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SEMANA DE LA TRADICIÓN EN "EL RODEO"

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El Rodeo, Círculo Tradicionalista Argentino, fundado el 19 de octubre de 1941, sumándose a la celebración del Día de la Tradiciónfecha elegida en conmemoración del nacimiento del poeta José Hernández (1834 - 1886), realiza la “Semana de la Tradición”. 
Guillermo Gardella, presidente de la Institución y Leonardo Zunino, secretario, invitan a los festejos que tendrán lugar en las
tradicionales instalaciones de Liniers 10 de Bernal y serán de entrada libre y gratuita, los días jueves 12, viernes 13, y sábado 14 de noviembre próximos. Las actividades programadas son las siguientes:
Visitas guiadas para alumnos de colegios de la zona sobre la Exposición Estática, y actividades informativas sobre la tradición argentina (jueves 12 y viernes 13 durante la mañana y la tarde en horario escolar)
Exposición Estática permanente de Recados, Pilchas Criollas, etc, de distintos centros y agrupaciones tradicionalistas.
Feria de oficios y artesanías criollas tradicionales (Platería, Soguería. Telar; etc.)
Conferencias sobre temas que hacen a la cultura tradicional local y Argentina.
Peña / espectáculo con distintos tipos de artistas y géneros folclóricos.
La “Semana de la Tradición”culminará el domingo 15 de noviembre con actividades de campo en conjunto con el Centro Tradicionalista “Cruz del Sur”, en sus instalaciones del Triángulo de
Bernal. A su vez se hará un homenaje al gaucho y se descubrirá una placa recordatoria en Avenida San Martín y Zapiola de Bernal, a las 10 de la mañana. 
Habrá tres conferencistas que completarán los festejos, organizadas por José Carlos Grand integrante de comisión directiva. Inaugura el ciclo el jueves 12 a las 20hs. el profesor Chalo Agnelli, en torno al tema: "Los saladeros y las vaquerías en Quilmes desde el siglo XVII hasta 1850”, tema sumamente representativo por su contenido regional, que hace referencia específica a la cultura y desarrollo del Partido de Quilmes y su zona de influencia, lo que alguna vez fue el Pago de la Magdalena, la región bonaerense donde se gestó y desarrolló la producción agroganadera.
El sábado las actividades comenzarán a las 17 horas; y la disertación estará a cargo de Carlos Risso.
Sede de El Rodeo, Liniers 10 de Bernal. Para más datos comunicarse con el 4259-4225. 
Agrupación de Historiadores Los Quilmeros
Biblioteca Popular Pedro Goyena

EL SOL DE ORO 2015

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EL SOL, “el matutino del Gran Buenos Aires”,realizó el jueves 5 de noviembre próximo pasado, una nueva entrega de los ya clásicos Sol de Oro, donde se volvió a premiar a personalidades de la cultura, el deporte, la ciencia y la educación en el marco de los 88 años que el matutino cumplió el 1 de noviembre. 
Diez personalidades de la región recibieron y varias instituciones intermedias, recibieron el tradicional galardón correspondiente a este año 2015.
Uno de los distinguidos fue el futbolista Rodrigo Braña, jugador del Quilmes AC, verdadero emblema del club, quien recibió la medalla de manos del presidente del directorio de EL SOL, Rodrigo Ghisani.  
También recibió su medalla el guitarrista, arreglador y compositor Juan Hermida, una figura central del tango argentino, a quien le entregó el premio Norma Cistaro.  Asimismo, fue galardonado el joven bailarín bernalense Facundo Mazzei, quien se hizo famoso en la televisión nacional de la mano de ShowMatch y participa en un espectáculo de nivel internacional, como Stravaganza. Recibió el galardón Gaby Alemany, de parte de María Rosa D'Elía Demetilla. 
Otro de los premiados fue el ayudante de campo del técnico de la selección masculina de hockey sobre césped, el berazateguense Javier Braña, que recibió el Sol de Oro de manos del director-editor del diario, Carlos Bottaso.  También fue distinguido el periodista Julio Caram, conductor del programa Sin Tapujos, que hace 18 años emite CableVisión Sur, que cuenta con 51 años de trayectoria periodística. Caram recibió el premio de parte del abogado Néstor Balian. 
El director de cine Gabriel Arregui fue otro de los distinguidos con el Sol de Oro. El autor de Uno Mismo y de El Torcán, ya se ganó un lugar en el mundo del Séptimo Arte. Le entregó la medalla Carlos García Remohí (Automóvil Club Argentino). 
Además fue reconocido el doctor Jorge Rodríguez Kissner, promotor de la donación de órganos que recibió un trasplante de corazón que le salvó la vida, quien recibió el premio de manos de Alejandro de Fazio. 
El boxeador Sergio Maravilla Martínez, en tanto, fue distinguido por su trayectoria deportiva que lo llevó a la obtención del título mundial del peso mediano del CMB y la OMB, además del cetro superwelter del CMB. 
La ciencia y la educación estuvieron representadas por Noemí Girbal Blacha, quien es profesora y doctora en Historia por la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la UNLP y también es investigadora superior del CONICET. Además, lleva adelante el proyecto La Argentina Rural del siglo XX, en la UNQ, donde es profesora. Quien también recientemente fue designada Ciudadana Ilustre. La docente recibió el galardón de parte de la artista plástica María Rizzo. Fue distinguido el doctor Rodrigo Álvarez, por su aporte a la investigación en el área de neurociencia.
Recibieron un merecido premio los integrantes de la banda de blues varelense La Mississippi, con 26 años de carrera en el rock nacional. En este caso fue el baterista de Las Pelotas, Gustavo Jove, quien entregó el reconocimiento. 
EL SOL entregó distinciones a instituciones de Quilmes y de la región, con motivo de sus aniversarios: el Club Social, Deportivo y Cultural Moreno, de Quilmes, por sus 90 años; el Club Social y Deportivo Defensa y Justicia (80); el Club Social y Deportivo Alberdi(75); la Asociación Deportiva Berazategui (40) y el Hogar de Niños Quilmes Dios Suplirá (120).
Asimismo, el intendente Francisco Gutiérrezrecibió un galardón al cumplir 8 años de gestión municipal.
 Fuente 
Diario El Sol, 6/11/2015

MEINCKE VERSUS BLANDENGUES (COLABORACIÓN)

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En el aula decía a mis alumnos: "No me pregunten qué libro, traigan todos los libros... La historia la hacen ustedes cada vez que la analizan, que la recrean, que la discuten, que la estudian... ¡Hagan historia!". Efectivamente la historia la hace la gente y EL QUILMERO desde que inició su marcha está abierto para aquellos que nos traen sucesos, personajes e instituciones que forman parte de nuestra identidad y nos refuerzan el sentido de pertenencia. Alejandro Gibaut, vecino de Bernal, es uno de ellos y varias veces replico sus notas que publica en  "Bernal, su historia y su gente". La que sigue es una nota que salió el 17 de noviembre próximo pasado y que podemos titular:
MEINCKE VERSUS BLANDENGUES
por Alejandro Gibaut
17/11/2015
Casona de los Meincke en todo su esplendor. La foto está tomada desde el norte (hacia Zeballos). Hoy su estado es de casi completo abandono, pero al menos aún está en pie, aunque muy escondida por diversas construcciones que la rodean. (Foto: "Recuerdos del Viejo Bernal", de Felipe Firpo)

Hace unos días Néstor Pienso publicó en el grupo que administra unas muy interesantes fotos del interior de la casa ubicada en San Martín 666. La casona, mas allá del casi completo abandono y deterioro en que se encuentra, es uno de los últimos exponentes del Bernal señorial de grandes quintas de veraneo que aún se mantienen en pie. Era propiedad de la familia Meincke, y me parece importante contribuir a esa publicación con algunos datos de la misma.
Los terrenos entre Avellaneda y Lomas de Zamora no eran de los Bernal sino de los Santa Coloma. En 1868, se produce la sucesión de Ana Lezica (esposa de Juan Antonio Santa Coloma) y toda esa extensión de tierras se subdivide entre hijos y parientes. El sector comprendido entre las actuales San Martín-Cerrito-Chacabuco y Alem fue para Eugenio María Santa Coloma, quien estaba radicado en Francia desde 1830, cuando había sido nombrado Cónsul General de la Confederación Argentina en Europa.
Don Eugenio María Santa Coloma en su vejez en Francia. Fue nombrado Cónsul General de Argentina en Europa por Bernardino Rivadavia, y realizó su vida en tierras galas. Hijo de don Juan Antonio, heredó el rectángulo entre las hoy calles San Martín - Cerrito - Chacabuco y Alem. (Foto: Biblioteca Nacional)
Un año despues vende el lote entero a Juan Martínez (quien también tenía tierras en Quilmes) y éste a Andrea Marrero, a excepción de una fracción de 120 x 120 metros con frente al "Camino Real " (hoy San Martin) y lateral sur a una calle de 12 varas que había sido abierta por Martínez y el propietario del lote contiguo, Melville Sewell Bagley, y que es la actual calle Alem. Esa pequeña quinta Martínez la vende a Lorenzo Ferro y finalmente el 7 de julio de 1887, el comerciante Enrique Meincke compra la misma. Don Ferro ya había construído en su quinta, por lo que no sabemos si los Meincke reformaron esa casa previa o arrancaron de cero, pero la cuestión es que lo que aún se conserva muestra todavía los rasgos de una casa señorial. Esta casa tenía un cerco de material con rejas y dos portones de acceso, uno sobre San Martín y otro sobre Alem (o como se llamaba entonces, Constitución) y su servicio incluía un quintero y una cocinera, ambos italianos, y un cochero español. La compra, según dicen, la hizo por $12.995 porque… ¡no quería pagar $13.000 por la yeta!
Don Enrique Meincke había nacido en Alemania en 1826. En diciembre de 1851, ya en el país, contrae enlace con Mary Winifred O'Hara, inglesa oriunda de Liverpool, y con ella tienen 7 hijos, entre ellos Enrique hijo (nacido en 1856), Luis (nacido en 1868) y Emilio (nacido en 1871) Ahora bien, a pesar que don Enrique y doña Mary vivían en la casa de Bernal en 1895, quien compró las tierras y construyó la casona fue casi con seguridad su hijo. Enrique junior tenía su comercio junto a sus hermanos en la Boca, como varios de los primeros pobladores de Bernal. Su nombre fue uno de los que formó parte de la comisión pro-capilla de Bernal que creó Agustín Pedemonte, otro boquense. Compartió con don Félix Bernal el cargo de Concejal Municipal en Buenos Aires entre 1892 y 1897.
La casona en el pueblo fue su lugar de descanso y veraneo y falleció el 15 de agosto de 1921, en Capital. Su hermano Emilio siguió actuando en la Boca y llegó a ser presidente (y muy reconocido) del Club Atlético Boca Juniors entre 1915 y 1917 y un segundo período entre 1918 y 1920.
Dibujo de don Emilio Meincke, hermano de Enrique, quien fuera importante presidente de los comienzos de Boca Juniors. (Foto: revista "Caras y Caretas", 1937)
Volviendo a las tierras, en 1911 la familia tuvo un pleito con su vecino Spiro Ungaro (propietario de la fracción al norte, entre Zeballos y Cerrito) para ver quién cedía la franja de terreno entre propiedades para abrir Zeballos (la "prolongación de Ramella" como se le llamaba entonces) entre Belgrano y San Martín. Ese pedido lo había hecho el vecindario ya en 1909, al Concejo Deliberante quilmeño, y debió resolverlo la justicia: finalmente, Enrique tuvo que hacerlo. 
 
La señorita María Angélica Meincke (izquierda), hija de don Enrique, pasea por Mar del Plata con su amiga Sara Doblas. María Angélica subdividió la vieja quinta de su padre y pidió que la actual "Blandengues" llevara el nombre del mismo, pero no le dieron mucha bolilla... (foto: revista "Caras y Caretas", 1924)
En enero de 1927, su hija María Angélica Meincke de Goytía y Arrieta pide la aprobación para la subdivisión y loteo de las tierras. Los vecinos le piden al Concejo Deliberante que no la apruebe porque "dejaría a Pringles en condiciones irregulares", pero igualmente el remate se lleva a cabo el 13 de marzo con gran éxito según comenta "Crónica". El 11 de junio, el Concejo Deliberante dicta la ordenanza Nº 333 que aprueba la apertura de Pringles entre Alem y Zeballos, y de una nueva calle a la que María Angélica pide llamen "Enrique Meincke". En diciembre de 1928, la ordenanza 391 (que cambia los nombres de las calles a uno y otro lado de las vías) explicita que "la calle que corre entre L.N.Alem y Zeballos se denominará Blandengues". El pobre don Enrique se quedó así sin calle propia, y la familia Meincke pasó a ser un vago recuerdo del señorial Bernal de antaño…
por Alejandro Gibaut 
de Facebook: "Bernal, su historia y su gente"(grupo público)
 

ROSA DOLABJIAN - HOMENAJE EN SU MEMORIA EN EL CLUB ALSINA

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El pasado martes 21 de julio, exactamente a 100 años del genocidio armenio, falleció la artista plástica Rosa Dolabjian, contaba 83 años. Descendiente de padres armenios que vivieron en la piel las
crueldades de un genocidio atroz, que aún hoy muchos países se empeñan en negar, así y todo se crió y se formó en una hogar lleno de cariño y esperanza donde se hizo una mujer generosa, de energía extraordinaria, entusiasta, apasionada por el arte e incansable. En EL QUILMERO encontraran los interesados una semblanza de su vida y su obra.[1] 
HOMENAJE 
El Club Social Deportivo Alsina, el más antiguo de La Colonia, y su Sub-comisión de Cultura, de la que Rosa fue presidenta, y el Café Literario “Duendes del Arte” realizaran el sábado 21 de noviembre próximo a las 18 hs en su sede de la calle Entre Ríos un homenaje para honrar la memoria de esta mujer extraordinaria que tanto dio de si a nuestro Quilmes y a la comunidad Armenia.
El acto será dirigida por el presidente del Club Sr. Lucas Santiago Acosta y la futura presidenta de la Sub C. de Cultura señora Beatriz Ana Srauss, acompañada por la señora Josefina Gandolfo – ambas descendientes de fundadores de la Institución - y familiares, amigos, vecinos y conocidos de la imperecedera Rosa. El director de EL QUILMERO dirá unas palabras en su memoria y en representación de la Comisión Administradora de la Biblioteca Popular Pedro Goyena y de la Agrupación de Historiadores Los Quilmeros. 
La entrada es libre y gratuita.
Chalo Agnelli

[1] Ver en EL QUILMERO del martes, 21 de julio de 2015. ROSA
DOLABJIAN, SU FALLECIMIENTO -http://elquilmero.blogspot.com.ar/2015/07/rosa-dolabjian-su-fallecimiento.html/

 


SANTOS ANGELETTI – TERCERA ENTREVISTA TRANSMIGRATORIA (1936/2015)

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Por Chalo Agnelli 
“Las historias de otras personas siempre son fascinantes.
Es reconfortante saber que algunas cosas permanecen…”
La casuística de la inmigración es un tema que absorbe a EL QUILMERO, a su director, quien suscribe. Después de las visitas hechas a don Santiago Goñi y a Francisco Soto, vasco y criollo viejo, respectivamente, resolví transmigrar a 1936, y entrevistar a don Santos Angeletti un inmigrante italiano que tras largos años de trabajo duro, llegó a tener una vida acomodada y una numerosa descendencia muchos de cuyos miembros siguen caminando por las calles de Quilmes.
En torno de cada vida está su época, sus relaciones, las concomitancias del mundo que los califica y los clasifica social, cultural y económicamente.
En estas entrevistas se recopilaron aspectos tradicionales de nuestro Partido, tomados diréctamente de quienes los vivieron; vecinos que acreditaron a sus recuerdos todo el mérito de una cronificación documentada y veraz. 
RETROSPECTIVA AL PASADO QUILMEÑO 
Nuevamente emprendo un viaje trasnmigratorio al pasado. El año, 1935. El entrevistado, don Santos Angeletti, uno de los tantos inmigrantes italianos que después de la tercera Fundación (1852) le dieron a Quilmes una pujanza comercial e industrial inusitada que la “economía del changuito” fue destruyendo paulatinamente y sin piedad desde 1990.
Este reportaje va en homenaje a los pequeños comerciantes de Ezpeleta que pronto, gracias a una sesión amañada, realizada el martes 10 de noviembre, los ediles quilmeños, aprobaron el arribo de uno de esos hipermercados multinacionales a su ciudad poniendo en riesgo la sustentación del pequeño comerciante. [1]

DON SANTOS ANGELETTI EN 1936
EL QUILMERO.- Lo veo muy activo, don Santos ¿Cómo anda? 
SANTOSANGELETTI.- Sí. Ando como cualquiera que se acerca a los 90 años, tengo 82, pero me siento de menos, aunque el físico engañe (ríe a carcajadas don Santos) 
EL Q.-  ¿Y cuántos de Quilmes?
S.A.- Nací en Italia el 3 de enero de 1853, y con 21 años llegué a Quilmes en 1874. Hace 61 que vivo en este pueblo y estos años de residencia me dan el derecho para que me consideren quilmeño. Recién había llegado el ferrocarril, en élsono arrivato conla miaroba...[2] y teníamos un tranvía para ir a la Ribera. 
EL Q. - Me imagino que habrá sido duro llegar a un pueblo que recién estaba desperezándose de la modorra. ¿A qué se dedicó don Santos?
S. A.- Me inicié en el Hotel de don Agapito Echagüe, que estaba ubicado en la esquina frente a la plaza Pellegrini (hoy San Martín). En Rivadavia y Mitre. Allí hacía todo tipo de trabajos, desde recibir a los viajeros como atender a los que residentes - no eran muchos - hasta ir a buscarlos en una calesa del señor Echagüe a la estación. Don Agapito en 1872 había tenido un hipódromo en la barranca, por donde está la terminal del tranvía. No le fue bien. La gente prefería hacer carreras en las calles hasta que en 1890 se prohibieron las carreras de caballos en calles y caminos públicos. Las instalaciones del hipódromo de don Agapito se las llevó una creciente grande. 
EL Q. – Había otros hoteles en Quilmes, en esa época ¿No?
S. A. – Sí. Próximo a la estación, en la esquina de Tres de Febrero (Alem) y Gaboto, frente al restaurante de Talou,estaba el hotel de Spelzini (o Spelzzini) y detrás en la media manzana de Gaboto, Uriburu (H. Yrigoyen) y Rivadavia, con entrada sobre esta última, [3]estaba el hotel “La Sirena” de mi paisano Antonio Bellati. Allí se hizo el 14 de abril de 1878, la primera reunión previa a la fundación de la Società Italiana di Mutuo Soccorso. Yo no pude concurrir por il laboro…El hotel era sontuoso.[4]Tenía un gran salón de fiestas dividido por puertas plegadizas y una gran cocina en el subsuelo. En el frente tenía pilares de mampostería con verjas de hierro en todo su linde con las tres calles. A mi me hubiera gustado trabajar ahí, pero nunca había posto vacante. 
El Q.- ¿Allí se fundó la Cristòforo Colombo?
S. A.-¡No! Luego hubo otra reunión el domingo 5 de mayo siguiente, aquí cerca, en la casa de Giovanni Mazza ubicada en Alvear esquina Tres de Febrero (Alem) donde se redactó el acta fundacional. 
El Q. – ¿Bellati no había tenido hotel en la esquina de Alsina y Sarmiento, frente a la plaza San…, digo Pellegrini y a la casa de los Soto? [5] 
S. A.- Sí. Él había arrendado la propiedad que había sido el hotel de Félix Risso. Centro de società maschile. [6] Notorio en la tradición quilmeña, pero estaba ibattered, distrutto. [7] Y cuando tuvo la oportunidad de arrendar la propiedad de Bradley que antes había sido de Cristoforetti [8] abrió “La Sirena”. 
El Q. – ¿Y usted permaneció mucho en el hotel de Echagüe?
L. A.- No. Luego serví en una especie de pensión que tenía doña Cecilia Montes de Oca… ¡Excelente cocinera! 
EL Q.- ¿Dónde estaba esa pensión?
S. A.– En la esquina de Paz y Garibaldi, en diagonal con “La Primavera”, la quinta de la familia Pitré ¡Bella proprietà, viera usted! Enfrente había un baldío con tres ombúes donde doña Cecilia ponía mesas para los comensales. El cuidador era don José Belén, que vivía allí mismo, en una sacatola[9]pequeña. 
EL Q.- Siempre en el gremio hotelero.
 S. A. – No. Fue más tarde mi patrón don Francisco Younger el inglés dueño del tranvía que iba de la estación a La Ribera con un motorman que llamaban Otovío. Este don Francisco era un hombre muy gracioso y generoso… y muy afecto a la bevandainglese.[10]¡Jajajaja! Pero no trabajé mucho con él pues enseguida me incorporé al comercio de don Remigio González, uno de los más importantes de Quilmes, ubicado en la esquina noroeste de la calle Mitre y 25 de Mayo. Don Remigio era un criollo viejo. De él aprendí todo sobre i affari.[11] Todos los hermanos González eran comerciantes: Paulino, Justino, Faustino, Laurentino y Remigio… y el hermano político de éstos, don José Domingo Córdoba. En fin. De allí salí en 1879, y el 8 de julio me instalé por mi cuenta con almacén en Mitre y Olavarría, en el frente sud del que ocupa en la actualidad. Fue una alegría grande, de modo que... ¡Ma! ¿Cómo lo iba a llamar?... La Alegría”, jajajjajaj... 
EL Q.- Debe haber sido difícil alcanzar la autonomía y ponerse por su cuenta.
S. A.- Vine de Italia con un gran espíritu de ahorro porque cuando llegué a esta tierra mi sono reso conto[12] que se podía progresar si me esforzaba, si ponía mucha energía… Allá… attraverso il mare, [13] no hubiera podido alcanzar todo lo que logré. 
 Almacén "La Confianza" en la esquina NE de Mitre y Olavarría. Don Santos con dos de sus hijos. (foto de Félix E. Finino, Col. Fernando San Martín)

EL. Q.- ¡Y así creció el gran comercio que es hoy!
S. A.- No, no. Más tarde me tuve que trasladar a la esquina de Alvear y pasados 20 años volví a Mitre y Olavarría, pero en la esquina opuesta. Era 1907 ó 1908… sí, creo que este año.En 1908 la importancia alcanzada nos impuso la necesidad de habilitar un local más amplio, lo que se llevó a cabo ese mismo año, trasladándolo al edificio que hoy ocupa en Mitre y Olavarría. De “La Alegría” pasé a “La Confianza”, como se llamó desde 1890 hasta 1908. La confianza que nos ganamos de los vecinos por la honestidad de nuestro trabajo. Ya en ese entonces contaba con la colaboración de mis hijos Ricardo, Daniel y Ernesto. Era un comercio de ramos generales; completo: artículos de despensa, de ferretería, pinturería, talabartería, bazar, venta de forrajes… ¡Ah! Y artefactos, como lámparas y calentadores a kerosene y “espanta moscas de sauce legítimo”. Allí está mi negocio, a cargo i miei figli[14], ¡Angeletti Hnos!  Y yo aquí, en el mismo barrio donde inicié mi vida comercial… 60 años atrás. 
EL. Q.- ¡Ya le salió el comerciante, don Santos ¡jajajjaj!... ¿Cuántos hijos tiene don Santos?
S. A.-¡Le di once hijos a Quilmes, a questo paese! [15] Y tuve el gusto de celebrar el 3 de enero de este año (1935) mis bodas de oro, rodeado de mis hijos y mis 12 nietos, que ya se andan multiplicando también ¡jajajajajaja!... 
EL Q.- Estuvo en los principales acontecimientos de la tercera fundación de Quilmes. Usted, don Santos, fue uno más de los pioneros que transformaron el pueblo en esto que es hoy, una ciudad pujante. ¡Cuántas peripecias habrá pasado!
S. A.-¡Epa!¡Ya lo creo! En el 80, durante al revolución llegaron tropas nacionales a tomar la Municipalidad y los proveí de vivande.[16]El regimiento entró por la calle Mitre. Fue un modelo de corrección. En mi comercio hicieron compras, me pagaron y nonhanno rubatonulla.[17] No le pasó lo mismo a mi colega, don Andrés Baungart, con las tropas que entraron por el norte, por la calle Uriburu (H.Yrigoyen). Pese a la bandera alemana que hizo flamear al tope su almacén (esquina Conesa y Moreno) fue prácticamente saqueado, povero. Don Andrés era un tipo muy solidario, buen vecino. Él se encargaba de mantener y cuidar la plaza Falcón (hoy del Bicentenario), luchaba contra la maleza y las alimañas que había bastantes por aquel entonces. 
EL Q.- ¿Vino de Italia con su esposa?
S. A.- No, aquí formé mi hogar. Mi compañera se había establecido en Quilmes antes que yo, escapando de Buenos Aires por la fiebre amarilla en 1871. Viajó con su familia en una carreta de Fortunato Guerrero que traía desde el puente de Barracas a todos suoi parenti.[18]Atravesó caminos cenagosos y luego rumbeó hacia la costa y aprovechando la bajante vino por la playa del Plata. Cuando llegó a la ribera de Quilmes, subió por el sendero que se había trazado hasta el pueblo. Aún don Augusto[19] no había abierto la avenida que lleva su nombre. Se salvaron de la peste. Otros parientes de la miamoglie[20]que se quedaron murieron allá. 
EL Q.- A otros paisanos suyos también les fue bastante bien con el comercio en el viejo pueblo ¿Verdad?
S. A.- E sì! En la calle Real (Uriburo, hoy Yrigoyen) Nº 65 don Miguel Malfatti tenía una botería y zapatería; en Brown y Humberto Primo, antes la calle Progreso, estaba el “Almacén del
Pueblo” de Durante Hnos.; don Pedro Poloniolli tenía una carpintería de obra blanca, en la calle Mitre y Carmelo Spinelli la panadería “La Esperanza”, también en Mitre 752; Giovanni Giussani era propietario de una destilería de licores; los hermanos Agostino y Gerolamo Lavaggi eran comerciantes, el primero era propietario del almacén “El Globo” en la esquina de Mitre y Tres de Febrero, ahora Alem, frente a los Goñi y su hermano en Lavalle y 25 de Mayo, frente a la casa de doña Águeda Ponce de León de Navarro, una mujer molto originale; Antonio Grassi, era carpintero, se casó con una nieta del Dr. Wilde; Giobattista Molinari, que hacía honor a su apellido, era molinero… qué sé yo, muchos, muchos… [21] 
EL Q.- ¿Y ya no trabaja más, don Santos?
S. A.- Trabajé hasta 1924, por eso ahora la firma es “Angeletti Hnos”. L'hai visto? Los grandes almacenes Angeletti funcionan hoy en instalaciones modernas, con mercaderías de la mejor calidad y precios acomodados. ¡Ya, 56 años de trayectoria comercial en Quilmes!Andate, andate a visitare. [22] 
EL Q.- Si, cuando salga de su casa me daré una vuelta por el comercio, aunque ya estará cerrado. 
S.A.- ¡No, no, miei figli, son como io, abren a las 7 de la matina y cierran pasadas las 9 de la noche. No cierran al mediodía como muchos que se van a siestear, pero yo creo que se deben turnar, pues siempre los encuentro muy frescos a los tres jajajajajajaj... 
EL Q.- Bueno don Santos, lo voy a tener que dejar pues a mí sí que se me está haciendo tarde. Si bien estoy cerca de mi eje de transmigración... 
S.A.-Che dici? 
El Q.- No importa. No importa. Le agradezco el tiempo que me brindó y lo felicito por haber sido uno de los forjadores de este pueblo y darnos una progenie que lo honra y nos honra a todos en nuestro futuro. ¿Cuántas cosas nuevas sobre tiempos viejos podemos aprender! ¡Hasta pronto don Santos! 
S.A.-Quindi, quandosi vuolee nonspendere un sacco, ritornovisita. Ciao![23] 
CONCLUSIÓN 
Primero arribaron los hombres, las familias pioneras en esperanzadas naves. Historias de fervor y de paciencia. Artífices de una pujanza no sólo material, obras generales del arte nacional recibieron el estímulo docto de la cultura italiana. En momentos tan procelosos como los actuales, los orígenes, la identidad, el sentido de pertenencia, algo que supera el individualismo, el “yo”, afirma y sustenta la conciencia ciudadana.
Investigación y ‘reportero’ Chalo Agnelli 
Quilmes, 1935 - 1989 - 2015
 elquilmerofm@yahoo.com.ar
 chaloagnelli@yahoo.com.ar

BIBLIOGRAFÍA
Agnelli, Chalo. “Migraciones – Cuatro colectividades quilmeñas – cinco familias para una historia social”. Ed. Jarmat. Quilmes, 2006.
Brunetín, Susana I. “Inmigración y participación política: la Sociedad Italiana de Socorros Mutuos Cristòforo Colombo de Quilmes 1878-1914 – Su identificación con el ideal Massiniano” Monografía, 1991.
Eusebi, Carlos. “Un nombre para la historia de Quilmes” Ed Tiempo Sur. Quilmes 2003.
San Martín, Fernando."Quilmes en imágenes fotográficas" -  Colección Alcibíades Rodríguez  / 1873-1940 Quilmes, 2014. 
Ver EL QUILMERO del sábado, 17 de enero de 2015. FRANCISCO SOTO, ENTREVISTA EN EL PASADO - 1936
http://elquilmero.blogspot.com.ar/2015/01/francisco-soto-entrevista-en-el-pasado.html 

Ver EL QUILMERO del  lunes 9 de noviembre de 2009 ENTREVISTA A DON AGUSTIN GOÑI - BERAZATEGUI
http://elquilmero.blogspot.com.ar/2009/11/entrevista-don-agustin-goni-berazategui.html/ 

Ver en EL QUILMERO del viernes, 18 de septiembre de 2015 SANTIAGO GOÑI – UNA NUEVA ENTREVISTA TRANSMIGRATORIA (1936/2015) http://elquilmero.blogspot.com.ar/2015/09/santiago-goni-una-nueva-entrevista.html/
NOTAS

[1] Expediente 4091-7575 iniciado por la empresa INC S. A. (Carrefour), sobre factible instalación de un supermercado mayorista y minorista en la ciudad de Ezpeleta (“Perspectiva Sur”, miércoles 11 de noviembre 2015, Pág. 5)
[2] Llegué con mis bártulos.
[3] A la altura donde hoy hay una casa de electrodomésticos.
[4] Fastuoso

[5] Ver en El Quilmero del sábado, 17 de enero de 2015, FRANCISCO SOTO, ENTREVISTA EN EL PASADO - 1936

[6] Sociabilidad masculina
[7] Baqueteado, destruido.

