MOJONES DE PIEDRA
Germán Kuhr registra cinco mojones de piedra fijados en 1810 por Francisco Mesura con los cuales marcó el límite de las cabezadas (Mensura 10 AB: reverso foja 5)
La mensura de la propiedad de Juan Finck realizada por el agrimensor Jorge Meinecke toma como punto de inicio de la mensura a una piedra, sin más detalle, a la que designa como A (Mensura N° 70 AB: reverso foja 1). Esta propiedad tenía su frente sobre Donato Álvarez el cual se expandía desde aproximadamente la hoy calle 814, punto A, hasta el cruce de la avenida con el arroyo San Francisco, encontrándose este alambrado. Luego esta propiedad se introducía al vecino Partido de Almirante Brown.
MOJONES DE MADERA
En la mensura de Doña Encarnación Rincón del Partido de Almirante Brown, la misma inicia desde un mojón esquinero “de palo”, el cual es cuestionado por los Oliva (Mensura 22 AB: foja 2).
En 1892, Lorenzo Valerga realiza la mensura identificada como Ramón Hunt y Otros en la que anota la presencia de dos mojones de madera y estacas del mismo material, de los cuales uno de los esquineros fue colocado por otro agrimensor: José A. Palacios. Los lotes 9 y 10 de esta propiedad fueron adjudicados a Doña Liboria Hunt de Galigniana[3](Mensura N° 80 AB: reverso 11 y 12)En la mensura de los herederos de Magdalena Urricait y Juan Menta, el agrimensor Jorge Hall releva un mojón esquinero de madera esquinero Norte y Este de Da A. J. L. L. de Kemmis y Da María C. L. de Brown respectivamente (Mensura N° 178: foja 2)
El agrimensor Luis Monteverde menciona la existencia de mojones de ñandubay y la colocación de uno de ellos (Mensura N° 193 Q: foja 7 y reverso)
Cornelio Baca registra que coloca dos mojones de ñandubay separados, por 433,40 metros, en lo que es el frente del terreno medido (Mensura N° 189 Q: reverso foja 12). En esta mensura se da cuenta de 5 propiedades de Leonardo Pereyra. Una en el Partido de Almirante Brown, de la que nos ocuparemos más adelante y las otras cuatro dentro del distrito de Quilmes en lo que fueran las chacras Nº 63, 68, 62 y otra que se extiende desde esta última hacia la Cañada de Gaete.En la mensura de Gabriel Scannapieco se marcaron con mojones de ñandubay los vértices de los terrenos de Juan A. Escobar, Jerónima Cárdenas y del sobrante municipal (Mensura Nº 193, Q. foja reverso 10.
El agrimensor que llevó adelante la medición de la propiedad de Carlos Sennewald informó que en las esquinas en las que no se halló mojón se colocó uno de ñandubay. El Departamento de Ingenieros aconseja la desaprobación de esta mensura, dado que el agrimensor operante, Carlos Teodoro Glade incluye en los terrenos del Sr. Carlos Sennewald el área reservadas para calles (Mensura 203,Q, 14). Más allá de esto, la mensura dice que hacia 1910 las chacras Nº 64 y 69 delineadas por Francisco Mesura en 1818 se encontraban en propiedad del Sr. Sennewald. Debemos mencionar que en la Nº 69 también tenían propiedad Manuela P. de Bozzano y J. Felipe Hebbel.
MOJONES DE PIEDRA Y HIERRO En la mensura de la Testamentaria de Manuel Obligado, realizado por Germán Kuhr en 1859,dice que: (…) dicho terreno linda por el Este con la dicha Cañada que hoy se ha hecho arroyo, por el norte con el mojón de los quilmes (…) (Mensura número 10 Q: foja 1). En 1866, el agrimensor Pedro Lezama registra el mismo punto al que denomina “Z” de su medición y lo describe como mojón de origen antiguo, esquinero y de “piedra y fierro” (Mensura N° 22 AB: reverso foja 2). Un indicio que nos acerca a imaginar el panorama del mes julio de 1866 en esta zona es el notar que entre los abalizamientos de los mojones A, B y Z se menciona a la Chacra Bella Vista (Mensura 22 AB: reverso foja 4 y 5) ubicada en lo que hoy es Avenida La Plata esquina Gutiérrez. Esto era posible debido a las pocas edificaciones existentes, como así también al declive hacia el cauce del arroyo Las Piedras.
