavente e Italo Nonna
Perspectiva Sur 1 de junio de 2015


Queda el sueño de unos muchachos que aceptaron y desafiaron el sueño de volar, quizá tan antiguo como el primer hombre que fue consciente del vuelo de los pájaros. 
El Club de Planeadores Quilmes (CPQ), formado a mediados de la década de 1950 por un puñado de adolescentes del Colegio Nacional de Quilmes, comenzó su actividad de vuelo años después. En el aeródromo de Quilmes se hicieron grandes festivales aéreos y sociales, hasta que en los años ´70, el club fue mudando de sede hasta su extinción. El tramo final de esta aventura aérea de aquellos emprendedores quilmeños. 
La actividad aérea regular del CPQ, con material de vuelo propio, comenzó en Quilmes en la década del ´60, aunque desde la década anterior el club realizó importantes festivales aéreos en las instalaciones de la ex - IMPA, en el aeródromo de Quilmes.
En tanto, en las instalaciones que le cedió la Fuerza Aérea en el aeródromo quilmeño, el CPQ utilizó un hangar para guardar aviones y planeadores, y un pañol para materiales.
Para dar cuenta de la dinámica actividad desplegada por los volovelistas de Quilmes, basta mencionar un dato: Emilio Alonso, uno de los pilotos remolcadores realizó 38 remolques en un sólo día. En su momento más encumbrado, la escuela contó con 25 alumnos en actividad.
Pero a la par del vuelo, el CPQ continuó su tarea de divulgación aeronáutica brindando charlas en colegios de la zona y haciendo exposiciones con material de vuelo propio en pleno centro de Quilmes, durante la conmemoración de la Semana Aeronáutica. 
CONCIENCIA AERONÁUTICA
 Los medios locales solían informar las actividades del club, lo que contribuía a expandir la "conciencia aeronáutica" y a promover la actividad, anhelos de los fundadores del club.
Entre los cientos de personas que pasaron por el CPQ, los aviadores recuerdan a una familia de pilotos, formados en Quilmes, y que continuaron y evolucionaron en la actividad, incluso teniendo participación destacada en competencias internacionales de volovelismo. Se trata de Fernando Repicky, su esposa Irene y la hija de ambos, quienes continuaron volando en el Club Albatros, en San Andrés de Giles.
Otro personaje rememorado es el ingeniero Teodoro Altinger, que comenzó a construir un prototipo biplaza en el club y fue uno de los pioneros en la utilización de materiales compuestos (fibra de vidrio y fibra al carbono) para la construcción de planeadores. Altinger es oriundo de Alberti, provincia de Buenos Aires, y actualmente trabaja en Paraná. 
EL OCASO Y LAS PEREGRINACIONES 
El entusiasmo y el impulso arrollador de los jóvenes quilmeños, tuvieron también sus graves pesares. El primer gran golpe para el club ocurrió en la mañana del 14 de abril de 1965, cuando tras realizar un vuelo de remolque, y al efectuar un viraje escarpado, el avión remolcador Ranquel cayó a tierra en el TRQ muriendo su piloto, Juan J. Muhldorfer, de 25 años de edad, hijo de un directivo de la Cervecería Quilmes. Entre los miembros del club el impacto emocional fue fuerte, pero la actividad continuó.
Hacia fines de los años ´60, sin embargo, y con el creciente tráfico del Aeroparque de Buenos Aires, comenzaron los verdaderos problemas para el CPQ. Cierta vez, uno de los pilotos recuerda que un avión de transporte de pasajeros DC-6 pasó cerca de un planeador del club_ La experiencia no fue agradable para el volovelista, sacudido por el torbellino de las hélices del avión, casi como si un barco pasa cerca de un bote.
La razón decisiva del ocaso del club en Quilmes no fue el accidente sino el tráfico aéreo de Buenos Aires. Inexorablemente, el CPQ comienza la mudanza a comienzos de la década de 1970; el primer destino fue Brandsen, donde con gran esfuerzo por la distancia, alcanzaron a levantar hangares. Todo parecía bien allí hasta que fueron desalojados del sitio por la instalación de un Parque Industrial.
Tras ello, se hacen de un lugar en Ranchos, donde nuevamente levantan hangares, pero están muy lejos de su "cuna" quilmeña. La gente de Quilmes comienza a disgregarse acosados por la distancia, y muy poca gente del lugar se suma al club, lo que debilita la empresa.
Finalmente, el CPQ guarda sus alas. Más aún, se desprenden de ellas. Según el propio estatuto lo que era propiedad del CPQ se vende y el dinero se destina a los Bomberos Voluntarios; las máquinas cedidas por el Estado vuelven a él y son distribuidas en otros aeroclubes. Algunos pilotos continúan volando en otros lugares.
En la memoria queda esa enorme experiencia de un puñado de quilmeños, de una historia que, como toda historia, transforma y vuelve dialécticamente a los hombres que la hicieron o deja abiertas las puertas a quienes acceden a su relato. Y quedan lo vivido, los amigos y los recuerdos como fértil terreno viviente.
Queda el sueño de unos muchachos que aceptaron y desafiaron el sueño de volar, quizá tan antiguo como el primer hombre que fue consciente del vuelo de los pájaros. Un sueño que ha lanzado a la humanidad, lentamente, a salir de su gran casa.



ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DE DON MANUEL BELGRANO

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Hoy 3 de junio se celebra el nacimiento de Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano y Peri, hace 245 años. Coincide con la convocatoria “NI UNA MENOS”, un grito de advertencia  para alertar contra el FEMICIDIO.
Don Manuel Belgrano, a quien se podría considerar el precursor de nuestra escuela pública de primeras letras por su obra educativa en el Primer Gobierno Patrio, fue uno de nuestros padres fundadores el primero que puso un alerta sobre la educación de la mujer para que saliera del papel tan próximo a la servidumbre y la esclavitud en aquella Nación naciente. Fue un comienzo. Quizá ahora en el 2015 resulte poco, pero él fue en esto precursor. Belgrano preanunció el papel fundamental que tendría la mujer en el ejercicio docente en la nueva Nación:
     “Hemos dicho que uno de los objetivos de la política es formar las buenas costumbres en el Estado: y en efecto, son esenciadísimas para la felicidad moral y física de una nación. (...) Pero ¿cómo formar las buenas costumbres y generalizarlas con uniformidad? ¡Qué pronto hallaríamos la contestación si la enseñanza de ambos sexos estuviera en el pie debido! Mas, por desgracia, el sexo que principalmente debe estar dedicado a sembrar las primeras semillas lo tenemos condenado al imperio de las bagatelas y de la ignorancia.
(...) Todos estamos convencidos de estas verdades. Ellas nos son sumamente dolorosas a pesar de lo mucho que suple a esta terrible falta el talento privilegiado que distingue a nuestro bello sexo y que tanto más es acreedora a la admiración cuando más privado se halla de medios de ilustrarse.
La naturaleza nos anuncia una mujer, muy pronto va a ser madre y a presentarnos conciudadanos en quienes debe inspirar las primeras ideas, ¿y qué ha de enseñarles, si a ella nada le han enseñando? ¿Cómo ha de desarrollar las virtudes morales y sociales, las cuales son las costumbres que están situadas en el fondo de los corazones de sus hijos?
¿Quién le ha dicho que esas virtudes son la justicia, la verdad, la buena fe, la decencia, la beneficencia, el espíritu, y que estas cualidades son tan necesarias al hombre como a la razón de que proceden?
Ruboricémonos, pero digamos: nadie; y es tiempo ya de que se arbitren los medios para desliar un tan grave daño si se quiere que las buenas costumbres sean generales y uniformes. Manuel Belgrano
Una conexión feliz para nuestra historia de conquistas sociales, dignidad humana y libertad que nos enseñaron nuestros fundadores…
Chalo Agnelli
de "Maestros y Escuelas de Quilmes - 1666 / 2004"
Ed. Jarmat, Quilmes. 2004. Pág. 16
 

LOS DOS SAN MARTÍN - SUPERPOSICIONES ESCULTÓRICAS Y FOTOGRÁFICAS (RECREACIÓN Y COLABORACIÓN)

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LA PLAZA SAN MARTIN ENTRE EL AYER Y EL HOY[1]
POR Chalo Agnelli