[8] Ver en El Quilmero del domingo, domingo, 24 de abril de 2011, MARTIN ALEJANDRO MARCELO CRISTOFORETTI, MAESTRO Y HOTELERO - FUNDADOR DE LA PRIMERA ESCUELA AGRARIA DE QUILMES http://elquilmero.blogspot.com.ar/2011/04/martin-alejandro-marcelo-cristoforetti.html

[9] Casilla
[10] Whisky
[11] Comercio, negocios
[12] me di cuenta
[13] del otro lado del mar
[14] De mis hijos
[15] A este país, esta patria.
[16] Alimentos
[17] No robaron nada
[18] Su familia, sus parientes
[19] Augusto Otamendi
[20] Mi esposa, mi mujer
[21]“Un nombre para la historia de Quilmes” Pág. 36
[22] Vaya a visitarlos
[23] Hasta cuando quiera y que no pase mucho, vuelva visitarme. Chau!

ALEJANDRO DANIEL RE, CULTOR DE LA IDENTIDAD ORIGINARIA

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Alejandro Daniel Re, historiador aborigenista, docente. El Lic. Alejandro Daniel Re nació en Quilmes el 29 de marzo de 1957. Hijo
de Aldo y de Amalia. Esposo de Nancy y padre de Ayelén y Santiago. Falleció en su ciudad natal el lunes 23 de noviembre de 2015. Autor de "Los Acalianos del valle Calchaquí a Quilmes"y "La Pallamay" en el libro de Los Quilmeros: "Quilmes, 346 años y un Bicentenario" (2012) Su última publicación concretada tras ardua investigación fue “Los quipus, secreto ancestral de América Precolombina”, que no llegó a presentar al público. Sus trabajos se pueden encontrar en el blog Profesor Alejandro Re Investigador de las Culturas originarias Argentinas (http://profesoralejandrore.blogspot.com.ar/), donde se hallan los numerosos videos realizados por él sobre nuestra historia, los
orígenes y los originarios; entrevistas a personalidades de la cultura quilmeña, viajes de reconocimiento histórico y documental, etc.

Profesor en la Escuela de Educación Secundaria Técnica Nº 5 “Reino de España”. Todos los años dictaba el curso de Historia de Quilmes desde los aspectos del pueblo originario que dio a este Partido toponimia y gentilicio, conjuntamente con el Prof. Chalo Agnelli. Dio incesantes conferencias junto al Prof. Rubén Alberto Castorina.

Fue bombero en el Cuartel de Bomberos Voluntarios de Bernal. Miembro fundador de la Agrupación de Historiadores Los Quilmeros y colaborador de la Biblioteca Popular Pedro Goyena. Director de la Biblioteca “Cacique Curín” de Estudios Indígenas.

Productor del programa “Conociéndonos” por FM Stéreo. - Productor del programa “La Matera” por FM Sur. Conductor y realizador del programa televisivo “La Matera” QVC canal 5. - Miembro del club de amigos del Instituto Nacional de Antropología.

Un ser humano en toda la dimensión positiva que abarca esa expresión; querido por sus alumnos, por sus colegas y respetado por toda la comunidad quilmeña que lo tenía como un referente cultural.

UN RECORRIDO POR SU CURRÍCULUM

Cursos realizados: Curso Culturas Aborígenes de América (CEHASS Guillermo Magrassi). Curso Quilmes en la Historia (Palmira S. Bollo Cabrios) Junta de Estudios Históricos de Quilmes.

Actividades: Participaciones: 1ª Conferencia Interamericana sobre Pueblos Indígenas. 3er. Congreso de Historia sobre los pueblos de la Provincia Bs. As. 2º Parlamento Indígena de la provincia de Buenos Aires 1ªª Jornadas docentes sobre pueblos aborígenes Argentinos. 1995. 1ª Jornadas de Arqueología Histórica (Universidad de Quilmes) 1998. Congreso Nacional de Historia Argentina 1995. (C. Cult. Gral. S. Martín). Taller de Encuentro del Docente con el Aborigen. Inst. Sup. Nº 11 Lanús. Museo Mitre “Antonio Pozzo y la Campaña al Desierto”.1996. 1ª Jornada de Respeto al Aborigen. UCMQ 1995. Semana de la
Cultura Indígena. Secretaría de Cultura de Buenos Aires, 1986.

Gente de la Tierra. Biblioteca Nacional. Ministerio de Cultura. Jornadas de Política Argentina en Relación al Aborigen. Museo Roca. 1988. 1ª Jornadas Indígenas en la Ciudad. Centro Cultural R. Rojas. Kartsuinen - Tierra del Fuego - video y fotográfico -Biblioteca J. M. Estrada.  5º Encuentro del Patrimonio Cultural Bonaerense - Museo Brown. 1998. Conferencia “Reflexiones sobre la historia” por Félix Luna. 2002.  Disertaciones: Rotary Club de Quilmes sobre Historia de Quilmes. – Las Culturas Aborígenes Argentinas, Centro de Est. Sup. del Sur. Muestra Día del Aborigen Unidad Coronaria Móvil Quilmes.  Los
Indios Quilmes Biblioteca Mariano Moreno.

Los Indios Quilmes Cámara de Comercio de Quilmes. Los Indios Quilmes Círculo Médico de Quilmes. Culturas Indígenas Argentinas - Sociedad Italiana Cristóbal Colon – 1998.

Premios y distinciones: Mención Kilme de Honor 1994 y 1995. Premio Buenas Ondas 1991. Mención Rotary Club de Quilmes -
Mención Fundación Atahualpa Yupanqui - Cuento. Candil Kilmes 1998.

Reconocimiento por trabajos de Investigación: Cámara de Senadores de Tucumán. Casa de la provincia de Mendoza. Universidad Nacional de Luján. Instituto Nacional de Musicología Carlos Vega. Intendencia Municipal de Gral. Madariaga. Honorable Consejo Deliberante de Quilmas. Museo Folclórico Regional Humahuaca,
Jujuy. Museo del Indio. Los Toldos Dr. Félix Luna. Secretaría de Cultura de la Nación. Museo Ciencias Naturales (La Plata). National Geographic Society USA.1998. Gobernación de la provincia de Buenos Aires Casa de la provincia de Salta. Gobierno de la provincia de Córdoba - Dirección de Bibliotecas y Archivos de Chile.1999. - Casa de la provincia de Neuquén -1999 - Gobernación de Tierra del Fuego. 1986 - Museo de la Patagonia Francisco P. Moreno – Bariloche - 2000. Museo del Hombre - París, Francia. División Antropología Americana - 2000.

"Eso de durar y transcurrir no nos da derecho a presumir porque no es lo mismo que vivir, honrar la vida”Eladia Blázquez


AGRUPACIÓN "KILME" DE ARTISTAS PLÁSTICOS

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por Chalo Agnelli
Aproximadamente en la década del `40, espoleados por la vocación cultural del comisionado municipal Dr. Fernando Pozzo (15/5/1940 – 15/4/1941) [1]surgieron en Quilmes numerosos movimientos culturales, en el marco de la Comisión Municipal de Cultura, creada el 5 de junio de 1940 y oficializada el 7 de julio de 1942 por el intendente Manuel J. Cruz. En esos años (no pudimos establecer exactamente la fecha de fundación) surgió la Agrupación de Artistas Plásticos “Kilme”, con creadores que ya realizaban actividades de difusión artística en el pueblo como el Maestro Pablo C. Molinari creador de la primea escuela de Bellas Artes que tuvo Quilmes, en 1923.
DINÁMICA
En 1942 la Agrupación comenzó a organizar los salones anuales de “Tout-Petit”, estilo de presentación de obras en pequeño formato. En agosto de 1943, en la Asociación Española se realizó una muestra homenaje a Carlos Morel, con 14 óleos del artista de la colección de Alfredo González Garaño, uno de la Sra. Labourt de Ungaro y dos de la familia Salas Matienzo; además de cuatro reproducciones fotográficas tomadas por Morel que eran propiedad de las familias: Cichero Ithuralde y Salas Matienzo y una del Museo Histórico Nacional.
En 1944, la Agrupación Kilme presentó la exposición de litografías de Juan L. Palliere (1823-1887) con 45 trabajos pertenecientes al álbum del autor llamado “Escenas Americanas”, sobre hojas de 0,30 x 0,43; todas llevaban como pie de imprenta, abajo y a la izquierda. Peint par Pallière” y a la derecha. imp. Pelvilain”; formaba parte de la colección del Sr. Alfredo González Garañó.
Ese mismo año se abrió el 4º Salón de pintura, escultura, dibujo y grabado en al Sociedad Española, contando con el auspicio y contribución de: Casa Deyá, Merediz Hnos., Confitería Colón, Elesgaray Hnos., Luis Fidanza, Sastrería “El Arte”, Farmacia el Dorado, Casa Llense y Fornabaio Hnos.
El 5º Salón de pintura, escultura, y grabado, también presentado en 1944, en la Soc. Española tuvo un impactante decorado diseñado, en gran parte por Gerónimo Narizzano bajo la dirección de Víctor Roverano. Se colgaron desde el centro del salón bandos de seda blanca que se recogían contra las paredes y partían de un centro de luz que realzaba a cada una de las obras expuestas. El éxito fue tal que hasta vecinos totalmente neófitos en el las artes plásticas visitaron la muestra que debió prolongar su permanencia pues el público de manera multitudinaria así lo impuso.
En 1946, la Agrupación "Kilme" convocó a un concurso de pintura al aire libre. El 22 de mayo el jurado integrado por los señores
La escuela de Yoldi por D. Bloise
Eduardo Picabe, Higinio Montini, Ing. Juan Pollak, Víctor E. Roverano y el Dr. José A. Craviotto otorgaron los premios a los 30 expositores: 1º premio a Domingo Bloise por su trabajo donde reprodujo el portal del viejo colegio San Luis (Alem e/ Alvear y Mitre) en primer plano, recortándose las torres de la iglesia (esta obra se hallaba en el Museo Almirante Brown de Bernal); el 2º premio fue para Francisco Fernández Melo; el 3º, para Carlos Holosko con un óleo que representa la calle Mitre y con premio estímulo fueron distinguidos Julio Rebolé, Carmen África M. P. de Roverano, Otto Ringer, las menciones honoríficas se otorgaron a Gerónimo Narizzano por su óleo “La casona de Drake”, Humberto Montanari, Carlos Ariel Pardiñas y Américo Pampinella. La muestra se realizó el 24 de mayo en la plaza San Martín como acto de adhesión a la efemérides Patria.
Esta Primera Muestra de "Pintura al Aire Libre" se repitió el 9 de julio en el Ateneo Rigovisor en Berazategui. Salvo una acuarela de Alfredo Romero, todas las obras eran óleos que respondían a rincones, sitios, y paisajes sobre los que recrearon sus obras los artistas plásticos quilmeños, el catálogo especificaba:

ARTISTA
OBRA
Carlos Álvarez Nava
Viejo almacén
Alfredo Agrotti
Rancho centenario
Carlos Aranés
Viejo rancho
Domingo Bloise
Quilmes de antaño
Juan Correa
Casa del Dr. Fierro
Francisco N. Fernández Melo
Ayer y hoy
Cayetano Fichera
Antigua casa quinta
Ernesto Gargarello
Santa Coloma
Francisco Kozak
´´    ´´
Américo Pampinello
´´   ´´
Pedro Ricci
´´    ´´
Carlos M. Holosko
Calle Mitre
Leonor Jeanneret
Casa de Cuitiño
Zachaus Lechner
Las barrancas y Dorreo
Emiliano Llense
Garibaldi y Allison Bell
Salvador Soluchi Mattano
El campanario
Humberto Montanari
Casa del alfarero
Gerónimo B. Narizzano
La casona de Drake
Rogelio Pardiñas
Esquina de Colón y Lavalle
B. Ferrer Pasquetti
Esquyina de Mitre y Garibaldi
Horacio Pécora
Escuela de 12 de Octubre y Calchaquí
Julio Rebolé
Casas Viejas
Otto Ringer
Viejos fondos
Pedro S. Rossi
Escuela de la Cañada
Carmen A.M. de Roverano
Vieja cochera
Víctor Roverano
Tarde
Oscar Silic
El Dorado

El 20 de junio de 1948, se llamó a un nuevo concurso de pintura y dibujo al aire libre con motivos de la Cervecería Quilmes. Obtiene el 1º premio Ernesto Gargarello, el 2º, Ludovico Pérez y el 3º Julio Rebolé, quien en la misma oportunidad obtiene la 1ª distinción en dibujo. Reciben premios estímulos Emiliano Llense, Leonor Jeanneret, Enrique Martinothi y Bruno Stachievicz.
Después de una incesante y productiva actividad artística y cultural que puso a Quilmes entre una de las localidades del País con más vocación por el arte, la Agrupación “Kilme” se disolvió en 1957, tras un lamentable desencuentro entre algunos de sus integrantes. Pero el germen quedó vivo y años después algunos de estos creadores fundaron la Agrupación de Artistas Plásticos de Quilmes.
Investigación y compilación Chalo Agnelli
Colaboración Carlos Benavides
CONVOCATORIA:
Sería de gran valor para el patrimonio urbano y a su vez artístico que si algunas de las obras mencionadas en este catálogo se hallan en poder de familias quilmeñas nos permitan fotografiarlas para recuperar la imagen de sitios y rincones de la localidad de las que no se poseen fotografías. De ser así comunicarse a chaloagnelli@yahoo.com.ar/ o al tel.: 4224-8162
NOTAS

[1] Ver en EL QUILMERO del miércoles, 10 de marzo de 2010 DR. FERNANDO POZZO Y LA HISTORIA EN QUILMES - MÉDICO, FUNCIONARIO Y LITERATO, PRECURSOR DEL ACERVO HISTÓRICO

http://elquilmero.blogspot.com.ar/2010/03/el-dr-fernando-pozzo-y-la-historia-en.html/
 

LA COMISIÓN MUNICIPAL DE CULTURA

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Por Chalo Agnelli
El comisionado municipal Dr. Fernando Pozzo, [1] quien asumió el 15 de mayo de 1940 hasta el 15 de abril de 1941, fue un hombre que durante su breve paso por el ejecutivo local dejó un legado imperecedero para la cultura y la identidad de los quilmeños, trazó las bases para la creación y organización de la Comisión Municipal de Cultura (C. M. C.) Institución imaginada por el señor Antonio Blanco, director propietario del diario “El Sol”, quien sugirió la idea al Dr. Pozzo. [2] 
CONTEXTUALIZANDO 
Eran los años postreros de la “Década Infame”. Ejercía la presidencia de la República Jaime Gerardo Roberto Marcelino Ortiz Lizardi seriamente enfermo de diabetes, por lo cual debió solicitar licencia al frente del Poder Ejecutivo, asumiendo el cargo el vicepresidente de la República Argentina Ramón Castillo. Era gobernador de la provincia de Buenos Aires el caudillo conservador Manuel Fresco. Luego de las elecciones legislativas fraudulentas de febrero de 1940, Ortiz intervino la Provincia impidiendo la asunción como gobernador de Buenos Aires de Alberto Barceló, quien fuera intendente de Avellaneda y uno de los propulsores que Quilmes fuera declarada Ciudad en 1916.
Ortiz, doblegando por su salud renunció el 27 de junio de 1942 y Castillo asumió la presidencia hasta el golpe de estado cívico-militar del 4 de junio de 1943.
Los municipios también fueron intervenidos en 1940; en Quilmes fue designado comisionado interventor el Dr. Pozzo, quien por su probidad y trayectoria profesional era una figura que gozaba del reconocimiento de gran parte de la población quilmeña.
En esos años, los intendente y, por ende, los comisionados duraban un año con reelección. Eloy Numa P. Damonte fue el primer intendente electo por 4 años, ejerció desde el 1 de mayo de 1948 hasta el 7 de julio de 1950.
COMISIÓN MUNICIPAL DE CULTURA
Anuncia la Oficina de Prensa y Radiodifusión de la Municipalidad de Quilmes el 5 de junio de 1940, a través del diario “El Sol”, bajo el título: “El Comisionado designa una Comisión de Cultura”(textual)
“El señor Comisionado, considerando que es deber de las autoridades municipales contribuir a la difusión de la cultura
Dr. Pozzo
pública dentro de los límites del partido, desarrollando entre sus habitantes la inclinación a las actividades científicas, literarias y artísticas es indispensable, dada la importancia de nuestra población, que las autoridades contribuyan al conocimiento y valorización de las obras de nuestros convecinos que revistan un carácter científico, literario o artístico, como así también, quienes se destacan en el orden nacional e internacional en los aspectos enunciados; que para el cumplimiento de tales fines es de impostergable necesidad la organización de conferencias, conciertos, exposiciones, etc., recabando para ello la colaboración de personas de conocida versación en los distintos
P. Molinari
aspectos de la cultura, ha resuelto: crear con carácter honorario la Comisión de Cultura del Municipio de Quilmes la cual tendrá a su cargo la organización de conferencias, conciertos, exposiciones y cuantos acto estén relacionados con el desarrollo y elevación de la cultura pública, así como también la organización de la exposición industrial del Partido. La Comisión de Cultura estará constituida por nueve personas, las que elijarán entre sí un presidente, un vicepresidente y un secretario, los miembros restantes tendrán el carácter de vocales. Los componentes de la Comisión de Cultura serán designados por el intendente municipal y durarán dos años en sus
J. Lombán de Casado
funciones, pudiendo ser reelegidos. Por la misma resolución el Señor Comisionado designa para constituir la primera Comisión de Cultura: la señora María Josefa Lombán de Casado y señores: Adolfo Bazán, Antonio Barrera Nicholson, Armando Bucich, Emilio I. Caset, Abelardo Fustinoni, Alberto Iacobucci, Pablo C. Molinari y Gustavo F. Rennes.”
[3]
El primer presidente fue el Dr. Antonio Barrera Nicholson y lo sucedió el Dr. Adolfo Bazán. La primera gran pérdida humana fue el fallecimiento, el 6 de agosto de 1941, del artista plástico Pablo C. Molinari, quien en1923 creó la primera Escuela de Bellas Artes que tuvo Quilmes con su amigo el pintor catalán José Martorell. [4]
Inmediatamente esta primera Comisión se puso a trabajar y en poco más de un año realizaron numerosos actos culturales. Tendrá un papel significativo en los festejos por las Bodas de Plata de la designación de Ciudad al pueblo de Quilmes.
BODAS DE PLATA
El 2 de agosto de 1941 se celebraron las Bodas de Plata de la ley Nº 3627/16 que declaró a Quilmes Ciudad. La Municipalidad y varias
Pbro. Banfi
otras instituciones del Partido realizaron numerosos festejos. 
El Dr. Fernando Pozzo había trasferido sus funciones al comisionado Dr. Alberto Valdez el 15 de abril de 1941, dejando programados algunos actos que darían realce al aniversario.
Dado que la Comisión Municipal de Cultura era una Institución ad honorem, para la concreción de dichos actos se formó una Comisión Oficial de Festejos a la cual se dotó de un subsidio municipal aprobado por el H. C. D. para los gastos que insumirían los diversos actos. Integraron la Comisión de Festejos los siguientes vecinos: presidente Dr. José F. Oderigo; vicepresidente Sr. Francisco J. Tollo; secretario general Dr.
Ing. Pollak
Edmundo Gutiérrez; secretario de actas Arq. José Luis Iacobucci; secretario asesor Dr. Carlos F. García; tesorero Sr. Santiago Lus Goyena; vocales: Pbro. Ángel Banfi; Ing. Sebastián Calmuni; maestro Juan Manuel Cotta (Director de la Escuela Normal); Dr. Manuel J. Cruz; Sr. Enrique Dodero; Dr. José Ulises Orengo; Sr. Marcos P. Pereira; Ing. Juan Pollak y Dr. Enrique Rocca Rivarola. De manera que los miembros de la C. M. C no formaron parte de esta última Comisión que únicamente tendría actuación en esta fecha aniversario.
Dice el diario "El Sol" de la época que la actuación de esta comisión fue notable y los actos realizados el 26, 27 y 28 de julio de 1941, contaron con amplia adhesión popular; así como los actos oficiales que se realizaron el 2 de agosto con la presencia del presidente Castillo y funcionarios de la Provincia.
MUNICIPALIZACIÓN DE LA C. M .C.  
La relevancia que fue cobrando rápidamente la C. M. de Cultura determinó que el 7 de julio de 1942, el Intendente Dr. Manuel J. Cruz, quien había asumido el 20 de mayo de 1942 (hasta el 1 de julio de 1943) promulgara la ordenanza Nº 1333 que daba institucionalidad oficial a dicha Comisión.
CREACIÓN DE LA ESCUELA DE BELLAS ARTES
Los objetivos de la Comisión se fueron cumpliendo en forma coherente y segura. El 8 de agosto de 1942, el secretario municipal Julio E. A. Spont por decreto Nº 2038 designó presidente de la C. M. C. al profesor Enrique Bicocchi, quien siendo concejal tuvo la iniciativa de la creación de la Escuela Municipal de Bellas Artes - hoy Carlos Morel - presentado y defendido por el concejal Edgar Lombardo King en la sesión del 24 de noviembre de 1942 del H. C. D. presidido por el concejal Enrique Dodero, de la cual resultó la ordenanza Nº 1403. [2]
PRIMER ACTO COMO INSTITUCIÓN OFICIAL
El 12 de octubre de ese año, "en celebración del Día de la Raza" la C. M. C. realizó el primer acto cultural como entidad oficial. Tuvo lugar en el palacio municipal (hoy Casa de la Cultura) un concierto de violín interpretado por América Montenegro y secundada por Enrique C. Sivieri. En esa ocasión el profesor Fortunato Cichero, en nombre del organismo municipal patrocinante del acto, hizo algunas consideraciones sobre el movimiento cultural que se proyectaba. [3] Prosiguieron los actos el sábado 28 de noviembre de 1942, con la inauguración del "IIIº Salón Anual de Arte de Quilmes". 
NUEVA ORGANIZACIÓN
Tras el golpe de estado del 4 de junio de 1943, el Int. Manuel Cruz, el 6 de julio, fue reemplazado por el comisionado coronel Gregorio G. Salvatierra y se designó secretario de la intervención municipal al jurista Alfredo Nocetti Fasolino, que a su vez ocupó la presidencia de la C. M. C., junto con Pbro. Ángel J. Banfi, párroco de la Inmaculada Concepción, como secretario.
Nocetti Fasolino fue el cuarto presidente de la Comisión y su primera medida fue reunir a los nuevos integrantes del organismo. El domingo 21 de noviembre los mencionados constituyeron la Comisión Directiva. Fue presidente, Mateo Genovese; vice, Octavio P. Bernard; secretario, Oscar García; pro, Héctor Gómez; tesorero, Agustín R. Canessa; pro, Luis Tronielli; vocales: Adolfo, Butín, León Elkin; Julio Faggiano, Francisco Míguez, Alberto Russo y el luthier Hannes V. Karinkanta.
El domingo 28 esta nueva CD formó una Subcomisión Auxiliar de Damas y otra de Propaganda. La C. D. nombrada permaneció hasta el 31 de marzo de 1944, en que se llamó a Asamblea para la elección de una nueva comisión y la aprobación del estatuto redactado por: O. Bernard, O. García y M. Genovese. Ya la organización escapaba a los parámetros trazados por el Dr. Pozzo el 5 de junio de 1940.
Durante largos años la C. A. C. estuvo integrada por las figuras más relevantes de la educación y la cultura local, de todo el país y del
Prof. Míguez
extranjero. Se realizaron múltiples actos en las más variadas manifestaciones artísticas, científicas, literarias, etc. a las que accedió toda comunidad quilmeña sin restricciones, especialmente los menos favorecidos. Además cumplía la función de asesorar a las autoridades municipales en temas referentes a su tarea específica. 
Otras personalidades que integraron la C. M. C. en los años siguientes fueron: El Dr. Alberto Iacobucci presidente en 1948, el artista plástico Horacio Pecora, el periodista Jorge Luis Barton, el escultor Juan F. C. Marty, el paisajista y artista plástico Francisco Fernández Melo, el Dr. Francisco Labourt, el Ing. Juan Carlos Casabona, el profesor e historiador Antonio Iglesias, el maestro Agustín Bottaro,  fundador de la Escuela Comercial de Quilmes y secretario de gobierno y
Julieta Firpo con el Prof. Lombán
cultura durante la intendencia del comodoro Osvaldo Gally, el Prof. Francisco Míguez, director fundador del Museo de Artes Visuales, Prof. Rosa Bucich de von Shoultz, directora del Colegio Nacional, Lila Giordano de Campelo, directora de la Escuela Nº 1, José Goldar, un hombre que desarrolló una actividad extraordinaria en la vida social, cultural y política de Quilmes, y su hijo el historiador, escritor, periodista y poeta, José Abel Goldar; la Lic. Julieta Firpo de Núñez, inspectora de nivel primario de la Dirección de Escuelas Privadas de la provincia de Buenos Aires y muchos más. Entre otros fueron
José Abel Goldar
miembros de esta entidad, el ilustre maestro Doroteo Yoldi, creador de la primera escuela secundaria de Quilmes que luego devino en el Colegio Nacional, el máximo historiador de Quilmes, Dr. José A. Craviotto, el músico Gustavo Rennes, el Dr. José Orengo, el Ing. Juan Pollak, que renovó el aspecto interior y exterior de la Catedral y fue por muchos años presidente de los Bomberos Voluntarios, José L. Llense.
En las elecciones realizadas el 7 de julio de 1963, en que asumió la intendencia el médico Raúl Buján, fue designado Secretario de Gobierno y Cultura del Municipio de Quilmes, docenteHéctor Pereiras,otro de los hombres que durante su breve paso por la función pública local dejaron un legado
Héctor Pereiras
imperecedero para la cultura y la identidad de los quilmeños; quien durante el ejercicio de su cargo desde el 12 de octubre de ese año, hasta el 30 de junio de 1966, restableció la Comisión Municipal de Cultura,retomando los parámetros de la ordenanza Nº 1333 sancionada el 7 de julio de 1942, por el intendente Dr. Manuel J. Cruz. Fue presidente de esta segunda época el profesor José Pardo que por esos tiempos era Director de la Escuela Municipal de Bellas Artes "Carlos Morel" y secretario el historiador José Abel Goldar.
En las postrimerías de la década del 70´ esta Institución se fue diluyendo paulatinamente por falta de convocatoria y por nuevos parámetros en la política cultural de los gobiernos municipales. Perdió la categoría asesora de la intendencia y la representatividad popular hasta desaparecer.
El nivel y cantidad de sus obras fue extraordinaria. Abarcaron todos los campos de las artes, la literatura, la ciencia y la educación, sería demasiado extenso y tedioso enumerarlas. 
Investigación y compilación Chalo Agnelli 
Colaboración Néstor E. Monea 
Quilmes, 7/7/2002 – 2011 - 2015
FUENTES
Archivo de la Biblioteca Pública Municipal D. F. Sarmiento
Archivo de la Biblioteca Popular Pedro Goyena
Hemeroteca del diario El Sol.
NOTAS

[1] Ver en EL QUILMERO del
[2]“La Comisión de Cultura realiza una interesante labor de tal extensión” El Sol, noviembre de 1948. Pág. 8 y 20.
[3] Diario El Sol del miércoles 5 de junio de 1940.
[4] Ver en EL QUILMERO del

PABLO C. MOLINARI – PRIMERA ESCUELA DE BELLAS ARTES DE QUILMES

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De Chalo Agnelli
Pablo C. Molinarinació en Buenos Aires el 24 de abril de 1884. Estudió en la Academia Nacional de Bellas Artes, de donde egresó en 1910, el año del Centenario. Desde 1911, concurrió al Salón Nacional de Bellas Artes. Realizó viajes de estudio por América y Europa durante los cuales obtuvo premios en Brasil e Italia. 
LA ESCUELA DE BELLAS ARTES DE QUILMES 
En 1923, con el pintor y amigo catalán José Martorell y el escultor
Dr. Tomás Reynal O´Connor, [1] motivados por el Círculo de Bellas Artes de la Provincia de Buenos Aires, institución que organizaba los “Salones de Otoño” en La Plata, fundaron la primera escuela de artes plásticos de Quilmes, oficializada por el gobierno de la provincia de Buenos Aires con el nombre “Academia Provincial de Bellas Artes de Quilmes”, en la calle Mitre 520 entre Alsina y Nicolás Videla, de la que Molinari fue director desde 1925 hasta 1936.
Comenzaron con una matrícula de 40 alumnos y con una subvención de la municipalidad, la que otorgaba, además, 15 becas. Era escuela de dibujo, pintura y artes decorativos. Se cursaba un año de preparatorio y tres de profesorado egresando con este título. Los acompañaban en la enseñanza: el escultor, Sara Cichero de López, el crítico José Gabriel [2] y Ernesto Soto Avendaño, autor del monumento a los “Héroes de la Independencia” erigido en Humahuaca (Jujuy) para conmemorar al Ejército del Norte que libró catorce batallas en esa ciudad durante la Guerra de la Independencia. [3] 
DISCÍPULOS 
Muchos jóvenes artistas de la época se formaron con esos maestros: Domingo Ronconi, Ernesto Gargarello, Pedro Ricci, Félix José
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Monte, Pedro Rossi, José Zanocco y otros que alcanzaron notoria fama. En 1929 la primera promoción de egresados realizó una muestra inaugural. Presentaron sus obras: Alicia Acosta Zapata, Petrona Acuña, Rosa E. Andrés, Albina Álvarez, Carlos Minoglio, Juan M. Roland y Pablo E. Weschtky, del curso preparatorio, del 1º año Juana María Bonel, Leonor N. Jeanneret y Luis E. Otamendi, del 2º: Alfredo Bezzana, del 3º: Luisa Acosta, Adela Guido y Tulio Gómez; del 4º: Domingo Bloise, Manuel Castellanos Guido, Elena Esteban, Gerónimo B. Narizzano, Antonio V. M. Rocca, Pedro S. Rosso, Alicia Silva y Haydee Varela y de la sección escultura, José Llense. Nombres entre los cuales, en años venideros, cobraran notoria relevancia, que el lector quilmeño y afecto al arte reconocerá inmediatamente.

Durante muchos años fue camarada dilecto de Benito Quinquela Martín con quien algunas veces compartió estudio en la Vuelta de Rocha, frente al Riachuelo que mucho lo motivó en sus obras. 
EXPOSICIONES 
En 1926, el Maestro Molinari expuso en el Salón de Otoño de La Plata dos obras El arenero” y “El refuerzo, por este último
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obtuvo el 1º premio.