MOJONES DE HIERRO
En 1875, el agrimensor Christian Heusser para iniciar la mensura se sitúa en el esquinero Norte de este terreno que es un mojón de hierro establecido por Germán Kuhr, como esquinero Este del terreno que Don Manuel Obligado compró a Don Agustín Zepeda, y costanero de otro terreno de Obligado (Mensura N° 40 AB: reverso foja 1)
El agrimensor Justiniano Lynch asienta en la mensura que estableció cinco mojones de “fierro, en esta zona”: T, V, X y Z (Mensura N° 9 FV: fojas 6, su reverso y 7). En cada uno de estos puntos el agrimensor registra los abalizamientos cercanos como ser: las casas de Latham, Manuel Benavente y Felipin ó la mismísima Chacra Bella Vista de la Familia Clark (Craviotto, 1967:111 y 159). La Propiedad de los Herederos de Doña Brígida de la Cruz fue parte un vasto territorio colonial que se extendía desde Florencio Varela hasta aproximadamente la Avenida Isidoro Iriarte (828 Ex -San Martín) sobre el margen de la localidad de San Francisco Solano, en cambio sobre el margen de Villa La Florida hasta la avenida 844, estos límites los tomamos de los mapas: Plano Catastral de los alrededores de Buenos Aires elaborado por los ingenieros Adolfo Vital y Enrique Roux, y Registro Gráfico de las Propiedades Rurales de la Provincia de Buenos Aires elaborado por el Departamento de Ingenieros.
El relevamiento realizado por Carlos Glade informa que a 426,70 Mts. del punto A encontró un mojón de hierro al que denominó B (Mensura N° 203 Q: foja 8)
Sobre la actual traza de la Avenida General Mosconi, en 1896 Jorge Hall ubica un mojón de hierro que indica el camino general de Buenos Aires a Chascomús (Mensura N° 178 Q: reverso 2)
Se registra el alambrado divisorio entre las propiedades de Lino F. Cárdenas y Julia Obligado Ortiz de Claypole Smith como así también de un mojón de fierro desviado 1,20 metros a la izquierda (Mensura 73 FV: reverso foja 5)
ENCUESTA A LEONARDO PEREYRA SOBRE SU MÉTODO DE AMOJONAMIENTO
En julio de 1875 la Sociedad Rural Argentina designa una comisión especial para que redacte un proyecto respecto al cercado de campos, en tal sentido la comisión circulo un cuestionario entre algunos de sus socios, uno de los cuales era Leonardo Pereyra. A través de sus respuestas tendremos una visión de las características que podrían haber tenido los cercados de sus propiedades en esta zona:
Pregunta: ¿Qué clase de cercado conviene más para los campos de Buenos Aires?
Pereyra: No he empleado otra clase de cercado que el construido con postes de ñandubay y alambre, barrenando los postes.
Pregunta: ¿A que distancia deben colocarse los postes en los cercados de alambre?
Pereyra: Primeramente construí los cercos poniendo los postes a cinco varas. Después adopté la distancia de cuatro varas entre cada poste y me ha dado buen resultado.
Pregunta: ¿A qué distancia deben colocarse los postes en los cercados en que se emplean varillas intermedias para sostener los alambres?
Pereyra: No tengo experiencia en esta clase de cercos.
Pregunta: ¿Cuántos alambres debe tener un buen cerco para ganado mayor?
Pereyra: Cuatro alambres y zanja.
Pregunta: ¿Conviene o no resguardar el cercado con zanjas y en el primer caso qué dimensiones deben tener estas?
Pereyra: Es indispensable la zanja para la conservación del cerco y prefiero una a cada lado del alambrado, de una vara de boca por tres cuartas de profundidad. (Sbarra, 1964:82)
ZANJAS
Germán Kuhr y los linderos de la propiedad de la Testamentaria de Obligado que asistieron a la mensura señalaron al mojón J, ubicado en la esquina del zanjeado de Sourdeuax, como mojón esquinero de la Chacra de Quilmes (Mensura 10 AB: foja 7). En 1866 Pedro Lezama denuncia la presencia de lo que se conoce como la zanja de Obligado la que se encuentra a 22 centímetros de los mojones de inició y fin, por lo que se puede inferir que dicha zanja acompañaba los 349,01 metros del límite Este de esta propiedad (Mensura N° 22 AB: foja 2)
En la foja 14, de la mensura N° 80(AB) en esta medición Lorenzo Valerga escribe que la línea c d de 671,30 metros sigue la dirección de una zanja.