Compaginación fotográfica Sergio Gustavo D`Onofrio
El Tiempo, verdugo inexorable, todo lo cambia. La plaza San Martín, primero fue el punto de reunión donde los quilmes y los acalianos, compañeros en desgracias, concretaban su vida social. Era el punto geográficamente más elevado de la Reducción.
Después del trazado del pueblo en 1818, por el piloto agrimensor Francisco Mesura, en torno a ella se dispusieron las instituciones públicas: el Templo Parroquial, el Juzgado de Paz, la primera Escuela Pública; la primera “casa de altos” y las viviendas de las familias de mayor arraigo, la casona de don Andrés Baranda, [2] la casa de los Giles, la del maestro Robustiano Pérez y la de los Soto, la residencia de los Ithuralde que construyó la sociedad constructora Laurnaga-Goñi, el hotel de Rizzo…
La plaza cambió varias veces de nombre. Mayor (1818), Principal, 25 de Mayo, [3] Constitución, [4] Carlos Pellegrini [5] y el actual Libertador General don José de San Martín,[6] pero hoy luce tal cantidad de monolitos, bustos, estatuas, memoriales en su entorno que pude que la gente confunda su nombre oficial.
Hasta 1879, tenía un cerco de alambre en torno y luego en agosto de ese año se reemplazó por postes bajos con cadenas entre ellos.
Tuvo su fuente en 1870, a merced del juez de paz don Tomás Giráldez, [7]fuente que un buen día se quitó, pensando levantar allí un monumento al Libertador. Las entre risueñas y ridículas peripecias que se vivieron en Quilmes, durante 32 años, para que hoy se halle erguido allí esa extraordinaria grupo escultórico las narra con riguroso detalle el profesor Orlando Cella en su libro sobre el monumento. [8] Y la fuente se mandó a la plaza Aristóbulo del Valle, [9] del otro lado de las vías del Roca y se levantó la parte arquitectónica del monumento al Libertador, es decir el basamento de mármol; que para conseguir los materiales que ostenta se vivió otro de esos “sainetes” que caracterizaron a muchas de nuestros acervo patrimonial (para muestra recordar nada más que la llegada del ferrocarril al pueblo [10] )
 1920 (circa)
Superposición del monumento donde estaba la fuente. La Catedral tiene una mitad de su antiguo frontis y el actual (gentileza S.G.D`Onofrio)
La plaza en 1967, con la escultura ecuestre ralizada por Antonio Sassone, que no siempre estuvo en ese lugar, antes su destino fue el corralón municipal. Primero fue emplazado el 29 de julio de 1946. Lo quitaron el 4 de agosto de 1950, y en su lugar, el 23 de diciembre de 1953, se colocó en el mismo pedestal un grupo ecuestre modelo "Daumas", que se inauguró  el 18 de abril de 1954, con la presencia del gobernador de la provincia Carlos Aloe. Era intendente don Pedro Bond.
Una foto familiar de 1961 (gentileza del fotógrafo Enzo Babbicola), donde se ve en la plaza San Martín el grupo ecuestre de Louis-Joseph Daumas, escultor y grabador de medallas francés, nacido el 24 de enero de 1801, en Tolón y fallecido el 1887, en París.Realizó la estatua ecuestre de bronce del Gral. San Martín en1859, para la República de Chile, fue terminada en 1860, y su inauguración se realizó el 5 de abril de 1863. Luego hizo una réplica para la ciudad de Buenos Aires, con la diferencia que la cola del caballo no apoya en el plinto. Se inauguró el 13 de julio de 1863, en la plaza homónima de Retiro. Una segunda réplica se construyó en 1941, en el Centro Internacional de Bogotá, como obsequio a la ciudad en la celebración del IVº centenario de la Fundación; otra en 1953, para Quilmes; otra en 1961, en el Parque Oeste de Madrid  y la quinta réplica se colocó en el Central Park de Nueva York, EEUU.
Ambas esculturas, la de Sassone (Izq.) y la de Daumas (Der.)

La diferencia entre las dos esculturas se asienta fundamentalmente para sus autores en la posición del caballo, pues hay una simbología que determina cuál fueron las causas del deceso de quien lo monta. Según la tradición escultórica más antigua:

– Si el caballo tiene dos patas en el aire, la persona murió en combate
– Si el caballo tiene una de las patas frontales en el aire, la persona murió de heridas recibidas en combate.
– Si el caballo tiene las cuatro patas en el suelo, la persona murió de causas naturales.
 
Otros cultores de la simbología afirma que es totalmente lo contrario, cualquier pata (en forma indistinta aunque generalmente una o dos de las delanteras en el aire) el jinete murió de causas naturales, todas las patas en el suelo el jinete murió de causas violenta, asesinado en guerra o no.

Esta argumentación simbológica es absolutamente relativa, circunstancial, está cargada de intencionalidad y subjetividad como todo en la historia. Según las precisas descripciones e interpretaciones que el Prof. Cella hace en su libro sobre el monumento de la Plaza San Martín ni Sassone ni Daumas siguieron en sus grupos escultóricos del Libertador la simbología mencionada.





Una grúa regresa la escultura de San Martín ecuestre hecho por Antonio Sassone al basamento, setiembre de 1965, después de 19 años. Ya estaba colocadas las figuras laterales. Se inauguró el día 23 de ese mismo mes. Detrás se ve el nuevo edificio municipal, hoy Escuela Municipal de Bellas Artes Carlos Morel. (Diario El Sol)



¿Y EL DAUMAS?
El Daumas fue donado al flamante municipio de Berazategui que había obtenido su autonomía el 4 de noviembre 11 de 1960. Se colocÓ en la actual Plaza San Martín de esa localidad.