El 4 de abril de 1936 participó del IIIº Salón de Artistas de La Boca. [4] 
El 21 de octubre de 1937, formó parte de los festejos por el 25º aniversario de la fundación de la Escuela Normal de Quilmes, con una exposición de sus obras en el Salón Municipal. 
Pertenecía a la “Agrupación Kilme”. [5]En 1940, fue designado por el comisionado municipal Dr. Fernando Pozzo para integrar la primera Comisión Municipal de Cultura. 
PLANTEAMIENTO ESTÉTICO 
Su obra pictórica “... es básicamente naturalista. Los motivos de sus cuadros, sean éstos paisajes, marinas, figuras humanas o animales, ponen en evidencia su apego a una concepción plástica tradicionalista, en la medida en que la transcripción de los mismos lo mantiene sujeto a las prácticas de la representación clásica. Molinari se aleja, así, de las corrientes renovadoras del arte moderno, en una suerte de resistencia al cambio que lo vincula con toda una generación de artistas contemporáneos con
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los cuales coincide en los Salones Nacionales. De esta manera, se podría afirmar que la obra del artista representa una tendencia que, en una postura diferente a la de los artistas de vanguardia, mantiene la vigencia de una estética conservadora.


Por otra parte, otro de los elementos de análisis que permiten indagar en el proceso creativo de Molinari es su interés por otorgar a sus cuadros una cierta dimensión poética. Particularmente en sus escenas del puerto de Buenos Aires, tal vez sus obras más interesantes, el artista refleja una realidad que, más allá de ser la transcripción de episodios anecdóticos, se mediatiza en una atmósfera lírica. La luz, el color y la perspectiva, son sus soportes plásticos, mientras que, desde el punto de vista del argumento, la ausencia de tensiones en episodios que se vinculan con el trabajo del hombre, determinan un resultado pictórico que hace emerger esta visión lírica o poética.”[6] 
Molinari como artista y como docente fue una de las personalidades del mundo del arte de mayor relieve del Quilmes de las primeras cuatro décadas.
Exhiben obras suyas: el Museo Nacional de Bellas Artes,
los provinciales de Buenos Aires y Santa Fe, el Colonial Histórico y de Bellas Artes de Corrientes, el Pedro de Mendoza de La Boca, el Municipal de Tandil y el Escolar de Arte "Fernando Fader" de Buenos Aires, creado el 5 de agosto de 1935. El Museo Municipal de Artes Visuales "Víctor Roverano" de Quilmes, además de tener una sala que lleva su nombre, posee una reproducción de "Tarde gris" (patrimonio Nº 16344) También poseen sus pinturas pinacotecas privadas como la “Julio Fernández Villanueva” de Quilmes de don Carlos Benavides ("Impresiones", 1931)
Pablo Molinari falleció en Buenos Aires el 6 de agosto de 1941, fue sepultado en el cementerio de Ezpeleta. La Agrupación "Kilme" y la Comisión Municipal de Cultura adhirieron al duelo; el señor Adolfo Bazán, en nombre de esta última Institución y de las autoridades municipales fue quien despidió sus restos en el acto del sepelio. [7]

Investigación, compilación y compaginación Prof. Chalo Agnell
Colaboración Carlos Benavides
FUENTES 
Archivo de la Biblioteca Pública Municipal D. F. Sarmiento
Archivo de la Biblioteca Popular Pedro Goyena
Hemeroteca del diario "El Sol"
OBRAS REPRODUCIDAS: 
1.- TIRANDO, 1937.Dedicado al pintor y amigo Vicente Vento 1937. COLECCIÓN MOSE. Ver más en: http://coleccionmose.com.ar/ 
2.- TORMENTOSO, c.1930. Obra expuesta en la Muestra en Río de Janeiro, año 1935, etiqueta al dorso Sociedad Argentina de Artistas Plásticos. COLECCIÓN MOSE. Ver más en: http://coleccionmose.com.ar/ 
3.- TARDE GRIS, óleo sobre tela 80 x 90 cm 1940. http://www.me.gov.ar/
NOTAS

[1] Ver en EL QUILMERO del martes, 19 de febrero de 2013 DON TOMÁS REYNAL O´CONNOR Y SU PEÑA http://elquilmero.blogspot.com.ar/2013/02/don-tomas-reynal-oconnor-y-su-pena.html/ 

[2]De apellido López Buisán, nacido en España en 18 de marzo de 1895 fallecido en Buenos Aires en 14 de junio de 1957. 

 [3] En la ciudad jujeña de Tilcara hay un museo que lleva su nombre. 

[4]Investigadora Carla Moya: http://www.archivopayro.org.ar/ 

[5] Ver en EL QUILMERO del viernes, 27 de noviembre de 2015, AGRUPACIÓN "KILME" DE ARTISTAS PLÁSTICOS http://elquilmero.blogspot.com.ar/2015/11/agrupacion-kilme-de-artistas-plasticos.html/ 

[6] Pinacoteca del Ministerio de Educación, http://www.me.gov.ar/ 

 [7] El Sol, 7 de agosto de 1941


GUILLERMO ITHURSARRY - CUARTA ENTREVISTA TRANSMIGRATORIA (1936/2015)

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Por Chalo Agnelli
“Ser historiador significa tender puentes
Entre el pasado y el presente, observar
ambas orillas y tomar parte activa en ambas”
Bernhard Schlink de “El lector”
Anagrama, 2010, Pág. 170

Tener iniciativas es digno de elogio porque es con iniciativas que se llegan a plasmar en realidades los principios que delimitan el cumplimiento del papel que juega cada uno como unidad activa en
una organización social.
Hacemos un nuevo viaje transmigratorio para entrevistar a un vecino que no necesitó nacer en Quilmes para sentirse hijo de este pueblo y como tal prodigarse en la concreción de mejoras para el bien común; como vimos en las anteriores visitas hechas a don Santos Angeletti y a don Santiago Goñi.
Hijo de vascos don Guillermo Ithursarry o Ythursarry - pues aparece de las dos formas escrito en la prensa local - es un hombre de considerable tamaño, tanto a lo largo como a lo ancho y sobre todo en valores humanos. Una voz estentórea, risueño y generoso en el trato, multifacético; goza de un contagioso optimismo y del aprecio de toda la vecindad. Lo encontramos en la estación, en el andén sentado en un banco esperando que llegue la formación de las 14:05. 
EL QUILMERO.- ¿Cómo le va don Guillermo? Vengo desde otros tiempos a recuperar su figura meritoria. 
GUILLERMO ITHURSARRY.-¿De otros tiempos?... Gracias por la visita, pero no soy una persona importante como para que se me recuerde con distinción. Soy un trabajador, un vecino como tantos en este Quilmes nuestro. 
EL Q. – Pero sus iniciativas nos benefician aún en el lejano futuro, don Guillermo. ¿Cuándo llegó a Quilmes? 
G. I.- En 1906. Vine de Bahía Blanca. Todavía esto era un pueblo. Aún no habían levantado el suntuoso palacio municipal que tenemos hoy día ni el hermoso edificio de la Escuela Nº 1 que trazó la mano hábil de don Pedro Etchevertz. Aquí viví mi juventud. Vine como trabajador del ferrocarril Sud. Fui guarda de estación, señalizador, boletero, hice mantenimiento… 
El. Q.-¿Qué edad tenía? 
G.I.- Y yo nací en 1887, o sea que tenía 19 años, si no hago mal la cuenta. ¡Ya me tienen que jubilar! 
EL Q.- Simultáneamente tuvo otros empleos ¿No? 
G. I.- En 1920, con un capitalito que reuní, abrí en la avenida Centenario, hoy se llama Uriburu (H. Yrigoyen), a muy pocos pasos de la calle Rivadavia un negocio de venta de cigarrillos y revistas. Creo que fue el primero de ese rubro que se instaló en Quilmes. El comercio marchó muy bien y a los pocos meses le anexé un salón de lustrar. Llegué a tener seis lustrabotas trabajando simultáneamente. Pero sin dejar el trabajo en el ferrocarril. 
El Q.-¿Lustrabotas? 
G. I.- Sí. La proximidad con al estación era una garantía. Los caballeros que venían caminando a tomar el tren por las calles polvorosas de Quilmes hacían su parada en mi establecimiento para
llegar a cualquiera de las dos capitales con zapatos o botas rutilantes. ¡Jajajajajjajajaj!
El Q.- Además, mucho antes, el 31 de octubre de 1911, se concretó una aspiración suya. ¿Verdad? 
G. I.- No sólo mía. También tuvieron que ver don Carlos Radaelli y don Bautista Gagliardi. En realidad brotó de la banda de música fundado en 1897. 
El Q.-¿Cómo fue eso? 
G. I.- En 1890, los veteranos de Giuseppe Garibaldi, el que fraguó la unificación italiana, habían emigrado a la Argentina. Algunos de los que se establecieron en Quilmes ingresaron a la Sociedad Artesanos de La Colonia, en el barrio de ese nombre, ahí, del otro lado de las vía, el barrio que fundó don Santiago Valerga… más precisamente en la intersección de las calles Vicente López y Córdoba (hoy Pte. Perón). [1] Por diferencias que no vienen a cuenta, en 1897, algunos se agruparon y crearon la Societá Filarmónica Volontari di Garibaldi. ¡Eh! ¡Cómo me sale el italiano!
¡Jajajajajja! Yo pertenecía a esta última (en la foto Ithursarry en el centro). La música fue una de mis pasiones. Era inspector de banda. Teníamos la sede en Garibaldi 90, pero como todas las actividades grupales, algunos van desertando, otros los atrapa el laburo, la familia, otros se fueron a pueblos vecinos, entonces yo propuse la formación de un cuerpo de bomberos voluntarios. Así fue, amigo, que el martes 31 de octubre se constituyó la Sociedad de Bomberos Voluntarios de Quilmes. 
El. Q.-¿Usted debe haber encabezado la comisión…? 
G. I.-¡No! Yo soy bueno sobre la montura, como dicen los gauchos. Para los temas administrativos y leguleyos, había gente muy capaz. El presidente fue don Miguel Oliveri, de familia vieja de Quilmes; ese gran comerciante que es don Mariano Giaimo, fue vice y los acompañaron: Adelchi Vanoli, Luciano Panier, Alfredo Tabou, Cayetano Paolini, Antonio Tonello, Constancio Carbonetti, Juan Capelletti, Zoilo Flores y mi amigo don Carlos Radaelli. El socio numero uno es don Bautista Gagliardi. 
El Q.-¿Y los fondos? 
G.I.- Y, formamos una comisión honoraria ¡Jajajjajajajaj! Con los bolsillos más cargaditos del pueblo. 
El Q.-¿Cómo es eso? 
G. I.- Nombramos para esa comisión honoraria a políticos que siempre son un buen lazo para conseguir insumos a nivel oficial: don Manuel V. Ramella y a don Pablo Castro como presidente y vice, respectivamente. Ramella era intendente en ejercicio ese año y Castro lo sería en el siguiente. Y también integramos a la
Comisión a comerciantes fuertes: don Félix Fornabaio, don Emilio Ithuralde, don Gotardo Spelzini, Antonio y Pedro Fiorito, Juan Pallaviccino, Alberto Machado, un cervecero don Juan Baenninger, uruguayo de origen alemán muy quilmeño ¡Jajajajajajaj! don Juan Gualtruzzi, don Santiago Borro… funcionarios como don Enrique Soneyra y Guillermo y Francisco Tollo. Era la gente más representativa de la comunidad a la largo y a lo ancho del Partido ¡Qué es bastante grande! ¿No? 
El Q.- Cierto. Y lo fue más. Quilmes es madre de ciudades. ¿Qué instrumento tocaba usted don Guillermo? 
G. I.-¡La bandurria! Pero era bastante malo. Era mi rinconcito de expansión espiritual. Practicaba poco, pero actué en las dos bandas la de La Colonia y la Garibaldi. Siempre encontraba algo que me atraía y distraía. ¿Sabe? Ese año `11, ignoré las calles de tierra, las huellas profundas que dejaban los carros y los pozos y compré un automóvil. No era como el ‘De Dion Bouton’ de transmisión a cadena de don Antonino Cambaceres, dueño de la quinta "La Elisa", la que estaba allí donde ahora levantaron el Hospital. El mío
era un poco más moderno; un Ford T, 1908. Fue el primero en Quilmes… creo… También lo usaba de taxi. Entre formación y formación, si llegaba de la Capital alguna señora grande, cargada de bultos y vivía cerca la alcanzaba hasta su casa… si era buena moza también ¡Jajajajajajajaj! A la que siempre llevaba era a la señorita Mena, ella era comisionista de damas. Y dos o tres veces por semana viajaba a la Capital a hacer compras para las señoras de Quilmes. Volvía cargada como una mula, la pobre; entonces la llevaba hasta la casa de los Borzi, allí vivía, en Tres de Febrero, bah! Alem ahora. Era cerca, de modo que estaba a horario en la estación para el arribo de la siguiente formación. 
El Q.- Sí, sí, sí Conocía a la señorita Mena… Pero ¡Usted era el hombre orquesta, don Guillermo! Y volviendo a los bomberos. En esos años ¿Dónde tenían el cuartel? 
G. I.- Las primeras reuniones se hacían en mi casa, Centenario 610 (H. Yrigoyen) hasta que establecimos nuestra sede social en la calle Garibaldi 90, como le dije antes. Certera la elección de la calle ¿No? 
El Q.-¿Cuál fue su primer incendio? 
G.I.- El de la fideería del Sr. Marenzi, en la calle Alem entre Alvear y Brown, siniestro en el que con inteligencia suplimos la insuficiencia de elementos. 
EL. Q.-¿No contaban con todos los implementos? 
G. I.- No. Los que teníamos eran bien rudimentarios, por cierto. Luego pudimos adquirirlos gracias a los aportes de esos vecinos y otros. Teníamos varios baldes y no muchos metros de soga. Poco
tiempo después vino a sumarse una remesa de hachas que donaron los Bomberos de Avellaneda. Contábamos con dos picos comunes, dos palas anchas y dos de punta. Don Napoleón Fracchia donó un mortero para disparar las granadas con que se llamaba a prestar servicio. La Cervecería donó una chata de cuatro ruedas, arneses para caballos, una escalera y don Augusto Otamendi, dos caballos. Con una contribución de la Edificadora del Sur compramos un matafuego y la Prefectura nos cedió en préstamo un bote para los casos de inundación. Ese fue nuestro comienzo. 
El Q.- A usted se lo podría definir a través de sus numerosas iniciativas. ¿Verdad don Guillermo? Además de todo lo narrado hay un episodio consagratorio, el que se refiere al establecimiento de los servicios de ómnibus ¿No? 
G. I.- Sí. Hace unos 15 años atrás, aproximadamente, aparecen en Quilmes las primeras “cucarachas”, como denominábamos a aquellos taxi-colectivos o auto-colectivos, producto del ingenio de los taxímetros porteños que circulaban durante gran parte del día con sus banderas de libre en alto ante la falta de pasajeros por los costos de la crisis económica que existía en el país. [2] Se podían transportar hasta 6 personas, tres en el asiento trasero, dos en transportines desplegables y otro junto al chofer. El pasajero pagaba la tarifa de acuerdo al trayecto realizado al descender. Después llegaron los ómnibus. Eran pesados, con características tranviarias: plataforma de ascenso, linternón sobre el techo y con una capacidad de entre 20 asientos. [3] 
El Q.- Fue un pionero de los colectivos… 
G.I.- No hubo otros precursores, don Mauro Albanese, Murialdo, Grecco, Cañás, Arrechea, Barrios, Mórtola, López, Cristiani. Don Mauro Albanese creo una compañía junto a su hermano Santiago, Fernando Barreneche, José Narvarte, Eusebio Cima, Eduardo Toyo, Roberto Stafforini, Justino Barrabino, Martín Galli, Benito Guerrero… Muchos fueron los pioneros. Yo fui uno de tantos. 
 Uno de los primeros ómnibus de fines de la década del `20. Foto Hugo Morón

El Q.- Pensar que la gente lo recuerda, tan sólo por ser uno de los que ideó la Sociedad de Bomberos Voluntarios y es un hombre múltiple. Ha hecho de todo y todo bueno para la comunidad. Pero ¿Cómo hacía para atender el comercio, la estación, la cucaracha…? 
G. I.- Y, el colectivo lo manejaba los fines de semana y los feriados. Los demás días tenían un chofer. En la tabaquería tengo personal. Siempre fui muy activo y me hago tiempo para todo. Apago incendios, manejo el colectivo y lo sacó del barro cuando se queda atascado, pues como verá hay muchas calles que después de una de esas lluvias intermitentes que se suceden aquí, el barro se pone pegajoso y cuesta avanzar con el colectivo lleno. Es divertido… 
El Q.- Usted si que no sabe lo que es el ocio ni el aburrimiento don Guillermo. Ahora lo voy a dejar pues tengo que volver a… pero trataré de reproducir de la mejor manera posible todo lo que charlamos, aquí en esta hermosa estación. Vale la pena volver al pasado y comprobar que hubo un tiempo que si no fue mejor, el entorno suplía las carencias, no como… Adiós don Guillermo. 
G. I.- Adiós, amigo, vuelva pronto con más tiempo y llevo a recorrer las calles del pueblo con mi Ford… por el barro no se preocupe…
La vida es la única oportunidad. Cada uno la vive a su manera, como puede, con los instrumentos que se le dieron en el hogar que nació, en la forma en que fue criado, en el entorno de personas que acompañaron su formación y con ciertas particularidades que le son propias e irrepetibles, por algunas causas o condiciones que aún los psicólogos ni los genetistas no han sabido explicar con total precisión. Algunos pasan anónimamente, con serenidad, sin grandes aspavientos, altibajos ni infortunios; otros sobresalen porque no se conforman solo con eso de permanecer y transcurrir y desbordan sus particularidades positivas y enriquecedoras que los hacen sobresalir de la multitud anónima.
Estos son modelos de vida.

Investigación, compilación y “entrevistador” Chalo Agnelli
ILUSTRACIONES 
Jorge Luis Barton
FUENTES
Archivo de la Biblioteca Popular Pedro Goyena
Hemeroteca del diario “El Sol” de Quilmes.
Schbib, Claudio “Fuego y Agua”. Ed. Tiempo Sur. Quilmes, 2000.
Revista “Fuego y Agua” Publicación de la Soc. de Bomberos Voluntarios de Quilmes. Número del cincuentenario. 1961. Dirección Juan Cornaglia.
Revista “Vida Quilmeña”. 2º Aniversario, abril 1935. Pp. 43 y 45
NOTAS


[1] Edificio que aún se halla en pie. Ver “Fuego y Agua” Pp. 25; 26 y 29,
[2] Revista El Auto Colectivo -año 69 Nº 529
[3] http://www.busesrosarinos.com.ar

MUSEO ALTE. BROWN - JOSE ABEL GOLDAR - ENTREVISTA 17 DE JULIO 1985

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Entre los ’70 y los ‘80, trabajé como reportero en el periódico “EL PERIODISTA”. La página donde aparecían mis notas se titulaba “Quilmes arte, cultura y educación”, que eran los temas que me ocupaban en el semanario, cuyo director propietario era el imperecedero Omar “Clavelito” Andragnez. En julio de 1985, Andragnez me encomendó reportear a José Abel Goldar,  Director del Museo Almirante Brown de Bernal, a cuyo edificio estaban haciendo importantes reparaciones.
Pasaron 30 años. Muchos aciertos y encontronazos vivió ese receptáculo del patrimonio histórico de Quilmes, fundado por la generosa voluntad de muchas familias, vecinos, particulares que vieron que con la preservación se podía fortalecer la identidad y el sentido de pertenencia para crear conciencia ciudadana.
En los últimos años el edificio de la esquina de Lavalle y 25 de Mayo de Bernal fue totalmente restaurado. Personalmente y en forma directa acompañé la inauguración de las recuperadas instalaciones, con la esperanza que pronto volvieran a sus salas el tesoro patrimonial que durante 40 años de docencia recorrí con distintas promociones de mis alumnos de primaria y secundaria. Y antes también, siendo niño y adolescente, lo visitaba en las recorridas ilustrativas que daban don Gotardo Pedemonte o don Felipe Firpo.
Transcribo a continuación aquella entrevista que hice a José Abel Goldar, historiador, docente, periodista, uno de los que me infundió la militancia cultural junto con su padre don José, inolvidables vecinos de La Colonia y de Quilmes todo. [1]
ARTE, CULTURA Y EDUCACIÓN
MUSEO ALMIRANTE BROWN - JOSÉ ABEL GOLDAR
Los recuerdos de Quil­mes se guardan en una vieja casa que ahora se encuentra en remodelación, en Bernal; el Mu­seo Alte. Brown que, lamentablemente, pasa bastante desapercibida a los quilmeños, pero no sólo así, sino también en la memoria de José Goldar; hoy Director de ese Museo. Seguidor, por herencia, de nuestra histo­ria. Autor de "Panorama de las Artes Quilmeñas". A él entrevistamos.
EL PERIODISTA: Su apellido tiene, que ver con la historia de Quil­mes, está comprometido con los hechos que duran­te más de 300 años se dieron en nuestro suelo. ¿Cómo comenzó ese com­promiso con Quilmes? 
JOSÉ GOLDAR: Comenzó en la secundaría. En esa época el Dr. Craviotto era profesor del Nacional y un, día me acerqué a él pues, siem­pre me había sentido iden­tificado con nuestra ciu­dad. La familia de mi madre, Piñeiro, han sido muy viejos de Quilmes. 
E. P.:¿Nació aquí? 
J. G.: Sí, en la calle Gaboto. En el límite entre Quilmes Centro y "La Colonia". Mi padre era ferroviario. 
E. P.: Su padre también tuvo que ver con su inclinación. 
J. G.: Sí. El se jubi­ló relativamente joven y tuvo tiempo para dedicarse a la búsqueda de material para armar la historia de
distintas instituciones de la zona. Hizo la de la Sociedad Española; allá por los 60. Luego hizo la de San Mauro cuando cumplió los 50 años y de la Sociedad Italiana cuando celebró el Centenario. Todo ese ma­terial está preparado para publicar. El de la Soc. Italiana fue bastante di­fícil de conseguir. La que se llegó a publicar fue la historia del Hospital de Quilmes que él preparó. En este momento estoy tratando de tomar ánimo para organizar el archivo que tengo en casa; que es enorme.
Quizá aisladamente no sea importante, pero en conjunto sí. Sino esas cosas después sé pierden. Lamentablemente no hay nadie que sea lo suficientemente fanático de la historia de Quilmes ya; como pudieron serlo en otro tiempo un César Barrera (Nicholson), un Redondo, An­tonio Iglesias. Hay tantas cosas para hacer. Y pa­ra
lucirse no sólo a nivel local. 
E. P.: Cuénteme un poco la historia del Museo Almirante Brown del que es Director. 
J. G.: Es muy sencilla. Hace 50 años se comen­zaron a juntar cosas viejas en la galería de la Iglesia (hoy Catedral), estando el padre Banfi como párroco. El Museo se llamaba "Quilmes de An­taño" y después "José M. Estrada", no recuerdo cuál de los dos nombres tuvo primero. Allí se reunían Otamendi, Barrera, Re­dondo y otros, los que por el año ‘41 ó ’42, por sugerencias del Intendente (Fernando Pozzo) y para recibir apoyo municipal formaron la Junta de Asuntos Históricos de Quilmes. Se instalaron en Alem entre Alvear y Mitre, en lo que había sido colegio del profesor Yoldi. Un cuadro de Bloise es lo único que
quedó como imagen de la casa esa. Ya se creó con el nombre de Museo Alte. Brown. Allí estuvo hasta 1946, en que se traslado por cuestiones de espacio a la calle Brown 470 hasta el ’52. 
A partir de ese año no se pudo mantener y cuan­do parecía que se iban a perder todo el esfuerzo, incluso se había empezado a devolver algunos objetos, surgió la idea de entre­garlo a la Provincia. Por dos años no sabían don­de meterlo y en el ‘54 lo trajeron aquí, que era una herencia vacante; donde se encuentra desde el 29 de julio de ese año (1954)

En el ‘78 cuando las Autoridades de la Pro­vincia pasaron todos los Museos a las Municipalidades, transfirió el del Transporte y al año siguie­nte este. 
E. P.:¿Por qué no tiene el Museo la trascendencia entre la comuni­dad que debería tener?

J. G.: Si se hubiese visto la importancia del Mu­seo desde el principio, no estaría en Bernal, estaría en Quilmes y en una casa de
Quilmes representativa, con historia; pues esta simplemente es una casa vieja. Así se hubiera evitado que alguna de esas viejas casonas con historia de Quilmes se hubieran tirado abajo. No tiene trascendencia pues al estar en Bernal parece que queda desviado. Aunque se tomaron comisiones como la del Capitán Colet por el ‘57 ó ’58, y hasta hace poco la hubo, no tuvieron suficiente fuerza; porque claro, era de la Provin­cia. ¡Y estando en Ber­nal! Como la
Biblioteca Mariano Moreno es de Bernal, de Quilmes no. La gente de Quilmes no sale de Quilmes. Le cuesta incluso cruzar la vía. Cualquiera que está en Instituciones sabe eso. Papá y yo hemos estado tantos años en casi todas las Instituciones de Quilmes que en ellas comprobamos que La Colonia o Bernal eran mundos distintos para los quilmeños.

E. P.:¿Cree que no se considera todo lo que se debería a los Museos como instrumentos educa­tivos, sino que se los toma como cosa muerta, estática sin potencialidades?
J. G.:Eso fue siempre. Allá por el ‘50 y tantos, cuando estaba en el Diario El Sol haciendo lo que vos hacés ahora desde EL
PERIODISTA, pertenecía a la Asociación Amigos del Museo. Tenía un pariente en La Plata, director de un ministerio y fui a pedirle incesantemente para me­jorar la infraestructura del Museo. Rotundamente me dijo que no, que le pidiera cualquier otra cosa pero para el Museo nada. Por ejemplo este arreglo que se está haciendo ahora desde hace 20 años que viene tramitándose, y si se hu­biera hecho bien en su momento, ahora no tendría que ser tan a fondo. Pero favorablemente se concretó. 
E. P.: El Museo del Transporte sufrió una his­toria parecida. 
J. G.: Sí. Yo estuve en el ‘78, un año como Director en el Museo del Transpor­te, cuando ofreció donarlo a la Municipalidad de
Quilmes don Carlos Hillner Decoud y esta no lo aceptó; entonces pasó a la Provincia que lo mantuvo en forma vegetativa un tiempo. Cuando hicieron el otro cuerpo, estando de director Urribarri Inchausti, profesor del Bellas Artes, comenzó a andar mejor, por el ‘68 ó ‘69; a pesar que estaba en manos de la Pro­vincia. Otra de las iro­nías es que de las 9 hs. 4 y media estaba en manos de Bienestar Social y el resto en las del Ministerio de Educación y así una parte paso a Gobierno y Cul­tura y otra a Bienestar Social en la Municipalidad. Y así en lugar de aprovecharse bien todo, siempre la burocracia en­torpece. Sin embargo es un lugar de gran concurrencia de público, a pesar de la falta de pavimento en la calle Laprida.

E. P.:¿Por qué cuesta tanto lo cultural? 
J. G.: Es mundial. Es difícil hacer de lo cultu­ral algo atractivo. Se lo ve como algo aburrido. Lamentablemente muchas veces lo es. Pero te aseguro que donde eso se mejora la gente responde. En el Museo del Carruaje, por ejemplo, cuando estuvo Fernández Pardo, intentó traer caballos, pero no contó con el benepláci­to Municipal y cuando estuve yo organicé concursos de manchas, de barriletes, acercando el Museo al pueblo, pero y ya ves hoy no tiene director, depende diréctamente de la Dirección de Cultura. Y a pesar de la ubicación con muy poco y alguien a la cabeza, es una dependencia de Cultura que hace quedar muy bien. Aun podría levan­tarse un doscientos por ciento con muy poco.

E. P.:¿Tuviste o soñaste con algún proyecto cultu­ral para Quilmes? 
J. G.: Hay muchas va­riantes. Una es la que empleó Casanello, que era traer cosas importantes de la Capital. Pero para esto no hay
infraestructura. Otra es llevar cosas de Quilmes para allá. Más todo hoy sale muy caro y por el público que convo­can no rinden ni el esfuer­zo. Son 17 km de la Capital, el acceso es fá­cil. En una época hubo 19 teatros independien­tes en la zona. Fue cuando se realizó el último con­curso de Teatro Indepen­diente en el Club 12 de Octubre; y había público para todos. Había una orquesta de Quilmes y varias de música popular como la de Francisquín, de jazz, estaba la Asocia­ción Amigos de la Música. ¿Hoy, cuanta gente va a una conferencia? La masa se ha disgregado. La T.V. mató al cine, el disco a la orquesta, sí se toca gui­tarra, pero cuántos jóvenes estudian violín o flauta traversa. Por eso las instituciones no progresan. Por eso en las instituciones siempre está la misma gen­te. El día que desaparezcan esos hombres, como el de la Sociedad Italiana don Carlos Eusebi; no sé. Y a veces las entida­des quedan vinculadas a un
edificio que si lo perdie­ran desaparecen la Institu­ción. No es fácil sostener lo cultura. Eso se puede ver con los últimos conciertos de la Sinfónica Nacional. Si no fuese por la gente de Bernal. Y eso que sólo se hacen en cuatro lados, el primero en la Capital, aquí en Bernal, en Morón y en otro lado, o sea que aquí es el segundo lugar donde los hacen, así y todo el públi­co es insignificante. Son cosas muy difíciles de rever­tir, casi imposible. Si esto se diera en Azul o en Olavarría u otro pueblo del in­terior de la Provincia la cosa sería distinta. La gran urbe nos está encerrando, nos está despersonalizando.
 
*** 
Terminamos la charla satisfechos de haber apren­dido algo.
Sintiéndonos importantes por haber compartido una tarde con una persona, un apellido tan profundamente identi­ficado con lo que tanto amamos, como es esta ciu­dad, este Partido de Quil­mas, esta parte del Pago de la Magdalena. Porque el Dr. Craviotto y don Luis Otamendi y don Ma­nuel Ales, los Barrera, Re­dondo, los Iglesias nos dejaron su mejor vocero en José Abel Goldar. Ojala la Comuna de Quilmes tenga en cuen­ta la idoneidad histórica de este hombre y se publi­que alguna parte de su archivo o se arme una "Historia de La Colonia", [2]de la que carece la comu­nidad escolar, sobre todo. [3] 
CONCLUSIÓN HOY 
Y pasaron 30 años. Pareciera que el cometido sigue siendo idéntico. Ahora en pos de los objetos del patrimonio que enriquecieron ese templo de nuestra cultura. Que no se pensó, no se ideó no se proyectó para ‘centro cultural’ sino para reservorio, repositorio de la memoria. Nadie creería que en Francia con el Louvre ni en España con el Prado ni en Florencia con el Pitti se le ocurra a alguna mente supuestamente esclarecida hacer de ellos “centros culturales” con objetivos y variables que escapan totalmente a la esencia misma de Museo; que si bien se puede aggiornar, remozar, actualizar a los cambios competitivos y del comportamiento del consumidor, pero no reinventar. 
Hay en Quilmes extraordinarios centros culturales como: Casa de Arte Doña Rosa, Artempié, Polaridades, la misma Biblioteca Popular Mariano Moreno tiene su centro cultural, el club Ameghino, el CIC Bernal, el CIC La Paz, el CIC Santo Domingo, etc, etc, además están los talleres barriales que realizan una abarcativa labor para la educación permanente. 
Los Museos recuperarán sus fueros. Esta página, su autor, EL QUILMERO, seguirá 'ocupándose' y ayudando para volver a las fuentes. [4]
Chalo Agnelli, militante de la cultura.
Quilmes, 1985 - 17 de julio - 2015
NOTA


[1] Ver en EL QUILMERO del lunes, 31 de agosto de 2015, JOSÉ ABEL GOLDAR, ALBACEA DE LA MEMORIA http://elquilmero.blogspot.com.ar/2015/08/jose-abel-goldar-albacea-de-la-memoria.html/ 

[2]El autor de esta entrevista cumplió con esa misión que Tito Goldar dejó trunca con “La Colonia de Valerga – Historia social del segundo barrio de Quilmes”. Cuaderno de Identidad II - Tiempo Sur Ediciones. Quilmes, 2011. 

