Alrededor del año 1940, en la calle Islas Malvinas, en la manzana comprendida entre las calles Vélez Sarsfield, Urquiza y Tucumán, funcionaba una fábrica de cerámicas propiedad de Otto Hagert, de origen alemán. El personal, en su mayoría mujeres, eran vecinas de los barrios de Villa Armonía y La Colonia sur. Luego de varios años el establecimiento se vendió a una firma italiana que se dedicó a otro rubro y más tarde pasó a una familia inglesa. La propiedad sigue manteniendo parte de sus instalaciones y hasta no hace muchos años conservaba la misma fachada.
Parte de las operarias, arriba en un festejo, asado mediante, en los jardines de la fábrica.
por Marta E. Arluna