Agosto 17 de 1966. Inauguración del Monumento al Gral. San Martín en la plaza principal de Berazategui. Asistieron el ministro de Gobierno, Dr. A. Canestri, el Intendente Municipal C. Ofreddi y el obispo monseñor J. Podestá.[11]
 Investigación, compilación y compaginación Chalo Agnelli
Colaboradores: Sergio Gustavo D`Onofrio y Enzo Babbicola
FUENTE 
Cella, Orlando. El Monumento al Libertador Gral. José Francisco de San Martín erigido en la ciudad de Quilmes – su historia. Crónica de una postergada reinstalación” Ed. Jarmat. Quilmes. 2006
Diario El Sol de Quilmes.
NOTAS

[1] Ver en EL QUILMERO del domingo, 19 de abril de 2015 SUPERPOSICIÓN FOTOGRÁFICA DEL QUILMES DE AYER http://elquilmero.blogspot.com.ar/2015/04/superposicion-fotografica-del-quilmes.html/ 

[2]Ver en EL QUILMERO del lunes, 2 de mayo de 2011 DON ANDRÉS BARANDA, UN FUNDADOR DEL QUILMES DE ANTAÑO http://elquilmero.blogspot.com.ar/2011/05/don-andres-baranda-un-fundador-del.html/ 
[3]Como se sancionó el 16 de octubre de 1859 por moción del maestro Robustiano Pérez secretario del Juzgado de Paz. 
[4]Por la sanción de laConstitución de la provincia de Buenos Airesdel 2 de septiembre de 1876. 
[5] El 16 de mayo de 1907 se cambia el nombre a la plaza Constitución por el Dr. Carlos Pellegrini. 
[6] En 1953, por la ordenanza Nº 2122 se sustituye a la plaza el nombre Dr. Carlos Pellegrini por Libertador General don José de San Martín. 
[7]Ver en EL QUILMERO del miércoles, 10 de septiembre de 2014 LOS PIES QUE ESPERAN EN EL PARQUE Y LA FUENTE DE LA PLAZA
http://elquilmero.blogspot.com.ar/2014/09/los-pies-que-esperan-en-el-parque.html/ 
[8]El monumento al Libertador Gral. José Francisco de San Martín erigido en la ciudad de Quilmes – Su historia. Crónica de una postergada reinstalación”. Ed. Jarmat. Quilmes, 2006. (Ver Biblioteca Popular Pedro Goyena)
[9] Trazada en 1927, y en los últimos años le agregaron otro apelativo “… y Paseo de las Colectividades”, cuando se formó una agrupación que reunía allí puestos de venta de artesanías y productos gastronómicos propia de cada comunidad de inmigrantes que pobló Quilmes; hasta que un señor con buen ojo para los negocios transformó el evento en un suculento lucro. Pero perdida su esencia la Feria de las Colectividades creaba más de una dificultad al vecindario que harto luego de mucha pelea logró mandar la Feria a “molestar a otra parte”. 
[10] Ver en EL QUILMERO del lunes, 26 de septiembre de 2011 LA LARGA TRAVESIA DEL FERROCARRIL A QUILMES - UN PERIPLO TRAGICÓMICO 
http://elquilmero.blogspot.com.ar/2011/09/la-larga-travesia-del-ferrocarril.html/ 
[11] Ver en EL QUILMERO del lunes, 30 de abril de 2012 EL GENERAL SAN MARTIN EN BERAZATEGUI (colaboración)
http://elquilmero.blogspot.com.ar/2012/04/el-general-san-martin-en-berazategui.html/


UN CASO POLICIAL EN EL QUILMES DE ANTAÑO - "EL QUILMERO" 1876

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"La historia es un profeta con la mirada vuelta hacia atrás: por lo que fue y contra lo que fue anuncia lo que será."
Eduardo Galeano