[3] Ver en EL QUILMERO del viernes, 12 de octubre de 2012, MUSEO HISTÓRICO "ALMIRANTE BROWN" - FUE HACE 80 AÑOS QUE... (COLABORACIÒN)

http://elquilmero.blogspot.com.ar/2012/10/museo-historico-almirante-brown-fue.html/ 
[4] Ver en EL QUILMERO del martes, 12 de noviembre de 2013, EL MUSEO ALTE. BROWN SIGUE EN EL CENTRO DE LA ESCENA (PUBLICADO POR PERSPECTIVA SUR EL 8 Y 9/11/2013) http://elquilmero.blogspot.com.ar/2013/11/el-museo-alte-brown-sigue-en-el-centro.html/

 

ÍNDICE DE PUBLICACIONES EDITADAS POR LA MUNICIPALIDAD DE QUILMES - 1964 - 1979

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por Chalo Agnelli
Entre 1964 y 1979, durante 15 años (hasta donde se halló razón documental) la Municipalidad de Quilmes tuvo una editorial que publicó gran parte de los documentos históricos, biográficos y culturales que dieron sustento a los historiadores que nos sucedimos en el tiempo.
Carlos G. Maier
El primer libro se publicó en 1964, consta de 18 páginas (fascículo si se quiere) fue "Dr. José Antonio Wilde - Homenaje" de don Luis Eduardo Otamendi con motivo de cumplirse los 150 años del nacimiento de ese prohombre quilmeño, que fue el segundo médico que tuvo el pueblo y el de mayor relevancia, cuyos restos yacen en el atrio de la Catedral de Quilmes. Surgió de la conferencia que Otamendi dio en la Biblioteca Municipal el 17 de agosto de ese año. Era intendente el Dr. Raúl A. Buján (12/10/1963-30/6/1966) y secretario de gobierno y cultura el Prof. Héctor A. Pereiras.
Tanto el nivel de todos los textos publicados por la Municipalidad, como la calidad intelectual de sus autores es relevante y evidente: José A. Craviotto, Manuel y Orestes Ales, Luis Otamendi, José Goldar (padre e hijo) Juan Carlos Lombán, Gotardo Pedemonte, José Andrés López, Violeta Shinya, Lila A. Giordano de Campelo, etc. Todos impulsados y promovidos por ese extraordinario director que tuvo la Biblioteca Pública Municipal el profesor Carlos Guillermo Maier, a quien supo proseguir Ricardo J. Molteni. La continuidad de responsables no políticos, en los cargos permitió que hoy alumnos, docentes y vecinos en general contemos con este patrimonio bibliográfico en Quilmes y distritos circunvecinos.
Como emncionara anteriormente, muchas de estas publicaciones surgieron de conferencias previas que sus autores dieron tanto en la Biblioteca Pública Municipal, como en la Casa de la Cultura, como en el Club Social.
A continuación se presentan algunos de los títulos reunidos en "series". Índice incompleto que se irá reparando con el apoyo de los lectores.

SECRETARÍA DE GOBIERNO Y CULTURA
DIRECCIÓN DE CULTURA
BIBLIOTECA PÚBLICA MUNICIPAL“DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO” 
DIRECCIÓN DE LA COLECCIÓN CREADA POR PROF. CARLOS GUILLERM
MAIER, DIRECTOR DE LA BIBLIOTECA PÚBLICA MUNICIPAL[1]


SERIES 
SERIE ARCHIVOS Y FUENTES DE INFORMACIÓN
Nº 1 Ales, Manuel. “Índice de “El Quilmero” 1875 – 1889.
Quilmes, diciembre de 1966 
Nº 2 Otamendi, Luis E. “Historia de la Reducción. 1666-1812”. Quilmes, 1970.


Nº 4 Ales, Manuel. “Remembranzas quilmeñas”. Quilmes, 1970.
Nº 5 Craviotto, José A. “Sarmiento, Los genoveses y la navegación de los ríos”.(Conferencia del 27/9/1963 en el CUQ)Quilmes, agosto de 1970. 
Nº 6 Pedemonte, Gotardo L.Breve reseña de hechos y acontecimientos que hacen a la historia de Bernal”Quilmes, diciembre de 1970. 
Nº 7 Pedemonte, Gotardo C. “Belgrano precursor del seguro argentino”.Quilmes, febrero de 1972.
Nº 8 Otamendi, Luis E. “Origen de Quilmes – La Reducción de la Exaltación de la Salta cruz”. Quilmes, junio de 1978. (Dir. De la Biblioteca Ricardo J. Molteni) 
Nº 9 Goldar, José. “Historia de la Sociedad Hospital de Quilmes ‘Dr. Isidoro G. Iriarte'– desde 1919 hasta 1972”. Quilmes - San Fco. Solano 6/7/1979. (Director de Cultura Armando B. González)


SERIE BIBLIOGRAFÍAS [2] 
Nº 11 Molteni, R – D´Auro M.A. – Márquez S. “Bibliografía de Mayo y Julio a través de sus más grandes escritores”Quilmes, 7/3/1969 (Dir. Carlos Guillermo Maier) 
Nº 12 Maier, Roberto Martín. “Bibliografía básica sobre el Gral. San martín y el Dr. Mariano Moreno”.Quilmes, diciembre de 1978 (Dir. Ricardo José Molteni) 
SERIE BIO-BIBLIOGRÁFICA
Nº 1 Craviotto, María Cesira – Maier Carlos G. “Bio-bibliografía del Dr. José A. Craviotto”. Quilmes 1966. 
SERIE DIVULGACIÓN: ARTES, LETRAS Y CIENCIA
 (Dir. Carlos Guillermo Maier) 
Nº 1Ales, Manuel. “Interpretación Del Martín Fierro”. Quilmes, 31/12/1968

Nº 2 López, José Andrés. Un anillo y una flor”. Quilmes, mayo de 1970.
Nº 3 Maier, Carlos Guillermo.“Cuentos ascéticos”. Quilmes, mayo de 1970. 
Nº 4 Otamendi, Luis Eduardo. “Estanislao del Campo y el Fausto” Quilmes, agosto de 1970.
Nº 5 Goldar, José Abel. “Panorama de las artes quilmeñas”. Quilmes, diciembre de 1970 
SERIE MEDALLONES
BIOGRÁFICOS 
Nº 1 Otamendi, José Eduardo. “Dr. José A. Wilde – Homenaje”.Quilmes, 17/8/1964.
Nº 2 Otamendi, José E.Una familia de arraigo en Quilmes” Quilmes, 13/08/1965. 
Nº 3 Goldar, José Abel. “Fernández Villanueva, un quilmeño de Antaño”. Quilmes, 11/10/1965.

Nº 4 Lombán, Juan Carlos. “Don Andrés Baranda, un patriarca del viejo Quilmes”. Quilmes 26/11/1965.
Nº 5 Lombán, Juan Carlos. “Dr. José A. Craviotto el Historiador de Quilmes”. Quilmes 18/06/1966. 
Nº 6 Lombán, Juan Carlos. “Antiguos Maestros de Quilmes”. Quilmes, 16/08/1966. 
Nº 7 Shinya, Violeta G. Guillermo Enrique Hudson, Hijo Dilecto de Quilmes”. Quilmes, 9/09/1966 
FUERA DE LAS SERIES SE PUBLICARON:
1.- Craviotto José Alcides. “Quilmes a través de los años” 1ª Ed. agosto de 1966 (Con motivo del homenaje al Tricentenario
de la Fundación de Quilmes) y 2ª edición, febrero 1969. 
Ambas ediciones fueron tomadas de la publicación que hizo el Archivo de la provincia de Buenos Aires “Dr. Ricardo Levene” en 1941, Craviotto había llegado a agregar algunos pocos nuevos aportes pero su repentina muerte dejó inconclusa la publicación. [3] 
Coordinada bajo la administración del Prof. Maier como Director de la Biblioteca Municipal Sarmiento.
Director de Cultura de la Municipalidad de Quilmes el Prof. Francisco Míguez en la primera edición y Armando González en la segunda edición. 
2.- Giordano de Campelo, Lila A. “La Escuela Nº 1
‘Bernardino Rivadavia” en la historia de Quilmes”. Municipalidad de Quilmes. 16 de junio de 1967, Quilmes. Coordinada bajo la administración del Prof. Maier como Director de la Biblioteca Municipal Sarmiento. Director de Cultura de la Municipalidad de Quilmes el Prof. Francisco Míguez. 
3.- Míguez, Francisco. “Los Quilmes / 1666. 1667”. Coordinada bajo la administración del Prof. Maier como director de la Biblioteca Municipal Sarmiento y director de Cultura de la Municipalidad de Quilmes el Prof. Francisco Míguez, quien también en su período de actuación, publicó fuera de la serie de "Medallones" un opúsculo de su autoría titulado "Lo que no es y lo que es la cultura", siendo comisionado municipal el comodoro Dante Ferrero y secretario de gobierno y cultura el comandante de Gendarmería Clemente Bardiani.

Compilación Chalo Agnelli 
Bibliógrafo – Biblioteca Popular Pedro Goeyna
(Toda esta bibliografía se puede consultar en la Biblioteca Popular Pedro Gpoyena, San Luis 948 - 4224-8162 / de lunes a viernes de 13 a 18 y por la mañana en horario a convenir previamente por teléfono, o  a bibliotecapopularpedrogoyena@yahoo.com.ar, a chaloagnelli@yahoo.com.ar o a el facebook de la Goyena) 
NOTAS


[1] El 8 de febrero de 1975, prematuramente a los 52 años, don Carlos Guillermo Maier se marchó para catalogar libros de otros anaqueles eternos, donde seguro se halla con todos los prohombres que sustentaron el Cenáculo de La Sarmiento y también con Luis José de Chorroarín, Paul Groussac, Jorge Luis Borges... 

Ver en EL QUILMERO del martes, 1 de enero de 2013 - CARLOS GUILLERMO MAIER - "EL SEÑOR DE LOS LIBROS” http://elquilmero.blogspot.com.ar/2013/01/carlos-guillermo-maier-el-senor-de-los.html/ 

[2] De algunas series no se pudieron hallar ejemplares. 

[3] Ver en EL QUILMERO del domingo, 24 de noviembre de 2013


DR. JOSE ALCIDES CRAVIOTTO - LAS PUERTAS DE NUESTRA HISTORIA

http://elquilmero.blogspot.com.ar/2013/11/dr-jose-alcides-craviotto-las-puertas.html/


EL TRANSPORTE PÚBLICO EN LOS AÑOS ' 40... Y UN POCO MÁS ACÁ

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por Chalo Agnelli
¿Cómo se viajaba allá por los ‘40? Por lo menos cómo viajaba el proletariado y los sectores menos favorecidos de cierta clase media granbonaerense; esa que siempre quiere verse arriba y a lo único
que llega es a mirar desde abajo. Los que no tenían una cabriolé; un coach, una coupé ni una voiturette... Pues aquí desplegamos esos viajes en los ómnibus-colectivos que cierta sobreestimación vernácula confirma como invento nacional. Quilmes tuvo sus transportes colectivos que nada tuvieron que envidiar a los de otros rincones provinciales.
Esta guía del transporte público está tomada de la Guía de Telégrafos y Telecomunicaciones editada en 1940, por la Empresa Nacional de Correo y Telecomunicaciones (por si alguien quiere darse una vuelta por el pasado) 
 Línea 1 en la calle Rivadavia entre Sarmiento y Mitre. A la derecha las rejas de la Catedral, la casa parroquial, la Escuela Nº 1 y los balcones de la actual Casa de la Cultura; a la izquierda los plátanos pelados de la plaza; al fondo la torre tejada de la casa del Dr. Emilio Torre, hoy paseo de compras (foto Alcibíades Rodríguez)
SOCIEDAD DE MICRO ÓMNIBUS QUILMES, de Resp. Ltda. ADMINISTRACIÓN: ANDRÉS BARANDA Y LA RIOJA, QUILMES
Línea Nº 1.- Servicio entre Bernal Oeste y Berazategui. El primer co­che sale de Administración para Berazategui a las 4.30 horas y pa­ra Bernal Oeste a las 4.35 horas. El primer coche de Berazategui sale a las 4.55 y el primero de Bernal Oeste a las 5 horas. El último de Berazategui sale los días hábiles a las 0.30 horas y sábados, domingos y feriados a la 1.30 y de Bernal el último coche sale los días hábiles a las 23.45 y sábados, domingos y feriados a las 0.45 horas. 
Línea Nº 3.- Entre Espora y J. E. Uriburu (Estación Bernal) y la Rivera local. El primer coche sale de Bernal a las 6 horas y del Balneario de Bernal a las 6.20 horas. El último de Estación Bernal sale a las 21.15 horas. En época de verano rige para esta línea un horario más amplio. Tarifa única $ 0.10. 
Línea Nº 225.- Servicio entre Balneario de Quilmes y Puente General Uriburu (Puente Alsina): El primer coche sale de Balneario de Quilmes a las 4.50 horas y el último a las 24 horas. El primero de Puente Alsina sale a las 4.50 horas y el último a las 24 horas. Los días sábados, domingos y feriados esta línea establece servicios especiales y horarios extraordinarios. Tarifa: de Balneario de Quilmes a Baranda y Santa Fe $ 0:10, á Bernal $ 0.15, a Wilde $ 0.20, a Cementerio de Avellaneda $ 0.30 y a Puente Alsina $ 0.40. 
Línea Nº 5. - Servicio especial entre la Estación Bernal del F. C. Sud hasta la fábrica Textilia, C. A. T. Y. A. y Rhodiaseta. Precio del boleto $ 0.10. 
EXPRESO QUILMES. Línea Nº 8 Soc. Resp. Ltda. 
LÍNEA 8. - ADMINISTRACIÓN: RIVADAVIA 730, Tel. 1373 Quilmes. 
Servicio entre Balneario de Quilmes y Plaza Constitución.
Partiendo de Brandsen y Almirante Brown, por ésta a Otamendi, Cevallos, Alem, Uriburu, Las Heras, Lamadrid, Rawson, Zapiola, Belgrano, San Martín, Bahía Blanca, Mitre, Herrera, Suárez, Montes de Oca, Bernardo de Irigoyen, Brasil (Constitución), Lima oeste, Pavón, Salta y Cochabamba. Este servicio se realiza ininterrumpidamente durante las 24 horas del día. Desde abril a octubre inclusive y durante las horas comprendidas entre las 24 y las 4 horas, corte un coche cada 20 minutos en ambas direcciones. El resto del año corre un coche cada 4 minutos. Las secciones, a los efectos del cumplimiento de la tarifa, comienzan o terminan en los puntos siguientes: Estación Quilmes, San Martín y Avellaneda (Bernal), Mitre y Bahía Blanca, Barrera de Sarandí, Luján y Vieytes y punto terminal de la línea. De Plaza Constitución a Pavón y Mitre $0.10. Entre las 24 y las 5 horas, $0.20. Recorrido total, $ 0:40. 
MICRO ÓMNIBUS PRIMERA JUNTA 
ADMINISTRACIÓN: MITRE 475 - U. T. 1150 - QUILMES 
Servicio entre Villa Argentina y Don Bosco (Cramer y Lomas de Zamora). El primer coche sale de Villa Argentina a las 5 horas y el último a las 22:14 horas. El primer coche sale de Cramer y Lomas de Zamora a las 5:25 horas y el último a las 22.14 horas. 
MICRO ÓMNIBUS 25 DE MAYO 
ADMINISTRACIÓN: ANDRÉS BARANDA 480, QUILMES 
Servicio entre Hospital de Quilmes y Las Heras y Avda. J. F Uriburu (hoy H. Yrigoyen) El primer coche sale del Hospital de Quilmes a las 5.20 horas y el último a las 22.20 horas. El primero de Las Heras y Uriburu sale a las 5.20 horas y el último a las 22:05 horas. Tarifa: $ 0.10 en el recorrido total. 
LÍNEA Nº 9 - EXPRESO RANELAG
ADMINISTRACIÓN: CARLOS PELLEGRINI 291, Quilmes Concesionario, Pascual Trápani. Servicio entre la calle Hudson y las, vías del Ferrocarril Sud (diagonal Carlos Pellegrini) Berazategui y Villa Giambruno (camino Gral. Belgrano K. 23). El primer coche sale de Berazategui a las 6 horas y el último a las 22 horas. El primer coche de Villa Giambruno sale a las 6:20 y el último a las 22:30 horas. Tarifa: Hasta Estación Ranelagh F.C.S., $0.10; a Villa Giambruno, $ 0.20. 
- Foto de unos amigos de mi tío Alfredo quien vivió en Bernal en la calle coronel De Pinedo casi Smith. La foto es aproximadamente de 1952(Carlos Alfredo López para Factbook, “Recuerdo quilmeños”)
- La foto corresponde a un colectivo marca GME 1947 (sapo) de la línea 9 "La Veloz", cuya terminal estaba en Av. San Martín casi Avellaneda, actual garage de la Clínica Bernal. Mi viejo que manejaba esos veloces aparatos nafteros vivía a la vuelta de este vecino, en Cte. Franco entre Smith y Viejo Bueno, después manejo en la línea Halcón y en la 8 hasta que se fue a la 60. (Julio Scarano para Factbook, “Recuerdo quilmeños” 
EL TRANVÍA 22
COMPAÑÍA de TRAMWAYS de BUENOS AIRES
y QUILMES. Línea Nº 22
TARIFAS PARA TRANSPORTES DE CARGAS DE TODA CLASE. ENTRE BUENOS AIRES, BERNAL, QUILMES Y VICEVERSA
CLASE 1ª.- Para artículos que no sean de primera necesidad y en general para artículos de lujo. Peso mínimo a cargar 100 kilos. Tarifas por cada 1000 kilos divisibles en fracciones de 10 kilos.

Entre Buenos Aires y Bernal y vice-versa
$ 11,18
Por vagón completo, hasta 5000 kilos
$ 14,90
Entre Buenos Aires y Quilmes vice-versa
$ 11,59
Por vagón completo, hasta 5000 kilos
$ 15,45

CLASE 2ª Para artículos de almacén, ferretería en general, etc. Peso mínimo a cargar 100 kilos. Tarifas por cada 1000 kilos, divisibles en fracciones de 10 kilos.

Entre Buenos Aires y Bernal y vice-versa
$ 7,94
por vagón completo, hasta 5000 kilos
$14,90
Entre Buenos Aires y Quilmes y vice-versa
$8,26
Por vagón completo, hasta 5000 kilos
$15,45


CLASE 3ª 
Para artículos en general de construcción, máquinas, etc. Peso mínimo a cargar 1000 kilos. Tarifas por cada 1000 kilos, divisibles en fracciones de 100 kilos.

Entre Buenos Aires y Bernal y vice-versa
$  5,15
Por vagón completo, hasta 5000 kilos
$ 14,90
Entre Buenos Aires, Quilmes y vice-versa
$ 5,38
Por vagón completo, hasta 5000 kilos
$ 15,45


CLASE 4ª 
Para artículos en general de peso o volumen considerable. Peso mínimo a cargar hasta 5.000 kilos. Tarifas por cada 1000 kilos, divisibles en fracciones de 100 kilos.

Entre Buenos Aires, Bernal y vice-versa
$ 2,98
Por vagón completo, hasta 5000 kilos
$14,90
Entre Buenos Aires, Quilmes y vice-versa
$5,38
Por vagón completo, hasta 5000 kilos
$15,45


ADMINISTRACIÓN
EN QUILMES: Calle Córdoba (Pte. Perón) y Cervecería Argentina (Gran Canaria) 
ESTACIÓN BUENOS AIRES: Calle Herrera Nº 2456. Tráfico de pasajeros, servicio de la línea Nº 22 entre Quilmes y Retiro F.C.C.A. (Ferro Carril Central Argentino)
 TARIFAS EN VIGENCIA

Entre
Retiro
Puente Barracas
Crucecita
Sarandí
Wilde
Bernal
Quilmes
Retiro
----
10
10
12
20
20
25
Puente Barracas
10
---
10
10
10
15
20
Crucecita
10
10
---
10
10
15
20
Sarandí
12
10
10
---
10
10
15
Wilde
20
10
10
10
---
10
10
Bernal
20
15
15
10
10
---
10
Quilmes
25
20
20
15
10
10
---

 Ómibus-colectivos que se pusieron en circulación cuando se acabó con los tranvías de la línea 22.
 OTRAS LÍNEAS


De Chalo Agnelli
Quilmes, 2010/2015
Colaboración Jorge Giabbanelli
FUENTE DE IMÁGENES









Producción web de BUSARG: Gabriel Chiacchio
 

LAS PULPERÍAS QUILMEÑAS - 1835

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Por Chalo Agnelli
Colaboración agrimensora Analía Hebe Fariñas
Aún no había calles trazadas ni caminos abiertos, salvo el camino real, que había más de uno, abrertos por el paso del hombre, las pesadas carretas y las pocas galeras y volantas que unían la Ciudad
con el sur cercano. 
En la siguiente reseña que me aportó la historiadora agrimensora Analía Hebe Fariñas, hallado en sus investigaciones en el Archivo General de la Nación, se detallan, en un censo enviado al gobierno de la provincia, las pulperías existentes en el Partido de Quilmescon la extensión que tenía antes de 1852. El documento está fechado en Quilmes el 18 de diciembre de 1835 y lleva la firma del juez de paz Juan Manuel Gaete. 
Antes de entrar en lo específico que es la enumeración de las pulperías conozcamos las características de estos comercios, directamente de narradores que fueron testigos de la época. Al final de la reseña daremos las apreciaciones sobre el tema que escribió el Dr. José Antonio Wilde en su libro “Buenos Aires 70 años atrás”. 
LA PULPERÍA [1] 
1819

por Emeric Essex Vidal

Las pulperías son unas chozas de lo más miserables y sucias, donde, puede comprarse un poco de caña, o sea un derivado de la caña de azúcar; cigarros, sal, cebollas tal vez, y pan de la ciudad, pero, más al interior, este último artículo no puede conseguirse, de manera que el viajero, si no lleva pan con él, debe alimentarse, como la gente de campo, con carne sola­mente.
Estas chozas tienen dos compartimientos, uno que sirve para
negocio y otro para vivienda. Generalmente están construidas sobre un terreno alto y tienen un trozo de género de color colgado de una caña a modo de aviso; también hacen las veces de casa de posta y tienen unas docenas de caballos pas­tando al fondo, cerca de la casa. Cuando llega un viajero, deja allí su caballo; el pulpero, con un lazo, sale en su caballejo, que siempre está dispuesto tras la vivienda, hasta el pantano donde pasta la tropilla, y enlazando a uno, lo atrae, coloca la montura y, sea manso o bravo, allá va el viajero al galope, hasta la próxima posta, cuatro o cinco leguas más lejos.
Las pulperías son el punto de reunión de las gentes de campo, que no dan valor ninguno al dinero y lo gastan solamente en bebidas y en el juego. Es costumbre entre ellos invitar a todos los que se hallan presentes a que beban con ellos, se hacen servir una jarra llena de caña (porque no les agrada el vino), la cual va pasando de mano en mano. Mientras les queda un penique en el bolsillo repiten esta ceremonia y consideran como una afrenta cualquiera rehúse la
invitación. En cada pul­pería hay siempre una guitarra y cualquiera que la toque es invitado a costa de todos los presentes. Estos músicos nunca cantan más que yaravís, canciones peruanas que son las más monótonas y tristes del mundo. La música es lamentosa y la letra versa siempre sobre el amor frustrado y los amantes que lloran sus penas en el desierto; pero nunca tratan de asuntos agradables, animados o aun indiferentes. Después de todo, estas pulperías, miserables como parecen, no son muy inferiores a algunas tabernas de la misma España. Emeric Essex Vidal. [2]

VIAJE A CABALLO POR LAS PROVINCIAS ARGENTINAS[3]

1848

Por William Mac Cann 
Llegamos después a una pulpería donde nos detuvimos para tomar un refrigerio. La pulpería es una combinación de taberna y almacén adonde acude la gente de campo. La parte posterior de la casa daba sobre el camino y tenía un cuadrado abierto en la pared, protegido por barras de made­ra, a través del cual el propietario despachaba a sus clientes. Estos quedaban protegidos por un cobertizo. El enrejado de madera cerrábase por medio de una contraventana durante la noche. Tal es el aspecto que ofrecen por lo general las pulperías en todo el término de estas pampas. 
CENSO COMERCIAL 
Son curiosas las referencias toponímicas que se dan para ubicar a cada una. Todo era útil, arroyos, puentes, propiedades, ombúes, etc. Se respetaron la grafía y las abreviaturas de algunas palabras. Hay apellidos seguidos de un signo de interrogación es porque no están suficientemente legibles.

PLANILLAS DEL CENSO DE PULPERÍAS EN QUILMES Y EL PAGO DE LA MAGDALENA
(En general se hizo una transcripción textual)

Recibimos de los individuos que atienden casas de trato, pulperías, villares (sic) y boliches de panadería existentes de esta sección de mi cargo
A saber:
Dn. (por Don) Andrés Cabo un pulpería en el en el puente de los Restauradores [4]
Dn. Juan Pedro Maciel una pulpería a una cuadra de distancia de dicho puente al Sud.
Dn. Fernando Rodríguez, una pulpería enfrente de la Capilla de los Italiano. [5]
Dn. Fabián Rosas una pulpería en la misma casa de los Italianos.
Dn. Esteban Peralta, una pulpería inmediata al arroyo de la Crucecita al Sud.
Dn. Juan Candia, una pulpería a las inmediaciones de la arroyo Sarandí al Sud
Dn. Sebastián Ríos, una pulpería en el ombú de Preciado.
Dn. Balario Bladovino, una pulpería inmediata al Paso Chico del Sud.
Dn. Felipe Negrete, una pulpería en las mismas inmediaciones.
Dn. José María Gadea, una pulpería cuatro cuadras del Puente de la Restauración al Este.
Dn. Rafael Casagema, una pulpería junto a la boca del Riachuelo al Este.
Dn. Lorenzo Fernández, una pulpería como doce cuadras del Paso Chico al Sud.
Dn. Máximo Garay, una pulpería a espaldas de la Quinta de Pando, camino a San Vicente.
Dn.Pedro Rosas, una pulpería en las inmediaciones de la Chacra de don Marcelino Galindres (sic)
Dn. José Cristoval (sic) una pulpería inmediata a la quinta de don Ant.º Ballester
Dn. Octavio Grigera, una pulpería frene a la misma casa de Ballester.
Dn. Man.l Gerv.º López, una pulpería inmediata a Sta. Catalina. [6]
Dn. Evaristo Grigera una pulpería a inmediaciones del Monte Chingolo.
Dn. Inacio (sic) Castañón, una pulpería inmediata a Sta Catalina en los terrenos de don Julián Perdriel.
Dn. José Ant.º Martínez, pulpería inmediata a Sta. Catalina al costado de la Chacra de dn Julián Perdriel.
Dn. José María Giadaz (?), una pulpería inmediata a la Estanzuela del Estado [7]
Dn. Francisco Silva, una pulpería inmediata a la misma Estan.a del Estado.
Dn. Pedro Laroza, dos pulperías, las dos inmediatas la Paraje que llaman Las Higueritas. [8]
Dn Estevan (sic) Latindre (?), una pulpería en la Tablada Vieja.
Dn. Fran.co Rodríguez, una pulpería, un boliche de tienda y uno de panadería en el mismo Pueblo de Quilmes.
Dn. Man.l Carranza una pulpería boliche de tiendo y villar (sic) en el mismo pueblo de Quilmes.
Dna. Rosa Lucero, una pulpería ind.n (ídem. anterior)
Dn. Manuel Ocampos, un billar solo ind.n (ídem. anterior)
Dn. Manuel Santa Coloma, una pulpería enfrentada a la Tablada Nueva. [9]
Dn. Romualdo Caneba (?), una pulpería y media tienda en las inmediaciones de la misma Tablada.
Dn.Franc.co Rodrig.z (sic), otra pulpería en las chacras de Quilmes, inmediac.es de la Cañada de Gaete.
Dn. Ignacio Vasquez, una pulpería en las chacras inmediatas a este Pueblo.
Dn. Mariano Reyes una pulpería en las mismas inmed.es
Dn. José Ant.º Villanueva, una pulpería y media tienda en las mismas inmediaciones.
Dn. Juvencio González Espeche, una pulpería y media tienda en las mismas inmediaciones.
Dn. Tomás Reyes, una pulpería inmediata al pueblo de Quilmes.
Dn. Luciano Rivarola, un boliche de pulpería en las chacras inmediatas a la Tablada Nueva.
Dn. Antonio Tollo, un boliche y panadería en el establecimiento que llaman de Sto. Domingo.
Dn. Blas Toval (sic), otro ídem en el mismo Pueblito.
Dn. Fermín Arroyo, otro ídem en el dicho.
Dn. Juan Viamont, otro ídem en el ídem
Dn. Diego Barragán, una pulpería en el puente de las Conchitas.
Dn. Mariano García una pulpería en la misma costa del arroyo de las Conchitas.
Dn. José Flores, una pulpería inmediata al arroyo Giménez
Dn. Juan Clark una pulpería a las inmediaciones de las puntas del arroyo Giménez.
Dn. Pantaleoón Miguel, una pulpería inmediata a la Casa de Teja. (Florencio Varela)
Dn. Guillermo García, una pulpería en el camino de la Casa de Teja al Sud.
Dn. Santiago Mármol, una pulpería en las inmed.es de la Casa de Teja.
Dn. Florencio García, una pulpería junto al arroyo de L¡las Conchitas.
Dn. Eusebio Rodrig.z, una pulpería inmediatamente a la punta del arroyo Gimenez
Dn. Man.l Carsaval, una pulpería en las inmediaciones de la estancia del finado Carvallido.
Dn. Ventura Martínez, una pulpería a inmediaciones de la est.a del finado Dn. Blas Martínez.
Dn. Pedro Arriola, una pulpería inmediata a la laguna de García camino a las Invernadas. [10]
Dn. Julio García, una pulpería a las inmediaciones de la estancia q.e fue de Sto. Domingo.