Edgardo Moreno describe que una zanja ya borrada corre paralelamente al alambrado de Echaire llegando hasta cerca del arroyo, sin embargo establece su importancia dado que una vez que la calle se encuentre abierta y entregada al servicio público el deslinde Noroeste de la propiedad de Latham será precisamente la traza de esa zanja (Mensura N°18 Q: foja 10)
En la mensura N° 54 Q realizado por Pedro Benoit,aunque en la diligencia de mensura no hace menciona alguna, se observa en el mapa el señalamiento de lo que identifica como “zanja antigua” que se extiende paralela al límite Norte. A través de la proyección que realizara Luis Otamendi en 1968 podemos ubicar que esta zanja corría sobre el límite norte de las chacras Nº 61 y 67 hacia el Este, sobre lo que hoy es la avenida Zapiola desde Donato Álvarez. Las mensuras del Partido de Quilmes Nº 54 y 105 relevaron la misma superficie en distintos años 1865 y 1876 respectivamente, comprendiendo el espacio fiscal que Francisco Mesura había establecido para la zona que los arroyos Las Piedras y San Francisco atravesaban el ejido de Quilmes.
Se toma nota de la utilización de zanjas paralelas en propiedades vecinas dentro de cada y equidistante a 1,20 metros. En la misma mensura se asienta que son dos las zanjas una exterior con la Sra. Manuela P. de Bozzano de 248,60 y otra interior de 275,20 metros que dividía la propiedad denominadas Título I de la Título III ambas de Carlos Sennewald (Mensura Nº 203 Q: foja 9 y 10)
En la mensura de los herederos de DoñaBrígida de la Cruz del año 1863 efectuada por Justiniano Lynch menciona que el límite oeste de la propiedad de Wilfredo Latham que se encuentra más al Sur, es un zanjeado ubicado a dos metros de la esquina, donde colocó un mojón esquinero de hierro (Mensura N° 9 FV: reverso foja 6)
CERCO VIVO
En la sucesión de Cristina Lucas de Latham, de 1884 realizada por Moreno toma nota de cercos vivos, uno de los cuales lo describe de plantas de álamos. (Mensura Nº 18: reverso foja 8). Es por lo menos sorprendente el fluido contacto con las diversas novedades tecnológicas que Wilfredo Latham manejaba: Crianza de ovejas, sistemas de preservación de carnes, etcétera. En su libro Latham, observa que los cercos interiores ó divisorios de cinco alambres pueden reemplazar a las zanjas salvo que sea necesario el drenaje del terreno (Latham: 1867, 154)
ALAMBRADO Y CERCO VIVO
De toda la zona analizada, el uso del alambrado con el cerco vivo sólo se concentró en las propiedades de Leonardo Pereyra y sus adyacentes. En su mensura se observa la utilización combinada de alambrado y cina-cina en una longitud de 426,70 metros. En la misma mensura registra otro cercado de 277,90 metros. El agrimensor Carlos Glade da cuenta de un límite de alambrado y cina-cina de 505 metros (Mensura N° 203 Q: foja 8 y reverso)
EL ALAMBRADO
En 1845 Richard Newton introduce el primer alambrado a nuestro país. En los años subsiguientes el paisaje bonaerense agregó este nuevo elemento que también se expandió entre las propiedades quilmeñas.
En 1863 el agrimensor Lynch informa la existencia de alambrados dentro de la propiedad de Wilfredo Latham (Mensura N° 9 FV: foja 6 y reverso)
En 1865 el agrimensor Pedro Benoit toma nota del alambrado de las propiedades del Sr. Adolfo Sourdeaux y da cuenta del alambrado de Andrés Baranda (Mensura N° 54 Q: foja 1 y reverso). La propiedad de Sourdeaux en el mapa de 1860 ha sido ubicada dentro de los límites de las viejas chacras Nº 71 y 72, en la margen Norte del Arroyo San Francisco y Avenida Donato Álvarez.