Siguiendo con tranco corto las páginas de El Quilmero, ese periódico que gestó don Pedro Giménez, quilmero de ayer, un hecho policial conmovió a la escasa población pueblerina de Quilmes. La analogía aflora de las páginas de la historia y concluimos que no todo tiempo pasado fue mejor y que no hay nada nuevo bajo el sol, dos remanidos e inevitables pensamientos. 
N° 43- QUILMES, DOMINGO 30 DE ABRIL DE 1876
IMPUNIDAD DEL CRIMEN. [Reseña sobre tres jóvenes de la comunidad quilmeña, miembros de familias características, uno alcalde, Soto y los otros dos tenientes alcaldes, Basigalup y
Madrid, que persiguiendo a un delincuente que le había robado el caballo al primero lo intentan detener y lo matan cuando se pone en fuga. Se presentan a declarar en la Comisaría de Barracas a dar parte de lo actuado y son detenidos, juzgados y condenados a servir en las tropas veteranas durante 4 y dos años los dos primeros y Madrid queda libre. Dice El Quilmero que los jóvenes en cuestión, "valen mucho más que los magistrados temerarios que pretenden hacen alarde de justicieros con el hombre honrado... mientras dejan libre a los pícaros."]
 N° 44- QUILMES,  JUEVES 4 DE MAYO DE 1876
IMPUNIDAD DEL CRIMEN (Segundo artículo) [De los tres jóvenes presos el Sr. Madrid fue dejado en libertad, mientras que al alcalde Soto y el Tte. Alcalde Basigalup, al darles las sentencia
se los puso en la picota pública para avergonzarlos. "Qué significa este aparato inquisitorial... " Si la precoz sabiduría de sus jueces ha descubierto que son grandes criminales por perseguir a un ladrón con el objeto robado en la mano y defenderse de su ataque y luego dar cuenta como corresponde ante la autoridad en lugar de hacer mutis, nos parece que los jueces desconocen esa máxima que dice "Vale más dejar impune a un criminal que castigar a un inocente."Pero si se confirma la sentencia estense (sic) tranquilos los criminales que los responsables de hacer justicia los protegerán." 
EL DR. HONORIO MARTEL Falta la última apelación. [1] 
[Envió copia de la renuncia al cargo de diputado, con la atenuante que sus ocupaciones como Presidente del Consejo Escolar en San Telmo, cargo por el que no recibe remuneración, no le permiten disponer de más tiempo. El Quilmero remarca que en el cargo de diputado cobraría una remuneración de 50.000 pesos anuales y advierte qué diferencia con otros casos como los de los legisladores que rechazaron el anteproyecto del senado para reducirles los sueldos considerando la situación económica del país. Se transcriben las cartas del Dr. Martel a esta periódico y a la Cámara de representantes.] 
N° 45- QUILMES,  DOMINGO 8 DE MAYO DE 1876
DEFENSA DE LOS JÓVENES SOTO, BASIGALUP Y MADRID. [Presentado por el Dr. Susviela, con motivo de la muerte de Mariano Velázquez. El fiscal acusa a Soto de abuso de autoridad por actuar por resolución propia, fuera de su jurisdicción. Se detallan los puntos de la acusación de cada implicada. Se describe la apariencia del muerto. (continuará)] 
N° 46- QUILMES,  JUEVES 11 DE MAYO DE 1876
DEFENSA DE LOS JÓVENES SOTO, BASIGALUP Y MADRID PRESENTADA POR EL DR. SUSVIELA. (Continuación) [Describe Almuerto como un hombre de ánimo fuerte y tranquilo, avezado al crimen. Robó el caballo del alcalde
Soto pues era "parejero"[2]y estando aquel de visita en casa de Ithuralde allí lo robó y se escondió en el Bañado. Luego hurtó una horquilla de pastero y marchó con ella hacia el Puente Chico (Villa Domínico) en la madrugada del 24 de setiembre. Soto lo persiguió con el Tte. Alcalde Madrid y avisó al capital de policía que aportara dos vigilantes armados con "tercerolas",[3]Soto con un revolver y Madrid desarmado. Al llegar a Puente Chico, Soto instruyó de la misión al Tte. Alcalde Basigalup, quien vive en el lugar, encargado de cobrar peaje en el puente. De madrugada pasó el delincuente y pagó su peaje. (Continuará) 
N° 47- QUILMES,  DOMINGO 14 DE MAYO DE 1876 
IMPUNIDAD DEL CRIMEN (tercer artículo). [Se suspende la publicación de la defensa para considerar ciertos aspectos. Pareciera que los jóvenes estaban condenados antes de presentar su defensa. Pareciera que algunos puntos fueron falseados con