Quilmes, Dici.e 18 de 1835
(Firma) Juan Manuel Gaete

BUENOS AIRES DESDE SETENTA AÑOS ATRÁS
Capítulo XLIII  [11]

Pulperías. — Pulperos. — Su traje. — ¿Quiénes eran? — Refrescos. — Cómo se hacían. — La yapa. — Cómo eran los pulperos. — Su libro de fiados. — Almacenes. — Progresos.

I 
El establecimiento de almacenes de comestibles es, entre nosotros, de fecha relativamente reciente. También la mayor parte de los artículos que hoy constituyen el surtido de un almacén de comesti­bles, eran completamente desconocidos algunos, y otros sumamente escasos, como el azúcar de pilón, [12] y aun refinada, la cerveza inglesa, y tanto otro artículo que hoy abunda. El té, por ejemplo; quien quisiese tomarlo bue­no, tenía que valerse de algún comerciante inglés, para que le hiciese venir una caja o dos. En las
pulperías se vendía en cartuchos, que habían estado en exhibición, expuestos al aire por meses enteros. Allá, de tiempo en tiempo, alguien pedía un medio de té, agregando siempre para remedio, pues nadie tomaba té. Lo particular es que, por muchos años se vendía en las boticas como hierba medicinal. Antes de esta época, sólo teníamos pulperías o esquinas, como también se llamaban esas casas de negocio, sin duda porque ocupaban siempre los ángulos de las calles.
A las pulperías sólo concurrían los sirvientes en busca de lo necesario para la casa, como yerba, azúcar, etc. [...] En muchas de estas casas, pasaban algunos de estos hombres bebiendo hasta caer y quedar dormid dos allí dentro, o tal vez en la vereda; mientras no
llegaba este caso, algunos tomadores cargosos vociferaban, pronunciaban palabras obscenas, insultaban o se mofaban de los que pasaban, y mortificaban a las familias, inmediatas a la pulpería. Sin embargo, tan acostumbrado estaba el pueblo á estas escenas, que nadie hacía caso; los hombres se encogían de hombros, y decían: “cosas de borrachos”.
Las señoras tenían a menudo que cruzar a la vereda opuesta, a cierta distancia de una pulpería […]  Una que otra vez, un policiano llevaba a plana­zos a alguno de estos molestos parroquianos, pero esto sucedía rarísima vez, a no haber ocurrido pelea,

II 
La mayor parte de los pulperos eran hombres, no diremos, precisamente, que de baja esfera; pero sin duda tenían, en general,
muy poca instrucción, más allá de lo que se relacionaba con su negocio. Su traje, durante el verano, era, comúnmente, el siguiente: se ponían tras del mostrador, en los primeros tiempos, en mangas de camisa, sin cha­leco, con calzoncillos anchos y con fleco; sin pan­talón, con chiripá de sábana o de algún género del­gado, o bien un pañuelo grande de algodón o de seda, que entonces se usaban más que hoy, a guisa de delantal, medias (algunas veces) y chancletas.

Como no entraban personas de lo que se llama decentes, como hoy sucede en los almacenes, ese traje estaba más que suficientemente bien para la clase de parroquianos o marchantes que tenían; sin embargo que, algunas veces, cuando estaban des­ocupados, salían a lucirlo a la puerta, y aun pa­seándose por la vereda.

III 
Originariamente, los pulperos eran, puede decir­se, todos españoles; más tarde, fueron reemplaza­dos por hijos del país, quienes, a su vez, cedieron el puesto a los italianos [13] 
El pulpero no sólo vendía comestibles, vino y toda clase de bebida blanca, sino que en invierno despachaba café, que servía en jarritos de lata, con tapa, por la cual pasaba una bombilla, también de lata, o a veces de paja.
En verano se consumía gran cantidad de refres­cos. Éstos eran sangría, que se hacía con vino carlón, agua y azúcar; vinagrada, como su nombre lo indica, con vinagre, y naranjada hecha con el zumo (agrio de naranja), que se traía, generalmente, de las islas del Paraná.
Los tres refrescos se preparaban por el pulpero a la vista del
solicitante, del mismo modo. Se echaba en un vaso cantidad suficiente de líquidos que le iba a servir de base; es decir, vino, vinagre o agrio y se le echaba el azúcar. Con una especie de macanita de madera, ad hoc, revolvían y des­hacían los terrones; terminada esta operación, se agregaba el agua, y pasaba todo a un embudo de lata. Retiraba entonces el pulpero el dedo índice del émbolo, haciendo caer, de más o menos altura (que en esto también había lujo), el líquido den­tro del vaso. Este procedimiento se repetía dos o tres veces, como hemos dicho, en presencia del impa­ciente solicitante […] A estas naranjadas se les agregaba, muy frecuen­temente, un vasito de caña, por ser fresca, según el dicho de los tomadores.

IV

La ñapa o yapa, era una especie de guerra de re­cursos, que se hacía el gremio, con la intención de atraerse cada uno mayor número de marchantes, especialmente entre los muchachos del barrio. Con­sistía en dar en proporción a lo que cada uno com­praba, maní o unas cuantas pasas o un terrón de azúcar, etc. Es presumible que el terrón salía de lo que acababa de comprar.
Los pulperos no eran hombres que se preciaban de ser comerciantes, en cuanto a las formas y orde­nanzas comerciales. Sus libros contenían, las más veces, simples apuntes, y éstos con una letra y or­tografía, a la verdad, poco envidiables. […] Así como hemos dicho que los pulperos españo­les iban gradualmente cediendo su puesto a los ar­gentinos, y éstos a los italianos, así también las pulperías mismas fueron, poco a poco, cediendo el suyo a los cómodos, bien surtidos y lujosos almacenes que hoy vemos esparcidos por la ciudad, en todas direcciones, y aun en la campaña. […]

Pulpería “San Gervasio”. Desde hace 55 años pertenece a los hermanos Edgar y Aníbal Toso, quienes la heredaron de su padre, don Aníbal. Este pulpero llegó al lugar en 1920 para trabajar en la estancia de Esteban Campodónico. Se halla sobre la polvorienta Ruta Provincial 50, en el límite entre los partidos de Azul y Tapalqué, a 31 km de la localidad de Cacharí y a 23 de la ciudad de Tapalqué. (http://www.revisionistas.com.ar/)


Compaginación, argumentación y notas Chalo Agnelli 
Documentación aportada por la historiadora agrimensora
Analía Hebe Fariñas

FUENTES

http://www.acciontv.com.ar
http://museorefineria.blogspot.com.ar/ 
http://www.tintafresca.com.ar/ 
https://www.flickr.com/ 
Busaniche, José Luis. “Estampas del pasado” – Vol. II.Hyspamerica. Buenos Aires, junio de 1986.
Mac Cann, William. “Viaje a caballo por las provincias argentinas”. Buenos Aires, diciembre de 1985.
Wilde, José Antonio. “Buenos Aires desde Setenta Años Atrás”. Biblioteca de “La Nación”. Buenos Aires, 1908.
NOTAS


[1]“Estampas del pasado” – Vol. II – Pp. 200 y 201. 
[2] Emeric Essex Vidal. — Marino y pintor inglés. Prestó servicios a bordo de los buques ingleses en el Brasil y Río de la Plata desde 1808 a 1887. Estuvo varias veces en Buenos Aires y tuvo ocasión de conocer la vida y costumbres de la época, observando los tipos de la ciudad, la campaña y el paisaje rural. Pintó a la acuarela un gran número de motivos y escenas de gran valor documental para el estudio del ambiente general y de la indumentaria de la época. En 1820, el editor Ackermann, de Londres, publicó las acuarelas de Vidal acompañadas de comentarios y explicaciones del autor. La obra se titula: “Picturesque Illustrations of Buenos Airea and Montevideo”. 
[3]“Viaje a caballo por las provincias argentinas” Pp. 28 y 29.
[4]En la mañana del 11 de octubre de 1833, la ciudad de Buenos Aires apareció empapelada con carteles que anunciaban en letras rojas que a las diez de ese día se procesaría al Restaurador de las Leyes.  El equívoco produjo efecto, mucha gente creyó que se enjuiciaba a Rosas.  La acusación ante el Jurado de imprenta era contra el periódico de aquel nombre que, con otros papeles “apostólicos”, vomitaban denuestos y calumnias contra sus enemigos. Se fijó la vista de la causa para esa mañana.  A la hora señalada la Casa de Justicia, donde se celebraría la audiencia, y sus alrededores fueron invadidos por una multitud exigiendo la renuncia del gobernador Balcarce. Los revoltosos se dirigen a Barracas y acampan sobre el Riachuelo, junto al puente de Gálvez. Toda la campaña se moviliza a favor del movimiento. Grupos de restauradores sorprenden al comandante de Quilmes y se apoderan de las armas que allí existían. Ante la magnitud popular y militar del levantamiento “restaurador”, el gobierno sin fuerzas ni apoyo, quedó perplejo y tambaleante. “Las defecciones de la guarnición que se adhirió a la causa de los ‘restauradores’ han tenido– comunicaba el gobernador Balcarce a la Legislatura - una decisiva influencia en perjuicio de las operaciones ofensivas que el gobierno había combinado, y por otra parte la falta de elementos de movilidad no le permiten obrar contra los sublevados de un modo que prometa ventajas positivas a favor de la causa del orden”. La Legislatura exoneró al general Balcarce del cargo de gobernador, y eligió para reemplazarle al general Viamonte. Doña Encarnación Ezcurra era la propulsora del levantamiento revolucionario de los “restauradores”. Así el puente de Gálvez se lo bautizó “de los Restauradores” por ser el punto desde donde se expandió esta movilización popular.  Ibarguren, Carlos – Juan Manuel de Rosas, su vida, su drama, su tiempo – Buenos Aires (1972)
 [5] Se refiere a la propiedad de Don Nicolás Paduán, vecino de Barracas quien levantó en su campo, donde hoy se halla la cancha de Racing, aproximadamente a partir de 1850, una capilla que se llamó “de los Italianos”. También tenía el solar Nº 270, en Rivadavia y Mitre esquina NO y la chacra de la campaña Nº 37. El solar lo perdió por no cumplir con los requisitos de construir y demarcar el lote. 
[6]Juez de paz en Quilmes desde 1843 a 1845. En 1846 lo sucede Juan Pascual Miralles y por su ausencia vuelve Manuel G. López en 1847 como interino, hasta 1848 en que J. Pascual Miralles retoma la función, pero su cargo de comandante de fronteras lo vuelve a alejar y López será designado Juez de paz desde 1849 a 1851, en que el derrocamiento de Rosas lo deja cesante y luego será juzgado por su militancia federal. Era tío de Francisco Soto. Una hija de López María Andrea, se casó con Carlos Casavalle, vecino ocasional de Quilmes en su casa de Mitre esquina Nicolás Videla quien fue editor de la Librería de Mayo. A Casavalle el valor histórico de sus publicaciones se lo llamó el “Librero de la Patria”. Ver en EL QUILMERO del sábado, 17 de enero de 2015, FRANCISCO SOTO, ENTREVISTA EN EL PASADO - 1936

http://elquilmero.blogspot.com.ar/2015_01_17_archive.html/ 

[7] En 1750 la congregación de Santo Domingo recibió en donación por una propiedad entre Villa Domínico y el actual Don Bosco, que se llamó la “Estancia de los Dominicos”. En 1822, durante el gobierno de Martín Rodríguez, el ministro Bernardino Rivadavia les expropia todas las tierras y desde 1824 la zona se convirtió en Estanzuela del Estado. Ver en EL QUILMERO del lunes, 18 de octubre de 2010, DON BOSCO, UN POCO DE HISTORIA - PUERTA Y ZAGUÁN DE ENTRADA A QUILMES DESDE EL NORTE

http://elquilmero.blogspot.com.ar/2010/10/don-bosco-un-poco-de-historia.html/ 

[8] Se refiere al saladero que el 25 de noviembre  1815 comenzó a funcionar en Quilmes por la Sociedad integrada por Juan Manuel de Rosas, Juan Nepomuceno Terrero & Luis Dorrego, (hermano del coronel Manuel Dorrego) “Rosas, Terrero y Cía.”. Según Carlos Ibarguren esta sociedad “fue próspera y se benefició explotando diversas faenas: ganadería, acopio de frutos del país, saladero de pescados y de carne en Las Higueritas, próximo a la reducción de los Quilmes, y exportación de esos productos a Río de Janeiro y a La Habana. Las ganancias se multiplicaron enriqueciendo a la razón social y convirtiéndola en un peligroso competidor del gremio de abastecedores de Buenos Aires. Se inició, entonces, una recia lucha económica contra los saladeros, acusados de haber provocado la escasez de la carne”. Según la página “El Revisionista” (http://www.revisionistas.com.ar/) El saladero funcionó en una casa que aún existe en la calle Magadalena 946 de Lanús Este, a una cuadra de Centenario Uruguayo y a 100 metros de las vías del ex Ferrocarril Provincial. Terrenos que en ese entonces aún pertenecían al partido de Quilmes. En 1817 el saladero se trasladó a San Miguel del Monte, en la estancia “Los Cerrillos”. 

[9] Se denominaban “tabladas” a las emprendimientos de faenamiento de reses. 

[10] Paraje del partido de Gral. Madariaga. Se encuentra ubicada a 299 kilómetros de la estación Constitución. 

[11]“Buenos Aires desde…” Pp. 349 a 354. 

[12]Azúcar pilón o azúcar refinadoo incluso azúcar de grano grueso es el azúcar más refinado. Se presenta en bloques. Tamaño entre 1 y 3 mm. Tiene cerca de un 100% de sacarosa. Su pureza y tamaño le hacen especial para presentaciones de pastas de azúcar o almíbar. Es muy brillante. 

[13] Ellos no usaban el traje que acabamos de indicar.

EL CONTRABANDO EN LAS COSTAS DE QUILMES A COMIENZOS DEL SIGLO XVII POR DR. JOSÉ A. CRAVIOTTO

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Este afán de EL QUILMERO de recuperar la microhistoria local, a sus historiadores y las obras que nos legaron, reproducimos esta investigación que hizo el Dr. José Alcides Craviotto [1]para la revista “Marina”, publicada por segunda vez en el diario “El Sol” el sábado 13 de mayo de 1944, hace 70 años. Es un trabajo que dilucida muchas confusiones sobre los diferentes derroteros que tomaban las embarcaciones en el Río de La Plata durante los siglos XVI y XVII. Y demuestra, a pesar de la escasez de oportunidades y medios de la época y la geografía, cómo ciertos propietarios llegaron a hacer notables fortunas. La obra de Craviotto, según aseveramos en otras notas, es gigantesca, lamentablemente, la mayor parte de ella fue publicada en diarios, revistas o apartados de publicaciones históricas de diferentes instituciones. [2] 
Tras varios días y largas horas nos atrevimos a realizar una transcripción no exacta al original pues encontramos errores tipográficos, deterioro del papel y datos que su autor da por sobreentendidos para la época y que hoy no son cercanos al común.
 (Chalo Agnelli)
EL CONTRABANDO EN LA COSTA A COMIENZOS DEL SIGLO XVII

Por Dr. José A. Craviotto

“Los hombres de la conquista y la colonización
deben ser juzgados de acuerdo a la época en que vivie­ron,
en lo que pensaban, sentían y obraban
de acuerdo a las necesida­des de entonces y no a las de hoy.”
PUERTO COLARES 
Durante la primera centuria de la ciudad de Buenos Aires, fundada por don Juan de Garay en 1580, su campaña se extendía prácticamente a lo largo de la costa del Río de la Plata, desde el Riachuelo hasta cerca de Punta Piedras, en el extremo norte de la ensenada de Samborombón corriendo hacia el interior con un ancho
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de pocas leguas. En la costa que indicamos - prescindiendo de aquella situada al norte de la ciudad -; se desarrolló activamente el contrabando, como consecuencia de la férrea política prohíbicionista de aquella época. 
En casi todo el siglo XVII permanecieron desconocidos los puertos de la ensenada de Barragán y el que determinaba la Atalaya en la Magdalena, por lo cual el lugar era cómodo para efectuar operaciones de carga y descarga en los buques que contrabandeaban; lo fue el antiguo puerto Colares, en la desembocadura del arroyo Conchitas, lejos de la vigilancia a que estaban sujetas - o debían estarlo - las embarcaciones que fondeaban en el surgidero frente a la ciudad de Buenos Aires. 
“SILVEREN WERELT"
 El 22 de julio de 1590, penetraba en las aguas del Río de la Plata el buque holandés “Silveren Werelt” (Mundo de Plata) Su piloto, Enrique Ottsen escribió una narración del viaje. De su relato, se
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hizo una publicación en la Biblioteca Oficial de Marina, de donde tomamos los datos que se darán a continuación. El buque holandés al navegar por el río, siguió una derrota distinta de la acostumbrada en aquella época y reconoció los bancos principales “cuya verdadera extensión y forma eran desconocidas por los españoles radicados en la Colonia”. Era general, a fines del siglo XVI, que los buques españoles siguieran en su navegación, la costa del Uruguay hasta cerca de la isla del San Ga­briel, poniendo luego proa a Buenos Aires, evitando así el Banco Inglés. Año después, "con el aumentó de calado de los buques - dice la publicación antes señalada - fue necesario explorar el estuario en busca de una línea de mayor pro­fundidad, eligiéndose una ruta, que con pocas variantes, es la actual.”

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Boungainville, en su obra “Viaje alrededor del mundo” (1766), inserta una carta del río con el derro­tero a seguir, que difiere poco del que conocemos ahora. [3] Explica el autor de la publicación que el buque holandés, luego de recalar en Punta Piedras, se recuesta sobre la actual costa argentina y la sigue, internándose en el Río de la Plata; determina un ba­jío que concuerda con la posición general del Banco Chico, que según cartas de principios del siglo XVIII, formaba parte integrante del Banco Ortiz, y concluye esta parte diciendo que el buque holandés siguió la línea de mayor fondo, que aún existe, entre el Banco Chico y la costa, lo que sorprendió a los españoles, quienes acostumbraban recostarse hacia la Banda Oriental.
El 29 navegamos al O.NO - escribió Ottsen - y varamos en un banco de arena, movediza a un cuar­to de legua de tierra y tres leguas al Sur de ‘Bonas Aeres’ (sic); desde allí para el Sur la tierra está cubierta de árboles”; continuaron al día si­guiente navegando en tres brazas y a legua y media de tierra y, des­pués de una legua de camino divi­saron la población de Buenos Aires, "que es un país sin árboles, llano y abierto, divisando también algunas casas”... 
El autor de la publicación (de la Biblioteca Oficial de Marina) expre­sa al respecto que, el diario de Ottsen, “nos habla de una derrota de entrada a Buenos Aires, de có­mo aparece éste a la distancia, e in­dica finalmente el fondeadero. Es un documento náutico en toda regla y la derrota que aconseja, cercana a la costa y a distancia deter­minada, no es otra que el canal de Punta Indio o Rada Exterior, al Oeste del Banco Chico”. 
PRIMEROS PROPIETARIOS 
La costa baja y cubierta de árboles, que se extendía de SE a NO, casi paralelamente a la de­rrota del buque holandés, en los años más inmediatos a la entrada de este buque al Río de la Plata, no tenía propietarios, excepto la parte comprendida entre el Ria­chuelo y un punto situado frente a la población de Wilde, que perte­necía al Adelantado Vera y Aragón, desde el año de la fundación de Buenos Aires.
El 24 de diciembre de 1635, el vecino de aquella ciudad, Gerónimo de Benavides, pidió y obtuvo merced del gobernador Pedro Esteban
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Dávila, de unas tierras en el “Pago de la Magdalena”. En su petición exponía que durante todo el tiem­po que había gobernado Francisco de Céspedes, antecesor de Dávila, “había rondado y vigilado la costa del Río de la Plata, hacia el S. E. del Riachuelo- la llamada entonces Banda del Sur - para descubrir los navíos que por este río entrasen” y dar aviso al gobernador. Y continuaba: “por tener V S. la misma satisfacción, me tiene encar­gado lo mismo, lo cual estoy conti­nuando con mucho trabajo de mi persona e hijos”. Decía después: “Por ser continuo el trabajo y por­que estoy pobre y no tengo más de una suerte de tierras en la barranca de este río, en el Pago de la Magdalena, y tengo dos hijas queremediar,[4] suplico a V. S. me haga merced, en nombre de S. M., de tres leguas de tierra delas sobras que caen en la barranca hasta el Río Grande,[5]que corren desde el puerto que llaman de Don Gaspar, hasta la estancia de don Antonio Gutiérrez Barragán, que es todo playa de este río, anegadizo, y tendrá de ancho por donde más, cuarto y medio de legua, desde la barranca, hasta topar con el Río Grande, por estar vacas[6] y despobladas, que en ello recibiré merced. (textual) El gobernador Dávila, con igual fecha, diciembre 24 de 1635, concedió a Benavides la merced de tierras que había solicitado. 
Tal extensión de tierras estaba comprendida en el bañado, en la parte que se extiende desde las ba­rrancas hasta la costa del río,
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entre dos puntos, situados: uno frente al ramal a Villa España del F. C. Sur (hoy Roca) y otro algo hacia el SE de la estación Villa Elisa del mismo ferrocarril; en la costa, su extensión estaba comprendida desde la actual Punta Lara hasta el accidente geográfico denominado hoy Punta Colorada, en la costa del partido de Quilmes, desembocadura del arroyo Conchitas. 
En planos antiguos, existentes en el Archivo de la Dirección de Geo­desia de la Provincia de Buenos Aires, el citado límite Norte de la merced hecha a Benavides, llegaba precisamente hasta, la desembocadu­ra del Conchitas, en el punto denominado Puerto Colares. En la carta náutica publicada por la Dirección Hidrográfica de Madrid en el año 1812, de acuerdo a los trabajos efectuados por el teniente de fragata Oyarvide se consigna también la llamada Punta Colares. De acuerdo a una información del Servicio Hidrográfico del Ministerio de Marina, "la actual Punta Colorada es la que antiguamente se llamaba de Colares, siendo sus coordenadas 34º 45’ 21’’; 58º 14’ 0’’.” 
PUERTO DE DON GASPAR 
Llama la atención la profundidad de las aguas en este punto; tanto en la carta de Oyarvide como en las actuales, se anotan profundidades mayores a corta distancia de la costa, que en otros
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puntos de la misma. En la “Carta del Río de la Plata, de Buenos Aires a Montevideo”, publicada por el Servicio Hidrográfico, 9ª edición de 1933, se anotan sondas de 17 y 20 pies, y la salida al fondo de 22 pies se hace sobre una mínima de 16 pies, rumbo NE partiendo de la citada Punta Colorada. Iguales datos se consignan en las planchetas 3928 a y 3928 b, edi­tadas por el Instituto Geográfico Militar. 
Vale decir que la vigía establecida por Benavides en años anterio­res al 1635 (Céspedes había comenzado su gobierno en 1624), controlaba la costa en un punto deno­minado '“puerto de don Gaspar”; que dicho "puerto” tenía aguas más profundas que todos los demás puntos de la costa conocidos en aquellos años, y que desde dicho “puerto” hasta el canal por el cual había navegado el “Silveren Werelt”, 36 años atrás, mediaba un corto trecho de aguas también profundas fácilmente navegables por los buques de porte mayor de aquellas época. 
LA ESCASEZ Y LAS VAQUERÍAS 
Los primeros años de la ciudad de Buenos Aires fueron penosos para sus pobladores, que no encontraban en aquellas fértiles tierras otros productos que los que proveían de una mísera caza y una difícil pesca. Coni, para el año 1585, calculó un rodeo vacuno de
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675 cabeza e indicó que en los años siguientes “son numerosos los docu­mentos que confirman la escasez del ganado vacuno en Buenos Aires, y su lento, aunque progresivo aumento”. 
El autor mencionado se refiere al rodeo de animales mansos. Dice más adelante: “debe tenerse en cuenta que al lado de ese rodeo manso debía existir otro alzado, que fue formándose desde el primer día de la fundación, con la huida constante de animales a la pampa y de cuya existencia sólo se dieron cuenta los pobladores muchos años después. Este rodeo cimarrón, que aumentaba mucho más rápidamente que el realengo,[7] por no sacar provecho de él, fue el que habría de constituir, andando el tiempo, las céle­bres vaquerías del Río de la Plata.” 
Durante dos siglos por lo menos, el rodeo cimarrón debió ser muy superior, en número al manso. 
MELCHOR MACIEL 
En 1608, vale decir, 28 años des­pués de la fundación de la ciudad, se, presentó al cabildo un interesado solicitando licencia para hacer matanza de ganado cimarrón. Era Melchor Maciel, futuro estanciero en la zona, del actual partido de Quilmes, y propietario de embarcaciones que llegaban con mercaderías hasta las costas atlánticas del sur del Brasil; la anotación correspondiente, en actas capitulares, constituye la primera mención que se conoce hoy sobre la existencia del vacuno cimarrón en cantidad apreciable. 
LA VAQUERÍA

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Pocos años después, de 1612 a 1620, el vacuno cimarrón se extiende lentamente por la pampa, estando ya próximo el momento en que aparecerá en cantidad tal que asombrará a los propios pobladores; así lo expresa Coni, quien agrega: "en 1621, el gobernador Diego de Góngora dice: ‘el vacuno (cimarrón) no es en tanta cantidad, aunque la hay para poder sustentarse mayor población que ésta, y sacarse cada año hasta ochenta mil cueros sin que haga falta, este (el ganado) resulta del doméstico que se ha alzado de la estancia poblada y se ha hecho cimarrón’...” Ya en esos años, las salidas a ‘vaquear’ que había iniciado Maciel en 1608, representaban un trabajo de varios días y muchos hombres, hasta avistar la hacienda, llevarla a recostar contra un monte, laguna o riacho, rodearla y trabajar hasta masacrarla, o disponer un arreo a otro destino. Llamose a esta faena establecer “vaquería”, donde se hacían, dice un autor: “las matanzas desordenadas, para la extracción del cuero y carne para las necesidades locales; y algo de cuero y carne que se exportaba a España, o entraba en la vía del contrabando”. Un dato de la situación de las estancias de los años inmediatos al 1635, muestra que muchas de ellas se encontraban en la zona paralela a la costa, desde el actual Quilmes hasta el río Samborombón y tanto más agrupadas - dentro de su corto número - en las tierras cercanas a la Atalaya, Ensenada de Barragán y en parte, Puerto Colares.
Las grandes necesidades de la primitiva Buenos Aires, en las décadas siguientes, el 1580, provocaron iniciativas tendientes, a lograr el tráfico de mercaderías y artículos de importación de imprescindible importancia, en trueque o en pago de los frutos de exportación de la tarea rural. Pero las iniciativas que no faltaron en repetidas oportunidades hallaron las trabas del prohíbicionismo de la época; algunas concesiones especiales y muchas violaciones de las leyes permitieron el desarrollo de un comercio incipiente, en el cual, los cueros desempeñaron un importante papel en la exportación. 
EL CONTRABANDO 
El contrabando nació, pues, como una necesidad destinada a permitir la exportación de frutos codiciados en Europa y la llegada a la Colonia, de artículos de imprescindi­ble necesidad: “los colonos Españoles del litoral atlántico- ha dicho un autor - entraban en tratos con portugueses, holandeses, franceses e ingleses, sin
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importarles que fue­sen piratas o bandidos, buscando siempre obtener mercaderías europeas baratas y dar salida a sus fru­tos”. 
En el contrabando quedaron complicados hasta varios gobernadores de Buenos Aires, pero pese a las leyes y a la vigilancia más o menos tolerante que ejercía, buques extranjeros: “abandonaban pasajeros en las costas, que luego se escondían en las chacras o en las mismas casas del poblado donde les proporcionaba caballos, alimen­tos, etc. El contrabando rompía todas las barreras. La vida misma lo imponía. Era una fuerza progresista en la estrechez y miseria del Buenos Aires colonial”.[8] 
Antes del descubrimiento de la Ensenada de Barragán como puerto de ultramar, en 1727, el único punto de la costa del Río de la Plata cu­ya profundidad - como hemos di­cho - permitía a los buques
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acercarse a ella a cortas distancias, era la zona que hemos indicado como de pasajeros en las costas que luego se llamó puerto Colares y, primitivamente, en 1635, puerto de Don Gaspar. Un singular antecedente que estimamos muy poco conocido, nos hace creer que el puerto Don Gaspar recibió su nombre del propietario de las tierras altas sobre la barranca casi frente al mismo punto, general Gaspar de Gaete. 
LOS IZARRA-GAETE 
Las tierras repartidas por Garay en 1580, al Sudeste del Riachuelo sobre la barranca, en la parte más próxima al antiguo Puerto Colares pertenecían a sus propietarios Pedro de Izarra, Antón Roverto y Alonso Gómez. Consta documentalmente que Izarra el 22 de julio de 1602, compró a su lindero Antón Roverto la estancia “que llaman del Corbatón” - agregamos que cada una de las
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propiedades entregadas por Garay para estancias, medían media legua de frente por la barranca, por legua y media de fondo hacia el SO rumbo verdadero, aunque en la práctica, no se conservaron los rumbos ni las medidas. 
Muerto Izarra en 1622, sus bienes, entre otros la estancia del Corbatón, [9]pasaron a ser propiedad de su hija Polonia, casada con el Ge­neral Gaspar de Gaete. [10]Cabría aquí suponer que el cita­do "puerto de don Gaspar” conocido como tal en los años en los cuales el contrabando hizo necesaria una vigilancia adecuada, servía de punto de embarque cómodo para los curso obtenidos en las vaquerías iniciadas pocos años antes y quizás, a los que provenían de la estancia del Corbatón, situada en sus inmediaciones. El puerto de don Gaspar, situado en un punto de fácil acceso, requirió en años anteriores al 1635, una guardia destinada a vigilar el paso de buques. Años después, la guardia continuaba y, por muchos años, fue un punto en donde la actividad ilícita del contrabando se ejerció con relativa frecuencia. 
CONCLUSIÓN 
Los hombres de la conquista y la colonización deben ser juzgados
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de acuerdo a la época en que vivie­ron, en lo que pensaban, sentían y obraban de acuerdo a las necesida­des de entonces y no a las de hoy. El contrabando de aquellos años de prohibiciones comerciales, estaba prohibido por las leyes, pero era tolerado por los gobernadores, admitido por los cabildos y favorecido por la población al advertir sus proficuos resultados. “Era un contrabando nacional que se llevaba a cabo a puerto abierto y velas desplegadas… y gracias al cual una sociedad incipiente vivía, trabajaba y progresaba.”

Dr. José Alcides Craviotto, de la Junta de Estudios Históricos de Quilmes
“El Sol”, sábado 13 de mayo de 1944
Compilación, transcripción, argumentación y compaginación Chalo Agnelli
Quilmes, 2014
BIBLIOGRAFÍA 
Artesano E. “Contenido social de la Revolución de Mayo”. Buenos Aires 1941, tomo 1.
Azarola Gil L. H. “Los Maciel en la historia del Plata”. Buenos Aires, 1940.