En la sucesión de Cristina Lucas de Lathan enumera un alambrado de 920 metros de longitud. En la foja 10 da cuenta del alambrado, calle de por medio del vecino Ramón Echaire (Mensura N° 18 Q: reverso folio 9 y 10 respectivamente)
En lo que hoy es área comprendida por las avenidas 844 hasta casi Iriarte (Ex - San Martín) de Villa La Florida, descubrimos que hacia 1896 la propiedad se encontraba alambrada en tres de sus cuatro perímetros, para tener una idea el segmento AB medía 1.543,2 metros, el CD 1.888 metros y el DA 923,50 metros. También registra cinco alambrados interiores, á 150, 851, 1.103, 1.467, y 1.675 metros, y seis en la propiedad vecina de J Pickney a 365, 1.105, 1.198, 1.401, 1.422, y 1.518 metrosque parten desde la línea limítrofe Norte EF (Mensura N° 178 Q: foja 2 y reverso)
Cornelio Baca quien realizó la mensura del terreno de Leonardo Pereyra registra que dos lados de este predio se encontraban alambrados uno de 2.154 y el otro de 442 metros (Mensura número 189 Q: reverso foja 13)
En la mensura realizada por Luis Monteverde en 1906 informa que todo el perímetro de la Propiedad de Gabriel Scannapieco, de 343 H 51 A 91 cm., se encuentra alambrada (Mensura N° 193 Q: foja 8)
En la propiedad de Carlos Sennewald de 1910 se detalla que los alambrados miden 172,50, 50,60, 230, 206 y 411 metros respectivamente (Mensura N° 203 Q: reverso 8, 9 y 12)
El agrimensor Lorenzo Valerga registra el esquinero del alambrado de los herederos de Flores (Mensura N° 80 AB: foja 12). Esta propiedad poseía una forma triangular y se encontraba delimitada por la calle Humberto Primero en Almirante Brown Avenida Charcas hasta las cercanías de 828 y regresando por Donato Álvarez.
RECONOCIMIENTO DE SEÑALAMIENTOS ANTERIORES
Germán Kuhr registra que encontró el pozo del mojón colocado por Marcos Chiclana para demarcar el frente de un terreno colocado por Juan Fink a Juan Antonio Fernández. (Mensura 10 AB: foja 9)
En 1866 el agrimensor Pedro José Lezama reconoce que el mojón esquinero Noroeste del terreno mensurado de Doña Encarnación Rincón fue colocado por Marcos Chiclana en 1855 que practicó una medición para los hermanos Oliva (Mensura Nº 22 AB: foja 2). El lado Noroeste del predio de los hermanos Oliva se apoyaba aproximadamente sobre la Av. Donato Álvarez entre el arroyo San Francisco hasta lo que hoy es la calle 831, para luego introducirse al Partido de Almirante Brown. En 1875 Christian Heusser hace lo mismo con el relevamiento realizado anteriormente por Marcos Chiclana. (Mensura N° 40 AB: foja 2)
Edgardo Moreno asentó en lo documentos que el 13 de marzo de 1884 comenzó la mensura reconociendo los tres mojones de hierro existentes: A, B y C, colocados en 1863 por el Agrimensor Lynch en ocasión de realizar la medición del terreno de los Herederos de Brígida de la Cruz, que se extendían desde Florencio Varela hasta esta área (Mensura N°18 Q: foja 7). Los puntos A y B conformaban el límite Oeste de la Chacra Los Álamos, en tanto el punto C era el vértice Sudoeste de la Segunda Chacra. La ubicación de las propiedades de la familia Latham, por orden de adquisición era la siguiente: “La de Arriba” con una superficie de 934.745 M2, en el actual Barrio Parque Calchaquí: Av. Craviotto, Av. Mosconi, Av. Calchaquí y 835; “La Segunda” con una superficie de 1.556.622 M2: Av. 844, Av. Mosconi, 835 y el arroyo Las Piedras en un vértice. Por último “Los Álamos” con una superficie de 711.462 M2, ubicada dentro de lo que hoy es Av. 844, Av. Mosconi, metros antes de Monteverde y otros tantos antes del arroyo Las Piedras (Gullotta, 1994:143)
Finalmente Cornelio Baca colocó, en 1903, dos mojones en los mismos lugares donde Paulino Silva lo había hecho en 1876. (Mensura N° 189 Q: reverso foja 12)
Dentro de los antecedentes del terreno de la mensura de los Herederos de Carlos Sandoval se menciona que Germán Kuhr al practicar la mensura del terreno comprado por Manuel Obligado a Agustín Zepeda detectó que el agrimensor Marcos Chiclana equivocó la dimensión del terreno de este último, quedando un terreno “sobrante” como de 300 varas de ancho entre Zepeda y Sandoval[4]. Este sobrante fue el objeto de la convocatoria de una nueva mensura (Mensura Nº 40 AB: foja 1) CURIOSIDADES