parcialidad en la vista. En la muerte de Velázquez no hubo intención. Basigalup avisó a Soto que estaba durmiendo que un hombre cruzaba el puente. Soto viendo que montaba su parejero intentó detenerlo y lo enfrentó medio dormido. El delincuente le arrojó la horquilla que le dio en un pié, hiriéndolo, y escapó. Soto ordenó a Basigalup y a Madrid que abrieran fuego para amedrentarlo. Estos sin ser tiradores avezados y sin medir las consecuencias lo hicieron y matan a Velázquez. Luego se presentaron en el Juzgado de Paz de Barracas. Todo prueba que los jóvenes "o procedieron con ligereza o ignorancia, pero no prueba criminalidad de su parte". No opinó así el fiscal. Sin embargo, sus antecedentes en Quilmes son inmejorables. La sociedad quilmeña está segura que la condenación de los tres jóvenes es injusta, "ya sea por malicia o ineptitud de sus jueces". Son víctimas del cumplimiento del deber por defender la moral pública.] 
N° 48- QUILMES,  JUEVES 18 DE MAYO DE 1876 
DEFENSA DE LOS JÓVENES SOTO, BASIGALUO Y MADRID (Continuación) [Basigalup, el encargado del puente, con el pretexto de que le traería a Velázquez el vuelo del peaje, dio aviso a Soto y a Madrid de quién suponía que era el individuo que
tenía esperando. Velázquez confiado esperó creyendo que la oscuridad lo guardaría de ser reconocido, pero no fue así y a la orden de lato de sus perseguidores respondió escapando por lo cual aquellos para amedrentarlo le dispararon. Dicen los jóvenes que dado que aún estaban conmovidos por lo sucedido cuando les tomaron declaración en el Juzgado de Barracas lo firmaron sin leerlo. Pero luego se advirtió que en la escritura se había incurrido en errores que los inculpa. Se agrega a la declaración que los vigilantes Rosa y Velén (sic), que los acompañaban, no fueron despertado por lo imperioso que era actuar con celeridad: Recién salieron al camino cuando fueron despertados por los tiros. Ellos no vieron lo sucedido. (Continuará) 
N° 49 - QUILMES,  DOMINGO 21 DE MAYO DE 1876 
DEFENSA ETC... [Narra los hechos que ocurrieron en tan pocos segundos que ninguno de los jóvenes implicados pudo tener claro discernimiento de lo que ocurría y de lo que hacían. Soto en peligro de muerte sin tiempo de sacar su revolver mandó hacer fuego y Basigalup disparó dos tiros dándole al occiso en la parte lateral izquierda del cuerpo. De modo que no se le dio por la espalda sino que cuando él gira para volver a atacar a Soto es cuando lo hieren de muerte. El Quilmero reivindica la autoridad del Alcalde para detener a un criminal en fuga dentro de su territorio.] 
N° 50 - QUILMES,  JUEVES 25 DE MAYO DE 1876 
DEFENSA DEL LOS JÓVENES SOTO, BASIGALUP Y MADRID. PRESENTADA POR EL DR. SUBIELA
 (continuación) "Para destruir toda sospecha de que Soto haya podido moverse por interés propio, probaremos que llamó 'mi
caballo' al robado pues él lo montaba pero el animal pertenece a José Agustín Matienzo que lo hubo por regalo de D. Mariano Otamendi." [Siguen justificaciones a la actitud de Soto. Agrega conceptos del criminalista norteamericano Mr. Bislof, escritas entre 1866 y 1868 en el C. 54 del T 1° de su derecho criminal.] 
N° 51 - QUILMES,  DOMINGO 28 DE MAYO DE 1876 
DEFENSA DE LOS JÓVENES SOTO, BASIGALUPO Y MADRID. [Detalla una serie de atenuantes jurídicos que justifican la actitud de los jóvenes acusados, invocando legislación inglesa y estadounidense. Luego en el punto IVº califica la actitud de Velázquez.] 
N° 52 - QUILMES,  JUEVES 1° DE JUNIO DE 1876 
DEFENSA DE LOS JÓVENES SOTO, BASIGALUPO Y MADRID. [Siguen las excusas jurídicas del abogado Susviela. Agrega atenuantes del legalista norteamericano Bislof: "Si el
delincuente en vez de huir hace pie firme y resiste el agresor debe llevar a cabo su propósito, aunque solo se trate de delito correccional, y si el primero persiste en la resistencia avanzando, quedará justificada su muerte por la autoridad como  acto de defensa propia."... " Finaliza la defensa misma del caso que  no  ha podido a ser meditado; ha sido un acto instantáneo y fatal; habituados a vivir en la campaña, al grito de Soto, lo creímos mortalmente herido, comprendiendo todos el peligro de nuestra situación frente a Velázquez e hicimos fuego; es evidente que obramos por el deseo de conservarnos y que aún mirado el caso bajo este solo aspecto la muerte e Velázquez queda justifica." (continuará) 
N° 53 - QUILMES,  DOMINGO 4 DE JUNIO DE 1876 
DEFENSA DE LOS JÓVENES SOTO, BASIGALUPO Y MADRID. [Termina la defensa con la inclusión a otra cita de Bislof: "Saltaría a la vista en que hay circunstancias en que el homicidio es no solo justificado, sino uno de los más altos deberes que pesan sobre los agentes del gobierno. Y así bien no debe buscarse el cumplimiento de ese deber su ejecución es verdaderamente recomendable, como la de todos los deberes y nunca debe ser materia de reproche. Derecha Criminal PFO 672 T II." 
N° 57 - QUILMES,  DOMINGO 19 DE JUNIO DE 1876 
MUNICIPALIDAD. [Acta de l sesión del 6 de mayo de 1876. Reunidos el Pte. F. Amoedo y los municipales: Luque, Lassalle y Risso; ausente, Solla. Se lee un expediente de Juan Bautista Molinari con respecto a la realización de reformas en su molino. La corporación se constituirá en comisión para expedirse en situ. Se lee la solicitud de Juan Álvarez Vázquez, ofertando sus fuegos artificiales para las fiestas mayas y del 9 de julio en cantidad a un costo de 3900 m/c. No se hace lugar por escasez de recursos. Se lee la solicitud de Dionisio Velasco (sic) proponiendo comprar un terreno fiscal de 14 manzanas de frente por 15 de fondo, en el cuartel 1º. Ya la municipalidad había acordado venderlo en remate
público de modo que no se dio lugar a la solicitud. Se lee la nota de Ramón Madrid (hijo) explicando la causa penal que se le seguía conjuntamente a Soto y Basigalup; que ya se encontraba en libertad y que está dispuesto a retomar su empleo municipal.Se le abonarán los sueldos atrasados hasta fin del mes de abril y alternará el puesto de ayudante municipal con el de escribiente, con 800 ps. mensuales de sueldo a partir del 1º de mayo. A pedido del presidente del Consejo Escolar se le entregarán siete ejemplares de El Quilmero. Se dispone que la carne se deberá vender al peso (por kilo) de no cumplirse los abastecedores se los multará con 50 ps. por casa libra que falte al peso. Termina la sesión a las 14:30. Firma F. Amoedo. T. Flores, secretario. 
GRAN INJUSTICIA. Está pasando con los jóvenes Soto y Basigalup presos desde hace más de seis meses por haber dado muerte casualmente a un ladrón armado y con el robo en la mano, una atroz injusticia...  Después de haber sido absueltos en primera instancia el fiscal de la cámara Dr. Victorica apeló pidiendo para ellos un castigo, que ese mismo fiscal se ha guardado muy bien en
otras ocasiones de pedir para criminales confesos... A causa de eso la cámara que parece se fijó bien en el sumario por aquello de que el mal del prójimo es llevadero’`los condenó al castigo que ese fiscal falseando hechos probados en el sumario pidió para los reos en su vista... Hace cerca de dos meses que yacen sepultados en el foco más asqueroso, moralmente hablando, que tenemos en la República Argentina, la cárcel pública y en ese tiempo no han sido aún absueltos ni condenados por la Suprema Corte ante la cual han entablado reclamos de revisación de su causa con la esperanza que ese tribunal compuesto en su totalidad de personas que por su edad y posición hacen esperar la circunspección y equidad necesaria para formar una conciencia justa les absuelvan o condenen... Mientras que nuestras leyes no autorizan más que un castigo para un delito y esos jóvenes llevan ya sufridos tres por un hecho cuya culpabilidad no aparece probada sino por la falsedad: del sumario en las vistas de ese fiscal. ¿Quién sabe que clase de relaciones tendría el finado Velázquez  con los jueces o fiscales en las repetidas veces que habría sido alojado en los calabozos y puesto en libertad, sin duda, por falta de prueba de sus crímenes. ‘Vale más caer en gracia que ser gracioso’. ¡Por favor cumplan los tribunales con su misión condenando o absolviendo a esos jóvenes a la mayor brevedad!” 
N° 65 - QUILMES,  DOMINGO 16 DE JULIO DE 1876 
SE SALVÓ LA MORAL[Sobre la absolución definitiva de los jóvenes Francisco Soto y Domingo Basigalup, de quienes El Quilmero fue un fiel y firme defensor.]
Chalo Agnelli
Quilmes, 1994/2015

FUENTES 
Galeano Eduardo. "La venas abiertas de América Latina" Siglo Veintinuno Editores - 56ª edición, 1989. Pág. 11
REFERENCIAS

[1]Honorio Silvestre Martel Goitía era un jurisconsulto, poseía una hermosa residencia en Quilmes en la que pasaba los veranos. Ocupaba media manzana sobre la calle Pringles entre Videla y 9 de Julio. Su casa familiar estaba en el barrio de San Telmo en la Capital Federal. Era hijo de vascos de Guipúzcoa, Domingo y de Cipriana Goitía Requeira. Estaba casado con Isabel Giménez Bustamante con quien tuvo 5 hijos: María Isabel, Elena, Luisa María, María Magdalen y Honorio. Ver en EL QUILMERO.
[2]Se decía del caballo o de la yegua adiestrados para carreras. 
[3]Arma de fuego usada por la caballería, que es un tercio más corta que la carabina.

DÍA DEL PERIODISTA - 7 DE JUNIO -HOMENAJES DE AYER

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Homenaje a periodistas quilmeños realizado en la Municipalidad de Quilmes el diciembre de 1980. Crónica publicada en la revista “Municipalidad de Quilmes” (Año 1 - Nº 8) que publicaba la Comuna por esos años de la intendencia de facto del Dr. Julio E. Cassanello y como director de gobierno y cultura el Dr. Eduardo Malvar y director de prensa, relaciones públicas y ceremonial C. D. Suárez Millán.

En la foto, de izquierda a derecha: Ángel Albertazzi, corresponsal de La Prensa; Alberto Moglia, presidente del Círculo de Pe­riodistas de Quilmes y redactor de El Sol; Omar Andragnez, [1]del periódico El Periodista ; Guillermo Whíte, corresponsal de La Nación, el Director de Prensa y sentado José Ruzo, de Radio El Pue­blo. 
Ese año, desde 1976, en que sectores de las corporaciones financieras y las FFAA asaltaron los poderes de la República y establecieron una dictadura cívico-militar, se realizó durante el mes de diciembre, por primera vez en la provincia bonaerense una reunión de titulares de prensa de los 22 municipios del Gran Buenos Aires: La Plata, Berisso, Ensenada, Almirante Brown, Avellaneda, Berazategui, Esteban Echeverría, Florencio Varela, General San Martín, General Sarmiento, Lanús, Lomas de Zamora, La Matanza, Merlo, Moreno, Morón, San Fernando, San Isidro, Tigre, Tres de Febrero, Vicente López y Quilmes, “… con el propósito de asesorar, advertir o simplemente noticiar a la población sobre medidas de gobierno, realización de obras, plazos de tasas y otras informaciones de alto valor utilitario.”.
 Crónica, compilación y compaginación Chalo Agnelli
REFERENCIAS

[1]Ver en EL QUILMERO del miércoles, 6 de junio de 2012 OMAR ANDRAGNEZ, "CLAVELITO". HOMENAJE A SU LABOR EN LA LOCUCIÓN. PRODUCCIÓN ALEJANDRO RE. 1991 (Clavelito) http://elquilmero.blogspot.com.ar/2012/06/omar-andragnez-clavelito-homenaje-su.html


Y del miércoles,6 de junio de 2012 - OMAR ROBERTO ANDRAGNEZ, "CLAVELITO" -EL DÍA DEL PERIODISTA 2012 http://elquilmero.blogspot.com.ar/2012/06/el-dia-del-periodista-omar-roberto.html



3ª JORNADA DEL CURSO DE QUILMES "LAS TRES FUNDACIONES"

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Los conceptos desarrollados y los testimonios presentados por el historiador Alejandro Re, apoyados especialmente en su
experiencia personal en el NOA, en las pasadas dos jornadas del curso Historia de Quilmes, "Las tres fundaciones", dejaron en claro que tanto Quilmes como Acalianos, nuestros pueblos fundadores, formaron parte de una civilización autosuficiente, organizada, compleja, sostenida por una cultura existencial de transferencia oral y en proceso activo de evolución al momento en que fueron derrotados por el conquistador español, después de 140 años de lucha defensiva, y "extrañados"a estas costas del Río de La Plata.
SOC. DE FOMENTO Y BIBLIOTECA POPULAR 
DR. JUAN MARTÍN VILASECA
BIBLIOTECA POPULAR PEDRO GOYENA
AGRUPACIÓN DE HISTORIADORES LOS QUILMEROS  
SEGUNDO CURSO: HISTORIA DE QUILMES
“LAS TRES FUNDACIONES
Tercera Jornada del Curso e Historia de Quilmes el sábado 9 de mayo de 10 a 11:30 horas en la Biblioteca Dr. Juan Martín Vilaseca, Condarco 1415 e/Pte. Perón y Corrientes.
Temas a desarrollar en este tercer encuentro:  Las tres guerras calchaquíes. El desarraigo. LA PRIMERA FUNDACIÓN. La reducción. Organización política y social de la Reducción. Autoridades. Desde Pago de la Magdalena hasta el pueblo de los Quilmes.  Las vaquerías y los saladeros. Quilmes en la Revolución de mayo. La nueva expoliación a los Quilmes. Prof. Alejandro Re y Prof. Ch. Agnelli.
 ENTRADA LIBRE Y GRATUITA
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