Hoy 3 de junio se celebra el nacimiento de Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano y Peri, hace 245 años. Coincide con la convocatoria “NI UNA MENOS”, un grito de advertencia para alertar contra el FEMICIDIO.
Don Manuel Belgrano, a quien se podría considerar el precursor de nuestra escuela pública de primeras letras por su obra educativa en el Primer Gobierno Patrio, fue uno de nuestros padres fundadores el primero que puso un alerta sobre la educación de la mujer para que saliera del papel tan próximo a la servidumbre y la esclavitud en aquella Nación naciente. Fue un comienzo. Quizá ahora en el 2015 resulte poco, pero él fue en esto precursor. Belgrano preanunció el papel fundamental que tendría la mujer en el ejercicio docente en la nueva Nación:
“Hemos dicho que uno de los objetivos de la política es formar las buenas costumbres en el Estado: y en efecto, son esenciadísimas para la felicidad moral y física de una nación. (...) Pero ¿cómo formar las buenas costumbres y generalizarlas con uniformidad? ¡Qué pronto hallaríamos la contestación si la enseñanza de ambos sexos estuviera en el pie debido! Mas, por desgracia, el sexo que principalmente debe estar dedicado a sembrar las primeras semillas lo tenemos condenado al imperio de las bagatelas y de la ignorancia.
(...) Todos estamos convencidos de estas verdades. Ellas nos son sumamente dolorosas a pesar de lo mucho que suple a esta terrible falta el talento privilegiado que distingue a nuestro bello sexo y que tanto más es acreedora a la admiración cuando más privado se halla de medios de ilustrarse.
La naturaleza nos anuncia una mujer, muy pronto va a ser madre y a presentarnos conciudadanos en quienes debe inspirar las primeras ideas, ¿y qué ha de enseñarles, si a ella nada le han enseñando? ¿Cómo ha de desarrollar las virtudes morales y sociales, las cuales son las costumbres que están situadas en el fondo de los corazones de sus hijos?
¿Quién le ha dicho que esas virtudes son la justicia, la verdad, la buena fe, la decencia, la beneficencia, el espíritu, y que estas cualidades son tan necesarias al hombre como a la razón de que proceden?
Ruboricémonos, pero digamos: nadie; y es tiempo ya de que se arbitren los medios para desliar un tan grave daño si se quiere que las buenas costumbres sean generales y uniformes. Manuel Belgrano
Una conexión feliz para nuestra historia de conquistas sociales, dignidad humana y libertad que nos enseñaron nuestros fundadores…
Chalo Agnelli
de "Maestros y Escuelas de Quilmes - 1666 / 2004"
Ed. Jarmat, Quilmes. 2004. Pág. 16