El pequeño cauce y la poca pendiente del terreno por donde corren los arroyos San Francisco y Las Piedras dificultaba un rápido drenaje de sus aguas (Vera, 2006:70) En al menos dos mediciones reflejaron esta problemática. Hacia el año 1865, Pedro Benoit no eligió una época propicia para realizar la mensura encargada por el Municipio dado que describe al terreno como intransitable e imposible de medir (Mensura N° 54 Q: reveso foja 2). Años Más tarde en 1903, A Cornelio Baca le sucedió algo similar al realizar la medición de las propiedades que poseía Leonardo Pereyra ya que alega que comenzó a triangular los dos puntos más cercanos al arroyo San Francisco a causa “del mucho bañado y paja” (Mensura N° 189 Q: foja 13) La realización de esta mensura se encuentra en línea con una política urbanística que durante la segunda parte siglo XIX se implementó en Quilmes que consistió en una etapa de expansión hacia el Este y el Oeste del partido la cual se verifica con:
Obras como la construcción del camino hacia el Río en 1867, un puente sobre el arroyo Las Piedras y el saneamiento de la Cañada de Gaete (Mensura 105 Q: Foja 2). En el plano de la mensura 105 (Q) se observan un puente, el cual estimamos es el que se inauguró el 8 de julio de 1867 (Craviotto, 1867: 150). En 1906, el agrimensor Luis Monteverde lo describe como un puente de madera y lo toma como punto de inicio de su mensura (Mensura N° 193 Q: foja 6)
Ventas de terrenos en zonas que hasta el momento habían sido estimadas como no aptas para actividades productivas. Ya en 1580, al Este del distrito, la zona de la ribera era considerada de esta manera, razón por la cual las propiedades fueron medidas desde la barranca. Trescientos años después, en 1885 la municipalidad autoriza la venta de terrenos anegadizos sobre la ribera (Salustio, 2009:62). Con respecto a la zona de la Cañada de Gaete, en 1818 cuando Francisco Mesura diagramó el pueblo dejando un espacio libre fiscal en ambas márgenes del arroyo Gaete, al juzgarlos como terreno inepto para labores rurales por ser bañado susceptible a inundaciones (Otamendi, 1968: 87). Ya en el siglo XX continuaron las obras, hecho que se comprueba al observar el puente de hierro que se encuentra sobre Cno. Gral. Belgrano altura 812, hoy en desuso dado que actualmente el cauce se encuentra 500 metros al Norte.
DETECCIÓN DE FRACCIONES NO DECLARADAS
Con el correr del tiempo las mediciones fueron perfeccionándose lo que significó un control más severo de las dimensiones de las mismas. Esta mayor precisión detectó que algunos propietarios extendieran sus terrenos (Mensura N° 178 Q: foja 3), En el caso de Carlos Sennewald admite un exceso de 20.375,15 metros2, pero lo justifica argumentando más de 40 años de posesión de su familia. (Mensura N° 203 Q: reverso foja 10). O acomodaban las dimensiones de sus posesiones a sus necesidades, al quitarle una porción a uno y sumársela a otro, cuando en los títulos de propiedad se expresa lo contrario. (Mensura Nº 9 FV: Foja 6 y frente de la 7)
CONCLUSIONES Luego de este trabajo estamos en condiciones de afirmar que a fines del siglo XIX esta zona se encontraba surcada por una gran cantidad de alambrados y cercos vivos, y en mucha menor medida de zanjas, con lo cual se infiere que ya en aquellos tiempos existía una explicita apropiación del sitio. El desarrollo que han tenido los cercamientos en está área, contemporáneo al del resto del país permite confirmar que en esta etapa la historia local se encuentra fundida con la nacional (Gullotta, 1994: 85)
Quilmes no escapó al enorme influjo de la Ciudad de Buenos Aires, por lo que sus primeros caminos se trazaron en concordancia a las necesidades de aquella: Norte-Sur y mínimos fueron los construidos Este-Oeste (Vera, 2006, 59 y 102). Recién a mediados del siglo XX con la inauguración del Camino General Belgrano en 1915, del Ferrocarril Provincial en 1927 y de la Avenida Tomás Flores Ex Pasco en 1939 comienza la transición del paisaje rural al urbano. Se observa que algunos caminos por su antigüedad y utilidad fueron directrices de propiedades: