“Todos los seres humanos han dejando su impronta en su tránsito por la vida, nadie ha sido indiferente a la creatividad, al trabajo fecundo, a las obras de bien; muy pocos a la destrucción; con obras grandiosas o pequeñísimas ha quedado marcado el derrotero del hombre en su tránsito por el mundo. No de todos se saben sus nombres. El anonimato cubre obras que desafían los siglo.” Prof. Palmira S. Bollo Cabrios
Caminando por la avenida San Martín en Bernal, vereda este, junto a las vías del ferrocarril, llegando al cruce de Zapiola, pasando el monumento al Gaucho Argentino y el Monumento a los Mártires de Malvinas (tan vandalisados siempre), la entrada y cruce vial peatonal “entrada a la quinta El Tala”, hay un bajo monolito de mármol colocado allí por el Rotary Club de Bernal en homenaje a don José Luis Rodríguez, un ejemplo del Capital Social que tuvo Quilmes. Muchos que pasan por allí y leen ese nombre, seguramente deben ignorar quién fue ese hombre.
Conocí a este señero quilmeño yendo con mi madre a comprar a la tienda “Luis y José” de la calle Rivadavia y luego en el club Quilmes Oeste cuando estaba en la calle Aristóbulo del Valle al 200 entre La Rioja y Catamarca, donde iba a jugar al baloncesto con otros chicos del barrio.
Fue ese pequeño monolito el que me inspiró a hacer a don José Luis Rodríguez una entrevista retrospectiva o analepsis o flashback… y allá voy.[1]
EL PAÍS - LA ÉPOCA
EL PAÍS - LA ÉPOCA
Es septiembre de 1992, año bisiesto. A partir del 1 de enero reemplazan el austral con una nueva moneda que se cotiza igual que el dólar. El gobierno interviene la provincia de Corrientes. El 17 de marzo una tremenda explosión destruye la Embajada de Israel, provoca 30 muertes. En Córdoba por presiones de Estados Unidos, se desmontan las instalaciones para construir el misil Cóndor.Un libro causa conmoción es Robopara la corona, de Horacio Verbitsky. Se inaugura el edificio de la Biblioteca Nacional. [2]
Dejo la contextualización, llego al Club Quilmes Oeste y en la secretaría me encuentro con don José Luis, lo pongo al tanto de mi propósito al que se presta gentil.
ENCUENTRO EN EL TIEMPO
EL QUILMERO – Buenas tardes don José. Lo encuentro en esta casa, que es su casa ¿Verdad?
JOSÉ LUIS RODRÍGUEZ - Efectivamente, mi casa. El club Quilmes Oeste, que un grupo de amigos de La Colonia fundamos en 1937. Entre 1930 y 1945 este barrio vivió la aparición de una gran cantidad de clubes. Cada dos o tres cuadras había uno. Después del Alsina el más veterano, fundado en 1927, siguieron: “Amor y Lucha”, “Santa Fe”, en la calle homónima que hoy es Rodolfo López, el “Nuevos Horizontes”, “Velox Club”, el “Saavedra”, el “Once Diablos”, algunos de estos ya no están pero sí el “Alberdi”, que cobija a la Biblioteca Popular Pedro Goyena, el “21 de Julio”, el “Tucumán”, estos dos sobre la Av. Andrés Baranda. Estos solo en La Colonia. En otros barrios de Quilmes hubo la misma explosión.
EL. Q. - ¿Qué produjo esa explosión comunitaria de crear clubes?
J. L. R. - El fútbol, principalmente. Había muchas canchas de fútbol. Era un deporte atrapante. Todos los fines de semana se armaban grandes partidos. Algunos en la placita Aristóbulo del Valle. El fútbol o algún otro deporte llevaba a los jóvenes a producir estos hechos en bien de la comunidad.
EL. Q. - ¿Jugó al fútbol, don José?
J. L. R. - Siempre me apasionó el fútbol, jugué en las inferiores de Quilmes y luego en River Plate.
EL. Q. - ¿Recuerda cómo era La Colonia en aquel entonces?
J. L. R. - Era una época en que la Colonia tenía calles de tierra y muchos baldíos. El tranvía que pasaba por Vicente López y por Andrés Baranda le había dado gran envergadura al barrio… El tranvía y la inmigración. Mis padres eran españoles de Perdigón, un pueblito de unos mil habitantes, a 30 kilómetros de Salamanca y 40 de Zamora. Eran muy jóvenes cuando vinieron a la Argentina. En aquellos tiempos en España no había trabajo y mis padres, como tantos inmigrantes, se vinieron a ‘hacer la América’.
EL. Q. – Esta barriada fue su vida, indudablemente ¿Nació en La Colonia?
J. L. R. - Nací en Bernal el 21 de junio de 1918, aunque muy pronto mis padres, Aurelia Hernández y Manuel, se instalaron en La Colonia y aquí me crié. Mi padre tenía un almacén de forrajes en Aristóbulo del Valle y Oliveri, calle esta última que en aquel entonces se llamaba Mendoza. Éramos muchos hermanos y yo era el mayor, de modo que tuve que empezar a trabajar desde muy chico. Hice la primaria en la Escuela N° 7, tenía que cruzar las vías, pues en la 16 de Bernardo de Irigoyen y Santa Fe (risas), digo Rodolfo López, no había cupo.
EL. Q. – El trabajo en la forrajería fue su primer hito de la relación con el comercio…
J. L. R. - No sólo ayudaba a mis padres sino que a los 12 años me empleé en la tienda ‘La Mina de Oro’, ubicada sobre la calle Rivadavia. Era de los hermanos Dekmak y allí estuve 20 años, hasta 1952, en que me independicé. Abrí el negocio ‘Luis y José’ también sobre Rivadavia, en el 188 de esa arteria, a pocos metros de la tienda donde había comenzado como cadete. Rivadavia no era peatonal pero ya denotaba una importante actividad comercial.
EL. Q. –De cadete a comerciante
J. L. R. - Creo que en aquella época se hacía más fácil llegar a comerciante, partiendo como cadete. El hecho de trabajar en la tienda de los Dekmak me abrió muchas puertas, me permitió conocer a empresarios textiles muy importantes y ellos me ayudaron mucho. Inclusive se daban créditos y había muchas facilidades; los préstamos se pagaban a plazos con intereses módicos y los valores se mantenían estables. Eso facilitaba el desenvolvimiento económico y por supuesto comercial, y así fuimos creciendo. A partir de esa independencia, en poco tiempo abrimos un local nuevo ‘Al divino botón' y otros en Bernal. Con los años fui uno de los fundadores de la Cámara de Comercio.
EL Q. - ¿Y en el Club Quilmes Oeste…?
J.L.R.– ¡Ah!, sí. El Quilmes Oeste. He alcanzado el increíble récord de ocupar la presidencia en forma ininterrumpida desde 1942. No fue fácil, por cierto. ¡Fueron 43 años! Esta vocación me nació en aquella época en que se formaba un club cada dos o tres cuadras, como decía; cada uno quería ser un poco mejor que los demás. Crecimos y adquirimos una importante propiedad en la Av. Vicente López 235. Era una venta de la sucesión de la familia Keller. Poco a poco fuimos comprando los terrenos de alrededor. Podría decirse que la familia interpretó el mensaje y por eso me siguen aguantando después de tantos años.
J.L.R.– ¡Ah!, sí. El Quilmes Oeste. He alcanzado el increíble récord de ocupar la presidencia en forma ininterrumpida desde 1942. No fue fácil, por cierto. ¡Fueron 43 años! Esta vocación me nació en aquella época en que se formaba un club cada dos o tres cuadras, como decía; cada uno quería ser un poco mejor que los demás. Crecimos y adquirimos una importante propiedad en la Av. Vicente López 235. Era una venta de la sucesión de la familia Keller. Poco a poco fuimos comprando los terrenos de alrededor. Podría decirse que la familia interpretó el mensaje y por eso me siguen aguantando después de tantos años.
EL Q. – ¿Qué otras instituciones lo tuvieron como protagonista don José?
J.L.R. –¡Uy! Muchos. No recuerdo todos. Eso lo dejo para que lo responda usted.
Es largo enumerar los cargos que tuvo José Luis Rodríguez en su trayectoria: presidente del Club Quilmes Oeste desde 1942 a la fecha (desde el 37 al 42 ocupó otros puestos); presidente de la Cámara de Comercio de Quilmes desde 1973 a 1989; presidente de la comisión de Vitalicios del Quilmes A. C. desde 1987; presidente de la Comisión Institucional de Recuperación Patrimonial del Club Sarmiento (1985); presidente de la comisión para Obras de Ayuda Social de la Fundación Quilmes año 1977; titular de la Asociación Amigos de la Calle Rivadavia entre 1970 y 1974; profesor honorario de la Federación Argentina de Actividades Subacuáticas; presidente honorario de la Federación de Entidades de Bien Público del Partido de Quilmes desde 1972; de la Asociación Amigos de la Calle Rivadavia desde 1975; de la Cooperadora Policial Comisaría Primera de Quilmes (1985); de las primeras, segundas y terceras jomadas argentinas de actividades subacuáticas años 1985,1987 y 1989; socio honorario del “Foto Club Quilmes” y del grupo jubilados y pensionados “Algo por qué Vivir”; vicepresidente de Día Internacional del Amigo (1972 al 75); vicepresidente del Rotary Club de Quilmes (1978-79); socio benemérito del núcleo de “Amigos de Quilmes”. Premio Trofeo Indio Kilme en el rubro “compromiso social”, designado y otorgado por la Comuna y Círculo de la Prensa por servicios a la comunidad y actividad comercial (año 1981). Además integró las siguientes comisiones: de la Soc. Hospital de Quilmes; de Obras del Estadio Centenario del Quilmes A. Club; de la Capilla y Jardín de Infantes Santa Teresita; e finanzas par la erección canónica de la nueva Diócesis de Quilmes; de homenaje al diario El Sol en su cincuentenario; de homenajes a Omar Andragnez y a David Tolzes, etc., etc…[3]
EL Q. – ¡Su compromiso social es extraordinario don José! Su período en el Quilmes Oeste no tiene parangón en el país.
J.L.R. – Sí. Tal vez así sea. Tuve y tengo el apoyo de mi compañera Alejandrina Luciano con la que tuve dos hijos… y esa es mi vida, qué más puedo decirle… ¡Muchas gracias por no olvidar!...
(Se hace un silencio lleno de vida y se me ocurre que el entrevistado más que pensar en lo vivido se remonta a nuevos proyectos y realizaciones)
(Se hace un silencio lleno de vida y se me ocurre que el entrevistado más que pensar en lo vivido se remonta a nuevos proyectos y realizaciones)
Apago el grabador, me despido y dejo a Don José Luis Rodríguez haciendo sueños realidad e ignorando cualquier piedra del camino. Rodríguez fue prácticamente una “institución” en el ámbito quilmeño, calificativo con el que se distingue a esos hombres que comprendieron aquello de que “más que las palabras, valen los hechos”. Eterno presidente y hacedor del Club Quilmes Oeste, toda una vida por su querida ciudad de Quilmes. Esta entrevista intenta recorrer sus pasos de aquel cadete de tienda a su presente de grandes realizaciones.
Yo vuelvo a mi hoy turbulento y final.
Investigación, compilación y entrevista Prof. Chalo Agnelli,
director del Blog 2011/2020
FUENTE
Diario El Sol, lunes 21 de octubre de 1991
Archivo de la Biblioteca Popular Pedro Goyena
Archivo del Prof. Juan Carlos Lombán
“Quién es Quién en Quilmes” (1996) Ediciones Mensajes
NOTAS
[1] Ver similares: sábado, 17 de enero de 2015, “Francisco Soto, entrevista en el pasado – 1936”// viernes, 18 de septiembre de 2015, “Santiago Goñi – Una nueva entrevista transmigratoria (1936/2015)” // domingo, 22 de noviembre de 2015“Santos Angeletti – Tercera entrevista transmigratoria (1936/2015) // lunes, 13 de enero de 2020 José Camarero y el teatro quilmeño – entrevista transmigratoria – 1939 // jueves, 16 de abril de 2020Ángel Camarero, futbolista y boxeador
[2]http://www.todo-argentina.net
[3]“Quien es Quien en Quilmes” Pág. 222