Coni E. A. “Agricultura, comercio e industrias coloniales”. Buenos Aires 1941. “Historia de las vaquerías de Río de la Plata”. Madrid. 1930.
Puiggros R. “De la Colonia a la Re­volución”. B. Aires, 1940
Savon M. (Tte. de navío) “Descu­brimientos y exploraciones en la costa sur, durante el siglo XVI”, tomo VIII de la Biblioteca del Ofi­cial de Marina, B. Aires, 1929.
Sors de Tricerri G. "El puerto de la Ensenada de Barragán”, La Pla­ta, 1933.
Trelles M. R. “Registro Estadís­tico de Buenos Aires, 1860”. Tomo I, B. Aires, 1861.
Craviotto J. A. y Barrera Nicholson O. “Algunos aspectos de la vida rural en el antiguo pago de la Magdalena”. “La Verdad”, Quilmes, julio 9/1943.
Archivo de la Dirección de Geo­desia de la Provincia de Buenos Aires
Biblioteca Oficial de Marina
Biblioteca Popula Pedro Goyena
Biblioteca Pública Municipal Domingo Faustino Sarmiento
Instituto Geográfico Militar 
FOTOS 
1.- Plano del puerto de la ensenada de Barragán, realizado a pedido del consulado de Buenos Aires por Pedro Cerviño y Juan de Indarte. 1789.
2.- Estuario del Río de La Plata con ambas costas, ya figura Quilmes. 1780
3.-Copia del Viaje alrededor del Mundo de Bougainville en el Museo Malvinas e Islas del Atlático Sur de Buenos Aires 
4.- Río de La Plata, Kitchin 1772. Están marcados los bancos de arena.
5.- Mapa de la Rivera del Plata en la América Meridional 1776. Publicado por pirmera vez en el diario El Sol, en noviembre de 1945, por Juan Carlos Buceta Basigalup; publicado por el sacerdote jesuita Chalevoix. Lleva la leyenda en francés: “Carte de la Riviere de la Plata dans l’ Amerique meridionale par Mr. Bellin Ingr. De la marine 1756” Ver en EL QUILMERO del jueves, 28 de enero de 2010, QUILMES EN UN MAPA DEL AÑO 1756 - JUAN CARLOS BUCETA BASIGALUPhttp://elquilmero.blogspot.com.ar/2010/01/quilmes-en-un-mapa-del-ano-1756-buceta.html/
6.- Plano copiado por el Dr. Craviotto en el Archivo de la Dirección de Geo­desia de la Provincia de Buenos Aires, donde figura la Cañada de Gaete.
7.- El Partido de Magdalena separado del resto del Pago de la Magdalena, Partido de Quilmes.
8.- "Arreando ganado"Óleo de Jorge Pizzanelli.
9.- Arroyo del Náutico.
10.- La Ribera, foto de Silvia Marmori de su libro "Fotos de la Ribera"
11.-  Idem ant.
12.- El Río de La Plata según el viaje de la 'Silveren Werelt'. En la publicación Craviotto coloca la imagen invertida a propósito.  
NOTAS

[1]Ver en EL QUILMERO del domingo, 24 de noviembre de 2013, DR. JOSE ALCIDES CRAVIOTTO - LAS PUERTAS DE NUESTRA HISTORIA http://elquilmero.blogspot.com.ar/2013/11/dr-jose-alcides-craviotto-las-puertas.html/ 

[2] Craviotto, María Cesira – Maier, Carlos Guillermo. “Dr. José A. Craviotto el historiador de Quilmes”. Bibl. Pública Municipal Domingo F. Sarmiento. Serie Bio-bibliográfica. Nº 1. Quilmes, 1966.

Ver en EL QUILMERO del miércoles, 15 de junio de 2011. “DOCUMENTOS HISTÓRICOS DEL DR. JOSÉ ALCIDES CRAVIOTTO” http://elquilmero.blogspot.com.ar/2011/06/documentos-de-investigacion-historica.html/ 

[3] Agregamos nosotros que en la “Delineación de la boca del Río de la Plata” por el capellán Juan Ramón, mapa publicado en el año 1863 ya se indican claramente dos rutas una que parte de Montevideo y corre paralela a la costa oriental hasta la Colonia actual y otra que cruza el río desde Montevideo hasta la costa argentina con rumbo aproximad S.SO y desde allí paralelamente a la costa, sigue el rumbo del “Silveren Werelt”. 

[4] Proveer de dote para casarlas convenientemente.


[5] Río de La Plata 
[6] Vacantes, sin propietario. 
[7] Esta palabra hace referencia a las tierras de propiedad del rey y por extensión se adjudica al ganado existente en esas tierras. 
[8] De esta manera también hacía entrar a los esclavos. 
[9] Ver en EL QUILMERO del sábado, 1 de noviembre de 2014, LOS GAETE Y LOS IZARRA - A LO LARGO Y MÁS ALLÁ DE LA HISTORIA QUILMEÑA http://elquilmero.blogspot.com.ar/2014/11/los-gaete-y-los-izarra-lo-largo-y-mas.html/ 
[10]Ver en EL QUILMERO del viernes, 3 de febrero de 2012, POLONIA IZARRA http://elquilmero.blogspot.com.ar/2012/02/polonia-izarra.html/

 


PRIMER LIBRO DE ACTAS DEL DEPARTAMENTO DE APLICACIÓN DE LA ESCUELA NORMAL DE QUILMES (COLABORACIÓN)

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SOBRE EL FIN DEL CICLO LECTIVO
Publicado por Raquel Gail
Nuestro archivo dispone, afortunadamente, del Primer Libro de Actas del Departamento de Aplicación de la Escuela Normal de Quilmes en excelente estado de conservación. Este documento nos informa sobre el marco pedagógico y normativo del funcionamiento de la institución.
Hemos revisado las últimas actas de cada año (1912-1920) en busca de directivas bajo las cuales se daba por concluido el ciclo lectivo. Sin embargo casi no hay indicaciones al respecto. Por lo regular, las clases terminaban el 30 de noviembre, pero en varios años la última acta está fechada en octubre.
En 1912 la escuela comenzó a funcionar el 23 de octubre, por lo tanto las primeras reuniones sólo contienen instrucciones de carácter general relativas a la organización de las clases y deberes de los maestros.
En 1913 ya vemos una breve referencia en el Acta Nº 16, del 11 de noviembre (Folio 48), donde se lee:"Reunidos nuevamente el día 12 la señora Regente hizo las indicaciones necesarias para el informe final que debe presentar cada profesor de su grado respectivo."
Seguidamente, las Actas de 1914 terminan en agosto y luego hay un salto abrupto a febrero de 1915.  Las últimas dos reuniones de noviembre de 1915 están dedicadas al análisis de los programas confeccionados por la profesora de 4º grado, Srta. Gorleri. Pero en la anterior, fechada el  día 6 (Folio 141) se dan instrucciones destinadas al cierre del curso escolar; así también, se establecen normas para la consideración del desempeño de las alumnas practicantes:"El informe de los alumnos practicantes se harán [sic] considerando a la alumna practicante como factor moral y disciplinario y sólo se hará de aquellas niñas muy buenas y de las malas que por su mala preparación científica y por sus condiciones morales lo requieran. 
La Señora Regente entregó a los señores Profesores la copia de los cuadros estadísticos y son los que indico a continuación haciendo la siguiente indicación que en el cuatro [sic] estadístico pertinente al Aprovechamiento de la enseñanza debían indicarse el promedio de las clasificaciones de cada alumno en cada uno de los meses de modo de poderse dar cuenta del adelanto o atraso que ha sufrido el alumno en el ciclo escolar, que las clases públicas [*] tendrán lugar el día sábado 13 y lunes quince del mes. Se dictarán las clases en dichos días según el horario. Los cuadros estadísticos deberán estar en la Regencia lo mismo que los boletines el día sábado veinte para ser entregados á [sic] los alumnos el lunes 22 á [sic] la una de la tarde. Los registros se harán el mismo día 15 y los informes se presentarán el 30 de Noviembre."
El siguiente extracto corresponde al Acta Nº 19 y última del año 1916, de la reunión celebrada el 11 de octubre (Folios 189 y 190). Dice así:"El día 30 de noviembre, presentarán las profesoras a la Sra. Regente, un informe general del grado, indicando su estado en las distintas materias y condiciones en que van en cada una de las asigntauras, especialización de algún alumno en una de ellas y al pié [sic] del informe, la característica que pueda presentar algún niño estudiado intelectual (moral) y psicológicamente.
A la Sta. [sic] Subregente para la misma fecha, débensele entregar las planillas y resúmenes de deberes."

El Acta del 17 de octubre de 1918 (Folios 281 y 282) alude a la crítica de las Prácticas de 3er. y 4º años, comenta las colecciones de deberes e instruye sobre el orden de formación y recreos de los alumnos. Aquí es interesante tomar en cuenta que habla  de "planta alta y planta baja", lo cual nos da a entender que los cursos del Departamento de Aplicación funcionaban aún en la sede de la Escuela Nº 1, en la calle Rivadavia (dado que el edificio de Mitre es de una sola planta)
Las últimas actas del año 1919 no contienen ninguna alusión al fin de curso escolar.
[*] Sobre las clases públicas:
"Invitación general a los padres para presenciar las clases públicas de fin de curso. Es conveniente hacer programa de la fiesta y repartirlo entre los padres junto con la invitación de presenciarla siquiera parcialmente. El conocido objeto de esta fiesta reglamentaria es despertar y mantener vivo el interés del vecindario por la educación. Reuniones privadas con los padres de familia cada fin de mes, en las que se les da a conocer las conducta y aplicación de sus hijos". (Escuela de Niñas, Cerro Corá, 1908).
Fuentes
 Libro de Actas del Departamento de Aplicación, Archivo Histórico "Silvia Manuela Gorleri"
Jáuregui, Juan F. Pelusita. Libro de Lectura para Segundo Grado. Buenos Aires, Kapelusz, 1932. Cuarta Edición.
http://www.bnm.me.gov.ar/e-recursos/medar/historia_investigacion/archivos/doc_1/img/documento.pdf
 Publicado por Raquel Gail para Archivo Histórico de la Escuela Normal de Quilmes "Silvia Manuela Gorleri" el 12/24/2015 01:28:00 a. m.

EL ANCLA DE LA RIBERA – UN MISTERIO PARA RESOLVER

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Por Chalo Agnelli 
“Un cronista debe disociar lo contingente de lo esencial  
antes de asentar una nota.”
En 1978 - entre grupos de tareas y mundial de fútbol - se realizó en Quilmes el Congreso Nacional de Historia Sanmartiniano – Moreniano. Fue entre el 24 y el 31 de julio. Un acontecimiento que tuvo tal trascendencia y ribetes de extraordinaria repercusión en la vida cultural de la Región. Se conmemoraba el Bicentenario del nacimiento de dos Próceres, el Gral. José F. de San Martín y el Dr.
Mariano Moreno.El Libertador que había afirmado: “La patria no hace al soldado para que la deshonre con sus crímenes, ni le da armas para que cometa la bajeza de abusar de estas ventajas ofendiendo a los ciudadanos con cutos sacrificios se sostiene”. [1]
Y el revolucionario pensamiento moreniano que sostenía en sus máximas: “El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus representantes y el honor de estos se interesa en que todos conozcan la execración con que miran aquellas reservas y misterios inventados por el poder para cubrir sus delitos. El pueblo no debe contentarse con que sus jefes obren bien, debe aspirara a que nunca puedan obrar mal.” 
Era intendente - comisionado el comodoro (R.) Osvaldo Gally,
secretario de gobierno y cultura el Prof. Agustín L. J. Bottaro y director de cultura el Prof. Armando B. González. Hubo una comisión ejecutiva, una mesa directiva del congreso, comisión de publicación y dos comisiones del congreso; con un reglamento, objetivos y un abundante programa de actos que comenzaron el lunes 24 a las 18 con la recepción de congresistas y concluyeron el lunes 31 de julio a las 21 con una cena en la Cámara de Comercio Zona Sur. 
Todo figura en un completísimo libro de 495 hojas editado tras la ocasión por la Municipalidad de Quilmes con una tirada de 1000 ejemplares, en octubre de 1980, [2] siendo intendente comisionado el Dr. Julio E. Cassanello y secretario de gobierno y cultura el Dr. Eduardo E. Malvar. El comodoro Gally, ya había fallecido. 
CONTEXTUALIZANDO 
Era un año triunfante para la dictadura, pues en 1978, el plafón de Videla había ascendido dentro de las FFAA que detentaban ilegalmente el poder. El mundial de fútbol con la gran propaganda mediática - sobre todo Clarín y La Prensa - a nivel internacional que acompañaron la dictadura y convenientemente taparon las fallas a nivel económico social y la violación a los Derechos Humanos que ya había advertido la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (que llegará a la Argentina el año siguiente)
Emilio Eduardo Massera, ambicionando la presidencia, había empezado a competir con él y estaba por dejar su cargo por el contralmirante Armando Lambruschini. Luego de tres años en el poder de facto el dictador Videla será reemplazado por el general Viola el 29 de marzo de 1981, a causa de las tensiones en el seno de la cúpula militar, insatisfecha con la incapacidad de Videla para estabilizar la situación económica y la intranquilidad civil.
HOMENAJE
El sábado 29 de julio de 1978, se inauguró en la Ribera el paseo ribereño que se bautizó “Combate Naval de Quilmes”en conmemoración del enfrentamiento naval más sangriento de la historia argentina, librado contra fuerzas imperiales del Brasil que tuvo lugar frente a las costas de Quilmes, entre el 29 y el 30 de julio de 1826, combate que tuvo al mando al Almirante Guillermo Brown con su nave capitana, la fragata "Veinticinco de Mayo"; como parte del homenaje, además, se descubrió un monumento donado por la Armada Nacional que constaba de un ancla, ubicada aproximadamente en el punto en el que, siguiendo en línea recta aguas adentro una distancia de 400 metros, se desarrolló el combate. [3]
La inauguración de la alegoría tuvo como protagonistas al mismo Intendente, quien abrió el acto en presencia del comandante en jefe
de la Armada, el infame almirante Emilio E. Massera, que llegó a las 10:30 en helicóptero, del gobernador de la Provincia general Manuel Ibérico Saint Jean - de triste memoria -, del jefe del departamento Histórico Naval contralmirante Laurio Destefani y otras autoridades que protagonizaban la dictadura cívico-militar que había usurpado la República en 1976. Armando Lambruschini quien a pesar que estaba anunciado no asistió al acto. También estaba invitado el ex vicepresidente de facto Isaac Rojas quien tampoco asistió. [4]
EL ANCLA
El ancla traída de la ESMA y colocada allí por el carpintero naval don Tomás Diana a cargo del área de Obras Públicas de la Municipalidad, es del tipo Danforth, especial para fondos de arena,
lodo o fango. En la vara tiene las iniciales A.R.A. (Armada República Argentina) y en las “uñas”, el extremo de esos brazos que en términos náuticos llaman “mapa”, tienen dos curiosidades; en uno en el centro en sobre relieve una cruz svástica entre las palabras “RELIANCE”, dependencia de, en un extremo y en el otro una palabra de la que solo se distinguen las letras “… BCHOR…” y la otra uña la svástica en el centro, una palabra ininteligible en un extremo y en el otro extremo, “SUNDERLAND”. 
El Sunderland fue un barco pirata inglés de 1885, de casi 40 metros
de largo construido enteramente de madera, que hasta agosto del 2013, en que se hundió, se hallaba como nave de turismo en Cabo San Lucas, México. Pero este tipo de ancla, suponemos, no pudo por sus dimensiones pertenecer a esa nave. 
Sunderland es una ciudad en Tyne y Wear al noreste de Inglaterra, que incluso tiene un famoso equipo de fútbol con ese nombre fundado en 1879. 
También hay unos astilleros que llevan ese nombre Sunderland en South Dock, el mayor puerto de deportes náuticos de Londres.
La cruz svástica con el nombre inglés no tienen clara conexión, pero todo es posible. Dice en su página web la periodista Andrea Frade: [5]Contrasentido que sin embargo, podría halla explicaciones históricas precisas. En plena segunda guerra mundial, el régimen nazi lanzaba a las aguas del combate, embarcaciones camufladas, cuya misión, según indican algunos estudiosos consultados por este medio, era cañonear barcos de combate aliado, de los que solían llevarse elementos a los que grababan su insignia.  Sin poder asegurar que tal vez este sea el origen del ancla emplazada en la ribera local, podría ser esta la explicación a la convivencia de la simbología nazi con las palabras que luce grabadas en ingles…” 
De lo que no hay duda es que la svástica está relacionada con el nazismo, dado que por la forma no puede ser un ancla antigua, que permita suponer que tiene otro significado. 
CONEXIONES 
Para dilucidar el origen del ancla recurrimos a varias fuentes, finalmente nos recomendaron dirigirnos al Museo Naval de La Nación de la localidad de Tigre pues allí está toda la documentación
de la Armada Nacional.El museólogo Lic. Pablo Pereyra nos respondió que Indudablemente es un ancla de un buque de la armada activo entre fines desiglo XIX y siglo XX.” No puede “determinar a qué buque perteneció ni si existe documentación puntual de la donación efectuada. Por reglamento institucional de la Armada, el Museo Naval de Nación no tiene potestad para realizar donaciones.” Pero podemos suponer que si bien el Museo no puede hacer donaciones, el ancla puede haber llegado directamente de la ESMA o de otra dependencia de la Armada que en esos años pasaba por un período irregular en manos de Massera y sus esbirros. 
REFLEXIÓN FINAL 
¡Qué ironía que ese gigantesco hecho histórico argentino que
enaltece la figura del Almirante Guillermo Brown y de varios hombres que dejaron en las aguas del Plata sus vidas luchando por la dignidad nacional, tenga entre sus símbolos la cruz nazi; símbolo de la más cruenta opresión. Quizá porque, como la historia lo ha demostrado con creces, siempre hubo un sector de argentinos inclinados al pensamiento que subyace detrás de la svástica.
¿Cómo llegó esa ancla a Argentina? ¿Cómo llegó a adquirirla la Armada Nacional y traerla a Quilmes? son datos que continuaremos dilucidando.
Investigación y fotos: Chalo Agnelli 
Colaboración: Ana Aispurú y Néstor Monea 
Museo Naval de La Nación
NOTAS Y FUENTE

[1]Capdevila, Arturo. “El pensamiento vivo de San Martín” Pág. 47. Ed. Losada 3ª edición, Buenos Aires 1982.
[2] https://books.google.com.ar/
[3]El Ancla http://www.eldiariodequilmes.com.arDirección periodística: Andrea Frade 
[4]Diario “El Sol” de Quilmes: 28; 19; 30 y 31 de julio de 1978.
[5]Ibídem ant.

“RESEÑA HISTÓRICA DE LA PARROQUIA DE QUILMES” POR EL DR. CRAVIOTTO

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Publicó EL QUILMERO el miércoles 30 de diciembre de 2015, “El Contrabando en las Costas de Quilmes a Comienzos del Siglo XVII”, investigación del Dr. José A. Craviotto publicada en 1944, a continuación recuperamos del número aniversario del cincuentenario del periódico “La Lectura” de octubre de 1945, el siguiente trabajo. Una investigación notable del Dr. Craviotto que debe haberle llevado algunos años por la multiplicidad de información que ofrece.

Facsímil del número uno del periódico católico La Lectura, 10 de octubre de 1895. La investigación del Dr. Craviotto se publicó el el número aniversario del Cincuentenario, octubre de 1945.

Este vasto trabajo junto con los dos realizados por don Luis Otamendi “Origen de Quilmes” e “Historia de la Reducción”, dan un testimonio preciso de la situación no sólo religiosa, sino también se presenta lo social y geografía política durante los siglos del Pago de la Magdalena y la Reducción y el Partido de los Quilmes.

Agrego como notas al pie sitios o fuentes donde se puede obtener más información sobre algunos puntos o quizá de alguna manera actualizada por nuevos investigadores.
Si bien algunas transcripciones son textuales y se dificulta la comprensión creemos que presentarlas de tal manera es más fiel a la veracidad de la investigación. (Chalo Agnelli)
EXTENSIÓN DE LA PARROQUIA ENTRE LOS SIGLOS XVII Y XVIII
Por Dr. José Alcides Craviotto
Quilmes tiene su origen en la “Reducción de la Santa Cruz”, fundada en el año 1666, en esta par­te del “pago de la Magdalena”, con indios traídos desde el lejano Tucumán.
La atención religiosa de los pobladores de la campaña de Buenos Aires - nos referimos a la que se encuentra al sur del Riachuelo - no comenzó con la lle­gada de los indios mencionados, traídos hasta aquí para asegurar en ellos “una paz permanente y todo el fundamento de su enseñanza cristiana”; desde años anteriores, el obispado de Buenos Aires había contem­plado e intentado resolver el problema de la atención espiritual de los escasos pobladores del campo con los, para entonces, cortos medios disponibles. Es por tal motivo que al resumir la historia de la Iglesia en Quilmes, no sólo debe tenerse en cuenta a la que fue en sus orígenes la Reducción, sino al territorio de la campaña al sur del Riachuelo, es decir, al pago de la Magdalena.
 Extensión del Pago de la Magdalnea y Parroquia de los Quilmes, siglo XVI y XVII
LA CAMPAÑA DE BUENOS AIRES Y EL PAGO DE LA MAGDALENA
Desde la fundación de la ciudad por Garay en 1580, y por muchos años después, “el campo” estaba limita­do a una estrecha faja de tierras comprendidas entre él río Paraná y el de la Plata por una parte, y los domi­nios del indio por la otra; por el norte, el arroyo del Medio señalaba en cierto modo el deslinde con la juris­dicción de Santa Fe; por el sur, el río Samborombón y luego el Salado, determinaban la zona, pasada la cual, la poca seguridad de que se gozaba en las fronteras desaparecía, por el peligro de los indios. Por el oeste, las actuales de Luján, Cañuelas, oeste de San Vicente y la costa del Samborombón marcaban el límite de la ‘civilización’. Los convoyes de carretas que se dirigían el norte, o, como se hizo años después, hacia el sur en procura de sal, lo hacían protegidos por fuerte escolta.
Las tierras comprendi­das dentro de los límites precisos menciona­dos, forma­ban “la campaña”, no di­vidida en ju­risdicciones de ninguna especie, ex­cepto los denominados “pagos” ex­tensiones que recibían un nombre dependiente de accidentes propios del lugar por lo general, o de característi­cas que per­mitían individualizarlo. Tales pagos, considerados como de población rural, se habían originado juntamente con la ocupación de la campaña, al iniciarse las tareas ganaderas. Los más importantes, de la antigua campaña eran los de la Magdalena, de la Matanza, los Arroyos, de los Arrecifes, Areco, Cañada de la Cruz, Luján, las Conchas y Monte Gran­de.
LA MAGDALENA
Uno de ellos, el de la Mag­dalena, que­daba situado al sur del Riachuelo; la primera mención de este pago la hallamos en el Cabildo celebrado el 16 de Mayo de 1611, en el que se lo nombra, a propó­sito del trigo de sus chacras. Contrariamente a lo que se cree, la palabra ‘pago’ no es criolla, sino española y, bien castiza, y quiere decir: “distrito determinado de tierras”.
El pago de la Magdalena, tal vez el más extenso de la campaña, estaba comprendido, como en parte se ha di­cho, entre el Riachuelo y el río Matanza; el río de la Pla­ta; el Samborombón y posteriormente el Salado hasta las proximidades de Monte; desde allí, una línea imagi­naria que llegase hasta Cañuelas, formaba el límite im­preciso en aquella parte. Su extensión era enorme, y dentro de ellas se encuentran hoy los partidos de Ave­llaneda, 4 de Junio, Lomas de Zamora, Alte. Brown, Quilmes, La Plata, Flo­rencio Varela, Coronel Brandzen, Es­teban Echeverría, San Vi­cente, Mag­dalena, así como parte de Cañuelas, General Paz (Ranchos), Monte y Chascomús. Al crearse los partidos, en 1784, sobre la base de las parroquias establecidas en 1780, uno de ellos, correspondiente a la parroquia de Santa María Magdalena tomó el nombre del antiguo pago, y lo con­serva en la actualidad. (1945)
LA REDUCCIÓN
Dentro de la vasta extensión señalada, se fundó como hemos dicho en 1666, la Reducción de la Santa Cruz; su territorio estaba comprendido entre los siguientes límites actuales: calles Zapiola y Guido y sus prolongaciones hacia el oeste; la barranca sobre el bañado y el deslinde entre los partidos de Quil­mes-Almirante Brown y Lomas de Zamora.
Quilmes es, de todos los pueblos de la provincia situados al sur del Riachuelo, el más antiguo; desde 1666 existe como centro de población, y desde esa misma fecha asu­mió la categoría de curato, que re­clama también el honor de ser el más antiguo de esta banda del Ria­chuelo; es decir, del sureste del Ria­chuelo y por lo tanto de toda la cam­paña del sur de la ciudad de Buenos Aires.
LA JURISDICCIÓN ECLE­SIÁSTICA
ANTECEDENTES
El 22 de octubre de 1631, el go­bernador Céspedes dio cuenta al Ca­bildo de una entrevista que había tenido con el obispo de Buenos Aires monseñor fray Pedro de Carranza acerca de la necesidad de instalar doctrinas “en los pagos de las cháca­ras”, vale decir, en las afueras de la ciudad. El Cabildo deliberó sobre el asunto “por parecerle cosa necesa­ria para indios y españoles así por la necesidad que tienen algunos siéndoles forzoso asistir en sus chacaras en acudir a la ciudad sino de año en año en días señalados de fies­tas muy solemnes quedándose los demás sin misa”. Se convino en tra­tar nuevamente el tema en una pró­xima reunión, de la cual, así como del resultado de la deliberación, ca­recemos hoy de antecedentes docu­mentales.
Pocos años después, el 25 de marzo de 1637, el obispo de Buenos Aires, fray Cristóbal de Aresti, llamó a con­curso a los clérigos para designar aquellos que debían ocupar las doc­trinas y curatos que había resuelto crear en la campaña de Buenos Ai­res; estos eran los siguientes: uno en los pagos de Magdalena y Matanza, con una iglesia en cada uno de di­chos pagos; otro en el Monde Gran­de y parte de las Conchas, con otras dos iglesias y el último en la banda norte del río de las Conchas y en los alrededores del río Luján. El 13 de diciembre del mismo, año, el obispo expidió un auto erigiendo los cura­tos antes mencionados. Para el que fue creado en el pago de la Magda­lena, no se conoce hoy el funciona­miento ni el lugar en que pudo es­tar instalado, sólo puede asegurarse que de haber existido no funcionaba a comienzos del siglo siguiente.
LA REDUCCIÓN DE LA SANTA CRUZ
La existencia de una iglesia, en el pago de la Magdalena, que puede probarse en forma concreta, es la que se construyó en la Reducción, al instalarse en 1666; a comienzos del año siguiente, 1667, fue designado Cura de la misma el licenciado Bartolomé de Pintos. Este religioso tenía como misión la asistencia espiritual de los indígenas del poblado, por la naturaleza del cargo que ocupaba; suponemos que a ella se agregaba la de los españoles del pago, carentes de toda otra asistencia religiosa en el campo, excepto la de los misioneros que periódicamente recorrían la cam­paña.
CRECIMIENTO DEMOGRÁFICO
Con el correr de los años, aumentó la población española del campo, que se alejó cada vez más hacia el inte­rior en procura de la hacienda que proporcionaba sebo, cueros y otras especies comerciales. La penetración interior se hizo hasta tierras de indios; por su parte éstos atraídos por la gran cantidad de ha­cienda, parte criada en estancias, parte muy grande en estado “cima­rrón”, en aquellos campos abiertos, iniciaron sus ataques cada vez más audaces, llegando, en el año 1740, hasta las inmediaciones de la Reducción, en tierras actuales de Conchitas; de ello dan cuenta numero­sas partidas de defunción de aque­llos años.
Hay una estrecha relación entre el aumento de la población española de la campaña, ocupada en tareas rurales; su alejamiento paulatino de Buenos Aires; la necesidad de asegu­rarles una asistencia religiosa en for­ma permanente por una parte, y la creación de las parroquias rurales por la otra. Tales parroquias, con autoridades religiosas, en muchos ca­sos se anticiparon en años a la ins­talación, en los mismos lugares, de las autoridades civiles; muchos de los partidos, considerados como una extensión determinada de tierras a cargo de una autoridad civil, fueron antes parroquias, a cargo de un cura vicario, con autoridad religiosa.
La autoridad civil de la campaña, para años anteriores al 1766, dependía de dos Alcaldes de Hermandad, ­que cumplían su cargo en toda la extensión que hemos mencionado antes, al norte y al sur de Buenos Aires; la autoridad religiosa en la campaña, hasta 1730, de los dos Curas Rectores de la Catedral de Buenos Aires, que ejercían su ministerio en períodos semanales alternados. En 1766, se aumentó el número de Alcaldes de Hermandad para la campaña, designándose uno con funciones específicas en el pago de la Magdalena. En 1730 se designó un cura vicario para el mismo pago, recayendo el nombramiento en el sacerdote que a la vez ejercía el curato de la Reducción de la Santa Cruz.
LA PARROQUIA DEL PAGO DE LA MAGDALENA
Llegamos al 1717, desde años ante­riores, se mencionan como existentes en la campaña de Buenos Aires sola­mente a dos iglesias, las de los cu­ratos de las Reducciones de Santa Cruz de los Quilmes y de Santiago del Baradero; en toda la campaña de Buenos Aires existen únicamente dos iglesias, las mencionadas, al norte y al sur de la ciudad; pero ya en esa época, la campaña había comenzado ¡ a poblarse, en grandes estancias, con personal que si bien no era muy numeroso, preocupaba a las autoridades eclesiásticas, en cuanto a su atención permanente.
El obispo fray Pedro de Fajardo, poco después de hacerse cargo de la diócesis de Buenos Aires en 1717, “procuró celoso poner remedio en las campañas a los repetidos clamores la feligresía de toda esta jurisdicción”, se expresa en actas del Cabildo Eclesiástico. No nos consta la fe­cha exacta, pero en una, anterior al 1729 - tal vez en 11 de febrero de 1727, como podría hacerlo creer “el parezerdel Sr. Arzediano (sic)” que se menciona en una de las actas cita­das - el obispo Fajardo agregó al curato de Santiago del Baradero la jurisdicción del pago de los Arrecifes y parte del de Areco, y al curato de indios de Santa Cruz de los Quilmes la vecindad del pago de la Magdalena.
Por la resolución transcripta del obispo, la iglesia de Quilmes pasó a ser, por lo tanto, parroquia del pago de la Magdalena, con jurisdicción eclesiástica sobre la población del pago Esta población dejó de depender los curas rectores que habíamos mencionado antes.
El gobernador Bruno Mauricio de Zabala, en fecha posterior a la de la resolución de Fajardo, aludió a la misma en la forma siguiente, ante el Cabildo Eclesiástico: “Las continuas insinuaciones de los R. P. Misioneros y demás Religiosos que asisten por caridad en la jurisdicción de ciudad al alivio espiritual de vecinos  y los repetidos clamores de éstos, que viven a la remota distancia (por) querer lograr este bien, en cumplimiento de mi obligación, me estimularon a representar al Ilmo. Sr. Dn. Pedro Fajardo la suma necesaria en que se hallan todos de este consuelo, y del pronto re­medio que pedía tan urgente necesidad” (textual). Como se ha indicado, el obispo proveyó en consecuencia, disponien­do que la población española de los pagos de Magdalena, Arrecifes y par­te de Areco pasase a depender, por de pronto de las iglesias que tenían más cerca. Poco tiempo después, según veremos, se reorganizó esta distribu­ción de curatos de campaña, al crear­se las nuevas parroquias en 1730.
LA PARROQUIA INTERINA DEL PAGO DE LA MAGDALENA
El 17 de abril de 1730, por falle­cimiento del obispo Fajardo, se reu­nió el Venerable Dean y Cabildo Eclesiástico Sede Vacante, para es­tudiar una representación hecha por el gobernador Zabala "sobre lo con­veniente que es el que se divida el Curato de Españoles en varios, parti­dos del Campo de la jurisdicción de esta Ciudad... por la gran necesidad que se experimenta en la dilatada ju­risdicción de laCiudad poblada de mucha feligresía”; el problema a resolver, la creación de varios partidos del campo, independientes del Cura­to de Españoles de la Catedral, fue postergado para estudiarlo en la reu­nión del 28 de abril, en la que se re­solvió pedir informes a los curas de varias parroquias, dependientes del obispado de Buenos Aires. Llegados estos informes, a comienzos de octu­bre, excepto el que se había pedido a Corrientes, el Cabildo Eclesiástico, reunido el 6 del mismo mes acordó crear nuevas parroquias, de las que formarían parte las existentes en la campaña, que al efecto se desmembraban de los curatos a que pertene­cían; vale decir que el pago de la Magdalena dejaba de pertenecer al curato de Quilmes así como los pagos de Arrecifes y Areco - parte de este último - se desmembraban del cu­rato de Santiago del Baradero; tales pagos formarían parte de las nuevas parroquias a crearse.
Para determinar la jurisdicción de cada una de ellas, se encomendó la tarea al Arcediano, quien contaba con la colaboración de personas en­tendidas en la jurisdicción del cam­po; debía practicar el deslinde co­rrespondiente teniendo en cuenta las distancias, poblaciones y posibilida­des para el sostenimiento de las pa­rroquias a crearse y los sacerdotes a cargo de ellas.
El Cabildo Eclesiástico se reunió nuevamente el 23 de octubre. En el acta correspondiente se expresa que “por haberse reconocido con el tiem­po infructuosas las desmembracio­nes de partidos del campo que (el obispo Fajardo) hizo con facultad ordinaria, del Curato de esta Santa Iglesia (Catedral) y agregaciones que de dichos partidos hizo a los pueblos de indios de Santiago del Baradero y Santa Cruz de los Quil­mes ... las declaraba y declaró Su Señoría no haber tenido el efecto a que se dirigieron las paternales di­ligencias con que Su SeñoríaIlma., procuró celoso poner remedio en las campañas a los repetidos clamores de la feligresía de toda esta jurisdic­ción.” (textual) Al anular la jurisdicción del curato de Quilmes así como del de Baradero sobre los pagos menciona­dos, el Cabildo Eclesiástico procedió a efectuar una nueva distribución de la campaña, que dividió en varias parroquias, de las cuales solamente hacemos mención de la que se refiere al pago de la Magdalena. Para ello, se “resolvió el método y regulación de los referidos curatos, (Quilmes y Baradero), y erección de nuevas parroquias en el campo de la jurisdicción de esta ciudad y la de Santa Fe, con todos sus vecinos y habitantes, españoles, indios y demás especies de personas(sic), con las demás circunstancias y advertencias concernientes a esta materia en la forma y manera si­guiente: (seguimos el texto en su grafía original). Tocante a la Juris­dicción de esta Ciudad se erige en primer Curato el Pago de la Magda­lena que empieza desde la otra vanda del Riachuelo, todo el territorio que comprehende dicho Pago y los feli­greses q. el referido Pago contiene los nominados en la razón firmada q. han dado Dn. Diego Sáenz y Dn. Luis Giles, vezinos de esta Ciudad, siendo lindero el mismo Ria­chuelo en la manera q. dividió este Pago para la Cobranza de Diezmos del año de setes. y veinticuatro(1724. Y se le asigna a dho. Curato por Parroquia interina la Iglesia de Sta. Cruz de los Quilmes, Pueblo de Indios q. tam­bién se agrega a dho. Curato, hasta en tanto q la hazen aparte los vezinos y.avitadores de dho. Pago”. (textual)
De los términos del auto corren hoy versiones tan deformadas como caprichosas; en realidad, la parte transcripta expresa:
a) se erige el Curato del Pago de la Magdalena;
b) este pago empieza desde la otra banda del Riachuelo, vale decir desde su margen derecha, omitiéndose su des­linde hacia el sur por no existir otro en ese extremo, que pudiese causar dudas respecto a la jurisdicción;
c) serán feligreses de la parroquia todos aquellos contenidos en la razón firmada por Sáenz y Giles; que hoy desconocemos;
d) el Riachuelo será e1 límite norte, pero en la manera que se dividió al pago de la Magdalena en el año 1724, con motivo de la co­branza de diezmos; ignoramos como le efectuó dicha cobranza, y como quedó dividido el pago en ese año, pero, circunstancias de años poste­riores, nos hacen creer que la zona este del Riachuelo, vale decir el Ma­tanza, debió pertenecer, en las tierras de ambas márgenes, al pago de la Matanza, de ello existen constancias documentales que lo probarían en forma indirecta;
e) El Curato de la Magdalena tiene por parroquia inte­rina a la iglesia de la Reducción de
la Santa Cruz;
f) el pueblo de la Re­ducción pasa a depender de la parro­quia del pago;
g) la Iglesia de los Quilmes será parroquia interina has­ta tanto los vecinos y habitantes del pago “la hazen aparte”, sin indicar un lugar determinado para ella.
LA IGLESIA DE LA REDUCCIÓN
Por lo tanto, la iglesia de la Re­ducción, antepasada remota de nues­tra Iglesia Parroquial, hasta el año 1730 había tenido las siguientes ju­risdicciones en cuanto a la autoridad de su párroco se refiere: desde 1666 de su creación, hasta una fecha no conocida exactamente, comprendida entre 1717 y 1729, parroquia de la Reducción exclusivamente. Desde el 23 de octubre de 1730, parroquia de la Reducción, y desde la última de las fechas indicadas, en adelante, parroquia de la Reducción; “agregada” a la parroquia del pago de la Magdalena, parroquia que, por carecer de templo funcionaba en la ya existente de la Redición.
EL PARTIDO
Antes de pasar adelante, es nece­sario recordar que para esa época no existía ninguna división administra­tiva en el territorio de la campaña, como ya se ha explicado en líneas anteriores, y que con la creación de parroquias en 1730, los antiguos territorios denominados "pagos” pasaron a ser, en su mayor-parte, asien­tos de un curato o parroquia, en lugares que no tenían aún autoridadcivil; esta con la forma de los Alcaldes de Hermandad, se hacía por entonces y hasta años después, por dos de dichos Alcaldes designados para toda la campaña. Sin embargo, y con un concepto diferente del actual se empleaba por entonces la pa­labra “partido”, para designar al que también - y mas generalmente - se denominaba pago.
LOS SIETE PARTIDOS
Es recién en 1775 cuando una Junta de Hacendados propuso dividir la campaña en siete partidos; uno de ellos, el de la Mag­dalena, correspondía al pago del mismo nombre y a las tierras que lo for­maban. En general, se acepta como iniciación de un partido, en lo que antes había sido “pago” o curato, a la fecha en que para él mismo se de­signa su primer alcalde de herman­dad.
Por lo tanto, en 1730, no existía ningún partido, considerado como agrupación de personas, en determi­nado territorio, dependiente de una autoridad civil; la palabra partido,
no existía pues, el actual partido de Magdalena, formado en parte de las tierras del pago del mismo nombre, partido que tendrá su origen en 1784, fecha en la que “se consideraba par­tido a cada distrito a cargo de un al­calde de hermandad”, considerándo­se a dicho distrito como antecedente de la actual división en partidos. Tampoco existía el pueblo de Mag­dalena; éste se originó alrededor de una capilla instalada en la segunda mitad del siglo XVIII como, veremos más adelante.
LA VICEPARROQUIA DE MAGDALENA
A partir de 1730, precisamente del 23 de octubre, se inicia en forma ininterrumpida la jurisdicción eclesiástica, en forma de parroquia, en el pago de la Magdalena; repetimos qué desde una fecha anterior no co­nocida, la iglesia de Quilmes fue pa­rroquia del pago, en tanto que desde el 23 de octubre lo fue como iglesia interina, hasta tanto se construyese otra aparte. Se explica fácilmente el asiento en Quilmes, de la parroquia creada, por no existir otra iglesia en el vasto pago; se explica el carácter de interina, porque la única iglesia existente, se encontraba situada en el extremo norte del pago, en zona muy alejada de los pobladores del mismo, que habitaban en los rumbos opuestos. Como ha podido leerse, el auto del 23 de octubre no menciona lugar alguno para la iglesia a cons­truirse, y sólo dice que se hará apar­te.
No puede creerse que la sede titu­lar de la parroquia creada en 1730, debía encontrarse en el actual pue­blo de la Magdalena por dos causas: la primera, por no existir dicho pue­blo en el año 1730; la segunda, por que al construirse allí una iglesia en 1776, fue erigida en “viceparroquia”, por lo tanto dependiente de la parroquia del pago.
De haberse pensado, en 1730, que la iglesia titular debía funcionar en la zona del actual pueblo de Magdalena - pueblo que no existía en ese año - al edificarse allí la capilla de 1776 debía haber funcionado como parroquia.
La parroquia de Quilmes, o mejor dicho, la parroquia del pago de la Magdalena, dentro del cual se encontraba la Reducción de la Santa Cruz, cuya sede interina se encontraba en la Reducción, desde el 1730 en adelante, tuvo varias capillas subor­dinadas eclesiásticamente, mediante las cuales, el Cura Vicario del pago ejercía su acción en la vasta exten­sión del mismo; una de ellas fue la capilla edificada en la Magdalena en el año 1776. Otras causas, que men­cionamos más adelante, nos hacen creer que la iglesia “interina” debía tal carácter no solamente a la distan­cia a que se encontraba de los ex­tremos del pago, sino a determinadas circunstancias propias de la Reduc­ción.
En los viejos libros parroquiales, aquellos anteriores al 1780, existen numerosas constancias que prueban la jurisdicción de la Iglesia de Quil­mes en todo el territorio del pago de la Magdalena y permiten, además, en forma fehaciente, documentar que dicha jurisdicción se ejerció ya di­rectamente, ya por intermedio de varias capillas u oratorios subordi­nados a la Iglesia.
FE­LIPE SANTIAGO DE SAN MARTÍN
En este punto queremos hacer mención del cura párroco Pbro. Fe­lipe Santiago de San Martín y Cabral­ tanto por la minuciosidad con que efectuó las anotaciones en los libros parroquiales, como por haber tomado copias de numerosas parti­das, correspondientes a las activida­des de varias capillas. Estas copias, hechas en páginas posteriores a las de las partidas originales, en el ca­so particular de la capilla “de los Re­medios”, llevan la siguiente anotación del Párroco: “Todas las quales partidas quedan agregadas a este li­bro originalmente; y para q. por si acaso se perdiesen o se apartasen des­te libro pr. algún motibo, las hago copiar en las foxas siguientes de este Libro p. a. q.e en todo tiempo cons­ten y se les de la misma fee y crédito q. a sus originales”. (textual)
Si se piensa que los originales co­rrespondientes han desaparecido ca­si totalmente, la previsión del párro­co San Martín, en 1777, llena hoy un vacío insalvable de otro modo. Es precisamente por su previsión, que hoy podemos consignar estos datos inéditos, de otro modo perdidos defi­nitivamente para la historia. La par­te siguiente, en su totalidad, en lo que se refiere a las capillas y orato­rios mencionados en ella, tiene su base documental en las anotaciones debidas a la previsión del Pbro. San Martín.
Imagen de Nuestra Señora de los Remedios, del capellán don Juan Guillermo González Aragón y su hijo el Padre José González Islas. ( Gentileza del Sr. Marcelo Paletta enhttp://sanmiguelgrupmig.blogspot.com.ar/ )

CAPILLA DE “LOS REMEDIOS”
La feliz previsión del Pbro. San Martín, de la que nunca se dirá lo su­ficiente, permite conservar intactas hoy, entre otras muchas, las copias de 114 partidas de bautismo cele­brados en “los Remedios”, cuyos ori­ginales son casi totalmente ilegibles. A esa especial circunstancia debemos, la suerte de poder mencionar esta ca­pilla, ligarla al pasado de Quilmes y conocerla en casi todos sus aspectos, hasta ahora totalmente desconocidos.
En los más antiguos libros exis­tentes en la parroquia de Quilmes se registran actividades de religiosos mercedarios a partir de 1744, no pudiendo hacerse referencia a los años anteriores, por la condición de ile­gibles de las primeras páginas de dichos libros. En 1757, el mercedario fray Miguel Vallejos instala un oratorio en su hacienda “en la otra vanda del Río de la Matanza”(sic).
Desde 1759, existen constancias de la actuación de los mercedarios en la capilla de “los Remedios” y de bautismo celebrados en Quilmes o en su jurisdicción por el fundador de la Hermandad de la Santa Caridad [1]Pbro. Juan Guillermo González y Aragón. [2]
La capilla de “los Remedios” estaba instalada en la estancia del mismo nombre, adquirida por el fundador de la Hermandad con destino a esta y al Colegio de Huérfanos.
La anotación del párroco quilmeño San Martín que hemos transcripto en líneas anterio­res se refiere precisamente a dicha, capilla y establece claramente su re­lación de dependencia con la parro­quia de Quilmes.
JUAN GUILLERMO GONZÁLEZ Y ARAGÓN
El fundador de la Hermandad, González y Aragón, [3]adquirió la es­tancia el 6 de marzo (o mayo) de 1758. La vinculación de este benemérito bienhechor, y sacerdote en los últimos años de su vida, relaciona en cierto modo al viejo Quilmes con dos de sus descendientes, Manuel Belgrano y Juan José Castelli, así como con el yerno de González y abuelo materno de Belgrano, Diego Casero, propietario de las tierras de su nombre y cons­tructor del Palomar en 1788.
Situamos la capilla y estancia de “los Remedios”, con abundante base documental, en el extremo noroeste del antiguo pago de la Magdalena, hoy jurisdicción de Esteban Echeverría. Dicha capilla dependió de la parroquia de Quilmes hasta el año 1780, según se explicará más adelante.
ORATORIO DE LA ESTANCIA DE DON VICENTE CANALES
Este vecino del pago de la Mag­dalena, Don Vicente Canales, con su esposa, un hijo y una hija, aparece en censos del año 1778, además de las constancias de los libros parro­quiales, como propietario de una es­tancia en dicho pago. En un “padrón de estancias del año 1786”, levantado por el Alcalde de Hermandad Marcos Miguens, leemos que dicha estancia se encontraba “hacia el sur de la Cañada del Pescado”, vale decir, aproximadamente en el actual deslinde La Plata-Magdalena, probablemente tierra adentro. El oratorio de su estancia comienza a figurar, en anotaciones de bautismos de la parroquia de Quilmes, en el año 1760; en una de ellas consta por el párroco quilmeño Santiago Báez, del 14 de abril de 1763, que el P. Luis Ojea, fraile franciscano, “con mi licencia puso óleo y crisma” a una criatura “en el oratorio publico de Dn. Vicente Canales donde me está ayudando en el ministerio parroquial”.
Algunas partidas de años poste­riores (1769-1775) hacen suponer |que el oratorio fue reemplazado en sus funciones por la capilla de la Ensenada, al ser habilitada ésta; otra partida, del año 1759, probaría que el oratorio de Canales no existía aún el 11 de abril de dicho año.
CAPILLA DE LA ENSENADA
La primera mención la hallamos en una partida del 30 de abril de 1764, referente a una actuación del párroco quilmeño Fernández Escandón, quien puso óleo y crisma a una esclava “en la Encenada” (sic), actuando como madrina Da. Catalina de Lara. La partida menciona solamente el lugar “la Encenada”, sin indicar capilla. Sólo cabe suponer que la “capilla antigua de Lara”, de la que existen constancias del año 1767, po­dría ser aquella en la cual la señora de Lara actuó como madrina, en una ceremonia de 1764.
Las anotaciones de años posteriores, de los tenientes curas de la En­senada quedan consignadas también en libros parroquiales de Quilmes, correspondientes a las fechas a que se refieren.
Para el período 1770-1778, existe la siguiente: “Bautismos Solemnes, q.e el padre Presentado fr. Bisente Chaparro, y el Padre Fr. Josef de Castro y el Padre fr. Franc° Bosques Religiosos de la Merced, practicaron en la capilla de la encenada de Barragán, Jurisdic­ción de esta Parroquia de la exalta­ción de la Santa Cruz del pago de la Magdalena; que se hisieron desde el año de mil setesientos y setenta, has­ta 78: siendo los referidos padres Cu­ras Tenientes de la referida Parro­quia, y porque se conserbe la memo­ria de dichos Bautismos, los pongo en este libro, y para que conste firmare al remate de su estension yo el cura actual Felipe Santiago de San Martín, los que son en la forma si­guiente”. (textual)
La anotación transcripta, del párroco San Martín, cuyo valor como documento consta en su texto, se encuentra en f. 173 del libro de bautismos de aquel período; las par­tidas que siguen llegan hasta la f. 188, en donde el párroco anota “las quales partidas concuerdan con un cuaderno original que se me entre­gó y se mantiene en este Archibo: el qual fue hecho pr. el Padre Pre­sentado Fr. Visente Chaparro y pa­ra que conste lo firmo”. (textual)
El cuaderno a que alude el pá­rroco no existe en el archivo de la parroquia ni hay memoria de que, haya existido desde muchos años atrás; afortunadamente, “se conser­va hoy la memoria de dichos bau­tismos”, gracias a la previsión del benemérito párroco, verdadera fuen­te de luz en la penumbra de nues­tro pasado.
Las informaciones anteriores se completan con las siguientes: en el año 1769, “en el oratorio de la Ensenada anexo deste Partido,” tu­vo lugar un entierro, que el P. Cha­parro, “Teniente Cura”, anotó de su puño y letra y firmó en el libro de la parroquia de Quilmes, empleando las frases señaladas. El mismo sa­cerdote desempeñaba igual cargo en el año anterior 1768, pues así se le nombra en actuaciones promovidas por el párroco de Quilmes, quien le había ordenado ciertas tareas a fin de buscar en la Ensenada el lugar más adecuado para la capilla que serviría de viceparroquia. Otra no­ta, del 19 de enero de 1767, men­ciona la capilla de aquel punto, la celebración de la Misa y la relación de dependencia que existía con la parroquia de Quilmes.
La capilla de la Ensenada - o las dos, que se sucedieron con los años - se encontraban en la zona del pue­blo actual de igual nombre; por la división de parroquias de 1780, dejó de pertenecer a la jurisdicción de Quilmes, por encontrarse en la mar­gen derecha del arroyo del Gato, pasando a la nueva parroquia de la Magdalena.
CAPILLA DE LA ESTANCIA DE DON PASCUAL LÓPEZ
Otro oratorio, relacionado con la parroquia de Quilmes, fue el de la estancia de don Pascual López, "distante algunas leguas de aquí”, dice una anotación en libros parroquia­les quilmeños. Estaba atendido por Mercedarios. En una partida consta que actuaba el hijo del propietario, fray Lorenzo López. Las fechas de las partidas que se refieren al ora­torio están comprendidas entre el 9 de junio de 1763 (libro de defuncio­nes) y el 9 de julio de 1774 (bau­tismos) Dicha estancia, según pa­drones de 1786, se encontraba situa­da “sobre la barranca”, en jurisdic­ción actual del partido de La Plata.
CAPILLA DE LA MAGDALENA
Correspondió a la parroquia de Quilmes, desde su construcción hasta el año 1780, con carácter de viceparroquia. Su origen es el siguiente: Juan de Noario Fernández y otros vecinos del pago de la Mag­dalena habían solicitado permiso pa­ra construir una capilla en terrenos donados al efecto por Toribio Lozano. El justificado pedido - moti­vado por la falta de capilla en aquella zona alejada con numerosas es­tancias - fue atendido favorablemente concediéndose la autorización, por el obispo de Buenos Aires, el 2 de abril de 1765, confirmada poco después por el gobernador Cevallos. La construcción se hizo en forma muy lenta, quedando terminada en 1776; comenzó a funcionar en ese año, bajo la advocación de Santa María Magdalena y con carácter de viceparroquia del pago. A su alrededor se inició una pequeña pobla­ción, origen del pueblo actual de Magdalena, aldea “poco concentrada”, dice Falkner.
Funcionó como viceparroquia del pago de la Magdalena hasta el año de 1780, en el cual, con la división de dicho pago en tres curatos, pasó a ser parroquia titular “de la isla”, hoy partido de Magdalena, desligán­dose de la parroquia de Quilmes, a la que pertenecía por su carácter de viceparroquia.
Como hemos ya dicho, no debe creerse que la iglesia de Quilmes - sede interina de la parroquia del pago de la Magdalena hasta tanto sus vecinos la construyan aparte - se haya visto reemplazada por la iglesia del pueblo de Magdalena una vez que los vecinos de allí construyeron el edificio; de ser así, este edificio, construido en 1776, debió haberlo sido con el carácter de pa­rroquia titular y no de viceparro­quia dependiente de la de Quilmes, tal como fue erigida.
Se explica la causa por la cual no fue designada parroquia: el auto de 1730, por el que se creaba la parro­quia del pago, al indicar la iglesia de Quilmes como su sede interina, no mencionaba el lugar en que se construiría el templo titular; no da­ba a entender que al construirse, podría hacerse en un lugar despo­blado totalmente y en el cual re­cién 46 años después se agruparían algunas viviendas alrededor de la capilla construida.
Creemos que la iglesia que los vecinos del pago debían construir aparte, como lo establece el auto de 1730, para esos años del primer ter­cio del siglo XVIII, debía levantar­se “aparte” de la iglesia de Quilmes, vale decir de la iglesia de la Reduc­ción, que los españoles no deseaban compartir con los indios; hallamos una prueba en una partida, de de­función del año 1736, en la que dice el párroco de Quilmes, Pbro. Fran­cisco J. Navarro; “… no ay en esta Capilla novenarios, ni misas (de) difuntos y solo los pobres que no tienen forma de enterrarse en el Pueblo, vienen, a esta Capilla y el segundo motibo es por que tienen por cosa de menos valer el enterrar­se en la Capilla de Yndios”. (textual) [4]En cuan­to al valor que se le puede asignar a la palabra “aparte”, en el sentido de más o menos alejada la iglesia a construirse de la que existía en la Reducción, la siguiente transcripción de una nota del párroco San Martín del año 1798, dará una idea suficiente: dice el párroco que los in­dios tienen tierras de media legua de frente y una y media de fondo (la zona de Quilmes que hemos señalado al principio) y agrega: “q. como el terreno no tiene más extencion q. la q. se ha dho. y como  hasta sus propios fondos bienen las estancias de los Vecinos de la Mag­dalena.” Vale decir, que para aque­llos años, “aparte”de la Reducción significaba fuera de la jurisdicción territorial de ésta, en pleno pago de la Magdalena; empero, el valor cam­bia, a nuestro juicio, si nos acerca­mos a la segunda mitad del siglo XVIII, en la que el vasto pago ha­bía visto llegar las estancias hasta las zonas más alejadas, a orillas del Salado, en tanto que frente a la guar­dia de la Atalaya se nucleaba una pequeña población alrededor de la capilla que nos ocupa.
Existe un ex­pediente iniciado por el párroco quilmeño Escandón del año 1769, en el que hace referencia al perjuicio que ocasionaba a los habitantes del pa­go, en sus zonas del sur, el hecho de existir la iglesia parroquial en su extremo norte, y a que estos habitantes expresaban su repugnancia al compartir la única iglesia con los indios de la Reducción, circunstan­cia que hemos justificado con antecedentes del año 1736.
En el mismo; expediente, así como en otro anterior del año 1763, consta que la patrona de la Iglesia era “la Inmaculada Concepción” o “Nuestra Señora de la Concepción” respectivamente. [5]
Las dos causas invocadas en el expediente, fueron las que sirvieron de base al vecindario español del pago, de las zonas alejadas: este vecindario “no se avino a contribuir para la reedificación o mejoramiento de su parroquia interina, se preocupó en cambió, por levantar con materiales sólidos una iglesia que sirviese de viceparroquia en lugar más adecuado”, dice la historiadora Guillermina Sors, quien agrega: “Fue así que se construyó hacia 1776, la capilla de Santa Ma­ría Magdalena, cuya edificación fue costeada por los vecinos Januario Fernández y Juan Blanco. Esta iglesia quedó constituida en parroquia del curato de la Magdalena durante el año 1780, al crearse dicho curato y determinó la formación del pueblo de la Magdalena”.
ORATORIO DE SANTO DOMINGO
Es mencionado en varias partidas comprendidas entre los años 1760 y 1770, se refieren a bautismos, prac­ticados por frailes Dominicos “con mi licencia”, anota el párroco quilmeño en cada una de ellas, corres­pondientes a la imposición de óleo y crisma; todas las partidas hacen mención del sacerdote que efectuó el bautismo, del que dicen “que reside”o que “asiste en la estancia de su convento en este pago de la Magdalena”.
No, sabemos si el oratorio a que se refieren dichas partidas es el que tuvo la Orden de los Dominicos en la estancia actualmente propiedad de la sucesión Davidson, en la estación Montaraz del Ferrocarril Pro­vincial, que conserva parte de la edi­ficación de aquellos años, o al que tuvo la misma Orden en la estanzuela situada al oeste de la estación Wilde, frente a la capilla Urquizú, cuya construcción subsiste hoy en gran parte, aunque presumimos que se trata del primero de los nombra­dos.
CAPILLA DEL DOCTOR PESSOA EN SAN VICENTE
Relacionado con, Quilmes a cuya parroquia perteneció hasta 1780, ha­llamos algunas constancias referentes a San Vicente, muy escasas por cierto. Una de ellas, acaso la única legible, en gran parte, menciona un bautismo anotado en Quilmes por San Martín y Cabral quien dice: “En esta Parroquia de la Exaltación cié la Santa Cruz del Partido de la Magdalena, jurisdicción de la ciu­dad de Buenos Aires, a trece de diciembre de 1779, yo el infrascripto Cura de dicho pago puse oleo y crisma a Juan Bernardo, párvulo, que nació en veinte y uno de Agosto del presente año y lo bautizó privadamente por necesidad Don Vicente de Pessoa, Clérigo presbítero...” (textual)
Se explica la falta de partidas correspondientes a la zona de San Vi­cente, para años anteriores y posteriores al 1779, fecha de la transcrip­ta, porque la capilla del Dr. Pessoa comenzó a funcionar muy poco an­tes del 1780 y en dicho año, por la creación de nuevas parroquias, quedó separada de la jurisdicción de Quilmes, a quien pertenecía, constituyendo la nueva parroquia “de la laguna de la Reducción” (hoy San Vicente)
Un feligrés de esa capilla, Blas García cuya casa precisamente se menciona como límite de la parroquia de San Vicente en 1780, aparece como “de esta feligresía” deQuilmes en partidas de los años 1760, 1762 y 1763.
CAPILLA DE LA “CALERA” DE LOS JESUITAS
Se trata, indudablemente, del es­tablecimiento de campo de dicha or­den en la zona de Villa Elisa, en donde otras constancias además de las que utilizamos de los libros pa­rroquiales hacen mención de la in­dustria de quemar la conchilla para la obtención de la cal. Las partidas en su mayor parte se refieren a bau­tismos de los años inmediatos al 1750.
Podríamos agregar, además, el oratorio de la estancia de los Fran­ciscanos del que solo hacemos men­ción por no encontrar sino muy pocas partidas referentes al mismo y no poder probar su ubicación con relativa exactitud. Existen, además muchas partidas relativas a estos frailes en su labor de misioneros alejados de la estancia de su Orden e internados en las zonas alejadas del Pago de La Magdalena.
En las capillas y oratorio men­cionados se cumplían actividades re­ligiosas colaborando con la parro­quia de Quilmes. Esta colaboración se expresa claramente para algu­nas, se desprende del contenido de las partidas para otras o se anota exactamente en los casos que el establecimiento religioso es subordi­nado de la parroquia de Quilmes. Ello queda probado en los libros an­teriores al 1780, de los cuales extrae­mos además las siguientes conclu­siones.
Se refieren a la jurisdicción de la parroquia de Quilmes en el extenso pago de la Magdalena y las tomamos como ejemplo, en cuanto correspon­den a zonas alejadas de la iglesia de Quilmes.
Una de las más antiguas mencio­na el entierro en Quilmes, de un peón del capitán Villoldo el 25 de mayo de 1748, le siguen varias re­ferentes a entierros en Quilmes, de muertos remitidos por Echeverría y Galardi, así como Clemente López.
Los campos de Echeverría y Galardi y de López se encontraban en la ju­risdicción del actual partido de Mag­dalena y a inmediaciones del río Salado respectivamente; en cuanto a la mención del capitán Villoldo entendemos que se refiere al propie­tario de tierras en la zona de la cos­ta, actualmente llamada “punta de la Memoria” en las cercanías de la ensenada de Samborombón.
Las partidas Nº 206 y Nº 207 del 16 de julio y del 10 de agosto de 1752, mencionan a difuntos ente­rrados en Quilmes, traídos desde “las chocaras de la Matanza” el uno y del “Monte Grande” el otro. Corres­ponden a zonas del extremo norte del curato del pago de la Magdalena, hoy partidos de Esteban Echeverría (Monte Grande) y probablemente norte de Cañuelas (Matanza).
Entre las semidestruidas hojas del libro iniciado en 1730, al que fal­tan las que corresponden a los pri­meros años, aparece la partida 268 del 9 de noviembre de 1759, consta en ella el entierro en Quilmes de “un indio cristiano de la Re­ducción que los R… tuvieron en
el Salado”. Creemos que la parte destruida señalada con puntos in­dicaba la Reducción de Nuestra Se­ñora de la Concepción establecida en 1740, y disuelta en 1752, en la margen derecha del río Salado, en un punto llamado hoy “lomas de la Reducción”, situado entre la esta­ción Guerrero del F.C.S. y la costa de la Ensenada de Samborombón.
La partida Nº 319 del año 1763, se refiere al entierro en Quilmes de un “español que falleció a 14 leguas de aquí”; otro entierro días después de un fallecido en “Magdalena aden­tro”.
El 13 de noviembre de 1769, es sepultado en Quilmes un muerto traído de la “Estancia del Rey", atendido en sus últimos momentos por fray Antonio de San José de la Orden de Predicadores “con mi li­cencia” dice el párroco quilmeño. Una estancia, de dicho nombre se encontraba en la zona de la Ensenada; otra en la de la actual Lomas de Zamora; debe tratarse de la pri­mera mencionada, pues de ser la se­gunda el sacerdote que auxilió al moribundo podría haber sido un mercedario de "los Remedios” co­mo en otras partidas similares se hace constar.
La partida Nº 290 menciona un indio sepultado en Quilmes cuyo cadáver fue remitido por … Noario. Si bien el original no permite leer claramente todo el nom­bre del remitente del cadáver, suponemos se trata de Juan de Noario Fernández, propietario de tierras entre los ríos Salado y Samborombón, así como al norte de este último; agrega la partida: "murió veinte y tantas leguas distante de la Parroquia sin el beneficio de la Religión y demás sacramentos a causa de no haber dado lugar la enfermedad, pues aunque el P. Fray Luis Ojeda que sé hallaba en la laguna del Pes­cado pasó a confesarlo, cuando di­cho Padre llegó ya había muerto.” (textual) Suponemos que la laguna del Pes­cado debe ser el actual arroyo del mismo nombre entre los partidos actuales de La Plata y Magdalena. Entre las anotaciones que corresponden a zonas alejadas, merecen una consideración especial todas aquellas referentes a la que se 11amó “la Guardia del Zanjón”.
SAN VICENTE
Hemos aludido en líneas anteriores al avance de la población española hacia la campaña en tareas ru­rales cada vez más alejadas de Buenos Aires, este avance desde mediados del siglo XVII comenzó a ser hostilizado por los indígenas del sur los llamados “aucas” y “serranos” quienes ya en el siglo siguiente hacían sentir su temible presencia en los extremos del pago de la Magdalena al que en varias oportunidades cargaron en terribles malones, uno de los cuales llegó hasta la zona inmediata a Conchitas y estación J. M. Gutiérrez.
Las compañías de blandengues creadas por las autoridades de Buenos Aires en 1752, estaban encargadas de prestar guardia en las fronteras para impedir el ataque de los indios, una de ellas estuvo apostada desdé el año de su creación hasta el de 1779, en “el zanjón”, al suroeste de San Vicente; en 1779 fue trasladada a Chascomús, originándose así el pueblo de ese nombre.
De acuerdo con un proyecto de Vértiz del año 1779, cada compa­ñía contaba con un Capellán Cas­trense. Como veremos el Capellán de la “Guardia del Zanjón”, para años anteriores al 1779, pertenecía a la jurisdicción de la parroquia de Quilmes.
Carbia menciona el “primer cape­llán célebre” en Chascomús, en la persona de fray Marcos Sosa, si bien no indica la fecha en que el Capellán inició el desempeño de su cargo, se desprende que esta lo fue en el año 1779; como se verá, alguna constan­cia de libros quilmeños permiten su­poner igual fecha.
Ahora bien, la figura del P. Sosa, "religioso mercedario quien alternó las obligaciones de su ministerio con cierta afición a los azares del comer­cio”, según Carbia, queda anotada en libros parroquiales quilmeños desde veinte años antes al 1779. Lo vemos actuar el 11 de abril de 1759, en un bautismo realizado en privado en un hijo de don Vicente Canales ya mencionado. En 27 de setiembre de 1761, nuevamente aparece su nom­bre en una partida, a la que siguen varias de fechas inmediatas poste­riores, que se refieren a bautismos celebrados en privado, en ninguna de esas partidas se indica el lugar en el que fue llevado a cabo el bautismo.
Su nombre, referido en forma con­creta a la “guardia del Sanjón” (sic), lo encontramos en libros de Quilmes en partidas del año 1774. La primera de ellas dice: “En el Partido de la Magdalena a siete de Agosto de mil septecientos setenta y quatro as. el P. Capellán de la Guardia del Sanjon con milicencia puso óleo y chrisma a Petronila hija legitima de Martín Marín y de María Girao, Españoles v(ecino)s del Pago, la que bautizo privadam.te el mismo P. capellán Fray Marcos Sosa. Sirbieron de Pa­drinos en ambas funciones Carlos Molina y Luiza Lozano Españoles de que doy fee”. (textual) Firma San Martín y Cabral.
Sigue otra: “En el Partido de la Magdalena y Guardia del Sanjon” del 10 de agosto, referente al “P. Ca­pellan Fray Marcos Sosa Religioso del orden de Nra. Sa. de la Merced con mi licencia”; luego otras parti­das en número de cinco del mismo lugar y de bautismos practicados en el curso del mismo mes.
En f. 55 vuelta del libro corres­pondiente anota el párroco San Mar­tín: “Las partidas siguientes van aquí pospuestas, pr. haberlas practi­cado con mi licencia el P. Fray Mar­cos Sosa Religioso Mercedario en el Sanjón, y me las entregó en el pre­sente tiempo 21 de Nov.e de 1774”. (textual) Siguen varias partidas de bautismos practicados por Fray Marcos Sosa “en el Sanjon”; una de ellas “en el Partido de la Magdalena”; todas con licencia del párroco quilmeño, pero sin que se haga en ellas ninguna re­ferencia al cargo de Capellán de la guardia. Son todas partidas del mes de Agosto de 1774 y entendemos que corresponden a la actuación del mercedario, relacionadas con el ejercicio de su ministerio en aquella zona alejada, vinculadas directamente a la parroquia de Quilmes pero inde­pendientes de su condición de cape­llán de la guardia militar en aquel punto.
Tampoco consta esta condición, en partidas de bautismo cumplidos por el P. Sosa, entre los años 1774 y 1778, vinculamos estas partidas, así como las mencionadas en el párrafo anterior no a su carácter de Cape­llán militar sino al de misionero que debió investir, desde que otros mercedarios, en esos mismos años, cum­plían tarea similar en el pago, te­niendo su capilla en “los Remedios”, dependiente de la parroquia de Quil­mes.
La última partida, en orden crono­lógico que se refiere a la Guardia del Zanjón, relacionada con la parroquia de Quilmes es la que transcri­bimos, que sigue a la partida de de­función Nº 434 y no lleva número de orden. Las palabras que la componen, señalan un terrible acontecimiento en la campaña, frecuente en aquellos años.
En los Quilmes en dies de Maio de mil Set. setenta y siete yo en infrascripto Cura di sepult.a en esta. Igl.a Parroq.l con Cruz alta, tres… (roto en el original) ... y Missa de Cuerpo pressente a veinte y cinco cadaveres que trajo la, gente de la Guard.a Ígo del Sanjón del campo donde finaron amamos de los Ind.s de los quales los mas son pobres y miserables sin saberse desus nombres…” (textual)
Hemos ya dicho que en el año 1779, de acuerdo a un proyecto de Vértiz las compañías de blandengues tuvieron los auxilios de un Capellán castrense; esta anotación de Carbia tiene su comprobación para varios años anteriores en libros de parroquia de Quilmes según hemos visto para el año 1774. Es pro­bable que Vértiz oficializase cargos ya existentes, la partida que transcribimos lo hace suponer así: “En esta Parroquia de la Exalt.n de la Sta. Cruz del Par­tido de la Mag.a jurisdicción de la Ciud. de Bs. Ays. a primero de octubre de mil septecientos septenta y nueve as. yo el infrascripto Cura de dho. Pago bautize solemnem.te a Manuel, q.e nació el día trese de Septiembre del presente año, hijo legitimo de Luciano Fernandez y de Jpha. Amaya, Españoles v. del Paraje que llaman San Borombon de esta mi jurisdicción. Fue padrino Manuel Acosta, natural de Portugal, y recsidente en este partido y soldado de la fronte­ra de Chascomús…” (textual)
Si bien no podemos precisar cual es el “paraje que llaman San Borombón” que presumimos en la costa de dicho río a lo largo de su curso. La circunstancia de actuar como padri­no un soldado de la frontera de Chascomús en donde se había trasladado la guardia del Zanjón en ese año nos hace suponer que dicho “paraje” debió encontrarse en la parte del río cercana a la guardia militar, hoy pueblo de Chascomús. No actuó el P. Sosa sino el párroco de Quilmes se debió esto al carácter militar que investía el Capellán desde ese mismo año. El párroco quilmeño dice que el paraje que llaman San Borombón es “de ésta mi jurisdicción”, hemos visto en partidas anteriores que el P. Sosa“Capellán” actuaba con licencia del párroco de Quilmes, estas circunstancias diferentes servirían para responder al interrogante formulado.
A las partidas relacionadas con “el Sanjón” del año 1774, indicadas en el párrafo anteriores, siguen varias del año 1777, figuran copiadas con las de la Ensenada a las que hemos aludido en su oportunidad desprendiéndose por lo tanto, que las actuaciones cumplidas en el Zanjón se hallaban vinculadas a la capilla de la Ensenada y por esta a la de Quilmes por lo menos para ese año son doce partidas que indican que “en el Sanjón” fray Marcos Sosa, o Mar­cos de Sosa como firmaba, puso óleo y crisma a otras tantas criaturas bautizadas por él en fechas anterio­res. Varias partidas, que mencionan al P. Sosa sin hacer referencia al Zanjón o a su cargo de Capellán en dicho punto están también incluidas en las copias de la Ensenada.
PARROQUIA DE QUILMES
En el año 1780, con motivo de la visita que el obispo de Buenos Aires fray Sebastián Malvar y Pinto, efec­tuó al territorio de su diócesis, tuvo lugar la erección de parroquias en É campaña con el señalamiento de la jurisdicción de cada una este hecho determinó en definitiva pocos año después, el comienzo de los “parti­dos” de la campaña.
El obispo nombrado visitó Quil­mes el 4 de diciembre de 1779, desde fojas 104 v. hasta la 107, existe la anotación consiguiente en el libro de bautismos que abarca las fechas indicadas en la f. 107 firma “Fr. Se­bastian Obpo de Bs ayres”cuya fir­ma fue refrendada por su secretario, fr. Manuel Guitimi. Por una anota­ción siguiente consta que dicho libro volvió a la Parroquia en abril del año siguiente 1780, proveniente del obispado de Buenos Aires.
La visita del obispo abarcó toda la campaña de su jurisdicción con fe­cha 19 de junio de 1780, se dirigió por nota al virrey Vértiz, proponien­do las modificaciones que a su jui­cio eran necesarias:
“… para el socorro de las necesidades espirituales de los habitantes de las campañas en la for­ma siguiente: En la visita de este obispado observé que en varias par­tes carecen los Diocesanos del preci­so pasto espiritualen unas por ha­bitar distantes de las Parroquiales de que son feligreses; en otras por haberse multiplicado el vecindario desde sus primeros establecimientos, y no poder los Párrocos ministrárse­lo en muchas por los ríos interme­dios; y finalmente, en las más por la concurrencia de todos estos impedi­mentos. Y siendo el único arbitrio para remediar los males que dé ellos resultan, proveer los respectivos lu­gares de Pastores que cuiden aque­llos moradores me fui instru­yendo por menor, de los sitios de donde es necesario fundar y erigir Iglesias Parroquiales y términos de los territorios que cada una deba comprender, tanto donde no hay Cu­ras propios, como adonde es necesario separar los moradores de las Parroquias a que hasta ahora estuvieron incorporadas, estableciendo otras nuevas”.
El obispo expresa que la tarea de los Párrocos existentes hasta enton­ces se hallaba obstaculizada, para los feligreses de la campaña, por varios inconvenientes: a) por la distancia; b) por el aumento del vecindario de la campaña; c) por los obstáculos na­turales; d) por la concurrencia de to­dos estos impedimentos en varias partes. La nota se refiere muy espe­cialmente al pago de la Magdalena, gobernada espiritualmente por la pa­rroquia de Quilmes, según dice el obispo; vemos que el obstáculo de la distancia es realmente importante, si se piensa que ya por ese año de 1780, el pago de la Magdalena, a cargo del Cura de Quilmes, comprendía las poblaciones que se hallaban en los partidos actuales que hemos men­cionado en páginas anteriores; para la atención de ese enorme territorio el párroco quilmeño disponía sola­mente de la viceparroquia estableci­da en el pueblo de Magdalena y de las capillas de Pessoa en San Vicen­te los Remedios en tierras actuales de Esteban Echeverría y la capilla de la Ensenada, a ellas se sumaban gas de estancias, oratorios privados que se han detallado antes. Pero si se marcan en un mapa las ubicaciones de estos establecimientos religiosos y se miden las distancias hasta los extremos del pago se comprueba el valor del inconveniente que ano­taba el obispo del mismo modo se pone en evidencia el obstáculo que representaban los innumerables accidentes naturales debidos a los ríos, falta de caminos, etc.
En cuanto al aumento de la pobla­ción del pago, es suficiente tener en cuenta que el escaso centenar de ha­bitantes del comienzo del siglo XVIII, había pasado a cerca de 3000, a fines del mismo. La visita que el obispo efectuó a su feligresía le permitió observar sobre el terreno los sitios que por su población debían tener iglesias pa­rroquiales ya fuese erigiéndolas en caso de no haberlas o separando de las existentes, las zonas pobladas alejadas de ellas estableciendo otras iglesias nuevas en tales zonas.
El Prelado, en su nota mencionada al Virrey solicitó su consentimiento para erigir las nuevas parroquias y dividir las existentes, en la forma que transcribimos: “Quilmes. La Parroquia de los Quilmes comprende hoy todo el pago de la Magdalena, y no pudiendo ésta por extensión y mul­titud de gente ser administrada por un solo Párroco, necesita di­vidirse. El mismo actual Cura reconoce que no puede cumplir con su obligación, y asegura no conoce a los vecinos, ni ellos a él, por cuya razón conviene que se le señale para su régimen una parte sola de dicho pago; y ha­biéndole invitado en mi general visita que eligiese lo que qui­siese, escogió desde la otra banda del Riachuelo hasta el Arro­yo del Gato y desde la casa de Don Ramón Rodríguez hasta lo de Don José Antonio de la Cruz inclusive y desde allí excluía la casa de Blas García tirando la línea hasta el arroyo de Ramí­rez”.
Se refiere luego a la viceparroquia de la Magdalena; recordamos que el pueblo de ese nombre, “estando si­tuado en un terreno alto, casi entera­mente rodeado de cañadas, se llamó desde los orígenes pueblo de la isla, de las islas o de las islas de Magda­lena”, dice una autora (Sors). La parte co­rrespondiente del auto, que transcri­bimos, emplea tal denominación; di­ce así: “Vice-Parroquia de la Isla. La Vice Parroquia de la Isla que actualmente pertenece a los Quilmes puede erigirse en Pa­rroquia, y será su territorio des­de el Arroyo del Gato hasta el Salado, con las más habitaciones confinantes a los Indios inclu­yéndose en esta Parroquia el pa­go de la Ensenada, y se le agre­ga también el fuerte de Chascomús con los habitantes de aquella circunferencia”.
Sigue con la de San Vicente de la “laguna de la Reducción”: “Capilla de San Vicente de la Reducción.- En la Laguna de la Reducción y en circunferen­cia hay mucha gente y es gran­de la distancia a la Parroquial de los Quilmes por cuya causa nadie concurre a ella por Sacramentos ni a funciones Parroquiales y es tanta la infelicidad de estos moradores que los más fallecen sin Sacramentos y se entierran sus cadáveres en los campos quedando los mas por cumplir el precepto Pascual se hará pues un servicio a ambas Magestades erigiendo allí una Parroquia, pero como el común de aquellos vecinos es pobre no ha sido posible persuadirlos en la visita a construir Iglesia por lo que me vi en la necesidad de recurrir al Doctor Don Vicentc Pessoa para que cediese la Capilla que allí tiene a fin de que sirviese de Parroquia … a esta Parroquia se le debe señalar de territorio desde el arroyo de Ramires, Riachuelo arriba, todos los habitantes contiguos a la Ca­pilla de los Remedios del Doctor González, las Cañuelas, los mo­radores de la laguna de Gutiérrez, los de Samborombón existentes hacia aquella parte con todos los inmediatos a la referida capilla de Pessoa. También se le puede agregar a esta pa­rroquia el fuerte de Monte con los moradores circunvecinos”. (textual)
El virrey Vértiz prestó su acuer­do al proyecto del Obispo con fecha 3 de julio del mismo año y en conse­cuencia el Prelado por auto de erec­ción de 28 de setiembre de 1780, ex­presa que “separamos, dividimos y desmembramos de la jurisdicción pa­rroquial de las respectivas Iglesias Matrices las expresadas capillas e Iglesias J... de la Isla, de la Laguna de laReducción …etc”. A cada una de ellas señala el terri­torio de su jurisdicción.
Vale decir que de la parroquia de Quilmes quedaron desmembradas las capillas “de la Isla” y “de la la­guna de la Reducción”, Magdalena y San Vicenterespectivamente a las que erige en nuevas parroquias. Con tal desmembración el territorio del vasto pago de la Magdalena, dependiente de la parroquia de Quil­mes quedó dividido en tres cura­tos, los mencionados, “considerán­dose al de Quilmes como una conti­nuación del antiguo curato del pago de la Magdalena y a los otros dos como nuevos curatos” dice Guillermina Sors.
Los límites de la parroquia de Quilmes, creada en 1780, que fueron los del partido de igual nombre, se conservan desde ese año hasta el 7 de abril de 1852, en esta fecha con la creación del partido de Barracas al Sur, sufrió la primera desmembración parroquial y disminución de su territorio. Sin embargo, hasta el 24 de diciembre de 1854, el nuevo parti­do dependió eclesiásticamente de la parroquia de Quilmes creándose en esa fecha la que le correspondía ba­jo la advocación de la “Asunción de María Santísima”. Es interesante anotar que Nicolás Paduan, propieta­rio de la “Capilla del Italiano” cons­truida en 1817, que sirvió de templo en la actual ciudad de Avellaneda hasta el año 1860, de la inauguración del edificio actual, era propietario en Quilmes en 1818, del solar de la es­quina de las calles Rivadavia y Mi­tre, hoy de la sucesión de Don An­tonio Silva.
La jurisdicción eclesiástica de la parroquia de Quilmes, después de 1854, se conservó durante casi todo el siglo pasado dentro de los lími­tes anotados.
 Primer proyecto de reconstrucción del templo, actual Catedral, en 1944
DR. JOSÉ ALCIDES CRAVIOTTO
 La Lealtad, octubre de 1945
BIBLIOGRAFÍA
Las transcripciones que figuran en el texto han sido tomadas de las si­guientes fuentes; por razones de es­pacio se omite la indicación para ca­da una en particular:
Actis, Pbro. Dr. Francisco, Actas y Documentos del Cabildo del Cabildo Eclesiástico de Buenos Aires, Vo­lumen I, (Buenos Aires, 1943), Vo­lumen II, (Buenos Aires, 1944).
Archivo de la Parroquia de Quilmes, Libro de bautismos, (1735- 1765), Libro de entierros, (1736- 1780), Libro de bautismos, (1770- 1786)
Se indican las fechas de las primeras y últimas partidas legibles.
Archivo Histórico de la Provincia de Buenos Aires, (publicaciones).
Carbia, Romulo D., Los orígenes de Chascomús, (La Plata, 1930).
Carbia Romulo D. Historia Eclesiástica del Río de La Plata (1536-1673), Tomo II, (1673- 1810), (Buenos Aires, 1914)
Craviotto, J. A. y Barre­ra Nicholson, C. ILa Ca­pilla de los Remedios y su relación con el curato de Quilmes en el siglo XVIII. Trabajo re­mitido para su estudio al Dr. R. de Lafuente Machain, correspondiente de la Real Acade­mia de la Historia de Madrid y Titular de la Sociedad de Histo­ria Argentina, en 22 de Diciem­bre de 1944.
Salvadores Antonino, Ensayo sobre el pago de la Mag­dalena durante el siglo XVIII, (La Plata, 1930).
Levene, Ricardo, (Direc­tor General), Historia de la Pro­vincia de Buenos Aires y formación de sus pueblos, Volumen I, (La Plata, 1940), Volumen II, (La Plata, 1941).
Sors de Tricerri, Guillermina, El Puerto de la ; Ensenada de Barragán (La Pla- . ta, 1933). .
Sors, Guillermina, Quil­mes Colonial (La Plata, 1937).
Torassa, Antonio, El Partido de Avellaneda, 1580- 1890, (La Plata, 1940).

TEXTOS VINCULADOS

EL QUILMERO del miércoles, 21 de octubre de 2015. CREACIÓN DEL CURATO Y PARROQUIA DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN - 285 AÑOS - 23 DE OCTUBRE DE 1730

Ales, Oreste Carlos.  "Los 250 años de la erección como sede parroquial de la Iglesia de la Santa Cruz de los Quilmes, hoy Catedral de la Inmaculada Concepción" Separata del tomo XIV de ARCHIVUM, Revista de la Junta de Historia Eclesiástica Argentina - Buenos Aires – 1984.
Otamendi, Luis “Origen de Quilmes: La Reducción e la Exaltación de la Santa Cruz”. Serie Archivos y Fuentes de Información. Municipalidad de Quilmes. 1978.
Otamendi, Luis E. “Historia de la Reducción. 1666-1812” Serie Archivos y … Dirigida por don Carlos G. Maier. Municipalidad de Quilmes. 1970.

NOTAS

[1] Ver más información al respecto en: “La Santa Caridad en el Rio de la Plata - 1727 – 1821” por Juan A. Lucero. http://www.culteducaavellaneda.com.ar/
[2] Ver otros datos posibles en HISTORIA DE NUESTRA SEÑORA DE LOS REMEDIOS de Pedro A. R. Campomar Rotger, Monte Grande, 28 de febrero del año 2008. http://www.inmaculadamg.org.ar/
[3] Juan Alonso Guillermo González de Aragón (n. Cádiz 10/6/1687 – Bs.As. 1768 El año y lugar de nacimiento y de fallecimiento, constan en la lápida sepulcral en la Iglesia de San Miguel Arcángel en Buenos Aires, casa con Lucía Islas Alva Bravo de Zamora el 16 de setiembre de 1713, son sus hijos Gregoria González de Islas, José González de Islas y Juan Manuel González de Islas. Este último casará con María Inés Caseros Ramírez, con quien tendrán una hija, María Josefa González Caseros, casada con Domingo Francisco Belgrano Peri, quienes tendrán 16 hijos, entre ellos el Dr. Don Manuel Belgrano. http://www.genealogiafamiliar.net/getperson.php?personID=I54137&tree=BVCZ#sthash.y4WxJivl.dpuf
[4] En el trabajo que hizo don Luis Otamendi sobre los enterramientos debajo del piso de la Iglesia Parroquial durante 1730, se observa que no todos los blancos o españoles tenían el mismo prejuicio.

[5] Ver en EL QUILMERO del martes, 14 de junio de 2011, “FESTEJOS PATRONALES DE QUILMES - LOS FESTEJOS PATRONALES ANTES DE ESTABLECERSE LA FECHA DE LA FUNDACIÓN DE QUILMES. http://elquilmero.blogspot.com.ar/2011/06/los-festejos-patronales-de-quilmes.html/

 


CENTENARIO DE LA DECLARACIÓN DE QUILMES CIUDAD – 1916-2016 / PRIMERA NOTA

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por Chalo Agnelli
Comienza el año 2016, en el que el viejo pueblo de Quilmes fue declarado Ciudad el 2 de agosto de 1916. Coincide con los 300 años en se establecieron en estas costas del Río de la Plata compulsivamente tras 140 años de lucha contra el conquistador español, los quilmes y el año siguiente (16679 los acalianos. Pero también en este 2016 se cumplen los 200 años de la Declaración de la Independencia el 9 de julio de 1816. No vimos en ningún medio que, por lo menos, se recordara la significación de este año a nivel nacional.

EL QUILMERO atento a lo dicho por hará a lo largo del año notas que apuntarán a estas fechas.
 Atanasio Antonio Lanz

PRECURSOR

El Maestro Atanasio Lanz, de familia establecida en el actual partido de Berazategui, fue un hombre de la estirpe de los fundadores. Podríamos enrolarlo en las filas de aquellos que manejaron el timón de la Tercera Fundación (ver Semblanza).

Dice en su libro “Quilmes a través de los años” el Dr. Craviotto: “A pesar de ser uno de los pueblos más antiguos y progresistas, se sancionó con retardo la Ley provincial que le asignó tal categoría…”

Siguiendo a Craviotto, entremos en los pasos que se sucedieron para tal fin. [[1]]

El tema del cambio de jerarquía urbana se venía hablando en el pueblo desde la intendencia de José Andrés López. Luego cobró amplitud tras los Censos de 1910 (municipal) y de 1914 (nacional); con la inauguración del dos suntuosos edificios que fueron: en 1909, el Teatro Colón de la Sociedad Italiana de S.M. Cristóforo Colombo y en 1910 el de la Escuela Nº 1; sucesos que se acrecentaron con la construcción del nuevo edificio municipal (hoy Casa de la Cultura) terminado en 1912.

Pero el que toma la “sartén por el mango” es Atanasio Lanz que, como corresponsal del diario “La Prensa”, en 1913 propuso a la Dirección de dicho medio iniciar una serie de artículos periodísticos que insistieran sobre el tema, para que cobrara interés público y alcanzara dimensión nacional. Así se avanzó hacía el apogeo de la Tercera Fundación, el 2 de agosto de 1916, cuando el pueblo de Quilmes es declarado Ciudad.

La Prensa, el 30 de agosto contestó satisfactoriamente y el 9 de setiembre se publicó una amplia nota en cuatro columnas y de poco más de media página, ilustrada con seis fotografías locales; el Palacio Municipal, la Estación del Ferrocarril del Sud, una Vista Parcial de altura, la calle Rivadavia, el Banco de la Provincia y la Escuela Comunal (Nº 1)

Este artículo periodístico fue comentario durante muchos meses en todos los ámbitos públicos y privados del pueblo, así como en los espacios legislativos de la Capital de la Provincia y motivador del Proyecto de Ley.
Investigación Prof. Chalo Agnelli

NOTA




[1]Quilmes a través de los años” Pág. 273 hasta 277.

RESTOS FÓSILES DE UNA BALLENA DE 6 MIL AÑOS

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El antiguo Pago de la Magdalena que se extendía desde el Riachuelo hasta el río Salado, en el cual estaba comprendida toda la región sudgranbonaerense, también tiene una prehistoria que documentan fósiles hallados en su suelo y que conviene conocer.
FÓSILES
El pasado mes de setiembre de 2015, la revista “Be” de la
Municipalidad de Berazategui informó que Carlos Martínez, vecino del barrio Villa Mitre, que se hallaba realizan­do obras en el patio de su vivienda para ampliar su casa, se encontró con un insólito hallazgo, los restos de una ballena que datarían de unos 6 mil años. Es un conjunto de huesos que luego se confirmó que pertenecían a un cetá­ceo de aproximadamente unos 6 mil años. Cuanta el vecino: “Cuando hicimos las perforaciones para hacer los cimientos de la obra nos encontramos con huesos y nos llamó mucho la atención. Inmediatamente avisamos al Museo de La Plata y se tuvo que parar la obra”.
RECUPERACIÓN
Del rescate participaron personal del Centro de Registro y Patrimonio Arqueológico y Paleon­tológico del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires y la Secretaría de Cultura de la Municipalidad de Berazategui, junto a coope­rativistas del Argentina Trabaja.
Los restos fósiles fueron encontrados en dos pozos de 1.20 y 1.30 metros de profundidad.
"Del primero, sacamos restos de costilla y una vértebra cervical. Del segundo, extrajimos el cráneo que mide 1.50 metros", explicó Verónica Lirusso, paleóntologa del Instituto Cultural de la Provincia de Buenos Aires, encargada de las excavaciones. Además, agregó: “la ultima ingresión marina que se registra para esta zona es de 6 mil años atrás, así que aproximadamente los restos que encontramos podrían tener esa antigüedad”. Asimismo, la
especialista agregó que “no es frecuente encontrar este tipo de fósiles en la provincia de Buenos Aires. Es más común hallar restos de megafauna, que son los grandes mamíferos terrestres como el tigre diente de sable, que vivieron en el período del pleistoceno hace, como mínimo, aproximadamente 8 mil años. Nada descarta que puedan aparecer más restos, tanto en Berazategui como en otros puntos de la Provincia [] Por las dimensiones estimamos que los huesos son de aproximadamente 6 mil años. Hoy, a partir de esta ballena, sabemos que el medioambiente se modificó y por eso nos encontramos con este ejemplar marino que no es común ha­llarlo en la zona”.Por último, Lirusso se refirió a los pasos a seguir: “en un principio, los restos van a ir a la ciudad de La Plata. Allá los vamos a poner en condiciones, limpiarlos y tratarlos para su conservación. Hay que tener en cuenta que son fósiles de 6 mil años de antigüedad y su preservación es muy delicada”.
PATRIMONIO
Al respecto, el secretario de Cultura y Educación de Berazategui, Federico López, señaló que “una vez que se inicia una denuncia de este tipo hay que hacer enseguida la excavación. Es una ley que contempla y resguarda el patrimonio natural, entonces automáticamente se detiene la obra y el propietario no puede continuar para dejar trabajar a los profesionales en la extracción de las piezas. Berazategui ya tiene en el Museo Histórico y Natural un sector de patrimonio natural donde se exhiben fósiles hallados en excavaciones anteriores. Al tener ejemplares de este tipo, es probable que se priorice el envío de estos restos a otro lugar o que se queden en la Dirección de patrimonio bonaerense”.
LA IMPORTANCIA HISTÓRICA
La excavación se realizó en el marco de apli­cación de la Ley N° 25.743 de Protección del Patrimonio Arqueológico y Paleontológico. Los restos serán llevados hasta el Centro de Registro, dependiente de la Dirección Provincial de Patrimonio Cultural. Luego de examinarlos, van a quedar guardados en el depósito y los especialistas decidirán, según el estado que posean, si son para estudio o exposición.
A partir del hallazgo de esta ballena se confirmó que hace 6000 años los terrenos que hoy se extienden a lo largo de la avenida Mitre y varias cuadras hacia el oeste de Quilmes y Berazategui y de todo los que fue la costa del antiguo Pago de la Magdalena, estuvieron sumergidos bajo el agua.
Por esa causa el arroyo Conchitas lleva ese nombre, por la gran cantidad de conchilla marina que se halló y aún se encuentra a algunos pocos metros de la superficie.
Crónica Chalo Agnelli
FUENTES
Revista “Be”, setiembre de 2015
Dirección de Patrimonio del Instituto Cultural de la Pcia. de Buenos Aires.

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